31-El Principio del Dibujo de la Presencia Yo
Soy.
El Cuerpo
Esférico de Fuego Blanco es una esfera, que es compenetrada, que representan
siete esferas concéntricas.
En el centro
del Cuerpo Esférico de Fuego Blanco, hay un Sol Crístico con Flama Triple, y de
éste pequeño Sol Crístico, emerge un Cordón de Luz que Une el Cuerpo de Fuego
Blanco, con el Cuerpo Ovoide de Luz Celeste, y a través de éste con el Cuerpo
Astral (y quizá también con el Cuerpo Físico).
Desde el
centro del Cuerpo Esférico de Fuego
Blanco salen dos líneas, que forman un triángulo con la base de la Séptuple
Esfera Concéntrica o Aura del Cuerpo Esférico de Fuego Blanco, o con la base
del último círculo concéntrico. Estas dos líneas con la base del último círculo
concéntrico representan un cono de luz.
Éste cono de
Luz, al salir de la Séptuple Esfera Concéntrica o Aura Séptuple, se extiende
como dos líneas verticales que constituyen
un Cilindro de Luz o Tubo de Luz, que baja hasta cubrir el Cuerpo Ovoide
de Luz Celeste y a los Cuerpos Astral y Físico.
El Cuerpo
Ovoide de Luz Celeste es un Óvalo de Luz, que en su corazón también tiene un
Sol Crístico con Flama Triple. Este cuerpo sutil, se encuentra abajo del Aura
Séptuple, y unos metros por encima del Cuerpo Físico, y del Cuerpo Astral, que
compenetra y envuelve al Cuerpo Físico.
El Cuerpo
Astral es un ovoide que llena, compenetra y envuelve al Cuerpo Físico, y en su
corazón, también tiene un Sol Crístico con Flama Triple, cerca del mismo lugar
donde en el Cuerpo Físico está el Corazón.
Un Cilindro
de Fuego Violeta Transmutador, llena, compenetra, y envuelve a los cuerpos astral
y físico.
La Séptuple
Esfera Concéntrica, o Aura Séptuple, tiene la esfera o banda azul como la más
cercana al Cuerpo Esférico de Fuego Blanco, y la esfera o banda violeta, es la
más lejana al Cuerpo Esférico de Fuego Blanco, todo esto siguiendo el orden de
los Siete Rayos Creadores provenientes del Gran Sol Central.
Una Luz es
transmitida por el Cuerpo Esférico de Fuego Blanco, desde su corazón o centro,
a través del Cordón de Luz, y esa luz se ancla en el Sol Crístico con Flama
Triple, del Cuerpo Ovoide de Luz Celeste, y desde allí es transmitida al Sol
Crístico con Flama Triple del Cuerpo Astral (siempre a través del Cordón de
Luz), en donde se ancla, para desde allí, iluminar a todo el Ser del Devoto.
El Cuerpo
Esférico de Fuego Blanco, el Cuerpo Ovoide de Luz Celeste, y el Sol Crístico
con Flama Triple dentro del corazón de los cuerpos Astral y Físico, son
vehículos del Cristo-Interno, y forman parte del Cuerpo Solar, lo mismo que el
Cordón de Luz, el Tubo de Luz Protector, y el Pilar de Fuego Violeta
Transmutador.
El Aura
Séptuple representa a la Energía Espiritual de Jelkerá-Dios.
El Cuerpo de
Fuego Blanco, el Tubo de Luz, y el Sol Crístico con Flama Triple dentro del
Corazón, simbolizan que Dios está por dentro, por fuera, y por encima del
Devoto. La unión del Cuerpo Esférico de Fuego Blanco con el Cuerpo Astral a
través del Cordón de Luz simboliza que Dios y su devoto forman un solo Ser de
Luz, dividido en Yo Superior y Yo Inferior, pero unido en un solo ser.
En la frente
brilla la Estrella de la Visión Interior, que nos enseña que la materia no vale
el esfuerzo, porque la verdadera felicidad está en el espíritu.
El Cuerpo
Etérico es como un óvalo que llena compenetra y envuelve al Cuerpo Físico. El
Cuerpo Emocional es como un óvalo que llena compenetra y envuelve al Cuerpo
Físico y al Cuerpo Etérico. Y el Cuerpo Mental es como un óvalo que llena
compenetra y envuelve al Cuerpo Físico, al Cuerpo Etérico, y al Cuerpo Mental.
32-El Principio de las Iniciaciones
Espirituales.
Cuando un
Alma en Evolución, en estado encarnado, acepta la Salvación de Dios a través
del Cristo-Interno, queda liberada para siempre de la Rueda o Cadena de
Reencarnaciones, y su destino es alcanzar, luego de desencarnar, al Mundo de
Fuego Eterno del Dios Desconocido, para vivir allí, en felicidad perpetua, por
toda la eternidad.
Alcanzar éste
conocimiento, desarrollar éste tipo de fe, es “la Iniciación Espiritual”,
también llamada “El Segundo Nacimiento”, y también llamada “La Transformación
Menor”, pues se nace a una Vida de Espiritualidad Superior.
A la
Iniciación Espiritual, también se la llama La Transformación del Alma, pues en
ella, el Ser es Transformado por la Renovación de su Mente, y ya es un Alma
Liberada en Semilla. El devoto luego de su Iniciación Espiritual, ya obtuvo la
Salvación, pero como una semilla, sabiendo que el árbol con fruto, vendrá
después.
La Iniciación
Espiritual, también llamada la Iniciación Gnóstica (de Gnosis=Conocimiento),
normalmente se recibe en el Plano Físico, y es la más importante, pues da la
liberación del Alma.
Luego de la
muerte del cuerpo, o de la desencarnación del alma, y de evolucionar por un
tiempo en el mundo espiritual, se le concede al Alma, una forma de Ascensión Espiritual,
en donde el Alma adquiere un nivel de evolución y de poder espiritual, casi
divino.
El Alma
evoluciona en todos los planos de existencia por donde pasa, ya sea, en el
Plano Físico, en el Plano Astral, y en el Plano Solar.
El Alma
pasa normalmente por dos estados, a saber:
Alma
Encarnada; mora en el
Mundo Material, en un cuerpo vivo de carne y hueso, reencarnación tras reencarnación.
Alma
Desencarnada; mora en
el Mundo Espiritual, entre una reencarnación y la otra.
El Alma de
todo individuo, es inmortal. El Alma nunca muere, el Cuerpo muere, y el Alma
desencarna.
Existen
básicamente, dos niveles por los que pasa el alma en evolución, a saber:
Alma
Condicionada: El Alma
Condicionada, está atada a la rueda de re-encarnaciones, y a la devolución de
los bienes y males que realiza.
Alma
Liberada: El Alma
Liberada, está liberada de la rueda de re-encarnaciones, y de la devolución de
los bienes o males que realiza. Se ha salvado por la simple fe en la chispa
divina, y ha recibido, para siempre la benevolencia gratuita de Jelkerá-Dios.
Dentro del
nivel de Alma Liberada, existen dos sub-niveles más, a saber:
Alma
Liberada en Semilla:
Es el Alma que ha logrado la Transformación Menor. Tanto en estado encarnado,
como en estado desencarnado, el Alma Liberada en Semilla, ya está liberada,
pero aún no pasó por la etapa de purificación, previa a la Glorificación
Divina. El alma liberada en semilla, disfruta de un estado de liberación
parcial, aunque sin la gloria divina, y por lo tanto, sin la totalidad de, su
poder divino, su sabiduría divina, y su amor divino.
Alma
Liberada en Árbol con Fruto:
Es el Alma que ha logrado la Transformación Mayor. Luego de la desencarnación
del alma liberada, y luego de pasar por una etapa de purificación, en estado
desencarnado, y en el mundo espiritual, el Alma Liberada recibe una
Glorificación Divina, Ascendiendo un Estado Liberación Total, en Gloria Divina,
llena de, Poder Divino, Sabiduría Divina, y Amor Divino. Al Alma Liberada en
Árbol con Fruto, también se le dice, simplemente, Alma Liberada en Fruto.
Toda Alma
Liberada, está liberada de la rueda de re-encarnaciones para siempre, ya desde
su Liberación en Semilla, pero solo disfruta de una Glorificación Divina,
cuando se termina de purificar en el Mundo Espiritual, con su Liberación en
Fruto. Pero aún sin la purificación del Mundo Espiritual, y sin la
Glorificación Divina, ya es un Alma Liberada, y un Guía Espiritual Genuino,
para todos sus hermanos, que vienen detrás de ella.
En la Etapa
de Purificación Previa a la Ascensión, en el Purgatorio, el Alma Liberada, que
haya acumulado una cantidad demasiado grande de malas acciones, recibirá el
castigo de la Ley Espiritual, con sufrimiento y dolor, en un lugar bajo del
mundo espiritual. Pero luego de esa purificación por el dolor, el Alma Liberada
será Ascendida a la Gloria Divina, en felicidad perpetua.
En la Etapa
de Purificación, en el Purgatorio, el Alma Liberada, que haya acumulado una
cantidad no demasiado grande, de malas acciones, no recibirá castigo de la Ley
Espiritual, y será perdonada. El Alma Liberada, de ésta forma, se purificará,
con energía espiritual benigna, llena de placer y de bienestar, en un lugar
alto del mundo espiritual. Luego de esa placentera purificación llena de
bienestar, el alma liberada será ascendida a la Gloria Divina, en felicidad
perpetua.
Las Almas
Condicionadas, que no hayan logrado el Conocimiento Unitivo, cuando estén en
estado desencarnado, pueden ir a lugares dichosos o a lugares infaustos, en el
tiempo entre una re-encarnación y la siguiente, pero no pueden pasar por la
etapa purificación, en el Purgatorio, previa a la Glorificación, y no pueden
llegar a la Glorificación Divina o Ascensión Espiritual.
La Iniciación
Espiritual, es llamada la Transformación Del Alma, pues en ella, el Alma es
transformada por la renovación de su mente, al aceptar por la simple fe, el
Conocimiento Unitivo, del Ungido-Interno como Salvador del Alma. La
Transformación Espiritual o la Transformación Menor, aunque es la más humilde de todas, es la más
importante de todas, pues aquí se consigue la salvación del Alma Individual.
La semilla
muere, y el árbol nace. El árbol solo nace, cuando la semilla muere. El Estado
de Gracia Divina, se disfruta en acto pleno luego de desencarnar, pero ya se
disfruta bastante, a nivel espiritual, mientras uno esta encarnado, pues ya
encontró al amor de Dios, dentro de uno mismo. Para que el fruto nazca, la
semilla debe morir. Para convertirse en un Alma Liberada en Fruto, primero hay
que pasar por ser un Alma Liberada en Semilla, y pasar por el penoso tránsito
de la Muerte del Cuerpo y la Desencarnación del Alma. A veces, incluso, hay que
pasar por la Etapa Purgacional, y luego de eso, llega la Ascensión y la
Glorificación Divina. Es penosa la destrucción de nuestro Templo de Carne, y
todos quisiéramos evitarla, pero gracias a su destrucción, luego tendremos, un
Cuerpo Espiritual de Gloria, cuando recibamos en el Cielo, nuestra
Glorificación Divina. Somos convertidos en Santos, después de la muerte de
nuestro cuerpo, y de la desencarnación de nuestra alma.
Las Almas de Iniciación
Espiritual, que ya pasaron por su última desencarnación, las Almas Glorificadas,
y los espíritus de niveles de conciencia espiritual, infinitamente superiores,
moran con Jelkerá-Dios y sus Santos Ángeles en el Plano Solar o Reino de Dios.
Todo el
Universo es el Reinado de Jelkerá-Dios, pero se le dice el Reino de Dios, al
Estado de Gracia Divina, que tiene un devoto en Conciencia de su
Cristo-Interno, Salvador del Alma Individual. Y también se le dice Reino de
Dios, al Plano Solar, que es el lugar del Mundo Espiritual, donde viven
Jelkerá-Dios, junto a sus Ángeles, y junto a las Almas Liberadas. El Reino de
Dios no tiene nada que ver con un sistema de gobierno en la Tierra. El Reino de
Dios es algo completamente espiritual, invisible e intangible.
La Glorificación
Divina, también es llamada la Transformación Mayor, y en ella se disfruta de
todo el poder divino, de toda la sabiduría divina, y de todo el amor divino,
que corresponde a la Libertad Gloriosa de los Hijos de Dios.
La
Transformación Mayor, también es llamada La Ascensión, y en ella, el Alma es
absorbida parcialmente por el Cristo-Interno, adquiriendo de esa forma, un
revestimiento de Gloria Divina. La Transformación Mayor solo puede suceder en
el Mundo Espiritual, y solo le puede suceder al Alma, luego de pasar por la
desencarnación. En la Transformación Mayor, el cuerpo astral del alma, es
transformado de tal forma, que se convierte en un cuerpo espiritual de gloria.
La Transformación Mayor, sucede siempre en el Alma, y Nunca en el Cuerpo Físico
de carne y sangre.
Siguiendo el
esquema del Dibujo del Ser Divino, en la Transformación Mayor también llamada
la Ascensión Espiritual, ocurre que el Cuerpo Astral, es absorbido por el
Cuerpo Ovoide de Luz Celeste, y el Sol Crístico con Flama Triple del Cuerpo
Astral se integra y se absorbe en el Sol Crístico con Flama Triple del Cuerpo
Ovoide de Luz Celeste elevando su frecuencia vibratoria.
El Cuerpo
Astral, que fue purificado, elevado y transformado en un Cuerpo Espiritual de
Gloria, durante la Transformación Mayor, ahora, es un Cuerpo Astral-Solar, con
más libertad que antes, para viajar por todos los planos de existencia.
Recapitulando;
La Iniciación Espiritual es la Transformación Menor, y puede llamarse la
Primera Iniciación. La Glorificación Divina, también es llamada la
Transformación Mayor y la Ascensión Espiritual, y puede llamarse la Segunda
Iniciación.
Las Iniciaciones
Solares, o Gnósticas, o Crísticas, son, básicamente, dos, siendo una, la
Transformación Menor, y siendo la otra, la Transformación Mayor. De las dos
iniciaciones, la más importante es la Transformación Menor, que aunque parezca
la más humilde de las dos iniciaciones solares, es la que abre de par en par,
las puertas del Reino de Dios.
Somos
Transformados por la Renovación de Nuestras Mentes. Acepta la salvación de tu
Cristo-Interno, por medio de la simple fe en la Gracia de Jelkerá-Dios, Conoce
la Verdad, y Ella te hará Libre.
Aún luego de
la Ascensión Espiritual o Ascensión Excelsa, y de niveles superiores a la
Ascensión Excelsa, el Alma sigue siendo una devota eterna de su
Cristo-Interno-Primario. En la Ascensión, el Alma se une y se absorbe
parcialmente con el Cristo-Interno, pero no completamente. En la Ascensión
Espiritual, el Alma, con su Cuerpo Astral, se Absorbe en el Cuerpo Ovoide de
Luz Celeste, pero no en el Cuerpo Esférico de Fuego Blanco.
Cuando el
Universo llegue a su fin, posiblemente todas las Almas Liberadas se fusionen
con el Verbo, y luego, posiblemente, a través del Verbo, se fusionen con el
Padre-Madre-Mente, que es el Único Ser Increado y Eterno.
Así todo
volverá a ser con Jelkerá-Dios, un solo Ser, como fue en un Principio.
Toda Alma Liberada
puede viajar espiritualmente por todos los planos de existencia, y no solo las Almas
Liberadas de Transformación Mayor. Claro está que a mayor nivel evolutivo,
habrá mayor alcance a planos más elevados, pero esa es la única diferencia.
El Cuerpo
Espiritual de Gloria de la Segunda Iniciación o Transformación Mayor, es un
Cuerpo Astral más puro o más perfecto. Creo que es el mismo Cuerpo Astral, pero
mejorado, más luminoso, y transformado para mejor.
La salvación
de Dios siempre está presente, pero solo se hace efectiva, para el que la
acepta, por la simple fe en el Ungido-Interno, desde ese momento, y para
siempre.
Y todo esto
lo sé, por el poder de aquel, que Re-Nació de un Huevo, en un Nuevo Ciclo
Cósmico, representándome a mí, y a todo devoto de la chispa divina, en toda
época y lugar, por los siglos de los siglos.
Alabado sea
Cristo-Fanes, Nacido de Un Huevo, Hijo de Dios, Primogénito del Señor-Dios, y
Creador y Salvador del Mundo, que en toda época y lugar, como Ángel del Señor,
inspira al devoto maduro, el conocimiento de la Chispa Divina.
33-El Principio del Credo Jelkeriano.
Éste es el
Credo Jelkeriano.
1-Creo
en Jelkerá-Dios, que es el Ser Supremo Todopoderoso, y que es el Creador del
Universo, del Mar, del Cielo, y de la Tierra. Creo en Jelkerá, mi Dios, que es
el Dios de Todo y de Todos. Creo en Jelkerá, El Ser, quien está dentro y fuera,
de todas las cosas.
2-Creo
en Cristo-Fanes, su hijo mayor, hermano mayor de todos los seres, que es el
Verbo, el Ungido-Interno, y el Ángel del Señor.
3-Creo
en el Espíritu Santo, que es Madre Santa Sofía, hija de Jelkerá-Dios, madre de
Cristo-Fanes, y madre de todos los seres.
4-Creo
que el Padre-Madre-Mente, emanó al Verbo, para crear al Híper-Universo. Creo
que el Padre-Madre-Mente, emanó al Espíritu Santo, a través del Verbo, para
crear el Huevo Cósmico. Creo que el Padre-Madre-Mente emanó al Ángel del Señor
a través del Verbo y del Espíritu Santo, para romper el Huevo Cósmico y crear
al Universo. Creo que el Padre-Madre-Mente emanó al Ungido-Interno de cada alma
individual, a través del Verbo, del Espíritu Santo, y del Ángel del Señor, para
así emanar a cada alma individual, en su tiempo, para que así empiece el
trayecto evolutivo de cada alma. Creo en el Quinteto Divino, y creo en la
Tríada Divina, pues el Verbo se manifiesta como el Verbo, el Ángel del Señor y
el Ungido-Interno Individual, y a su vez el Padre-Madre-Mente, se manifiesta
como el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo.
5-Creo
que el Padre-Madre-Mente, crea todas las cosas a través del Verbo, y que salva
a cada alma individual, a través del Ungido-Interno, y por lo tanto, yo creo en
la Tríada Interna.
6-Creo
en la Doctrina Jelkeriana, que adora a Jelkerá-Dios, quien es El Todo. A su
vez, en El Todo hay un aspecto Creador, que es el Padre-Madre-Mente, y un
aspecto Creado, que es el Universo. La Mente Original es la Causa Eficiente,
que dirige la Creación. La Ley
Espiritual es la Causa Instrumental o el Instrumento Creador. Y el Pensamiento
es la Energía Espiritual, siendo la Causa Material, o la materia prima con la
que todo fue creado. La Ley Espiritual, es el modo de ser de Jelkerá-Dios, y es
inmutable, porque forma parte de Jelkerá-Dios, quien es inmutable. La Ley
Espiritual también es los mandatos de Jelkerá-Dios, que sólo Jelkerá-Dios puede
cambiar. Creo que existe el destino, pues Jelkerá-Dios lo sabe todo incluso
antes de que suceda, pero también creo que Jelkerá-Dios le dio libertad de
elección de cada individuo. Creo que Jelkerá-Dios puede cambiar el destino, si
él ve que hacemos lo que él quiere, y si lo satisfacemos. Creo que alabar a
Jelkerá-Dios es bueno, y que eso le agrada mucho, y creo que él se congracia
con aquellos que lo alaban. Creo que el Todo es Uno, que el Todo lo incluye a
Todo, y que el Todo, en su Aspecto Esencia, lo es Todo. Creo que el Todo es la
Esencia del Ser y del No Ser, de la Existencia y de la No Existencia, así como
es el conjunto de cada cosa que existe y que no existe, y así como es cada cosa
individual. Yo creo que cada cosa está en Dios, que Dios está en cada cosa, y
que en el fondo, todo es uno y todo es Dios. Yo creo en la religión del Dios
Todo. Yo creo que hay que dar al espíritu lo que es del espíritu, y que hay que
dar a la materia lo que es de la materia. Creo que los espíritus no se
materializan. Creo que la ascensión es del alma, y no del cuerpo. Creo que cuando el cuerpo muere, el alma
desencarna, y vuelve a Dios, para ser juzgada por Dios, y que él decide su
destino, pero el cuerpo queda en la
tierra. El espíritu vuelve a Dios, pues él fue quien lo dio, y el cuerpo vuelve
a la tierra, pues la tierra fue quien lo dio.
7-Creo
en la Santa Tríada, donde el Padre es totalmente Dios, mientras que el Hijo y
el Espíritu Santo, son parcialmente Dios. Creo que el Hijo y el Espíritu Santo,
son, en parte, manifestaciones de Dios, y en parte, criaturas de Dios.
8-Creo
en los Santos Ángeles y en las Almas Liberadas, que son criaturas de Dios.
9-Creo
que todo está en Dios y que Dios está en todo, y creo que en el fondo, todo es
uno y todo es Dios.
10-Creo
en el alma inmortal de toda criatura de Dios, y creo que el alma está en un
proceso de evolución espiritual, a través de la reencarnación sucesiva.
11-Creo
que el alma inmortal se libera de la reencarnación en el mundo material, a
través del conocimiento unitivo, que consiste en que el alma, acepte por fe,
que Dios está dentro y fuera de uno mismo, a través de la propia chispa divina
interior que es el Ungido-Interno, salvador del alma. Luego de la última
reencarnación, el alma liberada asciende al cielo, con Dios y con sus ángeles,
en dicha eterna, y allí, continúa su evolución espiritual, en mejores
condiciones.
12-Creo
en el plano físico, que es el mundo material, y creo en el mundo espiritual, en
donde están, el plano astral y el plano solar. El plano astral es un lugar o
estado, en donde las almas están entre una reencarnación y la otra, y el plano
solar es un lugar de felicidad perpetua.
13-Creo
en el Cielo, en la Tierra, en el Purgatorio, y en el Infierno. El Cielo
Definitivo está en el Plano Solar, y es un lugar de dicha eterna. El Cielo
Pasajero es un lugar de dicha pasajera en el Plano Astral, en donde están las
almas buenas entre una encarnación y la otra. El Infierno es un lugar de
tormento pasajero en el Plano Astral en donde están las almas malvadas entre
una encarnación y la otra. El Purgatorio, es un lugar de purificación, a través
del dolor, o a través del servicio divino sin dolor, en el Plano Astral, para
las almas que están a punto de lograr su ascensión espiritual.
14-Creo
que Dios es uno y muchos en simultáneo, y que debe ser adorado en su unidad y
en su diversidad, en espíritu y en verdad, ahora y siempre.
15-Creo
que Jelkerá-Dios creó al universo con su mente y con su palabra. El pensamiento
es el elemento primordial que procede de la Mente Original, con el que Dios
creó todas las cosas. El pensamiento es la energía espiritual con la que Dios
gobierna al universo entero.
16-Creo
que Jelkerá-Dios es omnipotente, omnipresente, y omnisciente, y creo que Dios
está lleno de amor, sabiduría, y poder.
17-Creo
que Jelkerá-Dios, es amor, pero que también, es fuego consumidor. Creo que
Jelkerá-Dios es amor inmanente y verdad trascendente. Creo que Jelkerá-Dios es
amor que todo lo llena y verdad que todo lo supera.
18-Creo
que Jelkerá-Dios en el fondo es bueno, y que él nos ama, porque formamos parte
de su ser. Creo que Jelkerá-Dios creó al universo con la dualidad de bien y
mal, porque por su esencia interna, él es un creador dual.
19-Creo
en el Quinteto Divino, formado por el Padre-Madre-Mente, el Verbo, el
Ungido-Interno, el Ángel del Señor, y el Espíritu Santo. Y Creo en la Santa
Tríada Divina, formada por el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo.
20-Creo
que cada individuo es libre de hacer lo que quiera, y que es responsable por
todas sus acciones voluntarias.
21-Creo
en la salvación por la sola fe en el Ungido-Interno, y creo que obrar el bien
hace bien a la evolución del alma, y que obrar el mal hace mal a la evolución
del alma. Creo que la Ley Espiritual devuelve, mal por mal, y bien por bien,
para beneficiar el aprendizaje de las almas, pero también creo en el perdón de
los pecados.
22-Creo
que toda alma que se libera de la reencarnación, deja su último cuerpo en la
tierra, pues el cuerpo muere, pero el alma desencarna, y que su alma asciende
al cielo, para pasar, luego de un tiempo, por un proceso de purificación, luego
del cual, asciende aún más, para recibir un cuerpo espiritual de gloria,
semejante al de los santos ángeles de Jelkerá-Dios. Pero aún sin pasar por la
ascensión divina o glorificación divina, toda alma liberada, luego de una
purificación espiritual, ya vive en dicha eterna.
23-Creo
que somos transformados por la renovación de nuestras mentes. La transformación
menor, se recibe en la tierra, cuando se acepta por fe la salvación del
Ungido-Interno, y la transformación mayor, se recibe en el cielo, cuando se
recibe la resurrección espiritual o ascensión divina, cuando nuestra alma
inmortal es revestida de gloria. Todos los seres somos hijos de Dios, y no sólo
los hermanos de religión. Sin embargo, hay iniciados en la conciencia de
Cristo, y no iniciados en la conciencia de Cristo. La salvación, es para los
iniciados en la conciencia de Cristo, pero algunos de los no iniciados, también
son salvos, pues Jelkerá-Dios ve y valora lo que está oculto en el corazón. La
iniciación no es un ritual de inmersión en agua, sino que es un nivel de
conciencia, que nos sumerge en el Espíritu Santo. La iniciación es la fe en el
Ungido-Interno, que nos hace renacer del Espíritu de Dios.
24-Creo
en la Ley Espiritual, que es el orden oculto, atrás del desorden aparente, en
el universo. Creo en la Ley de Invocación, que indica que la llamada obliga la
respuesta, sin importar si la entidad espiritual existe o no, pues la Ley
Espiritual siempre responde, y puede enviar una entidad parecida a la invocada.
Por eso, de alguna forma, en el tiempo eterno de Dios, el que pide recibe, el
que busca encuentra, y el que llama a la puerta ésta le es abierta.
25-Creo
que existen muchos caminos que llevan a la cima de una montaña, y no sólo un
camino. Creo que cada quien debe encontrar su propio camino, pero que al final,
de una forma u otra, el Yo Soy o Ungido-Interno, es el mejor camino. Y creo que
al final, todos los caminos llevan a Dios.
26-Creo
que Jelkerá-Dios es el Todo Infinito, pero también creo que a través de su
energía espiritual, se puede manifestar en mi mente y en el mundo espiritual,
con aspecto humano, y lo imagino como un hombre con vestimenta blanca, y
cabello blanco y largo, y con barba. Creo que Cristo Fanes, Señor de Gloria, es
un ser muy grande, pero que a través de su energía espiritual, se puede
manifestar, en mi mente y en el mundo espiritual, con aspecto humano, y lo
imagino como un hombre, con alas de águila en la espalda, y sosteniendo un
bastón y una antorcha. Creo que Santa Sofía, el Espíritu Santo, es muy grande,
pero que a través de su energía espiritual, se puede manifestar, en mi mente y
en el mundo espiritual, con aspecto humano, como una mujer portando un libro, o
con aspecto de serpiente, enroscando al Huevo Cósmico, o con aspecto de paloma
blanca con siete lenguas de fuego.
27-Creo
en orar, pensar, y actuar. Oro a Dios con la fe de que me escucha, y que
siempre me ilumina al enfocar mi mente en él, me cumpla lo que le pido o no me
lo cumpla. Pienso estratégicamente, en qué posición estoy, a qué posición
quiero llegar, y que tengo que hacer para lograrlo. Y trabajo con paciencia y
con insistencia, hasta lograr los objetivos, que pueda lograr. Cuando puedo
hacer bien, alguna de estas tres cosas, lo hago, y cuando puedo hacer bien las
tres cosas, también lo hago. Por este triple medio, se puede lograr algo de lo
que uno desea, pero no todo lo que uno desea. El hombre propone, pero Dios
dispone.
28-Creo
que Cristo-Fanes, en su aspecto como el Ángel Creador del Universo, se metió
dentro del Huevo Cósmico, y lo rompió desde adentro, y que a través de un
proceso sucesivo, de ruptura y expansión, de la materia contraída del Huevo
Cósmico, creó al Universo, copiando los arquetipos perfectos del mundo de las
ideas de Dios, y plasmándolos en el mundo sensible de Dios, y creo que hizo
todo esto por orden de Jelkerá-Dios. Creo que Cristo-Fanes, cíclicamente, una y
otra vez, expande el Huevo Cósmico para crear al Universo, y que lo contrae
para destruir al Universo, por orden de Jelkerá-Dios. Creo que el día del Señor
Cristo-Fanes, empieza cuando Cristo-Fanes, despierta y rompe, por expansión, al
Huevo Cósmico, y que el día cósmico se desarrolla, cuando el Universo
evoluciona, en expansión o en contracción, y el Ángel Fanes está despierto. Y
creo que la noche del Señor Cristo-Fanes, es cuando el Universo se contrae y se
colapsa, transformándose nuevamente en el Huevo Cósmico, para que el Ángel
Fanes, se duerma y quede dormido en su interior. Todo este proceso creador
termina cuando Jelkerá-Dios le ordena a Santa Sofía, que absorba al Huevo Cósmico,
que una vez emanó, y así, Cristo-Fanes vuelve con Jelkerá-Dios y con Santa
Sofía, renaciendo del Espíritu de Dios, y volviendo al Reino de Dios, al
absorberse en el Verbo de Dios, que siempre ha sido. Así como Cristo-Fanes
renace cíclicamente del Huevo Cósmico, cada uno de nosotros renace
cíclicamente, a través de la reencarnación sucesiva, hasta renacer del Espíritu
de Dios, despertando del sueño material, para vivir la vida espiritual, y
volver al Reino de Dios. La diferencia es que Cristo-Fanes ya es libre desde su
creación, mientras que nosotros, alcanzaremos la libertad, al renacer del
Espíritu de Dios. Creo que Cristo-Fanes es nacido de Jelkerá-Dios, y que es,
Libre y Santo, desde el Principio, pero que nosotros, los humanos, aunque somos
espiritualmente nacidos de Jelkerá-Dios, fuimos involucionados, para luego
empezar a evolucionar, dentro de la Creación, y que nos hacemos libres, al
aceptar a la presencia de Jelkerá-Dios en nosotros, la cual está manifestada
como el Ungido-Interno Individual, salvador del alma individual. Creo que la
salvación del alma es individual, y por lo tanto, uno solo junto a Dios es lo
bueno, y todo lo demás, sobra.
29-Creo
en el Padre, en el Hijo, y en el Espíritu Santo. Creo en Jelkerá-Dios, en
Cristo-Fanes, y en Madre Santa Sofía. Amén.
Aunque la
Doctrina Jelkeriana surge de una mezcla de religiones, yo no practico una
mezcla de religiones, pues yo solo practico, una sola religión, que es el Credo
Jelkeriano. Pienso que nadie en el plano físico puede conocer la verdad, pues
hay un velo entre el mundo material y el mundo espiritual, que nubla nuestra
completa visión de la realidad. Sin embargo, creo que el ser humano puede
conocer distintas aproximaciones a la verdad, y pienso que esas aproximaciones
a la verdad tienen algo de validez, y de allí, que yo me invente mi propia religión, y que crea en su
validez. Yo creo que la Doctrina Jelkeriana, es un invento mío, de un devoto
cualquiera, un invento de Devoto Leonardo, pero también creo que de alguna
forma, es fruto del Espíritu Santo. Yo soy un devoto jelkeriano, que adora a
Jelkerá-Dios, en su unidad y en su diversidad. En todo caso, éste es el camino
que yo elijo seguir. Creo que la Doctrina Jelkeriana, es la mejor aproximación
posible a la verdad espiritual, que puede hallarse en el plano físico.
En
conclusión:
El
Credo Jelkeriano puede resumirse en esto; “Jelkerá-Dios es amor que todo lo
llena, y verdad que todo lo supera. Jelkerá-Dios, es el ser inmanente y
trascendente. Dios está, por dentro y por fuera, de cada ser, y de cada cosa.
Uno solo junto a Dios es lo bueno, y todo lo demás sobra. El Ungido-Interno, es
el Salvador del Alma. Jelkerá es Dios, Fanes es el Cristo, y Sofía es el
Espíritu Santo.”
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