lunes, 4 de marzo de 2019

DOCTRINA; Clase 10; Los Últimos Principios del Curso de mi Doctrina.


31-El Principio del Dibujo de la Presencia Yo Soy.
El Cuerpo Esférico de Fuego Blanco es una esfera, que es compenetrada, que representan siete esferas concéntricas.
En el centro del Cuerpo Esférico de Fuego Blanco, hay un Sol Crístico con Flama Triple, y de éste pequeño Sol Crístico, emerge un Cordón de Luz que Une el Cuerpo de Fuego Blanco, con el Cuerpo Ovoide de Luz Celeste, y a través de éste con el Cuerpo Astral (y quizá también con el Cuerpo Físico).
Desde el centro del  Cuerpo Esférico de Fuego Blanco salen dos líneas, que forman un triángulo con la base de la Séptuple Esfera Concéntrica o Aura del Cuerpo Esférico de Fuego Blanco, o con la base del último círculo concéntrico. Estas dos líneas con la base del último círculo concéntrico representan un cono de luz.
Éste cono de Luz, al salir de la Séptuple Esfera Concéntrica o Aura Séptuple, se extiende como dos líneas verticales que constituyen  un Cilindro de Luz o Tubo de Luz, que baja hasta cubrir el Cuerpo Ovoide de Luz Celeste y a los Cuerpos Astral y Físico.
El Cuerpo Ovoide de Luz Celeste es un Óvalo de Luz, que en su corazón también tiene un Sol Crístico con Flama Triple. Este cuerpo sutil, se encuentra abajo del Aura Séptuple, y unos metros por encima del Cuerpo Físico, y del Cuerpo Astral, que compenetra y envuelve al Cuerpo Físico.
El Cuerpo Astral es un ovoide que llena, compenetra y envuelve al Cuerpo Físico, y en su corazón, también tiene un Sol Crístico con Flama Triple, cerca del mismo lugar donde en el Cuerpo Físico está el Corazón.
Un Cilindro de Fuego Violeta Transmutador, llena, compenetra, y envuelve a los cuerpos astral y físico.
La Séptuple Esfera Concéntrica, o Aura Séptuple, tiene la esfera o banda azul como la más cercana al Cuerpo Esférico de Fuego Blanco, y la esfera o banda violeta, es la más lejana al Cuerpo Esférico de Fuego Blanco, todo esto siguiendo el orden de los Siete Rayos Creadores provenientes del Gran Sol Central.
Una Luz es transmitida por el Cuerpo Esférico de Fuego Blanco, desde su corazón o centro, a través del Cordón de Luz, y esa luz se ancla en el Sol Crístico con Flama Triple, del Cuerpo Ovoide de Luz Celeste, y desde allí es transmitida al Sol Crístico con Flama Triple del Cuerpo Astral (siempre a través del Cordón de Luz), en donde se ancla, para desde allí, iluminar a todo el Ser del Devoto.
El Cuerpo Esférico de Fuego Blanco, el Cuerpo Ovoide de Luz Celeste, y el Sol Crístico con Flama Triple dentro del corazón de los cuerpos Astral y Físico, son vehículos del Cristo-Interno, y forman parte del Cuerpo Solar, lo mismo que el Cordón de Luz, el Tubo de Luz Protector, y el Pilar de Fuego Violeta Transmutador.
El Aura Séptuple representa a la Energía Espiritual de Jelkerá-Dios.
El Cuerpo de Fuego Blanco, el Tubo de Luz, y el Sol Crístico con Flama Triple dentro del Corazón, simbolizan que Dios está por dentro, por fuera, y por encima del Devoto. La unión del Cuerpo Esférico de Fuego Blanco con el Cuerpo Astral a través del Cordón de Luz simboliza que Dios y su devoto forman un solo Ser de Luz, dividido en Yo Superior y Yo Inferior, pero unido en un solo ser.
En la frente brilla la Estrella de la Visión Interior, que nos enseña que la materia no vale el esfuerzo, porque la verdadera felicidad está en el espíritu.
El Cuerpo Etérico es como un óvalo que llena compenetra y envuelve al Cuerpo Físico. El Cuerpo Emocional es como un óvalo que llena compenetra y envuelve al Cuerpo Físico y al Cuerpo Etérico. Y el Cuerpo Mental es como un óvalo que llena compenetra y envuelve al Cuerpo Físico, al Cuerpo Etérico, y al Cuerpo Mental.
32-El Principio de las Iniciaciones Espirituales.
Cuando un Alma en Evolución, en estado encarnado, acepta la Salvación de Dios a través del Cristo-Interno, queda liberada para siempre de la Rueda o Cadena de Reencarnaciones, y su destino es alcanzar, luego de desencarnar, al Mundo de Fuego Eterno del Dios Desconocido, para vivir allí, en felicidad perpetua, por toda la eternidad.
Alcanzar éste conocimiento, desarrollar éste tipo de fe, es “la Iniciación Espiritual”, también llamada “El Segundo Nacimiento”, y también llamada “La Transformación Menor”, pues se nace a una Vida de Espiritualidad Superior.
A la Iniciación Espiritual, también se la llama La Transformación del Alma, pues en ella, el Ser es Transformado por la Renovación de su Mente, y ya es un Alma Liberada en Semilla. El devoto luego de su Iniciación Espiritual, ya obtuvo la Salvación, pero como una semilla, sabiendo que el árbol con fruto, vendrá después.
La Iniciación Espiritual, también llamada la Iniciación Gnóstica (de Gnosis=Conocimiento), normalmente se recibe en el Plano Físico, y es la más importante, pues da la liberación del Alma.
Luego de la muerte del cuerpo, o de la desencarnación del alma, y de evolucionar por un tiempo en el mundo espiritual, se le concede al Alma, una forma de Ascensión Espiritual, en donde el Alma adquiere un nivel de evolución y de poder espiritual, casi divino.
El Alma evoluciona en todos los planos de existencia por donde pasa, ya sea, en el Plano Físico, en el Plano Astral, y en el Plano Solar.
El Alma pasa normalmente por dos estados, a saber:
Alma Encarnada; mora en el Mundo Material, en un cuerpo vivo de carne y hueso, reencarnación tras reencarnación.
Alma Desencarnada; mora en el Mundo Espiritual, entre una reencarnación y la otra.
El Alma de todo individuo, es inmortal. El Alma nunca muere, el Cuerpo muere, y el Alma desencarna.
Existen básicamente, dos niveles por los que pasa el alma en evolución, a saber:
Alma Condicionada: El Alma Condicionada, está atada a la rueda de re-encarnaciones, y a la devolución de los bienes y males que realiza.
Alma Liberada: El Alma Liberada, está liberada de la rueda de re-encarnaciones, y de la devolución de los bienes o males que realiza. Se ha salvado por la simple fe en la chispa divina, y ha recibido, para siempre la benevolencia gratuita de Jelkerá-Dios.
Dentro del nivel de Alma Liberada, existen dos sub-niveles más, a saber:
Alma Liberada en Semilla: Es el Alma que ha logrado la Transformación Menor. Tanto en estado encarnado, como en estado desencarnado, el Alma Liberada en Semilla, ya está liberada, pero aún no pasó por la etapa de purificación, previa a la Glorificación Divina. El alma liberada en semilla, disfruta de un estado de liberación parcial, aunque sin la gloria divina, y por lo tanto, sin la totalidad de, su poder divino, su sabiduría divina, y su amor divino.
Alma Liberada en Árbol con Fruto: Es el Alma que ha logrado la Transformación Mayor. Luego de la desencarnación del alma liberada, y luego de pasar por una etapa de purificación, en estado desencarnado, y en el mundo espiritual, el Alma Liberada recibe una Glorificación Divina, Ascendiendo un Estado Liberación Total, en Gloria Divina, llena de, Poder Divino, Sabiduría Divina, y Amor Divino. Al Alma Liberada en Árbol con Fruto, también se le dice, simplemente, Alma Liberada en Fruto.
Toda Alma Liberada, está liberada de la rueda de re-encarnaciones para siempre, ya desde su Liberación en Semilla, pero solo disfruta de una Glorificación Divina, cuando se termina de purificar en el Mundo Espiritual, con su Liberación en Fruto. Pero aún sin la purificación del Mundo Espiritual, y sin la Glorificación Divina, ya es un Alma Liberada, y un Guía Espiritual Genuino, para todos sus hermanos, que vienen detrás de ella.
En la Etapa de Purificación Previa a la Ascensión, en el Purgatorio, el Alma Liberada, que haya acumulado una cantidad demasiado grande de malas acciones, recibirá el castigo de la Ley Espiritual, con sufrimiento y dolor, en un lugar bajo del mundo espiritual. Pero luego de esa purificación por el dolor, el Alma Liberada será Ascendida a la Gloria Divina, en felicidad perpetua.
En la Etapa de Purificación, en el Purgatorio, el Alma Liberada, que haya acumulado una cantidad no demasiado grande, de malas acciones, no recibirá castigo de la Ley Espiritual, y será perdonada. El Alma Liberada, de ésta forma, se purificará, con energía espiritual benigna, llena de placer y de bienestar, en un lugar alto del mundo espiritual. Luego de esa placentera purificación llena de bienestar, el alma liberada será ascendida a la Gloria Divina, en felicidad perpetua.
Las Almas Condicionadas, que no hayan logrado el Conocimiento Unitivo, cuando estén en estado desencarnado, pueden ir a lugares dichosos o a lugares infaustos, en el tiempo entre una re-encarnación y la siguiente, pero no pueden pasar por la etapa purificación, en el Purgatorio, previa a la Glorificación, y no pueden llegar a la Glorificación Divina o Ascensión Espiritual.
La Iniciación Espiritual, es llamada la Transformación Del Alma, pues en ella, el Alma es transformada por la renovación de su mente, al aceptar por la simple fe, el Conocimiento Unitivo, del Ungido-Interno como Salvador del Alma. La Transformación Espiritual o la Transformación Menor,  aunque es la más humilde de todas, es la más importante de todas, pues aquí se consigue la salvación del Alma Individual.
La semilla muere, y el árbol nace. El árbol solo nace, cuando la semilla muere. El Estado de Gracia Divina, se disfruta en acto pleno luego de desencarnar, pero ya se disfruta bastante, a nivel espiritual, mientras uno esta encarnado, pues ya encontró al amor de Dios, dentro de uno mismo. Para que el fruto nazca, la semilla debe morir. Para convertirse en un Alma Liberada en Fruto, primero hay que pasar por ser un Alma Liberada en Semilla, y pasar por el penoso tránsito de la Muerte del Cuerpo y la Desencarnación del Alma. A veces, incluso, hay que pasar por la Etapa Purgacional, y luego de eso, llega la Ascensión y la Glorificación Divina. Es penosa la destrucción de nuestro Templo de Carne, y todos quisiéramos evitarla, pero gracias a su destrucción, luego tendremos, un Cuerpo Espiritual de Gloria, cuando recibamos en el Cielo, nuestra Glorificación Divina. Somos convertidos en Santos, después de la muerte de nuestro cuerpo, y de la desencarnación de nuestra alma.
Las Almas de Iniciación Espiritual, que ya pasaron por su última desencarnación, las Almas Glorificadas, y los espíritus de niveles de conciencia espiritual, infinitamente superiores, moran con Jelkerá-Dios y sus Santos Ángeles en el Plano Solar o Reino de Dios.
Todo el Universo es el Reinado de Jelkerá-Dios, pero se le dice el Reino de Dios, al Estado de Gracia Divina, que tiene un devoto en Conciencia de su Cristo-Interno, Salvador del Alma Individual. Y también se le dice Reino de Dios, al Plano Solar, que es el lugar del Mundo Espiritual, donde viven Jelkerá-Dios, junto a sus Ángeles, y junto a las Almas Liberadas. El Reino de Dios no tiene nada que ver con un sistema de gobierno en la Tierra. El Reino de Dios es algo completamente espiritual, invisible e intangible.
La Glorificación Divina, también es llamada la Transformación Mayor, y en ella se disfruta de todo el poder divino, de toda la sabiduría divina, y de todo el amor divino, que corresponde a la Libertad Gloriosa de los Hijos de Dios.
La Transformación Mayor, también es llamada La Ascensión, y en ella, el Alma es absorbida parcialmente por el Cristo-Interno, adquiriendo de esa forma, un revestimiento de Gloria Divina. La Transformación Mayor solo puede suceder en el Mundo Espiritual, y solo le puede suceder al Alma, luego de pasar por la desencarnación. En la Transformación Mayor, el cuerpo astral del alma, es transformado de tal forma, que se convierte en un cuerpo espiritual de gloria. La Transformación Mayor, sucede siempre en el Alma, y Nunca en el Cuerpo Físico de carne y sangre.
Siguiendo el esquema del Dibujo del Ser Divino, en la Transformación Mayor también llamada la Ascensión Espiritual, ocurre que el Cuerpo Astral, es absorbido por el Cuerpo Ovoide de Luz Celeste, y el Sol Crístico con Flama Triple del Cuerpo Astral se integra y se absorbe en el Sol Crístico con Flama Triple del Cuerpo Ovoide de Luz Celeste elevando su frecuencia vibratoria.
El Cuerpo Astral, que fue purificado, elevado y transformado en un Cuerpo Espiritual de Gloria, durante la Transformación Mayor, ahora, es un Cuerpo Astral-Solar, con más libertad que antes, para viajar por todos los planos de existencia.
Recapitulando; La Iniciación Espiritual es la Transformación Menor, y puede llamarse la Primera Iniciación. La Glorificación Divina, también es llamada la Transformación Mayor y la Ascensión Espiritual, y puede llamarse la Segunda Iniciación.
Las Iniciaciones Solares, o Gnósticas, o Crísticas, son, básicamente, dos, siendo una, la Transformación Menor, y siendo la otra, la Transformación Mayor. De las dos iniciaciones, la más importante es la Transformación Menor, que aunque parezca la más humilde de las dos iniciaciones solares, es la que abre de par en par, las puertas del Reino de Dios.
Somos Transformados por la Renovación de Nuestras Mentes. Acepta la salvación de tu Cristo-Interno, por medio de la simple fe en la Gracia de Jelkerá-Dios, Conoce la Verdad, y Ella te hará Libre.
Aún luego de la Ascensión Espiritual o Ascensión Excelsa, y de niveles superiores a la Ascensión Excelsa, el Alma sigue siendo una devota eterna de su Cristo-Interno-Primario. En la Ascensión, el Alma se une y se absorbe parcialmente con el Cristo-Interno, pero no completamente. En la Ascensión Espiritual, el Alma, con su Cuerpo Astral, se Absorbe en el Cuerpo Ovoide de Luz Celeste, pero no en el Cuerpo Esférico de Fuego Blanco.
Cuando el Universo llegue a su fin, posiblemente todas las Almas Liberadas se fusionen con el Verbo, y luego, posiblemente, a través del Verbo, se fusionen con el Padre-Madre-Mente, que es el Único Ser Increado y Eterno.
Así todo volverá a ser con Jelkerá-Dios, un solo Ser, como fue en un Principio.
Toda Alma Liberada puede viajar espiritualmente por todos los planos de existencia, y no solo las Almas Liberadas de Transformación Mayor. Claro está que a mayor nivel evolutivo, habrá mayor alcance a planos más elevados, pero esa es la única diferencia.
El Cuerpo Espiritual de Gloria de la Segunda Iniciación o Transformación Mayor, es un Cuerpo Astral más puro o más perfecto. Creo que es el mismo Cuerpo Astral, pero mejorado, más luminoso, y transformado para mejor.
La salvación de Dios siempre está presente, pero solo se hace efectiva, para el que la acepta, por la simple fe en el Ungido-Interno, desde ese momento, y para siempre.
Y todo esto lo sé, por el poder de aquel, que Re-Nació de un Huevo, en un Nuevo Ciclo Cósmico, representándome a mí, y a todo devoto de la chispa divina, en toda época y lugar, por los siglos de los siglos.
Alabado sea Cristo-Fanes, Nacido de Un Huevo, Hijo de Dios, Primogénito del Señor-Dios, y Creador y Salvador del Mundo, que en toda época y lugar, como Ángel del Señor, inspira al devoto maduro, el conocimiento de la Chispa Divina.
33-El Principio del Credo Jelkeriano.
Éste es el Credo Jelkeriano.
1-Creo en Jelkerá-Dios, que es el Ser Supremo Todopoderoso, y que es el Creador del Universo, del Mar, del Cielo, y de la Tierra. Creo en Jelkerá, mi Dios, que es el Dios de Todo y de Todos. Creo en Jelkerá, El Ser, quien está dentro y fuera, de todas las cosas.
2-Creo en Cristo-Fanes, su hijo mayor, hermano mayor de todos los seres, que es el Verbo, el Ungido-Interno, y el Ángel del Señor.
3-Creo en el Espíritu Santo, que es Madre Santa Sofía, hija de Jelkerá-Dios, madre de Cristo-Fanes, y madre de todos los seres.
4-Creo que el Padre-Madre-Mente, emanó al Verbo, para crear al Híper-Universo. Creo que el Padre-Madre-Mente, emanó al Espíritu Santo, a través del Verbo, para crear el Huevo Cósmico. Creo que el Padre-Madre-Mente emanó al Ángel del Señor a través del Verbo y del Espíritu Santo, para romper el Huevo Cósmico y crear al Universo. Creo que el Padre-Madre-Mente emanó al Ungido-Interno de cada alma individual, a través del Verbo, del Espíritu Santo, y del Ángel del Señor, para así emanar a cada alma individual, en su tiempo, para que así empiece el trayecto evolutivo de cada alma. Creo en el Quinteto Divino, y creo en la Tríada Divina, pues el Verbo se manifiesta como el Verbo, el Ángel del Señor y el Ungido-Interno Individual, y a su vez el Padre-Madre-Mente, se manifiesta como el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo.
5-Creo que el Padre-Madre-Mente, crea todas las cosas a través del Verbo, y que salva a cada alma individual, a través del Ungido-Interno, y por lo tanto, yo creo en la Tríada Interna.
6-Creo en la Doctrina Jelkeriana, que adora a Jelkerá-Dios, quien es El Todo. A su vez, en El Todo hay un aspecto Creador, que es el Padre-Madre-Mente, y un aspecto Creado, que es el Universo. La Mente Original es la Causa Eficiente, que dirige la Creación.  La Ley Espiritual es la Causa Instrumental o el Instrumento Creador. Y el Pensamiento es la Energía Espiritual, siendo la Causa Material, o la materia prima con la que todo fue creado. La Ley Espiritual, es el modo de ser de Jelkerá-Dios, y es inmutable, porque forma parte de Jelkerá-Dios, quien es inmutable. La Ley Espiritual también es los mandatos de Jelkerá-Dios, que sólo Jelkerá-Dios puede cambiar. Creo que existe el destino, pues Jelkerá-Dios lo sabe todo incluso antes de que suceda, pero también creo que Jelkerá-Dios le dio libertad de elección de cada individuo. Creo que Jelkerá-Dios puede cambiar el destino, si él ve que hacemos lo que él quiere, y si lo satisfacemos. Creo que alabar a Jelkerá-Dios es bueno, y que eso le agrada mucho, y creo que él se congracia con aquellos que lo alaban. Creo que el Todo es Uno, que el Todo lo incluye a Todo, y que el Todo, en su Aspecto Esencia, lo es Todo. Creo que el Todo es la Esencia del Ser y del No Ser, de la Existencia y de la No Existencia, así como es el conjunto de cada cosa que existe y que no existe, y así como es cada cosa individual. Yo creo que cada cosa está en Dios, que Dios está en cada cosa, y que en el fondo, todo es uno y todo es Dios. Yo creo en la religión del Dios Todo. Yo creo que hay que dar al espíritu lo que es del espíritu, y que hay que dar a la materia lo que es de la materia. Creo que los espíritus no se materializan. Creo que la ascensión es del alma, y no del cuerpo. Creo  que cuando el cuerpo muere, el alma desencarna, y vuelve a Dios, para ser juzgada por Dios, y que él decide su destino, pero el  cuerpo queda en la tierra. El espíritu vuelve a Dios, pues él fue quien lo dio, y el cuerpo vuelve a la tierra, pues la tierra fue quien lo dio.
7-Creo en la Santa Tríada, donde el Padre es totalmente Dios, mientras que el Hijo y el Espíritu Santo, son parcialmente Dios. Creo que el Hijo y el Espíritu Santo, son, en parte, manifestaciones de Dios, y en parte, criaturas de Dios.
8-Creo en los Santos Ángeles y en las Almas Liberadas, que son criaturas de Dios.
9-Creo que todo está en Dios y que Dios está en todo, y creo que en el fondo, todo es uno y todo es Dios.
10-Creo en el alma inmortal de toda criatura de Dios, y creo que el alma está en un proceso de evolución espiritual, a través de la reencarnación sucesiva.
11-Creo que el alma inmortal se libera de la reencarnación en el mundo material, a través del conocimiento unitivo, que consiste en que el alma, acepte por fe, que Dios está dentro y fuera de uno mismo, a través de la propia chispa divina interior que es el Ungido-Interno, salvador del alma. Luego de la última reencarnación, el alma liberada asciende al cielo, con Dios y con sus ángeles, en dicha eterna, y allí, continúa su evolución espiritual, en mejores condiciones.
12-Creo en el plano físico, que es el mundo material, y creo en el mundo espiritual, en donde están, el plano astral y el plano solar. El plano astral es un lugar o estado, en donde las almas están entre una reencarnación y la otra, y el plano solar es un lugar de felicidad perpetua.
13-Creo en el Cielo, en la Tierra, en el Purgatorio, y en el Infierno. El Cielo Definitivo está en el Plano Solar, y es un lugar de dicha eterna. El Cielo Pasajero es un lugar de dicha pasajera en el Plano Astral, en donde están las almas buenas entre una encarnación y la otra. El Infierno es un lugar de tormento pasajero en el Plano Astral en donde están las almas malvadas entre una encarnación y la otra. El Purgatorio, es un lugar de purificación, a través del dolor, o a través del servicio divino sin dolor, en el Plano Astral, para las almas que están a punto de lograr su ascensión espiritual.
14-Creo que Dios es uno y muchos en simultáneo, y que debe ser adorado en su unidad y en su diversidad, en espíritu y en verdad, ahora y siempre.
15-Creo que Jelkerá-Dios creó al universo con su mente y con su palabra. El pensamiento es el elemento primordial que procede de la Mente Original, con el que Dios creó todas las cosas. El pensamiento es la energía espiritual con la que Dios gobierna al universo entero.
16-Creo que Jelkerá-Dios es omnipotente, omnipresente, y omnisciente, y creo que Dios está lleno de amor, sabiduría, y poder.
17-Creo que Jelkerá-Dios, es amor, pero que también, es fuego consumidor. Creo que Jelkerá-Dios es amor inmanente y verdad trascendente. Creo que Jelkerá-Dios es amor que todo lo llena y verdad que todo lo supera.
18-Creo que Jelkerá-Dios en el fondo es bueno, y que él nos ama, porque formamos parte de su ser. Creo que Jelkerá-Dios creó al universo con la dualidad de bien y mal, porque por su esencia interna, él es un creador dual.
19-Creo en el Quinteto Divino, formado por el Padre-Madre-Mente, el Verbo, el Ungido-Interno, el Ángel del Señor, y el Espíritu Santo. Y Creo en la Santa Tríada Divina, formada por el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo.
20-Creo que cada individuo es libre de hacer lo que quiera, y que es responsable por todas sus acciones voluntarias.
21-Creo en la salvación por la sola fe en el Ungido-Interno, y creo que obrar el bien hace bien a la evolución del alma, y que obrar el mal hace mal a la evolución del alma. Creo que la Ley Espiritual devuelve, mal por mal, y bien por bien, para beneficiar el aprendizaje de las almas, pero también creo en el perdón de los pecados.
22-Creo que toda alma que se libera de la reencarnación, deja su último cuerpo en la tierra, pues el cuerpo muere, pero el alma desencarna, y que su alma asciende al cielo, para pasar, luego de un tiempo, por un proceso de purificación, luego del cual, asciende aún más, para recibir un cuerpo espiritual de gloria, semejante al de los santos ángeles de Jelkerá-Dios. Pero aún sin pasar por la ascensión divina o glorificación divina, toda alma liberada, luego de una purificación espiritual, ya vive en dicha eterna.
23-Creo que somos transformados por la renovación de nuestras mentes. La transformación menor, se recibe en la tierra, cuando se acepta por fe la salvación del Ungido-Interno, y la transformación mayor, se recibe en el cielo, cuando se recibe la resurrección espiritual o ascensión divina, cuando nuestra alma inmortal es revestida de gloria. Todos los seres somos hijos de Dios, y no sólo los hermanos de religión. Sin embargo, hay iniciados en la conciencia de Cristo, y no iniciados en la conciencia de Cristo. La salvación, es para los iniciados en la conciencia de Cristo, pero algunos de los no iniciados, también son salvos, pues Jelkerá-Dios ve y valora lo que está oculto en el corazón. La iniciación no es un ritual de inmersión en agua, sino que es un nivel de conciencia, que nos sumerge en el Espíritu Santo. La iniciación es la fe en el Ungido-Interno, que nos hace renacer del Espíritu de Dios.
24-Creo en la Ley Espiritual, que es el orden oculto, atrás del desorden aparente, en el universo. Creo en la Ley de Invocación, que indica que la llamada obliga la respuesta, sin importar si la entidad espiritual existe o no, pues la Ley Espiritual siempre responde, y puede enviar una entidad parecida a la invocada. Por eso, de alguna forma, en el tiempo eterno de Dios, el que pide recibe, el que busca encuentra, y el que llama a la puerta ésta le es abierta.
25-Creo que existen muchos caminos que llevan a la cima de una montaña, y no sólo un camino. Creo que cada quien debe encontrar su propio camino, pero que al final, de una forma u otra, el Yo Soy o Ungido-Interno, es el mejor camino. Y creo que al final, todos los caminos llevan a Dios.
26-Creo que Jelkerá-Dios es el Todo Infinito, pero también creo que a través de su energía espiritual, se puede manifestar en mi mente y en el mundo espiritual, con aspecto humano, y lo imagino como un hombre con vestimenta blanca, y cabello blanco y largo, y con barba. Creo que Cristo Fanes, Señor de Gloria, es un ser muy grande, pero que a través de su energía espiritual, se puede manifestar, en mi mente y en el mundo espiritual, con aspecto humano, y lo imagino como un hombre, con alas de águila en la espalda, y sosteniendo un bastón y una antorcha. Creo que Santa Sofía, el Espíritu Santo, es muy grande, pero que a través de su energía espiritual, se puede manifestar, en mi mente y en el mundo espiritual, con aspecto humano, como una mujer portando un libro, o con aspecto de serpiente, enroscando al Huevo Cósmico, o con aspecto de paloma blanca con siete lenguas de fuego.
27-Creo en orar, pensar, y actuar. Oro a Dios con la fe de que me escucha, y que siempre me ilumina al enfocar mi mente en él, me cumpla lo que le pido o no me lo cumpla. Pienso estratégicamente, en qué posición estoy, a qué posición quiero llegar, y que tengo que hacer para lograrlo. Y trabajo con paciencia y con insistencia, hasta lograr los objetivos, que pueda lograr. Cuando puedo hacer bien, alguna de estas tres cosas, lo hago, y cuando puedo hacer bien las tres cosas, también lo hago. Por este triple medio, se puede lograr algo de lo que uno desea, pero no todo lo que uno desea. El hombre propone, pero Dios dispone. 
28-Creo que Cristo-Fanes, en su aspecto como el Ángel Creador del Universo, se metió dentro del Huevo Cósmico, y lo rompió desde adentro, y que a través de un proceso sucesivo, de ruptura y expansión, de la materia contraída del Huevo Cósmico, creó al Universo, copiando los arquetipos perfectos del mundo de las ideas de Dios, y plasmándolos en el mundo sensible de Dios, y creo que hizo todo esto por orden de Jelkerá-Dios. Creo que Cristo-Fanes, cíclicamente, una y otra vez, expande el Huevo Cósmico para crear al Universo, y que lo contrae para destruir al Universo, por orden de Jelkerá-Dios. Creo que el día del Señor Cristo-Fanes, empieza cuando Cristo-Fanes, despierta y rompe, por expansión, al Huevo Cósmico, y que el día cósmico se desarrolla, cuando el Universo evoluciona, en expansión o en contracción, y el Ángel Fanes está despierto. Y creo que la noche del Señor Cristo-Fanes, es cuando el Universo se contrae y se colapsa, transformándose nuevamente en el Huevo Cósmico, para que el Ángel Fanes, se duerma y quede dormido en su interior. Todo este proceso creador termina cuando Jelkerá-Dios le ordena a Santa Sofía, que absorba al Huevo Cósmico, que una vez emanó, y así, Cristo-Fanes vuelve con Jelkerá-Dios y con Santa Sofía, renaciendo del Espíritu de Dios, y volviendo al Reino de Dios, al absorberse en el Verbo de Dios, que siempre ha sido. Así como Cristo-Fanes renace cíclicamente del Huevo Cósmico, cada uno de nosotros renace cíclicamente, a través de la reencarnación sucesiva, hasta renacer del Espíritu de Dios, despertando del sueño material, para vivir la vida espiritual, y volver al Reino de Dios. La diferencia es que Cristo-Fanes ya es libre desde su creación, mientras que nosotros, alcanzaremos la libertad, al renacer del Espíritu de Dios. Creo que Cristo-Fanes es nacido de Jelkerá-Dios, y que es, Libre y Santo, desde el Principio, pero que nosotros, los humanos, aunque somos espiritualmente nacidos de Jelkerá-Dios, fuimos involucionados, para luego empezar a evolucionar, dentro de la Creación, y que nos hacemos libres, al aceptar a la presencia de Jelkerá-Dios en nosotros, la cual está manifestada como el Ungido-Interno Individual, salvador del alma individual. Creo que la salvación del alma es individual, y por lo tanto, uno solo junto a Dios es lo bueno, y todo lo demás, sobra.
29-Creo en el Padre, en el Hijo, y en el Espíritu Santo. Creo en Jelkerá-Dios, en Cristo-Fanes, y en Madre Santa Sofía. Amén.
Aunque la Doctrina Jelkeriana surge de una mezcla de religiones, yo no practico una mezcla de religiones, pues yo solo practico, una sola religión, que es el Credo Jelkeriano. Pienso que nadie en el plano físico puede conocer la verdad, pues hay un velo entre el mundo material y el mundo espiritual, que nubla nuestra completa visión de la realidad. Sin embargo, creo que el ser humano puede conocer distintas aproximaciones a la verdad, y pienso que esas aproximaciones a la verdad tienen algo de validez, y de allí, que yo me  invente mi propia religión, y que crea en su validez. Yo creo que la Doctrina Jelkeriana, es un invento mío, de un devoto cualquiera, un invento de Devoto Leonardo, pero también creo que de alguna forma, es fruto del Espíritu Santo. Yo soy un devoto jelkeriano, que adora a Jelkerá-Dios, en su unidad y en su diversidad. En todo caso, éste es el camino que yo elijo seguir. Creo que la Doctrina Jelkeriana, es la mejor aproximación posible a la verdad espiritual, que puede hallarse en el plano físico.
En conclusión:
El Credo Jelkeriano puede resumirse en esto; “Jelkerá-Dios es amor que todo lo llena, y verdad que todo lo supera. Jelkerá-Dios, es el ser inmanente y trascendente. Dios está, por dentro y por fuera, de cada ser, y de cada cosa. Uno solo junto a Dios es lo bueno, y todo lo demás sobra. El Ungido-Interno, es el Salvador del Alma. Jelkerá es Dios, Fanes es el Cristo, y Sofía es el Espíritu Santo.”

No hay comentarios.:

Publicar un comentario