martes, 24 de marzo de 2020

Gnosticismo Cristiano Dualista

Hace poco, yo estaba pensando en la doctrina gnóstica dualista del Demiurgo Oscuro Yaldabaoth. Es una doctrina que no me cerraba para nada, pues solo una entidad muy poderosa y muy cercana a Dios, puede crear un universo, y vivir eternamente. El Demiurgo del gnosticismo dualista, no encajaba con eso, pues a pesar de vivir más tiempo que los humanos, no se habría reformado ni evolucionado, además de ser demasiado poderoso, para no estar cerca del Dios Verdadero. Por lo tanto, descarté esa idea, y he creado mi sistema, tomando a Yaldabaoth, como a un aspecto de Satán, y a Satán lo he tomado como a un ángel inmortal, cercano a Yahvéh-Dios, pero con la misión de tentar al ser humano.
Sin embargo, poniéndome en abogado del Diablo, me he dado cuenta, que es posible, que Yahvéh-Dios, haya creado seres espirituales, que evolucionen de forma distinta, y en tiempos distintos, y con distintos niveles de poder. Y tomando en cuenta esa idea, entonces, podría incorporarse la idea de un Demiurgo Oscuro. En ésta oportunidad, hago eso, como ejercicio intelectual, aunque admito que la idea, no me cierra del todo.
Como aclaración extra, en éste esquema, la salvación del alma inmortal, sigue siendo por el Conocimiento Unitivo, que es la fe en el Cristo-Interno Individual, complementada con buenas obras, que son el fruto de la fe verdadera y no fingida. Los nombres de las entidades, son los mismos, pues son las entidades, también son las mismas. Lo único que cambia, es que el universo material más bajo, habría sido creado por espíritus de bajo nivel de conciencia, pero muy poderosos, que evolucionarían muy lentamente, entre los cuales, estaría otro hijo de Sofía, llamado Yaldabaoth. En este esquema, Fanes-Segundo empezaría la Creación, pero la continuaría Yaldabaoth, copiando el mundo espiritual del Dios Verdadero, pero de forma imperfecta, para crear el mundo material, donde vivimos.
Luego Yaldabaoth y los Siete Archidemonios, serían seres de mucho poder, de bajo nivel de conciencia, y de larga vida, que habrían creado el mundo material, para hacer un mal, pero terminarían haciendo un bien, sin quererlo, acelerando la evolución de las almas, que decidieron evolucionar en ese mundo material. Las almas pensaron como espíritus, y no como personas, cuando decidieron evolucionar en el universo denso.
La diferencia con la Doctrina Cristiana Interna, sería que Yaldabaoth no sería Satanás, y que Satanás y los Archidemonios, no serían ángeles elevados, con funciones malignas, sino que serían seres malignos, de lenta evolución, con gran poder, pero no serían verdaderos ángeles de nivel de conciencia elevado. Luego, los nombres de los espíritus, serían los mismos.
Además, los 72 cielos de ilusión, no serían una creación de Satanás, en el plano astral, para oscurecer la visión y acceso a mundos superiores, sino que directamente serían sub-planos, del mundo material oscuro.
No veo una ventaja en seguir el esquema gnóstico cristiano dualista, y la única supuesta ventaja que le veo, sería que Dios no sería el responsable directo de la creación de éste mundo impuro, sino que el responsable directo sería el Arconte Yaldabaoth. Así, Dios sería más bueno, y Yaldabaoth, sería más malo. Los seres de luz, no harían cosas tan malas, y los seres de oscuridad, serían los que harían las cosas que son muy malas, y de ésta forma, Dios Padre, sería más digno de amor, en términos humanos. ¡Dios no hizo éste mundo malo, lo hizo un ángel rebelde, llamado Yaldabaoth! ¡Dios es Luz, y en él no hay tinieblas! ¡Dios es el Padre, que mora en la luz inaccesible, y solo lo conoce el Hijo, y aquel a quien el Hijo, se lo dé a conocer! ¡Yaldabaoth no es el Padre!
Pero, fue Dios Padre, quien creó a Yaldabaoth, y le dio libre albedrío, y quien prácticamente obligó a Yaldabaoth, a hacer lo que hizo, poniéndolo en la situación que lo puso, en medio de la oscuridad, y separándolo de su Madre, Sofía, y por lo tanto, Dios seguiría siendo el Padre-Madre-Mente, quien previó todo esto, y por lo tanto, él también sería responsable de lo que pasó, indirectamente. Yaldabaoth pudo negarse a crear, o pudo buscar a Dios en su interior, pero eligió el camino del rencor. Si Yaldabaoth hubiese elegido el bien, se hubiese salvado, pero entonces, Dios Padre habría creado otro Yaldabaoth, para que cumpliera la función de crear un mundo oscuro.
Repito, me cierra más mi esquema personal de creencias, el Cristianismo Interno, ya explicado en éste libro.
Sin embargo, para aquel al cual le interese, aquí doy una versión alternativa de cristianismo interno, que sería la doctrina gnóstica cristiana dualista, sobre la creación.
Todo emanó de Dios, y algún día, todo se absorberá en él. Yahvéh-Dios, bueno internamente, y dual, bueno y malo externamente, creó todo el universo, con la dualidad de bien y mal, para impulsar la evolución de los seres espirituales, que son extensión de él, para experimentar la limitación.
Dios Padre, Yahvéh, crea todas las cosas, a través del Verbo, Fanes, y en unión al Espíritu Santo, Sofía. Yahvéh-Primero-Original, emanó a Sofía-Primera, y de ella emanó a Fanes Primero.
De Fanes Primero, emanó Lucifer Primero, en la Gran Restricción de Luz, en el hueco oscuro, puesto en medio de la luz infinita del Padre, pero Lucifer-Primero, meditó en sí mismo, y logró la iluminación, encendiendo el Sol Crístico de su corazón, del cual emanó Helios Megisto, el Gran Sol Central.
Del Gran Sol Central, emanó, Yahvéh-Segundo, Sofía-Segunda, y Fanes-Segundo, y de Fanes Segundo, emanaron los Cuatro Ángeles de los Cuatro Vientos, que son, Euros, Céfiros, Bóreas, y Notos. Luego emanó el Árbol de la Vida, con sus esferas vitales, que son la Esfera Azul del Poder, la Esfera Amarilla de la Sabiduría, la Esfera Roja o Rosa del Amor, la Esfera Blanca de la Ascensión, la Esfera Verde de la Verdad, la Esfera Naranja de la Abundancia, y la Esfera Violeta de la Transmutación.
Las almas, son chispas divinas, emanadas de Yahvéh-Primero-Original, que pasan por todos éstos seres híper-cósmicos, antes de evolucionar en los 365 cielos de realidad, donde la evolución de las almas, es lenta, pero placentera. La dualidad también existe allí, pero no de forma dolorosa.
Sin embargo, algunas almas, quieren una evolución acelerada, y piden eso a Yahvéh-Dios. Pero para dar una evolución acelerada, las almas deben encarnar, y pasar por niveles inferiores de vibración y energía. Para crear planos tan densos de materia, Yahvéh-Segundo, pidió a Sofía-Segunda, que creara el Huevo Cósmico, hecho de materia densa, muy distinta a la materia sutil que puebla el universo, y hecho esto, en el cielo 365, que es el más alejado de la divinidad, Yahvéh-Segundo, le pidió a Fanes Segundo, que se metiera dentro del huevo cósmico, y que lo rompiera desde adentro, para crear al Universo de Materia Densa, y así lo hizo.
Cuando Fanes-Segundo, rompió el huevo cósmico, emanó también, a los Siete Rayos Creadores, a los Veinticuatro Ancianos Cósmicos, a los Siete Arcángeles, y a los Siete Devarajas, para que ayudaran a las almas en evolución, en el sendero de la luz.
Luego, Yahvéh-Segundo, le pidió a Sofía Segunda, que creara un ser espiritual, muy poderoso, de lenta evolución, y de nivel de conciencia almica, muy baja, para que creara el universo material denso, y le diera un mundo de evolución acelerada, a esas almas, y Sofía-Segunda, así lo hizo, creando por emanación de su ser, al Creador Oscuro o Demiurgo Oscuro, llamado Yaldabaoth, cuyo nombre significa, el Niño Nacido del Vacío.
Cuando Yaldabaoth nació, emanado de Sofía-Segunda, luego vino por ella Fanes-Segundo, y la llevó al Primer Cielo, al Pleroma, la Plenitud, y Yaldabaoth, quedó solo, rechazando para siempre, a la Presencia de Dios, Yo Soy, dentro de sí mismo, debido a que fue Yahvéh-Segundo, quien tenía la culpa de separarlo de su Madre, Sofía-Segunda. Luego como acto de rebelión contra el Dios Verdadero, Yaldabaoth creó el mundo material, con la materia creada por Sofía y por Fanes, y creó un mundo, con 72 cielos de ilusión, llenos de sufrimiento, enfermedad, vejez, muerte, dolor físico, y deseos insatisfechos, donde unos seres vivos, deben matar a otros seres vivos, para poder vivir. Nosotros, estamos en el cielo de ilusión número 72, que a su vez, está en el cielo de realidad número 365, el lugar más lejano de la Divinidad.
Para gobernar éste mundo impuro, de materia impura, el Gran Arconte o Gran Gobernante, que es el Demiurgo Oscuro Yaldabaoth, emanó de su ser, a los Siete Arcontes o a los Siete Archidemonios, que son menos fuertes que él, pero que tienen el mismo tipo de conciencia, y la misma lentitud de evolución.
Las almas que decidieron evolucionar en éste mundo impuro de materia impura, fueron llevadas a éste mundo, por Fanes-Segundo, y no saldrán de la rueda de reencarnaciones, hasta que logren la iluminación espiritual, de aceptar a la Presencia de Dios, Yo Soy, dentro y fuera de ellas mismas.
En una oportunidad, Yaldabaoth permitió a Satán, a los otros Archidemonios a su mando, y a muchos demonios, a que lucharan contra el Arcángel Miguel, los otros Arcángeles, y muchos ángeles, para ver si podían llegar al Trono del Dios Verdadero, y verle. Pero San Miguel, los expulsó con autoridad divina, y Satán, y los suyos, cayeron a la Tierra, como un Rayo. Los seres impuros, que no se purifican, no pueden ascender a los altos planos de luz. Éste Satán, solo puede comparecer ante su amo, el Demiurgo Oscuro, pero no puede subir al trono del Dios Verdadero.
Luego de eso, Yaldabaoth creó al Hombre y a la Mujer, con barro de la tierra, y les dijo que solo había un Dios, y que era él. Pero Lucifer envió una chispa de su ser, quien tomando el cuerpo de la Serpiente Antigua, dio conocimiento, a través del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal, al primer hombre, Adán, y a la primera mujer, Eva, los cuales se liberaron de la cárcel, con apariencia de jardín, que Yaldabaoth les había creado, para aprisionarlos. Sin embargo, generaciones posteriores de seres humanos, volvieron a caer en la ignorancia.
Tiempo después, algunos seres espirituales, parecidos a los ángeles, pero mortales, llamados los Vigilantes, dirigidos por su jefe, Semiaza, fueron enviados a la Tierra, por Yaldabaoth, para vigilar a los  humanos. Pero estos ángeles, que eran hijos de Dios, encarnaron en la tierra, y conocieron a las hijas de los hombres, y les dieron sabiduría oculta, y tuvieron hijos con ellas, que fueron los gigantes u hombres famosos, que luego, crearían civilizaciones avanzadas.
Yaldabaoth, se enfureció con los Vigilantes, y los metió en cárceles de oscuridad, y luego envió un diluvio a la Tierra, una gran inundación, con mucha lluvia, y deshielos, para exterminar a los gigantes. Pero Yahvéh-Dios, que es el Dios Verdadero, salvó a su siervo Noé, y le hizo construir un arca, para que Noé salve a su familia, a algunos animales, y a algunas plantas. Y Noé y los suyos se salvaron,  y luego, repoblaron la tierra.
Pero Yaldabaoth, destruyó a la civilización avanzada, creada por los gigantes u hombres famosos. Una isla de seres adelantados, se hundió bajo las aguas. Luego, la humanidad, recomenzó, con la ayuda de Yahvéh-Dios, pero luego, cayó en ignorancia nuevamente, bajo el dominio de Yaldabaoth.
Luego, por la misericordia del Dios Verdadero, una chispa de luz del Señor Lucifer, llamada Jesús, bajó a la Tierra, para traer luz al ser humano, reflejando al Padre. Éste ser, el Maestro Jesús de Nazaret, el Ungido de Yahvéh, el Cristo Planetario, trajo luz al mundo, pero fue atacado por Yaldabaoth y los demonios a su mando, los cuales sacrificaron a Jesús en una cruz, pero Jesús resucitó y ascendió a los cielos, trayendo con su sacrificio, mayor luz al mundo.
Cuando Jesús murió, descendió a los infiernos, en donde Semiaza y sus ángeles, los Vigilantes, estaban presos en oscuridad, y los liberó, llevándolos a planos superiores de existencia, en la luz pura del Padre Eterno, por sus esfuerzos de llevar luz a la humanidad. Luego Jesús resucitó y ascendió a los cielos, lugar desde el cual, inspira conocimiento superior, a las almas adelantadas de éste mundo.
Semiaza, y sus ángeles, eran espíritus de tipo arconte, que habrían logrado aceptar a su Presencia de Dios, interna, y que luego compartieron, ese conocimiento, y otros conocimientos, con los humanos, lo cual despertó la ira de Yaldabaoth. Ellos eran espíritus luciféricos, pero hechos de materia sutil, lo suficientemente densa, como para poder ser atacados por Yaldabaoth, y ser puestos en prisiones de oscuridad. Semiaza y los suyos, fueron el Prometeo, que nos trajo el fuego de la sabiduría, y Jesús fue el Hércules que lo liberó de su prisión.
Samael Yaldabaoth, imita ponzoñosamente a Dios, Padre, Hijo, y Espíritu Santo, y crea cosas pervertidas y mentirosas, para ocultar la luz de Dios, a los seres humanos.
Así como Yahvéh-Dios, se manifiesta, como la Santa Tríada del Bien, formada por el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo, de forma semejante, Satanás, Hijo de Yaldabaoth, se manifiesta como la Tríada del Mal, formada por Satanás, Rey de los Demonios, que ocupa la posición de Padre, usurpando el título de Lucifer o Portador de Luz, que le corresponde a Cristo. Belcebú, es el aspecto de Satanás como el Hijo, y el Príncipe de los Demonios. Y Astarot, es el aspecto de Satanás, como el Espíritu Maligno, y Gran Duque del Infierno. Al hacer esto, Satanás, pervierte el culto a Baal Tsebal, el Señor de la Gran Morada, con Belcebú, el Señor de las Moscas, y pervierte el culto a Ashtart, Astoret, o Astarté, La Gran Estrella, con el Culto a Astarot, las Estrellas, pero en maldad.
Y el Maestro Jesús de Nazaret, es una chispa de luz, del Divino Fanes, que desciende a la Tierra, para reflejar al Padre, y traer la luz del Padre, a quien lo invoque. El Maestro Cristo-Jesús, cumple la misma función que el Divino Verbo Fanes, y representa al Verbo Fanes, pero en una vibración energética menor, para que sea más fácil trabajar con él.
Así como quien habla con el Señor Fanes o con la Señora Sofía, habla con Yahvéh-Dios, pues los tres son uno, de la misma forma, quien habla con Cristo-Jesús, habla con el Padre, con el Hijo, y con el Espíritu Santo, pues el Maestro Jesús, es uno con su Cristo-Interno, y es uno con la Santa Tríada de, El Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo, de forma especial, pues ha sido elegido por Yahvéh-Dios, para cumplir esa misión, para la Tierra.
Cristo-Jesús es el Verdadero Lucifer, que trae la luz del conocimiento unitivo, y que oponiéndose a Samael Yaldabaoth, que es el amo de éste mundo, fue crucificado, pero que aun así, venció, y resucitó de entre los muertos, pasando de la muerte o estado espiritual dormido, a la vida o estado espiritual despierto. En Cristo-Jesús, todas las cosas son hechas nuevas, de la misma forma en que en el Cristo-Interno del Devoto, iniciado en el Conocimiento Unitivo, todas las cosas son hechas nuevas.
Además, el Maestro Jesús, el Verbo hecho carne, aprovechó su sacrificio en la cruz, como ofrenda a Yahvéh-Dios, para bajar más luz, a los bajos planos de oscuridad, y de ésta forma, triunfó con aún mayor fuerza. Realmente, para el Cristianismo Interno, que yo practico, muchos ángeles pueden cumplir la misma función que el Maestro Jesús, reflejando al Padre, pero el Maestro Jesús, recibe ayuda extra de la Santa Tríada, para cumplir esa función, de reflejar al Padre, de mejor forma que otros ángeles, aunque el Maestro Jesús, no refleja al Padre, mejor que Fanes, Sofía, o el propio Cristo-Interno Individual, claro está. Cuando le hables a Cristo-Jesús, habla con él, en parte, como a un santo o alma liberada, muy especial, pero en parte, como al propio Señor Fanes, pues Jesús es ambas cosas, al cumplir ambas funciones. Así como Fanes es el Ángel del Señor, que refleja y representa a Yahvéh-Dios, de la misma forma, Jesús es un ángel, que refleja y representa, de forma especial, al Señor Fanes, y por lo tanto, también refleja y representa a Yahvéh-Dios.
El Señor Fanes, es el Logos o la Palabra Creadora de Dios, para nuestro Universo, y él es Dios, para nuestro universo, pues él lo creó, por orden de Yahvéh-Dios. De hecho el Señor Fanes, es el Yahvéh Menor, así como Jelkerá-Dios, Yahvéh-Primero-Original, o El Elión, es el Yahvéh Mayor.
Por eso, el cristiano interno, puede usar el mantra Alabado Yahvéh y Fanes, (diciendo, “Alabado Yahvéh, Alabado Yahvéh, Yahvéh Yahvéh, Alabado Alabado. Alabado Fanes, Alabado Fanes, Fanes Fanes, Alabado Alabado.) Y también puede decir, el Mantra Alabado Yahvéh y Jesús, (diciendo, “Alabado Yahvéh, Alabado Yahvéh, Yahvéh Yahvéh, Alabado Alabado. Alabado Jesús, Alabado Jesús, Jesús Jesús, Alabado Alabado.) Y casi puede decir ambos mantras, de forma indistinta, pues ambos mantras, invocan al Padre-Madre-Mente, y al Cristo-Interno Individual. De ésta forma, se avanza espiritualmente, y se crece, en la benevolencia gratuita, de Yahvéh-Dios.
Jelkerá-Dios, es, Amor Inmanente, y Realidad Trascendente. Jelkerá-Dios, creó todas las cosas, con su mente y con su palabra. Jelkerá-Dios, primero emanó al Pensamiento, que es la Señora Sofía, el Espíritu Santo, y luego emanó a la Palabra, que es El Señor Fanes. Y luego, Jelkerá-Dios, creó el Cielo y la Tierra, a través de la Palabra. Om, Alabanza, a Jelkerá-Dios, a la Señora Sofía, y al Señor Fanes.
Yaldabaoth, el que se hace pasar por Dios, sin ser Dios, y los demonios malignos a su mando, quieren sacrificios de sangre, guerras innecesarias, y multiplicación de seres vivos, para gozar, del sufrimiento de los seres vivos. Pero el verdadero Yahvéh-Dios, el Padre Celestial, misericordia quiere, y no sacrificios. Sin embargo, el Maestro Jesús de Nazaret, usó el sacrificio, para demostrar el amor de Dios, quien entregó a su propio hijo en sacrificio, para ayudar a la redención de las almas en evolución.
Al final de la manifestación de éste universo denso, Yaldabaoth y los Archidemonios, serán puestos en el lago de fuego y azufre, y serán castigados por sus maldades. A su vez, sus almas, luego de ser castigadas, pasarán por el proceso evolutivo, desde muy abajo, y como toda alma espiritual, continuarán su proceso evolutivo, en los 365 cielos de realidad.

¿Qué trato debemos tener con el Demiurgo Oscuro? Debemos tratarlo como a lo que es, un siervo de Dios, dotado con poder, que hace la voluntad de Dios, lo quiera o no lo quiera. Cuando adoramos al Dios Verdadero, como en el fondo, todo es uno y todo es Dios, parte de nuestra energía, va hacia Dios, y parte va hacia Yaldabaoth, y Dios, nos devuelve la energía, pero multiplicada, y en ese viaje, el Demiurgo Oscuro, recibe su parte, pues eso es lo que le corresponde. Podemos y debemos, darle su parte al Dios Verdadero, y al hacerlo, Demiurgo Oscuro también recibirá su parte, y así viviremos en armonía, ya que esa es la voluntad del Dios Verdadero. Perdonando, es como se derrota al enemigo. El Demiurgo Oscuro, solo reaccionará de forma violenta, si somos violentos con él. Pero si respetamos su territorio, y nos desarrollamos espiritualmente, en obediencia al Dios Verdadero, entonces, seremos bastante protegidos, podremos evolucionar espiritualmente, y podremos mejorar materialmente. Un error de los gnósticos cristianos dualistas antiguos, fue odiar al Demiurgo Oscuro, como forma indirecta de odiar al Dios Verdadero, que nos puso en éste mundo oscuro, lo cual, de por sí, ya atrae maldición de la Ley Espiritual. Y otro error de los gnósticos cristianos dualistas antiguos, fue odiar al Demiurgo Oscuro, que está ungido por Dios, para cumplir la misión que cumple, lo cual, también es castigado por la Ley Espiritual. El odio indirecto al Dios Verdadero, y el odio directo al Demiurgo Oscuro, se les devolvió. Sus espíritus se liberaron, pues se conocieron a sí mismos, y a su chispa divina interior, pero sus cuerpos pasaron por un tormento innecesario, en éste mundo, y en el otro. Yo pienso que el Demiurgo Oscuro, cree puede hacer lo que quiera, pues cree que al final, el Dios Verdadero lo perdonará, y así será, pero primero lo pasará por fuego, y lo hará involucionar, para luego hacerlo evolucionar, normalmente. En el mundo espiritual, somos respetados, y beneficiados, por nuestro contacto con el Dios Verdadero, pero no debemos abusar de nuestro poder, pues su lo hacemos, seremos castigados. En el mundo espiritual, hay reglas, y somos beneficiados si las cumplimos, pero si las quebrantamos, somos castigados.









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