Los Principios Mayores de la Doctrina
Jelkeriana.
Los 22 Principios Mayores de la Doctrina
Jelkeriana.
Breve Introducción a los Veintidós Principios
Mayores.
Los Veintidós
Principios Mayores, de la Doctrina Jelkeriana, son, a saber; El Todo,
Mentalismo, Correspondencia, Vibración, Polaridad, Ritmo, Causa y Efecto,
Generación, Evolución, Reencarnación, Retribución, Verdad del Bien, Salvación,
Suprema Autoridad Individual, Libertad y Responsabilidad Individual,
Invocación, Atracción y Repulsión, Oración de Fe, Santa Tríada, Credo
Jelkeriano Sintético, Ley Espiritual, y Tres Planos de Existencia.
Vale hacer
una clasificación de Los Veintidós Principios Mayores de la Doctrina
Jelkeriana, para su mejor comprensión. Los Veintidós Principios Mayores, se
clasifican en cinco grupos de principios, a saber; El Principio Único, Los
Siete Principios Creadores, Los Cinco Principios de la Evolución, Los Cinco
Principios del Poder Espiritual, y Los Cuatro Principios del Conocimiento
Confidencial.
El Principio
Único, es el Principio del Todo, que se subdivide en 22 Principios Mayores,
incluido el Principio del Todo, propiamente dicho, para poder entenderlo mejor.
Los Siete
Principios Creadores son los Principios de; Mentalismo, Correspondencia,
Vibración, Polaridad, Ritmo, Causa y Efecto, y Generación.
Los Cinco
Principios de la Evolución de las Almas, son los Principios de; Evolución,
Reencarnación, Retribución, Verdad del Bien, y Salvación.
Los Cinco
Principios del Poder Espiritual, son los Principios de; Suprema Autoridad
Individual, Libertad y Responsabilidad Individual, Invocación, Atracción y
Repulsión, y Oración de Fe.
Y Los Cuatro
Principios del Conocimiento Confidencial, son los Principios de; Santa Tríada,
Credo Jelkeriano Sintético, Ley Espiritual, y Tres Planos de Existencia.
El Principio Único: El Principio del Todo.
1-El Principio de El Todo.
El Todo es la
unidad de toda la realidad, y es la esencia de la existencia, y de la no existencia, del ser y del no ser, de
lo real y de lo imaginario. El Todo existe, el Todo lo incluye a Todo, y el
Todo, en su aspecto esencia, lo es Todo. El Todo incluye a lo Real y a lo
Imaginario, al Todo y a la Nada, a la Existencia y a la No Existencia, al Ser y al No Ser, a
lo Superior y a lo Inferior, a lo Bueno y a lo Malo, a lo Inmanifiesto y a lo
Manifiesto, a lo Uno y a lo Múltiple, a lo No Dual, y a lo Dual, a lo Completo
y a lo Fragmentario, y realmente, el Todo lo incluye a Todo.
El Todo
existe, el todo lo incluye a todo, y el todo, en su aspecto esencia, lo es
Todo. La parte elevada del Todo es Dios, y la parte baja del Todo es el
Universo. Con muchos nombres se invoca al Uno, y yo le digo Jelkerá, que
significa El Ser. Y Jelkerá, es el Dios de Todo y de Todos. Mi Dios es el Uno,
Jelkerá-Dios, de quien provienen todas las cosas por emanación, y al cual
volverán todas las cosas en absorción. Jelkerá-Dios, es el Creador Original. En
el Principio Dios creó el Cielo y la Tierra. La Tierra estaba vacía y desierta,
y el Espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas. Y Dios dijo,
que sea hecha la Luz, y la Luz se hiso. Y luego Dios creó a todas las cosas y a
todos los seres. Bendito sea Dios.
Los Siete
Principios de la Creación: Mentalismo, Correspondencia, Vibración, Polaridad,
Ritmo, Causa y Efecto, y Generación.
2-El Principio de Mentalismo.
El Todo es
Mente, el Universo es Mental. Dios es Mente, y el Universo es un pensamiento de
Dios. El Pensamiento de Dios determina la realidad. Y el pensamiento de la
criatura, sólo influencia a la realidad, pero no la determina. Lo que el
individuo piensa, tiende a manifestarse. Dios creó al universo con su mente y
con su palabra, uniendo su voluntad macho con su imaginación hembra. Dios dijo,
“que sea hecha la Luz”, y la Luz se hizo.
3-El Principio de Correspondencia.
Como es
arriba es abajo, como es abajo es arriba. Y todo surge de los milagros del Uno.
4-El Principio de Vibración.
Nada está
inmóvil, todo se mueve, todo vibra.
5-El Principio de Polaridad.
Todo es Dual.
Todo tiene dos polos, todo su par de opuestos. Los semejantes y los antagónicos
son lo mismo. Los opuestos son idénticos en naturaleza pero diferentes en
grado. Los extremos se tocan. Todas las verdades son semi- verdades. Todas las
paradojas pueden reconciliarse.
Lo positivo
tiene algo de negativo, y lo negativo tiene algo de positivo. Lo positivo puede
transformarse en negativo, y lo negativo puede transformarse en positivo. Lo múltiple es una expresión del
Uno, y mora dentro de lo Uno, así como lo Uno mora dentro de lo múltiple. Todos
los seres son expresiones del Ser, y moran dentro del Ser, así como el Ser mora
dentro de cada ser. Hay polaridades que se atraen, y hay polaridades que se
repelen. Hay polaridades que crean, hay polaridades que conservan, y hay
polaridades que destruyen, pero todo forma parte de la Divinidad de Jelkerá,
que es El Ser.
6-El Principio de Ritmo.
Todo fluye y
refluye, todo asciende y desciende. Todo se mueve como un péndulo. La medida de
su movimiento hacia la derecha es la misma que la medida de su movimiento hacia
la izquierda. El Ritmo es la Compensación.
Una cosa es
Creada, luego es Conservada, y finalmente es Destruida, para luego volver a ser Creada, luego Conservada,
y luego Destruida, y éste ciclo se repite eternamente. Todo viene de Dios,
existe en Dios, y vuelve a Dios.
7-El Principio de Causa y Efecto.
Toda causa
tiene su efecto, todo efecto tiene su causa. Todo sucede de acuerdo a la Ley.
El azar no es más que el nombre que se le da a una Ley no conocida. Hay muchos
planos del Causa y Efecto, pero nada escapa a la Ley.
Todo lo que
sucede, sucede por una causa, incluso las cosas que suceden por azar, en donde
no se conoce la causa.
8-El Principio de Generación.
La Generación
existe por doquier. Todo tiene sus principios Masculino y Femenino. La
Generación se manifiesta en todos los Planos.
Todas las
cosas son creadas por la unión de lo masculino y de lo femenino, sin importar
como se manifiesten estos principios.
Los Cinco
Principios de la Evolución del Alma: Evolución, Reencarnación, Retribución,
Verdad del Bien, y Salvación.
9-El Principio de Evolución.
Jelkerá-Dios
es el Creador, y el Universo está lleno de criaturas. Cada criatura, es una
creación de Dios. Cada criatura es, en el fondo, una manifestación de Dios,
aunque esté sumida en el pensamiento de que es una criatura. Sin embargo, así
como el sueño tuvo un comienzo, también tendrá un final, y por lo tanto, todo lo que emanó de Dios, será
luego absorbido por Dios. Al final, todas las criaturas despertaremos del sueño
siendo Dios.
Dios creó al
universo, por medio de la involución de una pequeña parte de su energía, donde
ésta se transformó en criaturas de baja evolución. Allí, la creación fue
rápida, como la caída a un precipicio. Pero la evolución de las criaturas, es
lenta, como trepar una montaña. La evolución es de abajo hacia arriba, y no al
revés. Todos los seres estamos sometidos a una evolución ascendente, por el
poder de Dios.
Todo
evoluciona, de abajo hacia arriba, y no al revés. Aunque a veces, las cosas
parezcan atrasarse, todo avanza hacia adelante. El cambio es la única constante
de la vida. Espiritualmente, todo avanza, aunque a veces, parezca retroceder.
10-El Principio de Reencarnación.
Toda
criatura, tiene un alma inmortal, que emanó de Jelkerá-Dios, y que volverá a
Jelkerá-Dios, en absorción. El proceso evolutivo del alma, empieza en un bajo
nivel de conciencia, y luego, a través de muchas experiencias y de muchas
reencarnaciones, el alma inmortal va elevando su conciencia.
El alma
cambia de cuerpo, como el cuerpo cambia de ropa, y cuando un cuerpo se pone
viejo, el alma pasa al mundo espiritual, que está más allá del mundo material,
y descansa allí por un tiempo, hasta que reencarna. El alma nunca muere. El
cuerpo muere, el alma desencarna. No hay muerte para los que creen en la vida eterna.
Existen
básicamente, cinco niveles de conciencia, que son el nivel de conciencia
mineral, el nivel de conciencia vegetal, el nivel de conciencia animal, el
nivel de conciencia humano, y el nivel de conciencia angélico.
El alma
evoluciona de un nivel de conciencia a otro, hasta que acepta la salvación por
medio de la comprensión de que Jelkerá-Dios está dentro y fuera de cada ser, y
que por lo tanto, Jelkerá-Dios está dentro y fuera de la propia alma. Cuando se
llega por fe, a la aceptación de que Dios está dentro y fuera de uno mismo, el alma logra la liberación
sobre la rueda de reencarnaciones.
La salvación
de Dios siempre está presente, pero ésta solo se hace efectiva al aceptarla. Y
una vez salvo, siempre salvo.
Todo
reencarna, de una forma u otra, y así, el alma inmortal de la criatura de Dios,
va evolucionando y avanzando espiritualmente, hasta que un día, encuentra a
Dios en su interior, y la rueda de reencarnaciones termina. Así, el alma
condicionada se convierte en alma liberada, y alcanza la dicha eterna, con Dios y con sus santos ángeles.
11-El Principio de Retribución.
Debemos
aprender que lo constructivo es bueno, y que lo destructivo es malo, y la mejor
forma de hacerlo, es por experiencia propia. A cada ser, se le devolverá, lo
que le hiso a otros seres. Si el individuo hiso el bien, se le devolverá el
bien, y si el individuo hiso el mal, se le devolverá el mal. Por eso, es sabio,
tratar a los demás como nos gustaría que nos traten a nosotros.
Lo justo es
que cada quien tenga lo que se merece, por sus acciones, pero también es justo,
que cada quien tenga lo que necesita para su evolución espiritual. Dios regula
todas las leyes con misericordia, porque tiene sabiduría.
Debemos
tratar a los demás, como nos gustaría que nos traten a nosotros, y no debemos
permitir que los demás nos traten de forma inadecuada, pues al hacerlo, nos
haríamos copartícipes de su pecado. Dios quiere tener hijos buenos e
inteligentes, y no unos tontos que se dejan maltratar.
El ser humano
debe matar a otros seres, para poder vivir, y tiene derecho a ser agresivo, para defenderse de las
agresiones. Hay que juzgar con juicio
justo, y no según las apariencias, hay que juzgar en base a hechos, y no
en base a lo que parece que sucedió. Hay que condenar lo condenable, y hay que
beneficiar lo loable. Sin embargo, quien perdona, será perdonado. Aun así, Dios puede perdonar pecados, cuando se tiene
fe en él. Deja de obrar el mal, y obra el bien, pide perdón a Dios, y serás
perdonado. Sé lo más virtuoso que puedas, y evita lo más posible, al pecado.
Dios está por encima de la Ley Espiritual, justamente porque Dios es la Fuente
de la Ley Espiritual.
Las buenas
obras producen una recompensa que será cobrada, y las malas obras producen un
castigo que también será cobrado. El buen karma
acumulado es bueno, y el mal karma acumulado es malo. Sin embargo el
objetivo fundamental de la retribución, no es la retribución en sí, sino que es
el aprendizaje.
Cada ser,
recibe del universo, lo que le ha dado al universo, y todas las acciones tienen
consecuencias. Se aprende por experiencia propia, y por eso, quien da el bien,
recibirá el bien, y quien da el mal, recibirá el mal. Sin embargo, el objetivo
de la ley de retribución, no es recompensar o castigar, sino que el objetivo de
la Ley Espiritual, es enseñar.
12-El Principio de la Verdad del Bien.
Para
Jelkerá-Dios, todo lo que él hiso, es bueno, incluyendo a la dualidad de bien y
mal, que está en toda la creación. La verdad del bien, es que para Dios, en el
fondo, todo es bueno.
Dios compensa
su maldad finita, con su bondad infinita, y luego de que Dios hace pasar al
alma por la rueda de reencarnaciones, Dios le concede al alma la dicha eterna,
y la absorción final en Dios. Por eso, para Dios, en el fondo, todo lo que él
hace es bueno, pues beneficia al alma en su evolución. El bien es la verdad,
porque Dios es el Bien Supremo, y porque Dios es la Verdad, más allá, de este
mundo de Ilusión.
Para
Jelkerá-Dios, todo lo que él hiso, es bueno, incluyendo a la dualidad de bien y
mal, que está en toda la creación. La verdad del bien, es que para Dios, en el
fondo, todo es bueno. Dios nos ama, porque somos parte de su ser, aunque él
privilegia nuestra evolución espiritual, por encima de nuestro bienestar material.
13-El Principio de Salvación.
La salvación
del alma sobre la rueda de reencarnaciones, y sobre el consecuente sufrimiento que eso provoca, a
través de la enfermedad, la vejez, la muerte, el dolor físico, y los deseos
insatisfechos, consiste en aceptar por fe, que Dios está dentro y fuera de uno
mismo. La salvación es por la sola fe en el Dios Interior, sin necesidad de
obras de bien, aunque obras de bien benefician
la evolución del alma, y obras de mal ponen obstáculos a la evolución
del alma. Del laberinto de causas y
efectos, solo se escapa por arriba. La salvación es por la benevolencia
gratuita de Dios, que llega al alma por la sola fe, sin necesidad de obras.
Sin embargo,
también es verdad, que una persona de fe, si tiene la oportunidad de hacer obras de bien y de
evitar obras de mal, lo hará, pues la
fe verdadera, se expresa en obras de bien. En todo caso, Jelkerá-Dios,
ve y valora el corazón, más allá de las obras concretas. Lo esencial es
invisible a los ojos. La salvación de Dios siempre está presente, pero sólo se
hace efectiva al aceptarla.
Todo resto de
buen karma, el alma lo usará para ayudar en su glorificación divina, cuando
llegue el momento. Y todo resto, de mal karma, será purificado por el fuego,
con dolor y sufrimiento, o sin dolor ni sufrimiento, según sea la voluntad de
Dios, en la etapa de purificación del alma, en el momento previo a la ascensión
espiritual.
Obras de
bien, benefician la evolución del alma, y obras de mal perjudican la evolución
del alma. Además, se puede obtener el perdón de los pecados, por la fe en Dios,
que está dentro y fuera, de uno mismo.
Sin embargo,
Jelkerá-Dios ama al espíritu de la ley, y menosprecia la letra de la ley, y no todo el que diga que tiene fe,
será salvo, sino que sólo será salvo, aquel que de verdad, tenga fe en su
interior. Dios no es un principio mecánico que actúa sin pensar, sino que Dios
es un ser inteligente. En Jelkerá-Dios, está el aspecto ser, que es
inteligente, y el aspecto ley, que es una ley mecánica.
Algunas
cosas, Dios las hace pensando en que hacer, y otras cosas, Dios las hace casi
sin pensar. Nadie puede engañar a Dios, aplicando la ley de manera mecánica.
Por lo tanto, nadie que se aproveche de ser un alma liberada, para obrar el
mal, contra sí mismo o contra otros, quedará sin castigo, y aunque será salva,
si su fe fuese autentica, aun así, será castigada en el mundo espiritual, y
Jelkerá-Dios, atrasará su liberación, y le imprimirá más sufrimiento. Como en
todo, existen casos particulares, que Jelkerá-Dios sabe juzgar, con
misericordia y con sabiduría, pero no hay que aprovecharse de ser salvo, para
hacer el mal. La salvación del alma, y la liberación del espíritu, son cosas
buenas, pero hay cosas peores que la perdición del alma. Una vez salvo siempre
salvo, pero debemos obrar el bien, y no el mal. Somos salvos para ser libres,
virtuosos, y buenos, y no para ser más esclavos del pecado, más viciosos, y más
malvados, que antes de ser salvos. La voluntad de Jelkerá-Dios es la Vida, la
Sabiduría, y el Bien, y nosotros debemos hacer lo posible para cumplirla. Somos
almas espirituales en evolución, en unión eterna con Dios, y al servicio eterno de Dios, y cuanto antes lo
aceptemos, será mejor para nosotros.
Todo está en
Dios, Dios está en Todo, y en el fondo, Todo es Uno, y Todo es Dios. Dios es la
Mente Original, y el Universo es un Pensamiento creado por Dios, dentro de la
Mente de Dios. Dios es lo único real, y todo lo demás, es una ilusión, y aunque
aparente ser real, no lo es. Sin embargo, como Dios es infinito, lo real y lo ilusorio, ambas cosas
forman parte de su ser, y forman parte
del camino de la vida. Quien acepta esto por fe, ya es un alma liberada, que
está completamente salvada de la rueda de reencarnaciones, y todo esto es así, por la benevolencia gratuita de
Dios.
Todo está en
Dios, Dios está en todo, y en el fondo, todo es uno y todo es Dios. Dios es la Mente Original, y el
Universo es un Pensamiento de Dios. A su vez, Dios y su energía, son uno, y hay
que honrar ambos aspectos de Dios.
Quien acepta
esto por fe, ya es un alma salvada, pero será aún más libre, si se acepta a sí
mismo, como un espíritu libre.
El
Cristo-Interno es la Presencia de Dios dentro del alma individual, manifestado
como el Hijo de Dios. El Cristo-Interno, es el Salvador del Alma. El alma
individual, se libera de la rueda de reencarnaciones, cuando acepta la
salvación de su Cristo-Interno Individual, que es la Presencia del Hijo
Primogénito de Dios, dentro de uno mismo.
Todos somos
pecadores, pues como mínimo, nos vemos forzados a matar a otros seres vivos,
vegetales o animales, para poder vivir, y si no lo hiciésemos, cometeríamos un
pecado peor, que es matarnos a nosotros mismos por inanición. Por eso, de éste
laberinto solo se puede salir por arriba, por la benevolencia gratuita de
Jelkerá-Dios, que viene por la sola fe en el Ungido- Interno.
La salvación
del alma sobre la rueda de reencarnaciones, y sobre el consecuente sufrimiento que eso provoca, a
través de la enfermedad, la vejez, la muerte, el dolor físico, y los deseos
insatisfechos, consiste en aceptar por fe, que Dios está dentro y fuera de uno
mismo. La salvación es por la sola fe en el Cristo-Interno, sin necesidad de
obras de bien, aunque obras de bien
benefician la evolución del alma, y obras de mal ponen obstáculos a
la evolución del alma. Del laberinto de
causas y efectos, solo se escapa por
arriba. La salvación es por la benevolencia gratuita de Dios, que llega
al alma por la sola fe en el Cristo-Interno, sin necesidad de obras. Y una vez
salvo, siempre salvo.
Sin embargo,
sin importar cuantas reencarnaciones pasen, todos los seres serán salvos en
algún momento, pues lograrán la madurez necesaria para ser salvos, en este
mundo, o en otro mundo. Por eso, para Jelkerá-Dios, todos los seres son salvos.
La bondad de
Jelkerá-Dios es Infinita y Eterna, mientras que la maldad de Jelkerá-Dios, es
Finita y Pasajera. Para Jelkerá-Dios, todo lo que él hace es bueno, aunque
nuestra mente finita, no pueda entender del todo, a la mente infinita. No hay
nada que sea tan bueno, que no tenga algo de malo, y no hay nada que sea tan
malo, que no tenga algo de bueno. Jelkerá-Dios, es el que nos creó el problema,
también es, el que nos creó la solución. La salvación en semilla, la tenemos
ahora, por el amor del Cristo-Interno, y la salvación en fruto, la tendremos
luego de que la semilla muera, cuando en nuestra alma inmortal, estemos en el
Cielo, como árboles llenos de gloria, junto a Jelkerá-Dios, y a sus santos
ángeles, en dicha eterna.
Jelkerá-Dios,
ve y valora lo que está oculto en el corazón, y es posible que almas sin
conciencia del Cristo-Interno, sean liberadas de la reencarnación, por la
voluntad de Jelkerá-Dios. Jelkerá-Dios, hace lo que quiere, pues es el Ser
Supremo, y sus designios, son misteriosos. Jelkerá-Dios, humilla a los soberbios, y enaltece a los humildes, quita a
reyes de sus tronos, y saca ungidos de
las piedras. Jelkerá-Dios, misericordia quiere, y no sacrificios.
Jelkerá-Dios
es amor, pero también es fuego consumidor. Jelkerá-Dios, complementa su virtud
de misericordia, y su virtud de justicia, porque tiene la enorme virtud de
sabiduría. La iniciación en la Conciencia de Cristo, es un renacer espiritual,
pues el devoto renace de arriba, del Espíritu de Dios. El camino espiritual de
la Conciencia de Cristo, es el mejor camino de salvación del alma, y el más rápido de liberación del
espíritu, pero no es el único camino de salvación y liberación. Hay muchos
caminos que llevan a la cima de una montaña, y no solo un camino. Cada quien
debe encontrar su propio camino, y debe ser maestro de sí mismo. Finalmente,
por la voluntad de Dios, todos los caminos conducen a Dios. Sin embargo, el
Cristo-Interno Individual, es el mejor
camino hacia Jelkerá-Dios.
En esto
Jelkerá-Dios, ha demostrado su amor para con nosotros, en que nos ha dado un
Cristo-Interno, de amor incondicional, para que nos acompañe, para toda la
eternidad, sin importar en que plano de existencia nos encontremos. No tengas a
otros dioses fuera de tu Cristo-Interno, tu Cristo- Interno, es y debe ser, tu
único Dios. Alabanza a Jelkerá-Dios, y paz a todos los seres. Amén.
Los Cinco
Principios del Poder Espiritual: Suprema Autoridad Individual, Libertad y
Responsabilidad Individual, Invocación, Atracción y Repulsión, y Oración de Fe.
14-El Principio de Suprema Autoridad
Individual.
Así como
Jelkerá-Dios es la Autoridad Suprema, en sí mismo, y en todo el Universo, de la misma forma, cada
individuo, es la Autoridad Suprema en su propio ser y mundo, pues cada
individuo, tiene a Jelkerá-Dios en su interior.
La oración de
fe, de un individuo, tiene una fuerte influencia, sobre su propio ser y mundo,
y no la oración de fe, de otros individuos. A su vez, la oración de fe, de un
individuo, sobre otros individuos, puede influenciar, el ser y mundo, de otros
individuos, pero lo hará de una forma débil. Sin embargo, el hombre propone,
pero Dios dispone.
Cada quien,
debe tomar sus propias decisiones, y cada quien, debe hacer su propio esfuerzo,
para aprender y para evolucionar. Así como cada quien, debe comer por sí mismo,
de la misma forma, cada quien, debe aprender por sí mismo, y debe evolucionar
por sí mismo. Los ángeles de Dios, pueden apoyarnos, en nuestro proceso, de aprendizaje
y de evolución, pero es el individuo, el que debe hacer, su propio esfuerzo por
avanzar. Cada quien debe salvarse a sí mismo, aceptando a Dios en su interior,
pues nadie puede salvar, a quien no quiere salvarse a sí mismo. Dios apoyará en
su proceso evolutivo, al individuo que lo invoca, pero Dios quiere, que cada
individuo, haga su parte del trabajo, para que luego, Dios haga, su propia
parte del trabajo. Todo el que invoque el nombre del Señor, será salvo, pero
Dios sólo ayudará, a quien se ayude a sí mismo.
En lo
espiritual, cada individuo, es la suprema autoridad individual, de su propio ser
y mundo. Sin embargo, por más que el individuo tenga una esencia divina, y por
más que el individuo, a nivel espiritual, tenga algo de autoridad, sólo Jelkerá
es Dios. Jelkerá, da todas las cosas, y Jelkerá, quita todas las cosas, bendito
sea el nombre de Jelkerá.
15-El Principio de Libertad y Responsabilidad
Individual.
Por la Ley
Espiritual, todo individuo es libre de hacer lo que quiera, y es responsable de
todas sus acciones voluntarias. Todo individuo tiene libertad de elegir, qué
camino tomar. En el tiempo eterno de Dios, si el alma elige el camino del bien,
le irá bien, pero si elige el camino del mal, le irá mal. De Jelkerá-Dios
proviene el bien y el mal, y él nos da a elegir, entre la senda del bien y la
senda del mal, que él mismo pone ante nosotros. Sólo en el bien hay dicha
eterna.
El Señor
Dios, nos ha dado libre albedrío, y aunque el libre albedrío puede romperse, al
final, el individuo termina haciendo lo que realmente desea, sin importar
cuántas vidas pasen, pues esa es la voluntad de Dios. Todas las personas, nacen
con el derecho a la libertad, y será bendito el que respete esto, y será
maldito el que no respete esto.
Todas las
personas, tienen derecho a la libertad de elección, todas las personas son
iguales en dignidad, ante Dios y ante la ley, y todas las personas, son hijas
del mismo dios, y hermanas entre sí. Libertad, Igualdad, y Fraternidad. Luego,
cada persona, puede ganar más derechos, por acción del mérito ganado, y así, se
puede ir ascendiendo, en la escala evolutiva, pero en principio, todos somos
hijos de Dios.
16-El Principio de Invocación.
Si Todo es
Uno, entonces, en el fondo, cada uno de los seres, es el Dios Uno, y por lo
tanto, cada uno de los seres, tiene una gran autoridad espiritual. Así como el
Dios Uno es la máxima autoridad espiritual en su ser y en el universo, de la
misma forma, cada individuo es la máxima autoridad espiritual, en su propio ser
y mundo, aunque en grado menor al Dios Uno.
A nivel
espiritual, lo bueno es verdadero, y por eso, lo que tú llamas, viene a ti, y
lo que tú expulsas, se aleja de ti, y lo que tú pides, te es concedido, de
alguna forma, en el tiempo eterno de Dios.
Además, lo
que el individuo piensa, se le manifiesta, pues la mente influencia a la
realidad. Por lo tanto; si llamas a algo, entonces lo atraes; si despides
a algo, entonces, eso se retira; y si
expulsas a algo, entonces a eso lo repeles.
La llamada
obliga la respuesta, sin importar si la entidad espiritual que ha sido
invocada, es real o imaginaria, pues al final, todas las entidades pueden ser
reales, ya que la Ley Espiritual, puede enviar a la entidad requerida, o puede
enviar a una entidad parecida a la requerida, que cumpla una función semejante.
A nivel
espiritual, la voluntad de la mente del individuo, tiene poder, en su propio
ser y mundo, y por eso, la llamada obliga la respuesta. El que pide, recibe, el
que busca encuentra, y el que llama es respondido.
En todo
llamado, el invocador debe seguir el protocolo de invocación, que consiste en
tres partes, que son primero el llamado respetuoso, segundo el pedido
respetuoso, y tercero la despedida respetuosa y agradecida. Los espíritus, sean
buenos o malos, siguen reglas, y si uno quiere ser protegido por la Ley
Espiritual, debe seguir esas reglas.
El individuo
que hace el llamado, recibe una respuesta, en acuerdo al nivel de conciencia
que tenga, sin importar si la respuesta es verdadera o falsa, buena o mala. La
Ley Espiritual solo permite respuestas en acuerdo al nivel de conciencia del
que hace el llamado, y eso, para Dios, es bueno.
Y para que un
llamado o una expulsión, dé el mayor resultado, debe ser hecha por la persona
involucrada, pues por la voluntad de Dios, todo individuo tiene derecho a
elegir, que hacer. La oración de fe, da más resultado si la hace el propio
individuo que tiene la necesidad.
La llamada
obliga la respuesta, espíritus reales o imaginarios, todos son reales, y los
podemos atraer, en acuerdo a nuestro nivel de conciencia. Cada individuo, tiene
el poder latente, de abrir portales y de cerrar portales, entre los distintos
planos de existencia. El llamado obliga la venida. La despedida produce la
retirada. La expulsión obliga la salida.
17-El Principio de Atracción y de Repulsión.
Lo semejante
atrae a lo semejante. Lo diferente repele a lo diferente. Cuando el discípulo
está preparado, el maestro llega.
18-El Principio de la Oración de Fe.
La oración a
Dios sirve para alabar a Dios, pedir a Dios, y agradecer a Dios. La oración a
Dios, hecha con fe en Dios, agrada a Dios. Sin embargo, en la oración de fe, hay que considerar la regla de
la triple llave, que dice así;
Yo sugiero
que practiques la Regla de la Triple Llave Maestra, que resuelve muchos
problemas, no todos, lamentablemente, pero sí algunos, afortunadamente. La
Triple Llave Maestra, consiste en Orar, Pensar, y Actuar. Ora a Dios con la fe
de que te escucha, y que te cumplirá lo que le pides, si eso encaja con su desconocida voluntad, pero
que en todo caso, él te ilumina por el solo hecho de elevar tu pensamiento a
él, independientemente, de que te
cumpla o de que no te cumpla. Piensa estratégicamente, que posición tienes en
la vida, a qué posición quieres llegar, y que tienes que hacer para
lograrlo. Y trabaja con paciencia y con
insistencia, hasta lograr tus objetivos. Por este triple medio de orar pensar y
actuar, lograrás algo, aunque no lograrás todo.
Cuando puedas
hacer una de las tres cosas, ya sea, orar, pensar, o actuar, has una, cuando
puedas hacer dos cosas, has dos, y cuando puedas hacer las tres cosas, has las
tres cosas. Cualquiera de las tres cosas, bien hechas, es mejor que nada. La
Triple Llave Maestra no abre todas las puertas, pero puede abrir algunas, si
esa es la santa voluntad de Dios.
Si oras al
Padre, en el nombre del Hijo, entonces estás lleno del Espíritu Santo, y serás
bendecido por Dios, aunque esa bendición es más espiritual que material. Pero
primero, debes entender que en realidad, el Hijo es tu Ungido- Interno
individual, quien es el verdadero salvador del alma. Por eso, un verdadero
jelkeriano, es un verdadero cristiano interno, pues honra al Cristo- Interno,
quien es el salvador del alma.
Los Cuatro
Principios del Conocimiento Confidencial: Santa Tríada, Credo Jelkeriano
Sintético, Ley Espiritual, y Tres Planos de Existencia.
19-El Principio de la Santa Tríada.
La primera
creación de Dios, debe ser muy parecida a Dios, pues está muy cerca de él. A
ésa primera creación de Dios, la llamo El Verbo. La palabra Verbo significa
Palabra, Acción, Expresión, Pensamiento, y Razón.
Por ser muy
parecido a Dios Padre-Madre-Mente, el Verbo debe encargarse de la función
creadora, ya que Dios Padre-Madre-Mente, es el Creador Original, y por lo
tanto, el Verbo debe ser un creador complementario.
Jelkerá-Dios,
a través del Verbo, creó todas las cosas. Jelkerá-Dios, a través del Verbo, creó al Híper Universo. Luego,
Jelkerá-Dios, a través del Verbo emanó al Espíritu Santo. Luego, Jelkerá-Dios,
a través del Espíritu Santo, creó el
Huevo Cósmico, del que luego surgiría nuestro universo. Luego, Jelkerá- Dios, a través del Verbo y del Espíritu
Santo, emanó al Ángel del Señor. Luego, Jelkerá-Dios, mandó al Ángel del Señor,
a meterse dentro del Huevo Cósmico, para romperlo desde adentro, y expandirlo,
para crear al Universo. Luego, Jelkerá-Dios, a través del Verbo, del Espíritu
Santo, y del Ángel del Señor, emanó al Ungido Interno de cada alma individual.
Luego, Jelkerá-Dios, emanó a cada alma
individual, a través del Verbo, del Espíritu Santo, del Ángel del Señor, y del
Ungido-Interno Individual. Y cada alma individual, viene en su tiempo, puebla
el Universo en su oleada de vida correspondiente, y evoluciona espiritualmente.
Creo en el
Quinteto Divino, que se manifiesta como la Triada Interna y como la Santa
Tríada Jelkeriana. La Triada Interna está formada por el Padre-Madre- Mente, el
Verbo, y el Ungido-Interno. Y la Santa Tríada Jelkeriana, está formada por el Padre, el Hijo, y el Espíritu
Santo.
Jelkerá-Dios
es el Padre-Madre-Mente, y es llamado el Padre. Cristo-Fanes es el Verbo, que
también se manifiesta como el Ángel del Señor, y como el Ungido-Interno, y a
Cristo-Fanes se le llama el Hijo. Y Madre Santa Sofía es el Espíritu Santo. El
Padre Unge, el Hijo es el Ungido, y el Espíritu Santo es la Unción.
Creo en el
Padre, en el Hijo y en el Espíritu Santo, donde el Padre es Dios por completo,
y el Hijo y el Espíritu Santo, son Dios parcialmente, pues en parte son
criaturas de Dios, y en parte son manifestaciones de Dios. Creo en la Santa
Tríada Jelkeriana.
El Ungido-Interno, es la presencia de
Jelkerá-Dios, dentro y fuera, del alma inmortal, y el Ungido-Interno, es el
Salvador del Alma. El Ungido-Interno, es también, la presencia del Hijo y del
Espíritu Santo, dentro y fuera, del alma inmortal. Y cuando el individuo,
acepta por fe, al Ungido-Interno, como al salvador del alma, entonces, el
individuo es salvo, y una vez salvo, lo es para siempre. La salvación es por la
sola fe en el Ungido-Interno, sin necesidad de obras de bien, aunque obras de
bien, ayudan mucho, claro está. La salvación de Dios, es por la gracia, o
benevolencia gratuita de Dios, a través de la fe en Cristo, que está dentro y
fuera, de cada ser.
Alabado sea
el Padre, que es Jelkerá-Dios, glorificado sea el Hijo, que es Cristo-Fanes, y
bendito sea el Espíritu Santo, que es Santa Sofía. Alabanza al Padre, al Hijo y
al Espíritu Santo. Alabanza al Padre, como ha sido en un principio, ahora, y
siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
El
Padre-Madre-Mente, emanó al Verbo, y a través del Verbo, emanó al Espíritu
Santo, y a través del Espíritu Santo, emanó al Ángel del Señor, y a través del
Ángel del Señor, emanó al Ungido-Interno Individual, de cada alma en evolución.
Y a través de cada Ungido-Interno Individual, Jelkerá-Dios emanó a cada alma
individual. Sin embargo, el Quinteto Divino, se manifiesta como la Santa
Tríada, de, El Padre, Jelkerá-Dios, el Hijo, Cristo-Fanes, y el Espíritu Santo,
la Madre Santa Sofía. Así como el Padre, que es el Padre-Madre-Mente, también
se manifiesta como el Hijo y como el Espíritu Santo, de la misma forma, El Hijo, que es el Verbo, también se manifiesta
como El Ángel del Señor, y como el
Ungido-Interno.
20-El Principio del Credo Jelkeriano
Sintético.
El Credo
Jelkeriano puede resumirse en esto; “Jelkerá-Dios es amor que todo lo llena, y
verdad que todo lo supera. Jelkerá-Dios, es el ser inmanente y trascendente. Jelkerá-Dios
es Amor Inmanente y Realidad Trascendente. Uno solo junto a Dios es lo bueno, y
todo lo demás sobra. El Ungido-Interno, es el Salvador del Alma. Jelkerá es
Dios, Fanes es el Cristo, y Sofía es el Espíritu Santo.”
¿Y cómo sabes
que todo esto es verdad? Lo sé porque lo creo, lo creo porque lo imagino, lo imagino porque lo intuyo, y
lo intuyo por la santa voluntad de Dios. Yo creo que la Doctrina Jelkeriana me
fue inspirada por mi Cristo-Interno Individual, como revelación personal,
aunque son todas ideas que surgen de mi interior, y lo admito. Pienso que hay
un velo entre el mundo espiritual y el mundo material, y que en el plano
físico, nadie tiene la verdad absoluta. Creo que sólo Dios tiene la verdad
absoluta, y que en el mundo espiritual, tiene la verdad, aquel a quien Dios se
la revele. Pienso que existen muchos niveles de conciencia, y que cada quien
tiene la creencia que le corresponde en acuerdo a su nivel de conciencia. Mis
creencias no obligan a nadie, pues mis creencias solo me obligan a mí. Sin embargo, aunque mi
doctrina surge de una mezcla de
religiones, yo no practico una mezcla de religiones. Yo practico un solo credo,
que es la Religión Jelkeriana, y yo practico una sola doctrina, que es la
Doctrina Jelkeriana. En mi opinión, un buen creyente debe regirse por la fe en
Dios, el uso de la razón, y la práctica de la moral. Yo sugiero hacer esto
dentro de la Doctrina Jelkeriana, para crecer cada vez más, en la Conciencia de
Cristo.
Como resumen,
lo dicho hasta aquí, es válido, pero es mucho más completo, dar la totalidad
del Credo Jelkeriano.
Éste es el
Credo Jelkeriano.
1-Creo en
Jelkerá-Dios, que es el Ser Supremo Todopoderoso, y que es el Creador del
Universo, del Mar, del Cielo, y de la Tierra. Creo en Jelkerá, mi Dios, que es
el Dios de Todo y de Todos. Creo en Jelkerá, El Ser, quien está dentro y fuera,
de todas las cosas.
2-Creo en
Cristo-Fanes, su hijo mayor, hermano mayor de todos los seres, que es el Verbo,
el Ungido-Interno, y el Ángel del Señor.
3-Creo en el
Espíritu Santo, que es Madre Santa Sofía, hija de Jelkerá-Dios, madre de
Cristo-Fanes, y madre de todos los seres.
4-Creo que el
Padre-Madre-Mente, emanó al Verbo, para crear al Híper- Universo. Creo que el
Padre-Madre-Mente, emanó al Espíritu Santo, a través del Verbo, para crear el
Huevo Cósmico. Creo que el Padre-Madre-Mente
emanó al Ángel del Señor a través del Verbo y del Espíritu Santo, para
romper el Huevo Cósmico y crear al Universo. Creo que el Padre-Madre-Mente
emanó al Ungido-Interno de cada alma individual, a través del Verbo, del
Espíritu Santo, y del Ángel del Señor, para así emanar a cada alma individual,
en su tiempo, para que así empiece el trayecto evolutivo de cada alma. Creo en
el Quinteto Divino, y creo en la Tríada Divina, pues el Verbo se manifiesta
como el Verbo, el Ángel del Señor y el
Ungido-Interno Individual, y a su vez el Padre-Madre-Mente, se manifiesta como
el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo.
5-Creo que el
Padre-Madre-Mente, crea todas las cosas a través del Verbo, y que salva a cada
alma individual, a través del Ungido-Interno, y por lo tanto, yo creo en la
Tríada Interna.
6-Creo en la
Doctrina Jelkeriana, que adora a Jelkerá-Dios, quien es El Todo. A su vez, en
El Todo hay un aspecto Creador, que es el Padre-Madre-Mente, y un aspecto
Creado, que es el Universo. La Mente Original es la Causa Eficiente, que dirige
la Creación. La Ley Espiritual es la Causa Instrumental o el Instrumento
Creador. Y el Pensamiento es la Energía
Espiritual, siendo la Causa Material, o
la materia prima con la que todo fue creado. La Ley Espiritual, es el modo de ser de
Jelkerá-Dios, y es inmutable, porque forma parte de Jelkerá-Dios, quien es
inmutable. La Ley Espiritual también es los mandatos de Jelkerá-Dios, que sólo
Jelkerá-Dios puede cambiar. Creo que
existe el destino, pues Jelkerá-Dios lo sabe todo incluso antes de que
suceda, pero también creo que Jelkerá-Dios le dio libertad de elección de
cada individuo. Creo que Jelkerá-Dios
puede cambiar el destino, si él ve que
hacemos lo que él quiere, y si lo satisfacemos. Creo que alabar a
Jelkerá-Dios es bueno, y que eso le
agrada mucho, y creo que él se congracia con aquellos que lo alaban. Creo que
el Todo es Uno, que el Todo lo incluye a Todo, y que el Todo, en su Aspecto
Esencia, lo es Todo. Creo que el Todo es la Esencia del Ser y del No Ser, de la Existencia y de la
No Existencia, así como es el conjunto
de cada cosa que existe y que no existe, y así como es cada cosa individual. Yo
creo que cada cosa está en Dios, que Dios está en cada cosa, y que en el fondo,
todo es uno y todo es Dios. Yo creo en la religión del Dios Todo. Yo creo que hay que dar al espíritu lo
que es del espíritu, y que hay que dar a la materia lo que es de la materia.
Creo que los espíritus no se materializan. Creo que la ascensión es del alma, y
no del cuerpo. Creo que cuando el cuerpo muere, el alma desencarna, y vuelve a
Dios, para ser juzgada por Dios, y que
él decide su destino, pero el cuerpo
queda en la tierra. El espíritu vuelve
a Dios, pues él fue quien lo dio, y el cuerpo vuelve a la tierra, pues la
tierra fue quien lo dio.
7-Creo en la
Santa Tríada, donde el Padre es totalmente Dios, mientras que el Hijo y el
Espíritu Santo, son parcialmente Dios. Creo que el Hijo y el Espíritu Santo,
son, en parte, manifestaciones de Dios, y en parte, criaturas de Dios.
8-Creo en los
Santos Ángeles y en las Almas Liberadas, que son criaturas de Dios.
9-Creo que
todo está en Dios y que Dios está en todo, y creo que en el fondo, todo es uno
y todo es Dios.
10-Creo en el
alma inmortal de toda criatura de Dios, y creo que el alma está en un proceso
de evolución espiritual, a través de la reencarnación sucesiva.
11-Creo que
el alma inmortal se libera de la reencarnación en el mundo material, a través
del conocimiento unitivo, que consiste en que el alma, acepte por fe, que Dios está dentro y fuera
de uno mismo, a través de la propia
chispa divina interior que es el Ungido-Interno, salvador del alma. Luego de la última reencarnación, el alma
liberada asciende al cielo, con Dios y con sus ángeles, en dicha eterna, y
allí, continúa su evolución espiritual, en mejores condiciones.
12-Creo en el
plano físico, que es el mundo material, y creo en el mundo espiritual, en donde
están, el plano astral y el plano solar. El plano astral es un lugar o estado,
en donde las almas están entre una reencarnación y la otra, y el plano solar es
un lugar de felicidad perpetua.
13-Creo en el
Cielo, en la Tierra, en el Purgatorio, y en el Infierno. El Cielo Definitivo
está en el Plano Solar, y es un lugar de dicha eterna. El Cielo Pasajero es un
lugar de dicha pasajera en el Plano Astral, en donde están las almas buenas
entre una encarnación y la otra. El Infierno es un lugar de tormento pasajero
en el Plano Astral en donde están las almas malvadas entre una encarnación y la
otra. El Purgatorio, es un lugar de purificación, a través del dolor, o a
través del servicio divino sin dolor, en el Plano Astral, para las almas que
están a punto de lograr su ascensión espiritual.
14-Creo que Dios
es uno y muchos en simultáneo, y que debe ser adorado en su unidad y en su
diversidad, en espíritu y en verdad, ahora y siempre.
15-Creo que
Jelkerá-Dios creó al universo con su mente y con su palabra. El pensamiento es
el elemento primordial que procede de la Mente Original, con el que Dios creó todas las cosas. El
pensamiento es la energía espiritual con la que Dios gobierna al universo
entero.
16-Creo que
Jelkerá-Dios es omnipotente, omnipresente, y omnisciente, y creo que Dios está
lleno de amor, sabiduría, y poder.
17-Creo que
Jelkerá-Dios, es amor, pero que también, es fuego consumidor. Creo que Jelkerá-Dios
es amor inmanente y realidad trascendente. Creo que Jelkerá-Dios es amor que
todo lo llena y verdad que todo lo supera.
18-Creo que
Jelkerá-Dios en el fondo es bueno, y que él nos ama, porque formamos parte de
su ser. Creo que Jelkerá-Dios creó al universo con la dualidad de bien y mal,
porque por su esencia interna, él es un creador dual.
19-Creo en el
Quinteto Divino, formado por el Padre-Madre-Mente, el Verbo, el Ungido-Interno,
el Ángel del Señor, y el Espíritu Santo. Y Creo en la Santa Tríada Divina,
formada por el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo.
20-Creo que
cada individuo es libre de hacer lo que quiera, y que es responsable por todas
sus acciones voluntarias.
21-Creo en la
salvación por la sola fe en el Ungido-Interno, y creo que obrar el bien hace
bien a la evolución del alma, y que obrar el mal hace mal a la evolución del
alma. Creo que la Ley Espiritual devuelve, mal por mal, y bien por bien, para beneficiar el aprendizaje de
las almas, pero también creo en el perdón de los pecados.
22-Creo que
toda alma que se libera de la reencarnación, deja su último cuerpo en la tierra, pues el cuerpo muere,
pero el alma desencarna, y que su alma asciende al cielo, para pasar, luego de
un tiempo, por un proceso de purificación, luego del cual, asciende aún más,
para recibir un cuerpo espiritual de gloria, semejante al de los santos ángeles
de Jelkerá-Dios. Pero aún sin pasar por la ascensión divina o glorificación
divina, toda alma liberada, luego de una purificación espiritual, ya vive en
dicha eterna.
23-Creo que
somos transformados por la renovación de nuestras mentes. La transformación
menor, se recibe en la tierra, cuando se acepta por fe la salvación del
Ungido-Interno, y la transformación mayor, se recibe en el cielo, cuando se
recibe la resurrección espiritual o ascensión divina, cuando nuestra alma
inmortal es revestida de gloria. Todos los seres somos hijos de Dios, y no sólo
los hermanos de religión. Sin embargo, hay iniciados en la conciencia de
Cristo, y no iniciados en la conciencia de Cristo. La salvación, es para los
iniciados en la conciencia de Cristo, pero algunos de los no iniciados, también
son salvos, pues Jelkerá-Dios ve y valora lo que está oculto en el corazón. La
iniciación no es un ritual de inmersión en agua, sino que es un nivel de
conciencia, que nos sumerge en el Espíritu Santo. La iniciación es la fe en el
Ungido-Interno, que nos hace renacer del Espíritu de Dios.
24-Creo en la
Ley Espiritual, que es el orden oculto, atrás del desorden aparente, en el
universo. Creo en la Ley de Invocación, que indica que la llamada obliga la
respuesta, sin importar si la entidad espiritual existe o no, pues la Ley
Espiritual siempre responde, y puede enviar una entidad parecida a la invocada.
Por eso, de alguna forma, en el tiempo eterno de Dios, el que pide recibe, el
que busca encuentra, y el que llama a la puerta ésta le es abierta.
25-Creo que
existen muchos caminos que llevan a la cima de una montaña, y no sólo un camino. Creo que cada quien debe
encontrar su propio camino, pero que al final, de una forma u otra, el Yo Soy o
Ungido-Interno, es el mejor camino. Y creo que al final, todos los caminos
llevan a Dios.
26-Creo que
Jelkerá-Dios es el Todo Infinito, pero también creo que a través de su energía espiritual, se puede
manifestar en mi mente y en el mundo espiritual, con aspecto humano, y lo
imagino como un hombre con vestimenta blanca, y cabello blanco y largo, y con
barba. Creo que Cristo Fanes, Señor de Gloria, es un ser muy grande, pero que a
través de su energía espiritual, se puede manifestar, en mi mente y en el mundo
espiritual, con aspecto humano, y lo
imagino como un hombre, con alas de águila en la espalda, y sosteniendo un
bastón y una antorcha. Creo que Santa Sofía, el Espíritu Santo, es muy grande,
pero que a través de su energía espiritual, se puede manifestar, en mi mente y
en el mundo espiritual, con aspecto humano, como una mujer portando un libro, o con aspecto de
serpiente, enroscando al Huevo Cósmico, o con aspecto de paloma blanca con
siete lenguas de fuego.
27-Creo en
orar, pensar, y actuar. Oro a Dios con la fe de que me escucha, y que siempre
me ilumina al enfocar mi mente en él, me cumpla lo que le pido o no me lo
cumpla. Pienso estratégicamente, en qué posición estoy, a qué posición quiero
llegar, y que tengo que hacer para lograrlo. Y trabajo con paciencia y con
insistencia, hasta lograr los objetivos, que pueda lograr.
Cuando puedo
hacer bien, alguna de estas tres cosas, lo hago, y cuando puedo hacer bien las
tres cosas, también lo hago. Por este triple medio, se puede lograr algo de lo
que uno desea, pero no todo lo que uno desea. El hombre propone, pero Dios
dispone.
28-Creo que
Cristo-Fanes, en su aspecto como el Ángel Creador del Universo, se metió dentro
del Huevo Cósmico, y lo rompió desde adentro, y que a través de un proceso
sucesivo, de ruptura y expansión, de la materia contraída del Huevo Cósmico,
creó al Universo, copiando los arquetipos perfectos del mundo de las ideas de
Dios, y plasmándolos en el mundo sensible de Dios, y creo que hizo todo esto
por orden de Jelkerá-Dios. Creo que Cristo-Fanes, cíclicamente, una y otra vez,
expande el Huevo Cósmico para crear al Universo, y que lo contrae para destruir
al Universo, por orden de Jelkerá-Dios. Creo que el día del Señor Cristo-Fanes, empieza cuando
Cristo-Fanes, despierta y rompe, por expansión, al Huevo Cósmico, y que el día
cósmico se desarrolla, cuando el Universo evoluciona, en expansión o en
contracción, y el Ángel Fanes está despierto. Y creo que la noche del Señor
Cristo-Fanes, es cuando el Universo se
contrae y se colapsa, transformándose nuevamente en el Huevo Cósmico, para que
el Ángel Fanes, se duerma y quede dormido en su interior. Todo este proceso
creador termina cuando Jelkerá-Dios le ordena a Santa Sofía, que absorba al
Huevo Cósmico, que una vez emanó, y así, Cristo-Fanes vuelve con Jelkerá-Dios y
con Santa Sofía, renaciendo del Espíritu de Dios, y volviendo al Reino de Dios,
al absorberse en el Verbo de Dios, que siempre ha sido. Así como Cristo-Fanes
renace cíclicamente del Huevo Cósmico, cada uno de nosotros renace
cíclicamente, a través de la reencarnación sucesiva, hasta renacer del Espíritu
de Dios, despertando del sueño material, para vivir la vida espiritual, y
volver al Reino de Dios. La diferencia es que Cristo-Fanes ya es libre desde su
creación, mientras que nosotros, alcanzaremos la libertad, al renacer del
Espíritu de Dios. Creo que Cristo-Fanes es nacido de Jelkerá-Dios, y que es, Libre y Santo, desde el Principio,
pero que nosotros, los humanos, aunque somos espiritualmente nacidos de
Jelkerá-Dios, fuimos involucionados, para luego empezar a evolucionar, dentro
de la Creación, y que nos hacemos libres, al aceptar a la presencia de
Jelkerá-Dios en nosotros, la cual está manifestada como el Ungido-Interno
Individual, salvador del alma individual.
Creo que la
salvación del alma es individual, y por lo tanto, uno solo junto a Dios es lo
bueno, y todo lo demás, sobra.
29-Creo en el
Padre, en el Hijo, y en el Espíritu Santo. Creo en Jelkerá-Dios, en
Cristo-Fanes, y en Madre Santa Sofía. Amén.
21-El Principio de la Ley Espiritual.
Jelkerá-Dios
es la causa eficiente, la causa instrumental, y la causa material. Jelkerá-Dios
es el alfarero, el torno, y la vasija. Jelkerá-Dios es el creador de la Ley
Espiritual que rige al Universo. Jelkerá-Dios es el creador de la Energía
Espiritual que compone al Universo. Y Jelkerá-Dios es el creador del Universo.
Jelkerá-Dios es el Creador, es la Ley Espiritual, y es la Energía Espiritual.
Jelkerá-Dios
es la Mente Original. La Ley Espiritual es el modo de comportarse de Dios, y
también es los mandatos de Dios para regir todas las cosas. Y el Pensamiento es
la Energía Espiritual, que forma parte de la Mente Original.
Una parte de
la Ley Espiritual es increada y otra parte es creada. Una parte de la Energía
Espiritual es increada, y otra parte es creada. Todas las cosas están en Dios,
y Dios está en todas las cosas. Y en el fondo, Todo es Uno, y Todo es Dios.
Los
principales maestros espirituales dan enseñanzas contradictorias entre sí, y
usan argumentos razonables, para llegar a conclusiones contradictorias
entre sí, y la gente no sabe en quien
creer. ¿Cuál es la fuente confiable de conocimiento espiritual? La principal
fuente de conocimiento espiritual, en este plano, no es, lo que diga un ángel,
o lo que diga un maestro espiritual, o lo
que diga un libro, o lo que diga la autoridad de un experto, o lo que
diga la autoridad de un gobernante, o lo que Dios inspire, o lo que diga la
tradición oral o escrita, o lo que diga
un médium, o lo que diga la mayoría de personas, o lo que diga la razón con argumentos
relativamente claros u oscuros, o lo que diga la experiencia percibida a través
de los sentidos, o lo que diga la intuición sin saber realmente de donde viene
ese conocimiento, aunque esas cosas pueden ser
tenidas en cuenta. La principal fuente de conocimiento espiritual, es y
debe ser la experiencia personal.
Existe un
velo entre el mundo material y el mundo espiritual, y en cuestiones de fe, en
éste plano de existencia, nadie tiene la verdad absoluta. Sin embargo, uno aprende el nivel de verdad que
le corresponde, por su nivel evolutivo, y por su experiencia personal. Toda
creencia, que te lleve a sentirte bien, y a obrar el bien, primero para ti
mismo, y luego para los demás, es una buena creencia, y debes aferrarte a ella,
de por vida, a menos que por tu elevación gradual de conciencia, encuentres
algo aún mejor.
Uno aprende
lo verdadero y lo útil, por ensayo, error, y acierto, y no hay mucho más que esto. Un buen devoto, que busca
el bien, debe aferrarse a la fe en
Dios, al uso de la razón, y la práctica de la moral, pues esto es lo
bueno, y lo demás, es lo malo. Dios es
el Creador de todas las cosas. La razón permite deducir una verdad, a partir de
otras verdades. Lo bueno es lo constructivo, y lo malo es lo destructivo,
aunque a veces, construir es malo, y destruir es bueno.
22-El Principio de los Tres Planos de
Existencia.
Existen tres
planos de existencia, en la inmensa creación de Jelkerá-Dios. Un plano es un
lugar en el espacio, pero también es un estado de la energía.
Jelkerá-Dios
creo el mundo espiritual, y luego creó el mundo material. El mundo espiritual, está dividido en dos
partes, que son el mundo espiritual superior, y el mundo espiritual inferior.
Al mundo espiritual superior se le llama el plano solar. Y al mundo espiritual
inferior se lo llama el plano astral. A su
vez, al mundo material, se lo llama el plano físico.
En el plano
físico, las almas condicionadas, encarnan para evolucionar espiritualmente. En
el plano astral, las almas condicionadas y en estado desencarnado, descansan
entre una encarnación y la otra. Y en el plano solar, están las almas
liberadas, que gozan de la dicha eterna, junto a Jelkerá-Dios y a sus santos
ángeles, que son almas liberadas de altísimo nivel evolutivo.
El plano
solar es el cielo definitivo, donde las almas liberadas gozan de dicha eterna.
El plano astral, a su vez, está dividido en dos partes, que son el plano astral
superior, y el plano astral inferior. En el plano astral superior, están las
almas condicionadas, en el cielo pasajero donde se goza de una dicha pasajera, entre una encarnación y la otra. En
el plano astral inferior están las almas condicionadas, en el infierno
pasajero, donde se sufre de un sufrimiento pasajero, entre una encarnación y la
otra. En el plano astral, también hay una región intermedia, donde está el
purgatorio, que es el lugar de purificación
para las almas que están a punto de liberarse de la rueda de
reencarnaciones, ascendiendo al plano solar. Y en el plano astral, en su región
media, también existe un sub-plano, llamado el Mundo Mágico, que es donde viven
criaturas fantásticas, de múltiples formas y tamaños, y es también allí, donde
viven los espíritus elementales de la naturaleza, que se encargan del cuidado
de la naturaleza, pasando eventualmente, de su plano de existencia al nuestro.
Jelkerá-Dios,
eventualmente, toma espíritus en evolución, para que cumplan la tarea de
espíritus elementales de la naturaleza, y a ellos se les llama duendes. Éstos
cumplen, desde distintos niveles de conciencia, su función espiritual, por
siglos, y luego, vuelven a evolucionar, como el resto de los espíritus, en
la rueda de reencarnaciones.
En el plano
físico, el alma condicionada reencarna de cuerpo en cuerpo, vida tras vida. En
el plano astral, el alma condicionada, descansa entre una reencarnación y la
siguiente. En el plano solar, las almas liberadas viven en dicha eterna, junto
a Jelkerá-Dios y a sus santos ángeles.
Los planos de
existencia, tienen distinto grado de frecuencia vibratoria, y por lo tanto,
tienen distinto grado de densidad. El plano físico es muy denso, el plano
astral es sutil, pero es menos sutil que el plano solar, y el plano solar es
muy sutil. Los tres planos de existencia se inter-penetran. Es posible, para el
alma inmaterial, pasar de un plano de existencia a otra, e incluso cambiar de
forma y de nombre, y mientras más libre es
el alma, más libertad tiene para hacer lo que desee.
Los Veintidós
Principios Mayores, de la Doctrina Jelkeriana, son, a saber; El Todo,
Mentalismo, Correspondencia, Vibración, Polaridad, Ritmo, Causa y Efecto,
Generación, Evolución, Reencarnación, Retribución, Verdad del Bien, Salvación,
Suprema Autoridad Individual, Libertad y Responsabilidad Individual,
Invocación, Atracción y Repulsión, Oración de Fe, Santa Tríada, Credo
Jelkeriano Sintético, Ley Espiritual, y Tres Planos de Existencia.
Quien comprenda
y acepte por fe, los veintidós principios mayores de la Doctrina Jelkeriana, ya
es un Maestro Iniciado en la Conciencia de Cristo, y puede deducir la verdad, a
partir de su propio pensamiento, pues a través del Hijo, es decir, de su propio
Cristo-Interno Individual, está conectado con el Padre, y está lleno del
Espíritu Santo.
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