Los 22 Principios Mayores de la Doctrina
Jelkeriana.
Breve
Introducción a los Veintidós Principios Mayores.
Los Veintidós
Principios Mayores, de la Doctrina Jelkeriana, son, a saber; El Todo, Mentalismo,
Correspondencia, Vibración, Polaridad, Ritmo, Causa y Efecto, Generación, Evolución,
Reencarnación, Retribución, Verdad del Bien, Salvación, Suprema Autoridad
Individual, Libertad y Responsabilidad Individual, Invocación, Atracción y Repulsión,
Oración de Fe, Santa Tríada, Credo Jelkeriano Sintético, Ley Espiritual, y Tres
Planos de Existencia.
Vale hacer
una clasificación de Los Veintidós Principios Mayores de la Doctrina
Jelkeriana, para su mejor comprensión. Los Veintidós Principios Mayores, se
clasifican en cinco grupos de principios, a saber; El Principio Único, Los
Siete Principios Creadores, Los Cinco
Principios de la Evolución, Los Cinco Principios del Poder Espiritual, y Los
Cuatro Principios del Conocimiento Confidencial.
El Principio
Único, es el Principio del Todo, que se subdivide en 22 Principios Mayores,
incluido el Principio del Todo, propiamente dicho, para poder entenderlo mejor.
Los Siete
Principios Creadores son los Principios de; Mentalismo, Correspondencia, Vibración,
Polaridad, Ritmo, Causa y Efecto, y Generación.
Los Cinco
Principios de la Evolución de las Almas, son los Principios de; Evolución,
Reencarnación, Retribución, Verdad del Bien, y Salvación.
Los Cinco
Principios del Poder Espiritual, son los Principios de; Suprema Autoridad
Individual, Libertad y Responsabilidad Individual, Invocación, Atracción y
Repulsión, y Oración de Fe.
Y Los Cuatro
Principios del Conocimiento Confidencial, son los Principios de; Santa Tríada,
Credo Jelkeriano Sintético, Ley Espiritual, y Tres Planos de Existencia.
El
Principio Único: El Principio del Todo.
1-El Principio de El Todo.
El Todo es la unidad de toda la realidad, y es la esencia de la
existencia, y de la no existencia, del ser y del no ser, de lo real y de lo
imaginario. El Todo existe, el Todo lo incluye a Todo, y el Todo, en su aspecto
esencia, lo es Todo. El Todo incluye a lo Real y a lo Imaginario, al Todo y a
la Nada, a la Existencia y a la No Existencia, al Ser y al No Ser, a lo
Superior y a lo Inferior, a lo Bueno y a lo Malo, a lo Inmanifiesto y a lo
Manifiesto, a lo Uno y a lo Múltiple, a lo No Dual, y a lo Dual, a lo Completo
y a lo Fragmentario, y realmente, el Todo lo incluye a Todo.
El Todo
existe, el todo lo incluye a todo, y el todo, en su aspecto esencia, lo es
Todo. La parte elevada del Todo es Dios, y la parte baja del Todo es el
Universo. Con muchos nombres se invoca al Uno, y yo le digo Jelkerá, que
significa El Ser. Y Jelkerá, es el Dios de Todo y de Todos. Mi Dios es el Uno,
Jelkerá-Dios, de quien provienen todas las cosas por emanación, y al cual
volverán todas las cosas en absorción. Jelkerá-Dios, es el Creador Original. En
el Principio Dios creó el Cielo y la Tierra. La Tierra estaba vacía y desierta,
y el Espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas. Y Dios dijo,
que sea hecha la Luz, y la Luz se hiso. Y luego Dios creó a todas las cosas y a
todos los seres. Bendito sea Dios.
Los
Siete Principios de la Creación: Mentalismo, Correspondencia, Vibración, Polaridad, Ritmo, Causa y Efecto,
y Generación.
2-El Principio de Mentalismo.
El Todo es
Mente, el Universo es Mental. Dios es Mente, y el Universo es un pensamiento de
Dios. El Pensamiento de Dios determina la realidad. Y el pensamiento de la
criatura, sólo influencia a la realidad, pero no la determina. Lo que el
individuo piensa, se le manifiesta. Dios creó al universo con su mente y con su
palabra, uniendo su voluntad macho con su imaginación hembra. Dios dijo, “que
sea hecha la Luz”, y la Luz se hizo.
3-El Principio de Correspondencia.
Como es
arriba es abajo, como es abajo es arriba. Y todo surge de los milagros del Uno.
4-El Principio de Vibración.
Nada está
inmóvil, todo se mueve, todo vibra.
5-El Principio de Polaridad.
Todo es Dual.
Todo tiene dos polos, todo su par de opuestos. Los semejantes y los antagónicos
son lo mismo. Los opuestos son idénticos en naturaleza pero diferentes en
grado. Los extremos se tocan. Todas las verdades son semi-verdades. Todas las paradojas
pueden reconciliarse.
Lo positivo
tiene algo de negativo, y lo negativo tiene algo de positivo. Lo positivo puede
transformarse en negativo, y lo negativo puede transformarse en positivo. Lo
múltiple es una expresión del Uno, y mora dentro de lo Uno, así como lo Uno
mora dentro de lo múltiple. Todos los seres son expresiones del Ser, y moran
dentro del Ser, así como el Ser mora dentro de cada ser. Hay polaridades que se
atraen, y hay polaridades que se repelen. Hay polaridades que crean, hay
polaridades que conservan, y hay polaridades que destruyen, pero todo forma
parte de la Divinidad de Jelkerá, que es El Ser.
6-El Principio de Ritmo.
Todo fluye y
refluye, todo asciende y desciende. Todo se mueve como un péndulo. La medida de
su movimiento hacia la derecha es la misma que la medida de su movimiento hacia
la izquierda. El Ritmo es la Compensación.
Una cosa es
Creada, luego es Conservada, y finalmente es Destruida, para luego volver a ser
Creada, luego Conservada, y luego Destruida, y éste ciclo se repite
eternamente. Todo viene de Dios, existe en Dios, y vuelve a Dios.
7-El Principio de Causa y Efecto.
Toda causa
tiene su efecto, todo efecto tiene su causa. Todo sucede de acuerdo a la Ley.
El azar no es más que el nombre que se le da a una Ley no conocida. Hay muchos
planos del Causa y Efecto, pero nada escapa a la Ley.
Todo lo que
sucede, sucede por una causa, incluso las cosas que suceden por azar, en donde
no se conoce la causa.
8-El Principio de Generación.
La Generación
existe por doquier. Todo tiene sus principios Masculino y Femenino. La Generación
se manifiesta en todos los Planos.
Todas las
cosas son creadas por la unión de lo masculino y de lo femenino, sin importar
como se manifiesten estos principios.
Los
Cinco Principios de la Evolución del Alma:
Evolución, Reencarnación, Retribución, Verdad del Bien, y Salvación.
9-El Principio de Evolución.
Jelkerá-Dios
es el Creador, y el Universo está lleno de criaturas. Cada criatura, es una
creación de Dios. Cada criatura es, en el fondo, una manifestación de Dios,
aunque esté sumida en el pensamiento de que es una criatura. Sin embargo, así
como el sueño tuvo un comienzo, también tendrá un final, y por lo tanto, todo
lo que emanó de Dios, será luego absorbido por Dios. Al final, todas las
criaturas despertaremos del sueño siendo Dios.
Dios creó al
universo, por medio de la involución de una pequeña parte de su energía, donde
ésta se transformó en criaturas de baja evolución. Allí, la creación fue
rápida, como la caída a un precipicio. Pero la evolución de las criaturas, es
lenta, como trepar una montaña. La evolución es de abajo hacia arriba, y no al
revés. Todos los seres estamos sometidos a una evolución ascendente, por el
poder de Dios.
Todo
evoluciona, de abajo hacia arriba, y no al revés. Aunque a veces, las cosas
parezcan atrasarse, todo avanza hacia adelante. El cambio es la única constante
de la vida. Espiritualmente, todo avanza, aunque a veces, parezca retroceder.
10-El Principio de Reencarnación.
Toda
criatura, tiene un alma inmortal, que emanó de Jelkerá-Dios, y que volverá a
Jelkerá-Dios, en absorción. El proceso evolutivo del alma, empieza en un bajo
nivel de conciencia, y luego, a través de muchas experiencias y de muchas
reencarnaciones, el alma inmortal va elevando su conciencia.
El alma
cambia de cuerpo, como el cuerpo cambia de ropa, y cuando un cuerpo se pone
viejo, el alma pasa al mundo espiritual, que está más allá del mundo material,
y descansa allí por un tiempo, hasta que reencarna. El alma nunca muere. El
cuerpo muere, el alma desencarna. No hay muerte para los que creen en la vida
eterna.
Existen
básicamente, cinco niveles de conciencia, que son el nivel de conciencia
mineral, el nivel de conciencia vegetal, el nivel de conciencia animal, el
nivel de conciencia humano, y el nivel de conciencia angélico.
El alma
evoluciona de un nivel de conciencia a otro, hasta que acepta la salvación por
medio de la comprensión de que Jelkerá-Dios está dentro y fuera de cada ser, y
que por lo tanto, Jelkerá-Dios está dentro y fuera de la propia alma. Cuando se
llega por fe, a la aceptación de que Dios está dentro y fuera de uno mismo, el
alma logra la liberación sobre la rueda de reencarnaciones. La salvación de
Dios siempre está presente, pero ésta solo se hace efectiva al aceptarla. Y una
vez salvo, siempre salvo.
Todo
reencarna, de una forma u otra, y así, el alma inmortal de la criatura de Dios,
va evolucionando y avanzando espiritualmente, hasta que un día, encuentra a
Dios en su interior, y la rueda de reencarnaciones termina. Así, el alma
condicionada se convierte en alma liberada, y alcanza la dicha eterna, con Dios
y con sus santos ángeles.
11-El Principio de Retribución.
Debemos
aprender que lo constructivo es bueno, y que lo destructivo es malo, y la mejor
forma de hacerlo, es por experiencia propia. A cada ser, se le devuelve, lo que
le hace a otros seres. Si el individuo hiso el bien, se le devuelve el bien, y
si el individuo hiso el mal, se le devuelve el mal. Por eso, es sabio, tratar a
los demás como nos gustaría que nos traten a nosotros.
Lo justo es
que cada quien tenga lo que se merece, por sus acciones, pero también es justo,
que cada quien tenga lo que necesita para su evolución espiritual. Dios regula
todas las leyes con misericordia, porque tiene sabiduría.
Debemos
tratar a los demás, como nos gustaría que nos traten a nosotros, y no debemos
permitir que los demás nos traten de forma inadecuada, pues al hacerlo, nos
haríamos copartícipes de su pecado. Dios quiere tener hijos buenos e
inteligentes, y no unos tontos que se dejan maltratar.
El ser humano
debe matar a otros seres, para poder vivir, y tiene derecho a ser agresivo,
para defenderse de las agresiones. Hay que juzgar con juicio justo, y no según
las apariencias, hay que juzgar en base a hechos, y no en base a lo que parece
que sucedió. Hay que condenar lo condenable, y hay que beneficiar lo loable.
Sin embargo, quien perdona, será perdonado. Aun así, Dios puede perdonar
pecados, cuando se tiene fe en él. Deja de obrar el mal, y obra el bien, pide
perdón a Dios, y serás perdonado. Sé lo más virtuoso que puedas, y evita lo más
posible, al pecado. Dios está por encima de la Ley Espiritual, justamente
porque Dios es la Fuente de la Ley Espiritual.
Las buenas
obras producen una recompensa que será cobrada, y las malas obras producen un
castigo que también será cobrado. El buen karma acumulado es bueno, y el mal
karma acumulado es malo. Sin embargo el objetivo fundamental de la retribución,
no es la retribución en sí, sino que el aprendizaje.
Cada ser,
recibe del universo, lo que le ha dado al universo, y todas las acciones tienen
consecuencias. Se aprende por experiencia propia, y por eso, quien da el bien,
recibirá el bien, y quien da el mal, recibirá el mal. Sin embargo, el objetivo
de la ley de retribución, no es recompensar o castigar, sino que el objetivo de
la Ley Espiritual, es enseñar.
12-El Principio de la Verdad del Bien.
Para
Jelkerá-Dios, todo lo que él hiso, es bueno, incluyendo a la dualidad de bien y
mal, que está en toda la creación. La verdad del bien, es que para Dios, en el
fondo, todo es bueno.
Dios compensa
su maldad finita, con su bondad infinita, y luego de que Dios hace pasar al
alma por la rueda de reencarnaciones, Dios le concede al alma la dicha eterna,
y la absorción final en Dios. Por eso, para Dios, en el fondo, todo lo que él
hace es bueno, pues beneficia al alma en su evolución. El bien es la verdad,
porque Dios es el Bien Supremo, y porque Dios es la Verdad, más allá, de este
mundo de Ilusión.
Para
Jelkerá-Dios, todo lo que él hiso, es bueno, incluyendo a la dualidad de bien y
mal, que está en toda la creación. La verdad del bien, es que para Dios, en el
fondo, todo es bueno. Dios nos ama, porque somos parte de su ser, aunque él
privilegia nuestra evolución espiritual, por encima de nuestro bienestar
material.
13-El Principio de Salvación.
La salvación
del alma sobre la rueda de reencarnaciones, y sobre el consecuente sufrimiento
que eso provoca, a través de la enfermedad, la vejez, la muerte, el dolor
físico, y los deseos insatisfechos, consiste en aceptar por fe, que Dios está
dentro y fuera de uno mismo. La salvación es por la sola fe en el Dios
Interior, sin necesidad de obras de bien, aunque obras de bien benefician la
evolución del alma, y obras de mal ponen obstáculos a la evolución del alma.
Del laberinto de causas y efectos, solo se escapa por arriba. La salvación es
por la benevolencia gratuita de Dios, que llega al alma por la sola fe, sin
necesidad de obras.
Sin embargo,
también es verdad, que una persona de fe, si tiene la oportunidad de hacer
obras de bien y de evitar obras de mal, lo hará, pues la fe verdadera, se
expresa en obras de bien. En todo caso, Jelkerá-Dios, ve y valora el corazón,
más allá de las obras concretas. Lo esencial es invisible a los ojos. La
salvación de Dios siempre está presente, pero sólo se hace efectiva al
aceptarla.
Todo resto de
buen karma, el alma lo usará para ayudar en su glorificación divina, cuando
llegue el momento. Y todo resto, de mal karma, será purificado por el fuego,
con dolor y sufrimiento, o sin dolor ni sufrimiento, según sea la voluntad de
Dios, en la etapa de purificación del alma, en el momento previo a la ascensión
espiritual.
Obras de
bien, benefician la evolución del alma, y obras de mal perjudican la evolución
del alma. Además, se puede obtener el perdón de los pecados, por la fe en Dios,
que está dentro y fuera, de uno mismo.
Sin embargo,
Jelkerá-Dios ama al espíritu de la ley, y menosprecia la letra de la ley, y no
todo el que diga que tiene fe, será salvo, sino que sólo será salvo, aquel que
de verdad, tenga fe en su interior. Dios no es un principio mecánico que actúa
sin pensar, sino que Dios es un ser inteligente. En Jelkerá-Dios, está el
aspecto ser, que es inteligente, y el aspecto ley, que es una ley mecánica.
Algunas cosas, Dios las hace pensando en que hacer, y otras cosas, Dios las hace
casi sin pensar. Nadie puede engañar a Dios, aplicando la ley de manera
mecánica. Por lo tanto, nadie que se aproveche de ser un alma liberada, para
obrar el mal, contra sí mismo o contra otros, quedará sin castigo, y aunque
será salva, si su fe fuese autentica, aun así, será castigada en el mundo
espiritual, y Jelkerá-Dios, atrasará su liberación, y le imprimirá más
sufrimiento. Como en todo, existen casos particulares, que Jelkerá-Dios sabe
juzgar, con misericordia y con sabiduría, pero no hay que aprovecharse de ser
salvo, para hacer el mal. La salvación del alma, y la liberación del espíritu,
son cosas buenas, pero hay cosas peores que la perdición del alma. Una vez
salvo siempre salvo, pero debemos obrar el bien, y no el mal. Somos salvos para
ser libres, virtuosos, y buenos, y no para ser más esclavos del pecado, más
viciosos, y más malvados, que antes de ser salvos. La voluntad de Jelkerá-Dios
es la Vida, la Sabiduría, y el Bien, y nosotros debemos hacer lo posible para
cumplirla. Somos almas espirituales en evolución, en unión eterna con Dios, y
al servicio eterno de Dios, y cuanto antes lo aceptemos, será mejor para
nosotros.
Todo está en
Dios, Dios está en Todo, y en el fondo, Todo es Uno, y Todo es Dios. Dios es la
Mente Original, y el Universo es un Pensamiento creado por Dios, dentro de la
Mente de Dios. Dios es lo único real, y todo lo demás, es una ilusión, y aunque
aparente ser real, no lo es. Sin embargo, como Dios es infinito, lo real y lo
ilusorio, ambas cosas forman parte de su ser, y forman parte del camino de la
vida. Quien acepta esto por fe, ya es un alma liberada, que está completamente
salvada de la rueda de reencarnaciones, y todo esto es así, por la benevolencia
gratuita de Dios.
Todo está en
Dios, Dios está en todo, y en el fondo, todo es uno y todo es Dios. Dios es la
Mente Original, y el Universo es un Pensamiento de Dios. A su vez, Dios y su
energía, son uno, y hay que honrar ambos aspectos de Dios. Quien acepta esto
por fe, ya es un alma salvada, pero será aún más libre, si se acepta a sí
mismo, como un espíritu libre.
El
Cristo-Interno es la Presencia de Dios dentro del alma individual, manifestado
como el Hijo de Dios. El Cristo-Interno, es el Salvador del Alma. El alma individual, se libera de la rueda de
reencarnaciones, cuando acepta la salvación de su Cristo-Interno Individual,
que es la Presencia del Hijo Primogénito de Dios, dentro de uno mismo.
Todos somos
pecadores, pues como mínimo, nos vemos forzados a matar a otros seres vivos,
vegetales o animales, para poder vivir, y si no lo hiciésemos, cometeríamos un
pecado peor, que es matarnos a nosotros mismos por inanición. Por eso, de éste
laberinto solo se puede salir por arriba, por la benevolencia gratuita de
Jelkerá-Dios, que viene por la sola fe en el Ungido-Interno.
La salvación
del alma sobre la rueda de reencarnaciones, y sobre el consecuente sufrimiento
que eso provoca, a través de la enfermedad, la vejez, la muerte, el dolor
físico, y los deseos insatisfechos, consiste en aceptar por fe, que Dios está
dentro y fuera de uno mismo. La salvación es por la sola fe en el
Cristo-Interno, sin necesidad de obras de bien, aunque obras de bien benefician
la evolución del alma, y obras de mal ponen obstáculos a la evolución del alma.
Del laberinto de causas y efectos, solo se escapa por arriba. La salvación es
por la benevolencia gratuita de Dios, que llega al alma por la sola fe en el
Cristo-Interno, sin necesidad de obras. Y una vez salvo, siempre salvo.
Sin embargo,
sin importar cuantas reencarnaciones pasen, todos los seres serán salvos en
algún momento, pues lograrán la madurez necesaria para ser salvos, en este
mundo, o en otro mundo. Por eso, para Jelkerá-Dios, todos los seres son salvos.
La bondad de
Jelkerá-Dios es Infinita y Eterna, mientras que la maldad de Jelkerá-Dios, es
Finita y Pasajera. Para Jelkerá-Dios, todo lo que él hace es bueno, aunque
nuestra mente finita, no pueda entender del todo, a la mente infinita. No hay
nada que sea tan bueno, que no tenga algo de malo, y no hay nada tan malo, que
no tenga algo de bueno. Jelkerá-Dios, es el que nos creó el problema, también
es, el que nos creó la solución. La salvación en semilla, la tenemos ahora, por
el amor del Cristo-Interno, y la salvación en fruto, la tendremos luego de que
la semilla muera, cuando en nuestra alma inmortal, estemos en el Cielo, como
árboles llenos de gloria, junto a Jelkerá-Dios, y a sus santos ángeles, en
dicha eterna.
Jelkerá-Dios,
ve y valora lo que está oculto en el corazón, y es posible que almas sin
conciencia del Cristo-Interno, sean liberadas de la reencarnación, por la
voluntad de Jelkerá-Dios. Jelkerá-Dios, hace lo que quiere, pues es el Ser
Supremo, y sus designios, son misteriosos. Jelkerá-Dios, humilla a los
soberbios, y enaltece a los humildes, quita a reyes de sus tronos, y saca
ungidos de las piedras. Jelkerá-Dios, misericordia quiere, y no sacrificios.
Jelkerá-Dios es amor, pero también es fuego consumidor. Jelkerá-Dios,
complementa su virtud de misericordia y su virtud de justicia, porque tiene la
enorme virtud de sabiduría. La iniciación en la Conciencia de Cristo, es un
renacer espiritual, pues el devoto renace de arriba, del Espíritu de Dios. El
camino espiritual de la Conciencia de Cristo, es el mejor camino de salvación
del alma, y el más rápido de liberación del espíritu, pero no es el único
camino de salvación y liberación. Hay muchos caminos que llevan a la cima de
una montaña, y no solo un camino. Cada quien debe encontrar su propio camino, y
debe ser maestro de sí mismo. Finalmente, por la voluntad de Dios, todos los
caminos conducen a Dios. Sin embargo, el Cristo-Interno Individual, es el mejor
camino hacia Jelkerá-Dios.
En esto
Jelkerá-Dios, ha demostrado su amor para con nosotros, en que nos ha dado un
Cristo-Interno, de amor incondicional, para que nos acompañe, para toda la
eternidad, sin importar en que plano de existencia nos encontremos. No tengas a
otros dioses fuera de tu Cristo-Interno, tu Cristo-Interno, es y debe ser, tu
único Dios. Alabanza a Jelkerá-Dios, y paz a todos los seres. Amén.
Los
Cinco Principios del Poder Espiritual:
Suprema Autoridad Individual, Libertad y Responsabilidad Individual, Invocación,
Atracción y Repulsión, y Oración de Fe.
14-El Principio de Suprema Autoridad
Individual.
Así como
Jelkerá-Dios es la Autoridad Suprema en todo el Universo, de la misma forma,
cada individuo, es la Autoridad Suprema en su propio ser y mundo, pues cada
individuo, tiene a Jelkerá-Dios en su interior. Sin embargo, el hombre propone,
pero Dios dispone. Por más que el individuo tenga una esencia divina, y por más
que el individuo, a nivel espiritual, tenga algo de autoridad, sólo Jelkerá es
Dios. Jelkerá, da todas las cosas, y Jelkerá, quita todas las cosas, bendito
sea el nombre de Jelkerá.
15-El Principio de Libertad y Responsabilidad
Individual.
Por la Ley
Espiritual, todo individuo es libre de hacer lo que quiera, y es responsable de
todas sus acciones voluntarias. Todo individuo tiene libertad de elegir, qué
camino tomar. En el tiempo eterno de Dios, si el alma elige el camino del bien,
le irá bien, pero si elige el camino del mal, le irá mal. De Jelkerá-Dios
proviene el bien y el mal, y él nos da a elegir, entre la senda del bien y la
senda del mal, que él mismo pone ante nosotros. Sólo en el bien hay dicha
eterna.
16-El Principio de Invocación.
Si Todo
es Uno, entonces, en el fondo, cada uno de los seres, es el Dios Uno, y por lo
tanto, cada uno de los seres, tiene una gran autoridad espiritual. Así como el
Dios Uno es la máxima autoridad espiritual en su ser y en el universo, de la
misma forma, cada individuo es la máxima autoridad espiritual, en su propio ser
y mundo, aunque en grado menor al Dios Uno.
A
nivel espiritual, lo bueno es verdadero, y por eso, lo que tú llamas, viene a
ti, y lo que tú expulsas, se aleja de ti, y lo que tú pides, te es concedido,
de alguna forma, en el tiempo eterno de Dios.
Además,
lo que el individuo piensa, se le manifiesta, pues la mente influencia a la
realidad. Por lo tanto; si llamas a algo, entonces lo atraes; si despides a
algo, entonces, eso se retira; y si expulsas a algo, entonces a eso lo repeles.
La llamada obliga la respuesta,
sin importar si la entidad espiritual que ha sido invocada, es real o
imaginaria, pues al final, todas las entidades pueden ser reales, ya que la Ley
Espiritual, puede enviar a la entidad requerida, o puede enviar a una entidad
parecida a la requerida, que
cumpla una función semejante.
A nivel
espiritual, la voluntad de la mente del individuo, tiene poder, en su propio
ser y mundo, y por eso, la llamada obliga la respuesta. El que pide, recibe, el
que busca encuentra, y el que llama es respondido.
En todo
llamado, el invocante debe seguir el protocolo de invocación, que consiste en
tres partes, que son primero el llamado respetuoso, segundo el pedido
respetuoso, y tercero la despedida respetuosa y agradecida. Los espíritus, sean
buenos o malos, siguen reglas, y si uno quiere ser protegido por la Ley
Espiritual, debe seguir esas reglas.
El individuo
que hace el llamado, recibe una respuesta, en acuerdo al nivel de conciencia
que tenga, sin importar si la respuesta es verdadera o falsa, buena o mala. La
Ley Espiritual solo permite respuestas en acuerdo al nivel de conciencia del
que hace el llamado, y eso, para Dios, es bueno.
Y para que un
llamado o una expulsión, dé el mayor resultado, debe ser hecha por la persona
involucrada, pues por la voluntad de Dios, todo individuo tiene derecho a
elegir, que hacer. La oración de fe, da más resultado si la hace el propio
individuo que tiene la necesidad.
La llamada
obliga la respuesta. El llamado obliga la venida. La despedida produce la
retirada. La expulsión obliga la salida.
17-El Principio de Atracción y de
Repulsión.
Lo
semejante atrae a lo semejante. Lo diferente repele a lo diferente. Cuando el
discípulo está preparado, el maestro llega.
18-El Principio de la Oración de Fe.
La
oración a Dios sirve para alabar a Dios, pedir a Dios, y agradecer a Dios. La
oración a Dios, hecha con fe en Dios, agrada a Dios. Sin embargo, en la oración
de fe, hay que considerar la regla de la triple llave, que dice así;
Yo sugiero que practiques la Regla
de la Triple Llave Maestra, que resuelve muchos problemas, no todos,
lamentablemente, pero sí algunos, afortunadamente. La Triple Llave Maestra,
consiste en Orar, Pensar, y Actuar. Ora a Dios con la fe de que te escucha, y
que te cumplirá lo que le pides, si eso encaja con su desconocida voluntad,
pero que en todo caso, él te ilumina por el solo hecho de elevar tu pensamiento
a él, independientemente, de que te cumpla o de que no te cumpla. Piensa
estratégicamente, que posición tienes en la vida, a qué posición quieres
llegar, y que tienes que hacer para lograrlo. Y trabaja con paciencia y con
insistencia, hasta lograr tus objetivos. Por este triple medio de orar pensar y
actuar, lograrás algo, aunque no lograrás todo. Cuando puedas hacer una de las
tres cosas, ya sea, orar, pensar, o actuar, has una, cuando puedas hacer dos
cosas, has dos, y cuando puedas hacer las tres cosas, has las tres cosas.
Cualquiera de las tres cosas, bien hechas, es mejor que nada. La Triple Llave
Maestra no abre todas las puertas, pero puede abrir algunas, si esa es la santa
voluntad de Dios.
Si oras al Padre, en el nombre
del Hijo, entonces estás lleno del Espíritu Santo, y serás bendecido por Dios,
aunque esa bendición es más espiritual que material. Pero primero, debes
entender que en realidad, el Hijo es tu Ungido-Interno individual, quien es el
verdadero salvador del alma. Por eso, un verdadero jelkeriano, es un verdadero
cristiano interno, pues honra al Cristo-Interno, quien es el salvador del
alma.
Los
Cuatro Principios del Conocimiento Confidencial: Santa Tríada, Credo Jelkeriano
Sintético, Ley Espiritual, y Tres Planos de Existencia.
19-El Principio de la Santa Tríada.
La
primera creación de Dios, debe ser muy parecida a Dios, pues está muy cerca de
él. A ésa primara creación de Dios, la llamo El Verbo. La palabra Verbo significa
Palabra, Acción, Expresión, Pensamiento, y Razón.
Por ser
muy parecido a Dios Padre-Madre-Mente, el Verbo debe encargarse de la función
creadora, ya que Dios Padre-Madre-Mente, es el Creador Original, y por lo
tanto, el Verbo debe ser un creador complementario.
Jelkerá-Dios,
a través del Verbo, creó todas las cosas. Jelkerá-Dios, a través del Verbo,
creó al Híper Universo. Luego, Jelkerá-Dios, a través del Verbo emanó al
Espíritu Santo. Luego, Jelkerá-Dios, a través del Espíritu Santo, creó el Huevo
Cósmico, del que luego surgiría nuestro universo. Luego, Jelkerá-Dios, a través
del Verbo y del Espíritu Santo, emanó al Ángel del Señor. Luego, Jelkerá-Dios,
mandó al Ángel del Señor, a meterse dentro del Huevo Cósmico, para romperlo
desde adentro, y expandirlo, para crear al Universo. Luego, Jelkerá-Dios, a
través del Verbo, del Espíritu Santo, y del Ángel del Señor, emanó al Ungido
Interno de cada alma individual. Luego, Jelkerá-Dios, emanó a cada alma
individual, a través del Verbo, del Espíritu Santo, del Ángel del Señor, y del
Ungido-Interno Individual. Y cada alma individual, viene en su tiempo, puebla
el Universo en su oleada de vida correspondiente, y evoluciona espiritualmente.
Creo en
el Quinteto Divino, que se manifiesta como la Triada Interna y como la Santa
Tríada Jelkeriana. La Triada Interna está formada por el Padre-Madre-Mente, el
Verbo, y el Ungido-Interno. Y la Santa Tríada Jelkeriana, está formada por el
Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo.
Jelkerá-Dios
es el Padre-Madre-Mente, y es llamado el Padre. Cristo-Fanes es el Verbo, que
se también manifiesta como el Ángel del Señor, y como el Ungido-Interno, y a
Cristo-Fanes se le llama el Hijo. Y Madre Santa Sofía es el Espíritu Santo. El
Padre Unge, el Hijo es el Ungido, y el Espíritu Santo es la Unción.
Creo en
el Padre, en el Hijo y en el Espíritu Santo, donde el Padre es Dios por
completo, y el Hijo y el Espíritu Santo, son Dios parcialmente, pues en parte
son criaturas de Dios, y en parte son manifestaciones de Dios. Creo en la Santa
Tríada Jelkeriana.
El
Ungido-Interno, es la presencia de Jelkerá-Dios, dentro y fuera, del alma
inmortal, y el Ungido-Interno, es el Salvador del Alma. El Ungido-Interno, es
también, la presencia del Hijo y del Espíritu Santo, dentro y fuera, del alma
inmortal. Y cuando el individuo, acepta por fe, al Ungido-Interno, como al
salvador del alma, entonces, el individuo es salvo, y una vez salvo, lo es para
siempre. La salvación es por la sola fe en el Ungido-Interno, sin necesidad de
obras de bien, aunque obras de bien, ayudan mucho, claro está. La salvación de
Dios, es por la gracia, o benevolencia gratuita de Dios, a través de la fe en
Cristo, que está dentro y fuera, de cada ser.
Alabado
sea el Padre, que es Jelkerá-Dios, glorificado sea el Hijo, que es Cristo-Fanes,
y bendito sea el Espíritu Santo, que es Santa Sofía. Alabanza al Padre, al Hijo
y al Espíritu Santo. Alabanza al Padre, como ha sido en un principio, ahora, y
siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
El
Padre-Madre-Mente, emanó al Verbo, y través del Verbo, emanó al Espíritu Santo,
y a través del Espíritu Santo, emanó al Ángel del Señor, y a través del Ángel
del Señor, emanó al Ungido-Interno Individual, de cada alma en evolución. Y a
través de cada Ungido-Interno Individual, Jelkerá-Dios emanó a cada alma
individual. Sin embargo, el Quinteto Divino, se manifiesta como la Santa
Tríada, de El Padre, Jelkerá-Dios, el Hijo Cristo-Fanes, la el Espíritu Santo,
la Madre Santa Sofía. Así como el Padre, que es el Padre-Madre-Mente, también
se manifiesta como el Hijo y el Espíritu Santo, de la misma forma, El Hijo, que
es el Verbo, también se manifiesta como El Ángel del Señor, y el
Ungido-Interno.
20-El Principio del Credo Jelkeriano
Sintético.
El
Credo Jelkeriano puede resumirse en esto; “Jelkerá-Dios es amor que todo lo
llena, y verdad que todo lo supera. Jelkerá-Dios, es el ser inmanente y
trascendente. Jelkerá-Dios es Amor Inmanente, y Verdad Trascendente. Uno solo
junto a Dios es lo bueno, y todo lo demás sobra. El Ungido-Interno, es el
Salvador del Alma. Jelkerá es Dios, Fanes es el Cristo, y Sofía es el Espíritu
Santo.”
¿Y cómo
sabes que todo esto es verdad? Lo sé porque lo creo, lo creo porque lo imagino,
lo imagino porque lo intuyo, y lo intuyo por la santa voluntad de Dios. Yo creo
que la Doctrina Jelkeriana me fue inspirada por mi Cristo-Interno Individual,
como revelación personal, aunque son todas ideas que surgen de mi interior, y
lo admito. Pienso que hay un velo entre el mundo espiritual y el mundo
material, y que en el plano físico, nadie tiene la verdad absoluta. Creo que
sólo Dios tiene la verdad absoluta, y que en el mundo espiritual, tiene la
verdad, aquel a quien Dios se la devele. Pienso que existen muchos niveles de
conciencia, y que cada quien tiene la creencia que le corresponde en acuerdo a
su nivel de conciencia. Mis creencias no obligan a nadie, pues mis creencias
solo me obligan a mí. Sin embargo, aunque mi doctrina surge de una mezcla de
religiones, yo no practico una mezcla de religiones. Yo practico un solo credo,
que es la Religión Jelkeriana, y yo practico una sola doctrina, que es la
Doctrina Jelkeriana. En mi opinión, un buen creyente debe regirse por la fe en
Dios, el uso de la razón, y la práctica de la moral. Yo sugiero hacer esto
dentro de la Doctrina Jelkeriana, para crecer cada vez más, en la Conciencia de
Cristo.
21-El Principio de la Ley Espiritual.
Jelkerá-Dios es la causa
eficiente, la causa instrumental, y la causa material. Jelkerá-Dios es el
alfarero, el torno, y la vasija. Jelkerá-Dios es el creador de la Ley Espiritual
que rige al Universo. Jelkerá-Dios es el creador de la Energía Espiritual que
compone al Universo. Y Jelkerá-Dios es el creador del Universo. Jelkerá-Dios es
el Creador, es la Ley Espiritual, y es la Energía Espiritual. Jelkerá-Dios es
la Mente Original. La Ley Espiritual es el modo de comportarse de Dios, y
también es los mandatos de Dios para regir todas las cosas. Y el Pensamiento es
la Energía Espiritual, que forma parte de la Mente Original. Una parte de la
Ley Espiritual es increada y otra parte es creada. Una parte de la Energía
Espiritual es increada, y otra parte es creada. Todas las cosas están en Dios,
y Dios está en todas las cosas. Y en el fondo, Todo es Uno, y Todo es Dios.
Los
principales maestros espirituales dan enseñanzas contradictorias entre sí, y
usan argumentos razonables, para llegar a conclusiones contradictorias entre
sí, y la gente no sabe en quien creer. ¿Cuál es la fuente confiable de
conocimiento espiritual? La principal fuente de conocimiento espiritual, en
este plano, no es, lo que diga un ángel, o lo que diga un maestro espiritual, o
lo que diga un libro, o lo que diga la autoridad de un experto, o lo que diga
la autoridad de un gobernante, o lo que Dios inspire, o lo que diga la
tradición oral o escrita, o lo que diga un médium, o lo que diga la mayoría de
personas, o lo que diga la razón con argumentos relativamente claros u oscuros,
o lo que diga la experiencia percibida a través de los sentidos, o lo que diga
la intuición sin saber realmente de donde viene ese conocimiento, aunque esas
cosas pueden ser tenidas en cuenta. La
principal fuente de conocimiento espiritual, es y debe ser la experiencia
personal.
Existe
un velo entre el mundo material y el mundo espiritual, y en cuestiones de fe,
en éste plano de existencia, nadie tiene la verdad absoluta. Sin embargo, uno
aprende el nivel de verdad que le corresponde por su nivel evolutivo, por su
experiencia personal. Toda creencia, que te lleve a sentirte bien, y a obrar el
bien, primero para ti mismo, y luego para los demás, es una buena creencia, y
debes aferrarte a ella, de por vida, a menos que por tu elevación gradual de
conciencia, encuentres algo aún mejor.
Uno
aprende lo verdadero y lo útil, por ensayo, error, y acierto, y no hay mucho
más que esto. Un buen devoto, que busca el bien, debe aferrarse a la fe en
Dios, al uso de la razón, y la práctica de la moral, pues esto es lo bueno, y
lo demás, es lo malo. Dios es el Creador de todas las cosas. La razón permite
deducir una verdad, a partir de otras verdades. Lo bueno es lo constructivo, y
lo malo es lo destructivo, aunque a veces, construir es malo, y destruir es
bueno.
22-El Principio de los Tres Planos de
Existencia.
Existen tres
planos de existencia, en la inmensa creación de Jelkerá-Dios. Un plano es un
lugar en el espacio, pero también es un estado de la energía.
Jelkerá-Dios
creo el mundo espiritual, y luego creó el mundo material. El mundo espiritual,
está dividido en dos partes, que son el mundo espiritual superior, y el mundo
espiritual inferior. Al mundo espiritual superior se le llama el plano solar. Y
al mundo espiritual inferior se lo llama el plano astral. A su vez, al mundo
material, se lo llama el plano físico.
En el plano
físico, las almas condicionadas, encarnan para evolucionar espiritualmente. En
el plano astral, las almas condicionadas y en estado desencarnado, descansan
entre una encarnación y la otra. Y en el plano solar, están las almas
liberadas, gozan de la dicha eterna, junto a Jelkerá-Dios y a sus santos
ángeles, que son almas liberadas de altísimo nivel evolutivo.
El plano
solar es el cielo definitivo, donde las almas liberadas gozan de dicha eterna.
El plano astral, a su vez, está dividido en dos partes, que son el plano astral
superior, y el plano astral inferior. En el plano astral superior, están las
almas condicionadas, en el cielo pasajero donde se goza de una dicha pasajera,
entre una encarnación y la otra. En el plano astral inferior están las almas
condicionadas, en el infierno pasajero, donde se sufre de un sufrimiento pasajero,
entre una encarnación y la otra. En el plano astral, también hay una región
intermedia, donde está el purgatorio, que es el lugar de purificación para las
almas que están a punto de liberarse de la rueda de reencarnaciones,
ascendiendo al plano solar. Y en el plano astral, en su región media, también
existe un sub-plano, llamado el Mundo Mágico, que es donde viven criaturas
fantásticas, de múltiples formas y tamaños, y es también allí, donde viven los
espíritus elementales de la naturaleza, que
se encargan del cuidado de la naturaleza, pasando eventualmente, de su
plano de existencia al nuestro. Jelkerá-Dios, eventualmente, toma espíritus en
evolución, para que cumplan la tarea de espíritus elementales de la naturaleza,
y a ellos se les llama duendes. Éstos cumplen, desde distintos niveles de
conciencia, su función espiritual, por siglos, y luego, vuelven a evolucionar,
como el resto de los espíritus, en la rueda de reencarnaciones.
En el plano
físico, el alma condicionada reencarna de cuerpo en cuerpo, vida tras vida. En
el plano astral, el alma condicionada, descansa entre una reencarnación y la
siguiente. En el plano solar, las almas liberadas viven en dicha eterna, junto
a Jelkerá-Dios y a sus santos ángeles.
Los planos de
existencia, tienen distinto grado de frecuencia vibratoria, y por lo tanto,
tienen distinto grado de densidad. El plano físico es muy denso, el plano
astral es sutil, pero es menos sutil que el plano solar, y el plano solar es
muy sutil. Los tres planos de existencia se inter-penetran. Es posible, para el
alma inmaterial, pasar de un plano de existencia a otra, y mientras más libre
es el alma, más libertad tiene para hacer lo que desee.
Los Veintidós
Principios Mayores, de la Doctrina Jelkeriana, son, a saber; El Todo, Mentalismo,
Correspondencia, Vibración, Polaridad, Ritmo, Causa y Efecto, Generación, Evolución,
Reencarnación, Retribución, Verdad del Bien, Salvación, Suprema Autoridad
Individual, Libertad y Responsabilidad Individual, Invocación, Atracción y
Repulsión, Oración de Fe, Santa Tríada, Credo Jelkeriano Sintético, Ley
Espiritual, y Tres Planos de Existencia.
Quien
comprenda y acepte por fe, los estos veintidós principios mayores de la
Doctrina Jelkeriana, ya es un Maestro Iniciado en la Conciencia de Cristo, y
puede deducir la verdad, a partir de su propio pensamiento, pues a través de
del Hijo, es decir, de su propio Cristo-Interno Individual, está conectado con
el Padre, y está lleno del Espíritu Santo.
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