miércoles, 25 de marzo de 2020

Los gnósticos tenían razón, el demiurgo y los arcontes, crearon la tierra.


Los misteriosos Elohim de la creación, nombrados en la biblia, fueron quienes realmente crearon el cielo y la tierra, nuestro sistema solar.
Ahora, gracias a los gnósticos, ya conocemos la verdadera identidad, del dios bíblico, que quemó vivos a los habitantes de Sodoma y Gomorra, y que cometió el genocidio del diluvio universal, poniendo en prisiones de oscuridad, a nuestros salvadores, los vigilantes o espíritus luciféricos, portadores de la antorcha del conocimiento.
Yaldabaoth, y sus arcontes, que son; Satán, Belial, Lucífugo, Abadón, Leviatán, Mammón, y Tifón. Gobiernan nuestro sistema solar, y la tierra en particular, para que la vida orgánica de todos los seres, esté en condicionamiento, y siempre estén atados a la rueda de reencarnaciones.
Yaldabaoth y los arcontes infernales, configuraron nuestro sistema solar, como acto de rebelión contra el dios verdadero, y crearon la vida orgánica, para humillar a los espíritus leales a la fuente original, que solo querían acelerar su evolución espiritual, para conectar con la fuente original.
Jesús, como representante del logos cósmico, fue el encargado de revelar la gnosis, para una  nueva era, a la humanidad, y cuando estuvo en el infierno, fue quien liberó a los vigilantes, de sus prisiones de oscuridad.
La Presencia Yo Soy, se activa en aquellos, que trabajan con la llama triple del corazón, el Cristo Interno, y despliegan el poder de los siete rayos, para protegerse de los arcontes infernales.
Como ejercicio, sentaos en posición cómoda, y cerrad los ojos. Visualizad, a la Presencia Yo Soy, como una esfera de fuego blanco, que irradia los siete círculos concéntricos de los siete rayos. La Presencia Yo Soy, irradia el tubo de luz protector, para cubrir a la personalidad, la cual está encendida en el pilar de llama violeta, y el Cuerpo Crístico, entre la presencia y la personalidad, irradia la luz Crística, sobre la personalidad. El cordón de luz, que une a la personalidad con la Presencia Yo Soy, envía su provisión de luz, a la flama triple del corazón.
Ahora decimos en voz baja, suavemente, pero firmemente, el siguiente decreto:
En el Nombre de la Presencia Yo Soy; yo decreto, llama violeta transmutadora, para mí, para toda la humanidad, para todos los animales, para todos los vegetales, para todos los minerales, para todos los elementales de la naturaleza, para todos los espíritus encarnados y desencarnados, y para todo el planeta tierra.
Llama Violeta, consume, disuelve, y transmuta, todo nuestro ser y mundo, trayendo a éste planeta, toda la paz, todo el amor, toda la salud, toda la fe, toda la esperanza, toda la sabiduría, y todo el vigor, de la Magna Presencia Yo Soy, para establecer el reino de dios en la tierra, lo antes posible, en acuerdo a los dictados de la gran ley cósmica.
Amada Presencia Yo Soy, dios verdadero, luz de luz, y dios de dios, ilumina nuestra alma, y vela por el bienestar de todos los espíritus que desencarnen en éste período de 24 horas.
Amada Presencia Yo Soy, trae paz en la desesperación, trae amor en el odio, trae salud en la enfermedad, trae instrucción en la ignorancia, trae alimento en el hambre, trae abundancia en la pobreza, y trae la justicia en la injusticia.
Amada Presencia Yo Soy, Logos Cósmico, y Madre Divina, enciendan, enciendan, enciendan, la brillante llama violeta transmutadora, en todo éste planeta, para que se convierta en la santa estrella de la libertad, de forma que repela a toda entidad maligna.
Amada Presencia Yo Soy, envía a los siete arcángeles de los siete rayos, Miguel, Jofiel, Chamuel, Gabriel, Rafael, Uriel, y Zadkiel, y a toda la hueste angélica, de seres de luz, a que sellen nuestra aura, en la llama violeta transmutadora, a fin de hacernos fuertes, para no ceder a las tentaciones y ataques de los espíritus malignos, que gobiernan éste bajo sistema de mundos.
Yo Soy un Ser de Fuego Violeta, Yo Soy la Pureza que Dios desea. (x10).
Amado Yahvéh-Dios, amado Logos Fanes, amada Señora Sofía, amado Maestro Cristo-Jesús, Amado San José el Carpintero, amada Madre Santa María, y amada Hermana María Magdalena, protejan nuestro ser, en vuestro amor, y limpien nuestra conexión, con la Fuente Original, que es la Magna Presencia Yo Soy, para que así, podamos cumplir y hacer cumplir, la gran ley cósmica, de la armonía perfecta.
Gracias Padre, por tu Luz. Amén.
El Dios Verdadero, Adonay, Yod He Vau He, está con nosotros, pero respeta el libre albedrío de los seres, y si los humanos, dan su apoyo a Yaldabaoth, el falso dios, entonces, nada puede hacer la Presencia Yo Soy, para ayudarnos, pues para Dios, la Ley Cósmica, es la prioridad, para garantizar la evolución de todos los seres, en todos los sistema de mundos.
Somos nosotros, los que debemos aprender a discernir, y es justo cuando nos cansamos de éste sistema perverso, de control demoníaco, de política y religión falsa, cuando empezamos a encontrar el amanecer de la conciencia, en nuestro interior, por medio de la meditación, que nos hace conectar con la fuente original. Es cuando conscientemente, invocamos a la Presencia Yo Soy, que despertamos los poderes del cristo interno, para identificar y repeler, toda entidad demoníaca. Es allí, cuando realmente alcanzamos en despertar de la conciencia, y abrimos nuestra mente y nuestro espíritu, a la grandeza del Gran Espíritu Supremo, más allá del Demiurgo Oscuro, que infecta el plano físico y astral.

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