Invocación a Dios Abraxas.

En el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo, Amén.

Señor Abraxas, No Dualidad de la Nada, y Dualidad de Bien y Mal en el Todo. Señor Abraxas, Padre Eterno, por encima del bien y del mal, los muertos claman salvación, y se enojan, pues los muertos son cristianos, y realmente no saben quién es Cristo.

Ángeles y Demonios, de bajo nivel evolutivo, pelean entre sí, unos defendiendo la luz, y otros defendiendo la oscuridad, pero tú, Señor Abraxas, Padre Madre Mente, estás por encima de ellos, pues la lucha entre el bien y el mal, sólo es un teatro creado por ti, para impulsar la evolución.

Bien sabido es, Señor Abraxas, que tú haces el mal, a los devotos malos, y que haces el bien, a los devotos buenos, y yo creo que por tu palabra, todo fue creado.

Señor Abraxas, Magna Presencia Yo Soy del Universo, y Fuente Original de la Creación, más allá del Demiurgo Oscuro Yaldabaoth, y más allá de la prístina Luz del Arcángel San Lucifer, seme propicio, y dame sabiduría, para servirte como al Dios Verdadero, que tú eres.

Señor Abraxas, en compañía del Iniciado Saint Germain, Maestro en los misterios de la Alquimia Sagrada de la Llama Violeta Transmutadora, enciende todo mi ser y mundo, en tu Fuego Transmutador, y transforma todo mi nígredo en blancura, ahora y por toda la eternidad, en la encrucijada de los mundos, bajo la bendición de Hécate, diosa de la magia.

Señor Abraxas, entra en mi vida, y dame sabiduría, para que pueda servirte en la senda del bien, para así ganarme las bendiciones de tus ángeles de luz y oscuridad, ahora y siempre.

En el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo, Amén.