Creo que en
el Universo de lo espiritual, lo más extraño que encontrarán, es la doctrina de
la liberación, por la sola fe en el Cristo-Interno Individual. Pero, ¿qué
pasaría si el pilar fundamental de la Doctrina Jelkeriana, que es la salvación
por la fe en la chispa divina interior, estuviese equivocado? Bueno, en ese
caso, hay que reencarnar, y hay que seguir buscando la verdad espiritual en la
otra vida, manteniendo el conocimiento adquirido, y avanzando hacia el
siguiente nivel, cada vez más cerca del Gran Sol Central. Pienso que toda
persona que acepte, de una forma u otra, a la chispa divina interior, o lo que
es lo mismo, al Dios Omnipresente, que está dentro y fuera de cada ser, ya está
salvada, aunque no sepa que está salvada. Pero si ese no fuese el caso, a
seguir reencarnando y a seguir evolucionando. Lo adquirido está bien, y hay que
seguir aprendiendo, y hay que seguir cumpliendo las misiones divinas que
Jelkerá-Dios nos vaya encomendando, vida tras vida, aunque no sepamos, cuáles
son, esas misiones divinas. Pues todo ser humano, nace con una misión divina, y
debe cumplirla, pues si no lo hace, será castigado, pero si la cumple, será
recompensado. Pero ¿cómo saber cuál es tu misión divina? Uno aprende su misión
divina, viviendo la vida, y la misión divina, puede ir cambiando con el tiempo.
Parte de esa misión divina, es evolucionar espiritualmente.
Es posible,
que el alma liberada, vuelva 6 veces más, completando 7 encarnaciones en el
aula de la sabiduría, o que se libere en ésa misma vida. En ambos casos, la fe
en la chispa divina interior, es el camino a la liberación del espíritu, y a la
salvación del alma.
Todo el
adelanto espiritual que uno tiene, vida tras vida, queda almacenado en la
memoria del alma. Desgraciadamente, todo ese rico conocimiento, sólo sale
afuera en su totalidad, cuando el alma asciende espiritualmente. Sin embargo,
el nivel de conciencia logrado en la vida anterior, se recupera fácilmente, por
medios naturales, en la siguiente reencarnación, vida tras vida.
Lamentablemente,
aunque el nivel de conciencia anterior se recupera por completo o casi por
completo, para poder seguir avanzando desde el nivel anterior, a niveles
superiores, aun así, no se recuperan todos los conocimientos. Hay quien ha
propuesto, pedir al Cristo-Interno la activación de la memoria, de los conocimientos
previos, de vidas anteriores, pero ése procedimiento, generalmente, es una
inútil pérdida de tiempo. Lo más práctico, es pedir sabiduría a Jelkerá-Dios,
en el nombre del Cristo-Interno, pues Dios sabe dar sabiduría al que se la
pide, y es bueno, con aquellos que son conscientes del Cristo-Interno. La
Conciencia de Cristo, es el Camino.
Otro tema;
Las enseñanzas morales de la Doctrina Jelkeriana, son consejos que pueden
ajustarse a las circunstancias, y no son mandamientos. Sexo y violencia, son
cosas que no deben ser exacerbadas, y por lo tanto, deberían evitarse los
sacrificios rituales o ritos de sangre, y también deberían evitarse los
rituales sexuales o el coito supuestamente sagrado, pues son cosas que atrasan
espiritualmente.
No deberían
hacerse sacrificios, ni animales ni humanos, en los altares a Jelkerá-Dios, ni
a otras manifestaciones de lo divino, ni tampoco deberían hacerse orgías
rituales ni coito ritual.
Sí puede
agradecerse y ofrendarse toda la comida y bebida, que uno consuma diariamente,
y de ésta forma ofrecer sacrificio perpetuo a Jelkerá, nuestro Dios. Y sí puede
agradecerse a la Señora Astarté, todo el placer y el bien, que uno recibe del
coito, con uno mismo o con otro. Pero sacrificios rituales, y coito
supuestamente sagrado, no deben hacerse.
No debes
hacer, ni las oraciones, ni los rituales, desnudo, pues hacer eso es una
tontería. Si tienes ropa, úsala, y usa la mejor ropa que puedas, o vístete como
puedas, o como te venga en gana, pero no hagas las cosas desnudo porque sí. Tú
no adoras a un Dios de la Guerra, para dar sacrificios de sangre, y tú no
adoras a una Diosa de la Fertilidad de la Tierra, para andar copulando como un
animal, sin razón y sin amor. Tú adoras a Jelkerá, tu Dios, que gobierna sobre
Marte y Venus, y tu obediencia, es a Jelkerá-Dios, y no a Ares y Afrodita. Sin
embargo, debes respetar a Marte y a Venus, pues ellos son devotos eternos de
Jelkerá, tu Dios, pero no debes caer en sus tentaciones, sino que debes seguir
la guía de tu Cristo-Interno. Incluso si eres devoto de Marte o de Venus, debes
hacerlo de una forma ordenada y santa, solamente con oración y con alabanza, y
así, Marte y Venus, te bendecirán igualmente, o te bendecirán aún mejor, pues,
al mismo tiempo que los has servido a ellos, también has servido a su amo, que es
Jelkerá-Dios, y así, Jelkerá-Dios hará que la bendición sea aumentada, pues te
has mantenido fiel a la adoración y obediencia, a los mandatos, a las
enseñanzas, y a los consejos, de Jelkerá-Dios, de Cristo-Fanes, y de Madre
Santa Sofía.
Jelkerá-Dios
te pone al frente, la senda del bien y la senda del mal, y te envía, ángeles de
buen consejo, y también ángeles de mal consejo, pero eres tú el que elige que
hacer, y no los ángeles. Así como Marte incita a la guerra, también puede guiar
al orden, a la santidad, y a la responsabilidad. Así como Venus incita al amor,
también puede guiar al orden, a la santidad, y a la responsabilidad. Marte y
Venus no son ni buenos ni malos, sino que son duales. Depende del devoto, si se
deja llevar por el buen consejo, o por el mal consejo. Los dioses pueden
ayudarnos y darnos enseñanzas superiores, si se las pedimos, y así podremos ser
ayudados a elevarnos espiritualmente. Pero si nos dejamos llevar por nuestros
bajos impulsos, ellos, los dioses, también nos ayudarán, pero a hundirnos a
nosotros mismos, lo cual para ellos es bueno, pues si nos ayudan a
equivocarnos, terminaremos aprendiendo, o al menos, ellos lo ven de esa forma.
Marte y Venus son buenos, a su manera, pero no es responsabilidad de ellos
resolvernos los problemas, sino que esa es nuestra responsabilidad. La
responsabilidad de ellos, es ganar devotos, y ayudar a los devotos, a
evolucionar, sea como sea, y siempre lo han hecho bien, desde el punto de vista
de Jelkerá-Dios. Debes honrar a los dioses y a los ángeles, pero no debes
seguir sus malos consejos, sino que solo debes seguir sus buenos consejos, en
obediencia a Jelkerá-Dios. Todos sabemos, en el fondo, qué está bien y qué está
mal, pues Dios ha puesto su ley en nuestro corazón. Recuerda siempre que
Jelkerá es tu Dios, y que sólo a él debes obedecer. Debes honrar a los devotos
eternos de Jelkerá-Dios, pero sólo debes obedecer a Jelkerá-Dios, quien te
aconseja, seguir Los Diez Consejos de la Doctrina Jelkeriana. No te quejes de
la dualidad de bien y mal, que hay en los dioses y en los ángeles, pues el
propio Jelkerá-Dios, es la raíz de la dualidad de bien y mal, aunque en el
fondo, Jelkerá-Dios es Bueno.
El Señor
Marte y la Señora Venus, son un tesoro de sabiduría, lo mismo que el Señor Baal
y la Señora Astarté, así como el resto de entidades espirituales que están
cerca de Jelkerá-Dios, y solamente con oración y alabanza, ellos pueden ser
buenos y fieles, con los devotos que les adoran y les son fieles. Sin embargo,
el devoto es el responsable de hacer lo correcto, si es que realmente quiere
recibir la salvación de Jelkerá-Dios, y la ayuda de sus ángeles.
Cuando
invoques a una entidad espiritual, puedes decir el nombre de la entidad, y
Feliz Llegada, o Feliz Encuentro. Y cuando despidas a una entidad espiritual,
puedes decir el nombre de la entidad, y Feliz Partida, o Feliz Despedida.
El nivel de
conciencia del alma, no siempre coincide con el cuerpo que habita. Puede
ocurrir, que un espíritu con un nivel de conciencia humano, y bastante
adelantado, encarne en el cuerpo de una persona con deficiencia mental, como
una prueba para esa alma, (no necesariamente vinculada esa prueba a la ley de
retribución), o por un mal karma de una vida anterior. También puede pasar que
espíritus atrasados, encarnen en cuerpos muy inteligentes, como una prueba para
ver cómo se comportan, a ver si son soberbios, (no necesariamente vinculada esa
prueba a la ley de retribución), o como una recompensa por un buen karma de una
vida anterior. Un ser humano, se define como un animal racional, pero a veces,
por una enfermedad, un espíritu humano, puede encarnar en un cuerpo no
racional, pero sigue siendo un espíritu humano, y en mi opinión, sigue teniendo
derechos humanos. En general, si nació de un ser humano, se considera que es un
ser humano, sin importar si completó su formación de la forma correcta, o si no
lo hizo. No sean crueles con las personas que nazcan con deficiencia mental, o
que hayan adquirido una deficiencia mental, y no los maten para evitarse
molestias, sino que cuídenlos y disciplínenlos, lo más que puedan, dentro de
sus posibilidades, y si no los pueden cuidar o disciplinar, entonces el estado
debería encargarse de cuidarlos y de disciplinarlos. Los seres humanos con
deficiencia mental, también son seres humanos, y deberían respetarse sus
derechos básicos, así como deberían cumplir los requisitos básicos de
convivencia con los demás.
En la
sociedad, el valor vida debería estar por encima del valor dinero, pero
generalmente, no es así, y eso, es una pena. Muchas veces, se matan niños
dentro del vientre de sus madres, porque criarlos implica un gasto de dinero, y
eso, en mi opinión, está mal. Rotundamente, no al aborto, pues el aborto está
contra la santa ley de Dios, lo mismo que matar a un bebé recién nacido. No
maten personas, y menos aún, personas inocentes. Si la vida de la madre corre
riesgo al dar a luz, el aborto es comprensible, y está permitido, pero debería
evitarse en otros casos, pienso yo. Aunque no soy quien para juzgar a nadie.
Además, yo creo en el perdón de los pecados.
Dios quiere
que sus hijos sean tan inteligentes como puedan serlo, y quiere que avancen
tanto como puedan, primero espiritualmente, y de ser posible, también
materialmente. Pero cada quien debe
llevar su propia carga, y no debes tomar la carga del otro, pues si lo haces,
le impides al otro, evolucionar espiritualmente. Por supuesto, si quieres
ayudar a tu prójimo, puedes hacerlo, pero no debes permitir que se abusen de tu
bondad. Sé bueno pero no seas tonto, sé bueno e inteligente.
Todo lo que
Dios hace, es bueno, desde su elevado punto de vista, aunque nosotros no lo
podamos entender. Y todo lo que sucede, es perfecto para nuestra evolución
espiritual, sin importar si es bueno o malo.
Desde el
punto de vista espiritual, las cosas pueden ser de una forma, y desde el punto
de vista material, las cosas pueden ser de otra forma, y siempre hay que
contemplar, ambos puntos de vista, pues la fe y la razón, deben estar siempre
presentes.
Con respecto a
intentar la ascensión de la energía kundalini, desde el chakra del perineo,
hasta el chakra de la coronilla, en la cima de la cabeza, eso es una inútil
pérdida de tiempo, pues kundalini ascenderá naturalmente, en la ascensión
espiritual del devoto, pues la energía creadora, luego de la ascensión, se
centra en la mente superior purificada, y no en los genitales, como sucede con
los animales. Shiva y Shakti, Dios y su Energía, se unen en matrimonio místico,
dentro de uno mismo, luego de la ascensión.
Toda
ascensión de la energía kundalini en vida, es energía parcial de kundalini, y
no es energía total, y sólo limpia los chakras y el cuerpo astral, y es algo pasajero, que dura unos
segundos o unos minutos, para luego bajar de nuevo a la base de la columna
vertebral.
Por otro
lado, existen otros métodos más efectivos, que a la par que limpian el cuerpo
astral, también provocan una elevación de conciencia, haciendo todo esto de
manera mucho más efectiva, directa, y completa, sin tratar de forzar cosas que
no corresponde forzar, y expandiendo la luz del alma, por el mejor camino, de
manera completamente natural. Por ejemplo, puede sentarse en posición de loto,
o semi-loto, en el piso con las piernas cruzadas, o puede sentarse en cualquier
posición que le sea cómoda, y mantener la espalda recta, o tan recta como
pueda, en acuerdo a su salud, y luego, con los ojos cerrados, o semi-abiertos, puede
decir o pensar, la siguiente afirmación; “YO SOY EL GRAN SOL CENTRAL, DENTRO DE
MI CORAZÓN, QUE ILUMINA Y QUE LIBERA, TODO MI SER.” Al hacer el mantra, imagine
un Sol, de color amarillo dorado, brillando dentro de su corazón, e irradiando
su luz en todas las direcciones, limpiando por completo su cuerpo astral, y
elevando su conciencia hacia la conexión de su alma con Jelkerá-Dios. Al
empezar y terminar, ésta oración y meditación, hágase la Señal de la Cruz,
diciendo, “En el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo, Amén”. Si
respira profundamente, hágalo llevando todo el aire, a la base de sus pulmones,
en el abdomen, pues allí está la mayor parte de sus pulmones, pues éstos son
como un triángulo, y la mayor parte de su masa está en la base, y no en la
cima. Luego deje que el aire ascienda a la cima de sus pulmones, naturalmente.
Algunos, recomiendan, una inspiración, por un tiempo, una retención, por el
mismo tiempo, una exhalación, por el mismo tiempo, y una retención por el mismo
tiempo, para luego reiniciar el ciclo de respiraciones, en la meditación, pero
eso es algo opcional y no es obligatorio, y de hecho, lo mejor es respirar
naturalmente durante las meditaciones.
Esta es la Verdadera
Iluminación Espiritual, y aunque la sensación de paz, es pasajera, y no siempre
es intensa, aun así, cuando la experiencia termina, el Sol Crístico del
Corazón, ha expandido su luz, y su foco es más fuerte, para bendecir al devoto,
y elevar su conciencia. Cuando se hace esto, una parte de la energía kundalini,
asciende al tope de la cabeza, naturalmente, purificando los chakras, y
elevando la frecuencia vibratoria del individuo, pues el devoto reconoce y se
concentra, en la verdad de que Jelkerá-Dios, está dentro y fuera de uno mismo.
Esto provoca que la unión con Dios se intensifique, y luego esa porción de
energía kundalini, cumplida su misión, se vuelve a enroscar, tres veces y media,
en el chakra base.
El devoto
debe concentrase más en la Presencia de Dios, Yo Soy, dentro de sí mismo, que
en realizar piruetas energéticas, o en tener supuestas experiencias místicas,
que de por sí, no hacen mejor a nadie. La afirmación, “Yo Soy el Gran Sol
Central, dentro de mi corazón, que ilumina y libera, todo mi ser”, es un buen
mantra devocional, aunque a veces es mejor el mantra, “Yo Soy un Alma Liberada,
en Unión Eterna, con Jelkerá-Dios”, pues es más fácil de sostener en el tiempo,
debido a que es la pura verdad, de todo devoto en conciencia de Cristo, pase lo
que le pase al cuerpo del devoto, y esté en donde esté su alma, pues el devoto,
ya es un alma liberada en semilla, si aceptó a Dios en su interior, aunque el
devoto, esté en lo más profundo del infierno, o del purgatorio, o del abismo.
Ascender la
energía kundalini, sin entender que Jelkerá-Dios, está dentro y fuera, de uno
mismo, es algo parcial, que no provoca una gran elevación de conciencia, y no
es la verdadera iluminación espiritual, sino que es una simple pirueta
energética, que hasta un ateo, puede hacer, si se concentra lo suficiente. No
es la gran cosa, y no es la verdadera iluminación espiritual.
Cuando una
persona está en una situación, en donde sobrevive, pero no logra recuperar su
conciencia, su espíritu sigue evolucionando, en los planos sutiles, aunque no
logre experimentar la vida física corriente.
La Verdadera
Iluminación Espiritual, es tener Conciencia de Cristo, lo cual le llega a cada
quien en su momento, y es intransferible. A cada quien le llega en su momento,
y una vez logrado ese nivel, queda en el alma para siempre, se retenga la
memoria de ello, o no se retenga, y sin importar en que plano de existencia se
encuentre.
La
iluminación espiritual, es como una moneda que crees que has perdido, y
entonces, la buscas por toda tu casa, sin encontrarla, para finalmente,
encontrarla en tu bolsillo. Muchas personas, de pura y sincera fe, ya están
iluminadas espiritualmente, y ni se dan cuenta de ello. Y justamente, la
plenitud de la iluminación espiritual, consiste en darse cuenta de que ya
estamos iluminados espiritualmente.
Buscas a Dios
fuera de ti, pero Dios está en tu interior, y cuando lo aceptas, eres feliz, y
dejas de buscar, para empezar a experimentar la divinidad interna. No deberías
buscar afuera de ti, lo que está dentro de ti. Y no deberías buscar dentro de
ti, lo que está fuera de ti. Si buscas salvación del alma, y liberación del
espíritu, así como esperanza, por la gracia de Jelkerá-Dios, todo eso lo puedes
tener ahora mismo, con tan sólo aceptarlo por fe. Luego, si te crees iluminado,
de hecho, por ley de mentalismo, entonces serás un iluminado, pues lo has
creído, y lo que el individuo piensa, se le manifiesta, sobre todo en éstas
cosas espirituales, que son de fundamental importancia.
Claro está
que si buscas, libertad externa, riqueza externa, o salud física, deberás
seguir las leyes de la libertad externa, de la riqueza externa, y de la salud
física, pues algunas de estas cosas, dependen de lo que hay afuera, y de lo que
tú hagas con ello. Pero estas cosas externas, como la salud, la economía, o la
libertad de no estar en prisión, son independientes de tu adelanto o atraso
espiritual, y tu adelanto o atraso espiritual, son independientes de lo que te
suceda en la vida externa, pues son algo interno. Los alcances de la
iluminación espiritual, son grandes, pero no deberían exagerarse. Hay que dar
al espíritu, lo que es del espíritu, y hay que dar a la materia, lo que es de
la materia.
Yo soy una
persona muy espiritual, pero también soy una persona muy práctica, y pienso que
así debería ser todo devoto jelkeriano. A veces, Dios nos envía pruebas para
que aprendamos algo, y cuando lo aprendemos, nos quita la prueba. Y a veces, lo
que debemos aprender, es que tenemos que pasar por la prueba, sí o sí. Los
problemas se pueden resolver, si Dios quiere, pensando estratégicamente, y
trabajando con paciencia e insistencia, y si Dios no quiere, no se resuelven de
ninguna manera.
A veces, la
vida del creyente, y la del no creyente, se pueden comparar a dos ranas que
caen dentro de una taza con leche. Ambas ranas nadan sin parar, hasta que una
de ellas, al descubrir que no hay salida, se deja ahogar. Pero la otra rana,
sigue nadando en círculos, para encontrar la salida, hasta que la leche se
convierte en manteca, se endurece, y luego la rana salta fuera de la taza y es
libre. El creyente, a veces, busca una salida que no existe por lógica, pero al
final, su fe supera a toda lógica, y logra lo aparentemente imposible. No
siempre suceden éstas cosas, pero a veces, si suceden. En todo caso, lo mejor
que puede hacerse, es agradecer a Dios por su luz, y resignarse ante la
voluntad de Dios.
Un punto
importante; Jelkerá-Dios, sus ángeles, y todo ser de luz, siempre respetan, el
libre albedrío, de todos los seres. Jelkerá-Dios, aconseja el bien, y
generalmente, no manda, imponiendo su voluntad, sobre la voluntad de los demás.
Sin embargo, Jelkerá es Dios, y él, a veces, sí interfiere sobre el libre
albedrío de los seres, en acuerdo a sus planes, para hacer algunos ajustes,
aunque eso es poco frecuente.
Jelkerá-Dios,
otorga libre albedrío a todos los seres, y luego, por Ley de Retribución, cada
quien recibe lo que se merece. Jelkerá-Dios, otorga libertad de elección, y luego,
por la Ley Espiritual, cada quien recibe lo que necesita, para su evolución
espiritual.
Si hay
mandatos y prohibiciones, eso no necesariamente, es de luz, pues Dios no mandó
ni prohibió nada, pero tampoco, necesariamente un mandato humano, es de
oscuridad, pues el orden, bien llevado, es bueno. En un punto, es comprensible,
y es bueno, que el ser humano, se organice, y que haga mandatos, y establezca obligaciones y prohibiciones,
para ayudar al orden, protegiendo al bueno, y castigando al malo. A
Jelkerá-Dios, le agrada el orden, pero quiere que salga del propio ser humano,
y no de la imposición divina.
Si hay
sacrificios de sangre o ritos sexuales, eso no es de luz, sino que es de
oscuridad. Sexo y Violencia, son exacerbados por los demonios, y no por Dios.
Lo que Jelkerá-Dios, realmente incentiva, es el bien, y no el mal, pero para
él, fue algo bueno, darnos el libre albedrío, sin importar si lo usamos, para
el bien o para el mal, pues de una forma u otra, por la experiencia del alma,
reencarnación tras reencarnación, de manera intuitiva, sin necesidad de
recordar vidas anteriores, aprenderemos que hacer el bien es bueno, y que hacer
el mal es malo, pues todo lo que demos, se nos devolverá.
Jelkerá-Dios en
el fondo es bueno, pero externamente es dual, pero lo mejor, no es lo malo,
sino que lo mejor, es lo bueno, y por eso, los jelkerianos, seguimos el mejor
camino hacia Dios, y no el peor camino. Ningún ser de luz, va a pasar su
tiempo, masacrando pueblos, como si eso fuese bueno, pues eso es malo. Eventualmente,
pueblos e individuos, son creados y destruidos, por el poder de Jelkerá-Dios,
pero Jelkerá-Dios no quiere que muramos, sino que quiere que aprendamos lo
correcto, y que vivamos en libertad, para alcanzar la salvación del alma, y
vivir en dicha eterna.
Hay un
momento para destruir, y hay un momento para perdonar, y eso depende de las
circunstancias. Sin embargo, quien salve vidas en el nombre de Dios, viene de parte
de Dios, y quien destruya vidas en el nombre de Dios, viene de parte del
Diablo. Y Dios no tiene pueblos elegidos, pues Dios, es el Dios de Todo y de
Todos. A lo sumo, muchos son los llamados, pero pocos los elegidos, ya que
Jelkerá-Dios no elige pueblos, sino que, eventualmente, elige individuos. Los
malos, a veces se hacen pasar por buenos, para que los sigamos, pero siguen
siendo malos. Los buenos no deberían seguir a los malos, pues los buenos, más
tarde o más temprano, deberían reconocer al bueno, y diferenciarlo del malo. Y
el bueno, no es ningún hombre, sino que es Jelkerá-Dios, dentro y fuera, de
cada ser. La Doctrina Jelkeriana, apunta al individuo, y no a su familia, ni a
su pueblo, ni a lo que éstos sean o no sean, y esas cosas, no deberían importarle
a nadie, que esté en la verdadera fe. Si el individuo hace las cosas bien, eso
basta para el individuo, y los demás, no importan.
No deberías
elegir entre un bando y otro, pues si te obligan a hacer lo que tú no quieres
hacer, entonces ambos bandos, son malos. Cualquiera que te obligue a hacer algo
que no quieres hacer, ya es malo. Si Jelkerá-Dios respeta nuestro libre
albedrío, todo el que no lo respete, dentro de límites coherentes, entonces, es
malo. Lo bueno, es considerar esto, que; “mi libertad termina donde empieza la
libertad del otro, y la libertad del otro, termina donde empieza mi libertad”. No
te dividas, perteneciendo a un grupo o al otro grupo, sino que abraza a la
divina unidad, por amor a la unión eterna entre tu alma y Dios.
Si el
individuo, obra el bien, evita obrar el mal, cree en su Cristo-Interno, y cree
en Jelkerá-Dios, ya está salvado, y lo que hagan los demás, no afecta su
salvación, pues la salvación es individual, y no grupal. No deberías basar tu
fe en un bando o en otro bando, sino que deberías basar tu fe, en la unión
eterna, entre tu alma y Dios. ¿En dónde debemos poner nuestra fe? Debemos poner
nuestra fe, en que, “uno solo, junto a Dios, es lo bueno, y todo lo demás,
sobra”. Cada quien debe llevar su propia carga, con la ayuda de Dios, y cada
quien, es libre de hacer lo que quiera, y es responsable por sí mismo.
No seas como
aquellos, que se creen, que porque se congregan, en el nombre de Dios, y siguen
a los hombres, serán salvos, pues ninguno de los que crean eso, serán salvos.
La salvación, es para el que crea, en la unión eterna, entre el alma y Dios. La
salvación es individual, y no es grupal. Con grupo o sin grupo, la salvación
del alma, es para el que cree en el Cristo-Interno, que une al alma individual,
con Jelkerá, el Dios Universal. Por lo tanto, ámate ti mismo, en unión con Dios, y recuerda, que
lo que se agregue a esto, de mal procede.
Cristo es uno
y muchos en simultáneo. Cristo es el Verbo, el Ángel del Señor, y el
Ungido-Interno Individual, dentro del corazón de cada alma inmortal, y todo lo
que existe, tiene un alma inmortal, desde el átomo hasta el arcángel. El Cristo
Mayor es uno solo, y también, es muchos Cristos en simultáneo. Cristo nunca
vino, ni se fue, ni va a volver, pues Cristo siempre ha estado dentro y fuera
de cada quien. El Cristo, es el Cristo Mayor, y éste es uno solo, el Rey Fanes,
que gobierna al universo en el nombre de Jelkerá-Dios, por la voluntad de
Jelkerá-Dios, y en la gloria del Espíritu Santo, que es Madre Santa Sofía. Cristos
Menores o Ungidos Menores, somos todos aquellos que creemos en el
Cristo-Interno, como el mejor camino hacia el Padre, que es Jelkerá-Dios. Y la
ley dice, “Trata bien al ungido, y si lo haces, serás bendecido. Pero si tratas
mal al ungido, entonces, serás maldecido.” El Cristo Mayor es uno sólo, pero
tiene muchas manifestaciones. Jelkerá-Dios es uno sólo, pero tiene muchas
manifestaciones. Santa Sofía es una sola, pero tiene muchas manifestaciones. Y
Cristo-Fanes es uno sólo, pero tiene muchas manifestaciones. Quien comprende
que Cristo, es el Rey Fanes, ha avanzado mucho, en el sendero espiritual.
Cristo es uno y muchos, en simultáneo. Tú estás en Cristo, Cristo está en ti, y
juntos forman un solo ser de luz, donde el Yo Superior es el Cristo-Individual,
y donde el Yo Inferior, es el Alma Individual. Y Cristo-Fanes, es, en
simultáneo, el Cristo Híper-Cósmico, el Cristo Cósmico, y el Cristo Individual.
Toda la Doctrina Jelkeriana, es revelación de Jelkerá-Dios, a través de
Cristo-Fanes, al devoto jelkeriano, y todo el que cree en ella, es salvo. Pero
todo aquel que la ponga en duda, es perdido.
La fuente del
conocimiento espiritual no es, ni un libro, ni una persona, ni unos libros, ni
unas personas, los cuales siempre son
vehículos indignos, para que nos llegue una información tergiversada. La única
fuente del conocimiento espiritual, es Cristo-Fanes, quien es el único maestro
verdadero, de todo conocimiento, dado por Jelkerá-Dios a los creyentes, y él se
comunica con todo aquel, que cree en él, y lo hace, a través de la inspiración
divina, y del pensamiento lógico.
No pierdas tu
tiempo, ni aprendiendo con personas, ni enseñando a personas, y ve directamente
a Cristo-Fanes, que es el Maestro Supremo, de todo conocimiento, y aprende
sobre él, y sobre todas las cosas, directamente de él mismo, y no de alguien
que te hable sobre él. Y luego, no pierdas tu tiempo hablando sobre la
doctrina, y directamente, practica la doctrina, en oración, pidiendo,
agradeciendo, y alabando, a Jelkerá Dios, en el nombre de Cristo-Fanes, y en
unión a Santa Sofía. No te dejes llevar por la duda y el temor, y solamente
cree en él, y ten fe, y así, serás guiado, hacia toda luz. Pues Cristo-Fanes es
el Camino, la Verdad, la Vida, la Luz, y el Buen Pastor, de todo iniciado en la
Conciencia de Cristo, y todo devoto, por más bueno que sea, es solo una sombra
de él. Cristo-Fanes es el Único Camino hacia el Padre, pues Cristo-Fanes, es tu
Cristo-Interno Individual, y nadie llega al Padre, a menos que pase por la
única puerta abierta, que nadie puede cerrar, y esa puerta, es el
Cristo-Interno-Individual, y la Presencia de Dios, Yo Soy, dentro y fuera de ti,
Cristo-Fanes, Señor de Gloria, Renacido del Huevo Cósmico.
Cristo no es
un hombre lleno del Espíritu Santo, Cristo es la Chispa Divina, en el interior
de uno mismo. Y solo es cristiano, quien entiende que Cristo es la Chispa
Divina Interior, dentro de cada quien. Y mientras no se entienda que Cristo es
la Chispa Divina Interior, no se es cristiano, sino que solo se es jesusista, o
adorador de un hombre, y no adorador de Cristo. Los cristianos internos, aunque
somos muy recientes, somos los verdaderos cristianos, y los cristianos de
Jesús, o los cristianos externos, aunque son anteriores a nosotros, son falsos
cristianos. Todo aquel que niegue que el Rey Fanes, es el Cristo, es del
anti-cristo, y toda su doctrina, que viene de Satán, debe ser descartada y
disuelta para siempre. No creas en todo espíritu, sino que sólo considera, a
los espíritus que dicen que la Doctrina Jelkeriana es la Verdad, y que Fanes es
el Cristo. Luego, si su doctrina encaja con la sana doctrina, y si tiene
lógica, y si funciona, y si aporta algo bueno y útil, allí sí, la puedes
practicar. Pero nada bueno puede venir de negar la verdad, que es, en Jelkerá-Dios,
en Cristo-Fanes, y en Madre Santa Sofía.
La verdad es
una sola. La verdad, es que el Rey Fanes, es el Cristo de Jelkerá-Dios, y que
no hay otro Ungido Mayor, fuera de él. Y en Cristo-Fanes, nosotros estamos
llenos y completos, y todo lo espiritual, lo tenemos en él, que es la cabeza de
todos los ángeles de Dios. Y Cristo-Fanes, es el gobernante absoluto, en el
Nombre de Dios, en el Cielo, en la Tierra, y en las Profundidades, y todo lo
que está en el Cielo y en la Tierra, dobla sus rodillas ante él, por la santa
voluntad de Jelkerá-Dios, su Padre y el nuestro.
Cuando creas que con tu
Cristo-Interno, que es el Divino Señor Fanes, no te alcanza, estarás en
problemas, pues no recurrirás, al único que realmente, puede salvarte. La
verdad es, que con tu Cristo-Interno, que es el Rey Fanes, dentro de ti, te
alcanza para todo, pues tu Cristo-Interno, en realidad, es el propio Jelkerá-Dios, con dominio sobre
todas las cosas, y tú estás completo en él. Por lo tanto, acepta la verdad, y
sé libre, invocando a Jelkerá-Dios, en el nombre de tu Cristo-Interno, y vive
desde ya, una Vida Bendita, con un Alma Salvada, por la Gracia de Dios.
Puedes llamar
a los ángeles, y pedirles ayuda, y habrá veces, en que deberás hacerlo, pues
Jelkerá-Dios, eventualmente, quiere que sus devotos sean, reverenciados, glorificados, y alabados. Pero
siempre que ores a un ángel, deberás hacerlo, en el nombre del Cristo-Interno,
o bien, en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo, y sólo así,
actuarás como un verdadero cristiano interno, y serás bendecido. La verdadera
iluminación espiritual, consiste en ser un cristiano interno, y no hay
iluminación espiritual, fuera de Cristo-Fanes, Señor de Gloria.
Híper
significa Sobre, y Cosmos significa Mundo, aunque actualmente, Cosmos significa
Universo, y no solamente mundo. Cuando se dice que Cristo, es el Cristo
Híper-Cósmico, se dice que Cristo-Fanes, en su aspecto como el Verbo de Dios,
es el Cristo del Universo, que está sobre el Universo, es decir, que es el
Cristo del Universo de Universos, y no solo, de nuestro Universo, o de nuestro
Individuo. Ésta revelación, de Cristo-Fanes, como, el Verbo, el Ángel del
Señor, y el Cristo-Interno Individual, es exclusiva de la Doctrina Jelkeriana,
y no fue dada anteriormente, que yo sepa. Quien comprende éstas verdades, y las
acepta por fe, ciertamente tiene en sí mismo, un gran don del Espíritu Santo, y
debe estar agradecido a Dios, de poder creerlo, pues creer, es un don de Dios,
que solo lo reciben los llamados que han sido elegidos, y no todos, tienen ese
privilegio. Cristo Mayor hay uno sólo, y es Cristo-Fanes, que está en el Cielo,
y es Santo. Amén.
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