Sin
embargo, poniéndome en abogado del Diablo, me he dado cuenta, que es posible,
que Yahvéh-Dios, haya creado seres espirituales, que evolucionen de forma
distinta, y en tiempos distintos, y con distintos niveles de poder. Y tomando
en cuenta esa idea, entonces, podría incorporarse la idea de un Demiurgo
Oscuro. En ésta oportunidad, hago eso, como ejercicio intelectual, aunque
admito que la idea, no me cierra del todo.
Como
aclaración extra, en éste esquema, la salvación del alma inmortal, sigue siendo
por el Conocimiento Unitivo, que es la fe en el Cristo-Interno Individual,
complementada con buenas obras, que son el fruto de la fe verdadera y no
fingida. Los nombres de las entidades, son los mismos, pues son las entidades,
también son las mismas. Lo único que cambia, es que el universo material más
bajo, habría sido creado por espíritus de bajo nivel de conciencia, pero muy
poderosos, que evolucionarían muy lentamente, entre los cuales, estaría otro
hijo de Sofía, llamado Yaldabaoth. En este esquema, Fanes-Segundo empezaría la
Creación, pero la continuaría Yaldabaoth, copiando el mundo espiritual del Dios
Verdadero, pero de forma imperfecta, para crear el mundo material, donde
vivimos.
Luego
Yaldabaoth y los Siete Archidemonios, serían seres de mucho poder, de bajo
nivel de conciencia, y de larga vida, que habrían creado el mundo material,
para hacer un mal, pero terminarían haciendo un bien, sin quererlo, acelerando
la evolución de las almas, que decidieron evolucionar en ese mundo material.
Las almas pensaron como espíritus, y no como personas, cuando decidieron
evolucionar en el universo denso.
La
diferencia con la Doctrina Cristiana Interna, sería que Yaldabaoth no sería
Satanás, y que Satanás y los Archidemonios, no serían ángeles elevados, con
funciones malignas, sino que serían seres malignos, de lenta evolución, con
gran poder, pero no serían verdaderos ángeles de nivel de conciencia elevado.
Luego, los nombres de los espíritus, serían los mismos.
Además,
los 72 cielos de ilusión, no serían una creación de Satanás, en el plano
astral, para oscurecer la visión y acceso a mundos superiores, sino que
directamente serían sub-planos, del mundo material oscuro.
No veo
una ventaja en seguir el esquema gnóstico cristiano dualista, y la única
supuesta ventaja que le veo, sería que Dios no sería el responsable directo de
la creación de éste mundo impuro, sino que el responsable directo sería el
Arconte Yaldabaoth. Así, Dios sería más bueno, y Yaldabaoth, sería más malo.
Los seres de luz, no harían cosas tan malas, y los seres de oscuridad, serían
los que harían las cosas que son muy malas, y de ésta forma, Dios Padre, sería
más digno de amor, en términos humanos. ¡Dios no hizo éste mundo malo, lo hizo
un ángel rebelde, llamado Yaldabaoth! ¡Dios es Luz, y en él no hay tinieblas!
¡Dios es el Padre, que mora en la luz inaccesible, y solo lo conoce el Hijo, y
aquel a quien el Hijo, se lo dé a conocer! ¡Yaldabaoth no es el Padre!
Pero,
fue Dios Padre, quien creó a Yaldabaoth, y le dio libre albedrío, y quien
prácticamente obligó a Yaldabaoth, a hacer lo que hizo, poniéndolo en la
situación que lo puso, en medio de la oscuridad, y separándolo de su Madre, Sofía,
y por lo tanto, Dios seguiría siendo el Padre-Madre-Mente, quien previó todo
esto, y por lo tanto, él también sería responsable de lo que pasó,
indirectamente. Yaldabaoth pudo negarse a crear, o pudo buscar a Dios en su
interior, pero eligió el camino del rencor. Si Yaldabaoth hubiese elegido el
bien, se hubiese salvado, pero entonces, Dios Padre habría creado otro
Yaldabaoth, para que cumpliera la función de crear un mundo oscuro.
Repito,
me cierra más mi esquema personal de creencias, el Cristianismo Interno, ya
explicado en éste libro.
Sin
embargo, para aquel al cual le interese, aquí doy una versión alternativa de
cristianismo interno, que sería la doctrina gnóstica cristiana dualista, sobre
la creación.
Todo
emanó de Dios, y algún día, todo se absorberá en él. Yahvéh-Dios, bueno
internamente, y dual, bueno y malo externamente, creó todo el universo, con la
dualidad de bien y mal, para impulsar la evolución de los seres espirituales,
que son extensión de él, para experimentar la limitación.
Dios
Padre, Yahvéh, crea todas las cosas, a través del Verbo, Fanes, y en unión al
Espíritu Santo, Sofía. Yahvéh-Primero-Original, emanó a Sofía-Primera, y de
ella emanó a Fanes Primero.
De
Fanes Primero, emanó Lucifer Primero, en la Gran Restricción de Luz, en el hueco
oscuro, puesto en medio de la luz infinita del Padre, pero Lucifer-Primero,
meditó en sí mismo, y logró la iluminación, encendiendo el Sol Crístico de su
corazón, del cual emanó Helios Megisto, el Gran Sol Central.
Del Gran
Sol Central, emanó, Yahvéh-Segundo, Sofía-Segunda, y Fanes-Segundo, y de Fanes
Segundo, emanaron los Cuatro Ángeles de los Cuatro Vientos, que son, Euros,
Céfiros, Bóreas, y Notos. Luego emanó el Árbol de la Vida, con sus esferas
vitales, que son la Esfera Azul del Poder, la Esfera Amarilla de la Sabiduría,
la Esfera Roja o Rosa del Amor, la Esfera Blanca de la Ascensión, la Esfera
Verde de la Verdad, la Esfera Naranja de la Abundancia, y la Esfera Violeta de
la Transmutación.
Las
almas, son chispas divinas, emanadas de Yahvéh-Primero-Original, que pasan por
todos éstos seres híper-cósmicos, antes de evolucionar en los 365 cielos de
realidad, donde la evolución de las almas, es lenta, pero placentera. La
dualidad también existe allí, pero no de forma dolorosa.
Sin
embargo, algunas almas, quieren una evolución acelerada, y piden eso a
Yahvéh-Dios. Pero para dar una evolución acelerada, las almas deben encarnar, y
pasar por niveles inferiores de vibración y energía. Para crear planos tan
densos de materia, Yahvéh-Segundo, pidió a Sofía-Segunda, que creara el Huevo
Cósmico, hecho de materia densa, muy distinta a la materia sutil que puebla el
universo, y hecho esto, en el cielo 365, que es el más alejado de la divinidad,
Yahvéh-Segundo, le pidió a Fanes Segundo, que se metiera dentro del huevo
cósmico, y que lo rompiera desde adentro, para crear al Universo de Materia
Densa, y así lo hizo.
Cuando
Fanes-Segundo, rompió el huevo cósmico, emanó también, a los Siete Rayos
Creadores, a los Veinticuatro Ancianos Cósmicos, a los Siete Arcángeles, y a
los Siete Devarajas, para que ayudaran a las almas en evolución, en el sendero
de la luz.
Luego,
Yahvéh-Segundo, le pidió a Sofía Segunda, que creara un ser espiritual, muy
poderoso, de lenta evolución, y de nivel de conciencia almica, muy baja, para que
creara el universo material denso, y le diera un mundo de evolución acelerada,
a esas almas, y Sofía-Segunda, así lo hizo, creando por emanación de su ser, al
Creador Oscuro o Demiurgo Oscuro, llamado Yaldabaoth, cuyo nombre significa, el
Niño Nacido del Vacío.
Cuando
Yaldabaoth nació, emanado de Sofía-Segunda, luego vino por ella Fanes-Segundo,
y la llevó al Primer Cielo, al Pleroma, la Plenitud, y Yaldabaoth, quedó solo,
rechazando para siempre, a la Presencia de Dios, Yo Soy, dentro de sí mismo,
debido a que fue Yahvéh-Segundo, quien tenía la culpa de separarlo de su Madre,
Sofía-Segunda. Luego como acto de rebelión contra el Dios Verdadero, Yaldabaoth
creó el mundo material, con la materia creada por Sofía y por Fanes, y creó un
mundo, con 72 cielos de ilusión, llenos de sufrimiento, enfermedad, vejez,
muerte, dolor físico, y deseos insatisfechos, donde unos seres vivos, deben
matar a otros seres vivos, para poder vivir. Nosotros, estamos en el cielo de
ilusión número 72, que a su vez, está en el cielo de realidad número 365, el
lugar más lejano de la Divinidad.
Para
gobernar éste mundo impuro, de materia impura, el Gran Arconte o Gran
Gobernante, que es el Demiurgo Oscuro Yaldabaoth, emanó de su ser, a los Siete
Arcontes o a los Siete Archidemonios, que son menos fuertes que él, pero que
tienen el mismo tipo de conciencia, y la misma lentitud de evolución.
Las
almas que decidieron evolucionar en éste mundo impuro de materia impura, fueron
llevadas a éste mundo, por Fanes-Segundo, y no saldrán de la rueda de
reencarnaciones, hasta que logren la iluminación espiritual, de aceptar a la
Presencia de Dios, Yo Soy, dentro y fuera de ellas mismas.
En una
oportunidad, Yaldabaoth permitió a Satán, a los otros Archidemonios a su mando,
y a muchos demonios, a que lucharan contra el Arcángel Miguel, los otros
Arcángeles, y muchos ángeles, para ver si podían llegar al Trono del Dios
Verdadero, y verle. Pero San Miguel, los expulsó con autoridad divina, y Satán,
y los suyos, cayeron a la Tierra, como un Rayo. Los seres impuros, que no se
purifican, no pueden ascender a los altos planos de luz. Éste Satán, solo puede
comparecer ante su amo, el Demiurgo Oscuro, pero no puede subir al trono del
Dios Verdadero.
Luego
de eso, Yaldabaoth creó al Hombre y a la Mujer, con barro de la tierra, y les
dijo que solo había un Dios, y que era él. Pero Lucifer envió una chispa de su
ser, quien tomando el cuerpo de la Serpiente Antigua, dio conocimiento, a
través del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal, al primer hombre, Adán, y a
la primera mujer, Eva, los cuales se liberaron de la cárcel, con apariencia de
jardín, que Yaldabaoth les había creado, para aprisionarlos. Sin embargo,
generaciones posteriores de seres humanos, volvieron a caer en la ignorancia.
Tiempo
después, algunos seres espirituales, parecidos a los ángeles, pero mortales,
llamados los Vigilantes, dirigidos por su jefe, Semiaza, fueron enviados a la Tierra,
por Yaldabaoth, para vigilar a los
humanos. Pero estos ángeles, que eran hijos de Dios, encarnaron en la
tierra, y conocieron a las hijas de los hombres, y les dieron sabiduría oculta,
y tuvieron hijos con ellas, que fueron los gigantes u hombres famosos, que
luego, crearían civilizaciones avanzadas.
Yaldabaoth,
se enfureció con los Vigilantes, y los metió en cárceles de oscuridad, y luego
envió un diluvio a la Tierra, una gran inundación, con mucha lluvia, y
deshielos, para exterminar a los gigantes. Pero Yahvéh-Dios, que es el Dios
Verdadero, salvó a su siervo Noé, y le hizo construir un arca, para que Noé
salve a su familia, a algunos animales, y a algunas plantas. Y Noé y los suyos
se salvaron, y luego, repoblaron la
tierra.
Pero
Yaldabaoth, destruyó a la civilización avanzada, creada por los gigantes u
hombres famosos. Una isla de seres adelantados, se hundió bajo las aguas.
Luego, la humanidad, recomenzó, con la ayuda de Yahvéh-Dios, pero luego, cayó en
ignorancia nuevamente, bajo el dominio de Yaldabaoth.
Luego,
por la misericordia del Dios Verdadero, una chispa de luz del Señor Lucifer,
llamada Jesús, bajó a la Tierra, para traer luz al ser humano, reflejando al
Padre. Éste ser, el Maestro Jesús de Nazaret, el Ungido de Yahvéh, el Cristo
Planetario, trajo luz al mundo, pero fue atacado por Yaldabaoth y los demonios
a su mando, los cuales sacrificaron a Jesús en una cruz, pero Jesús resucitó y
ascendió a los cielos, trayendo con su sacrificio, mayor luz al mundo.
Cuando
Jesús murió, descendió a los infiernos, en donde Semiaza y sus ángeles, los
Vigilantes, estaban presos en oscuridad, y los liberó, llevándolos a planos
superiores de existencia, en la luz pura del Padre Eterno, por sus esfuerzos de
llevar luz a la humanidad. Luego Jesús resucitó y ascendió a los cielos, lugar
desde el cual, inspira conocimiento superior, a las almas adelantadas de éste
mundo.
Semiaza,
y sus ángeles, eran espíritus de tipo arconte, que habrían logrado aceptar a su
Presencia de Dios, interna, y que luego compartieron, ese conocimiento, y otros
conocimientos, con los humanos, lo cual despertó la ira de Yaldabaoth. Ellos
eran espíritus luciféricos, pero hechos de materia sutil, lo suficientemente
densa, como para poder ser atacados por Yaldabaoth, y ser puestos en prisiones
de oscuridad. Semiaza y los suyos, fueron el Prometeo, que nos trajo el fuego
de la sabiduría, y Jesús fue el Hércules que lo liberó de su prisión.
Samael
Yaldabaoth, imita ponzoñosamente a Dios, Padre, Hijo, y Espíritu Santo, y crea
cosas pervertidas y mentirosas, para ocultar la luz de Dios, a los seres
humanos.
Así
como Yahvéh-Dios, se manifiesta, como la Santa Tríada del Bien, formada por el
Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo, de forma semejante, Satanás, Hijo de
Yaldabaoth, se manifiesta como la Tríada del Mal, formada por Satanás, Rey de
los Demonios, que ocupa la posición de Padre, usurpando el título de Lucifer o
Portador de Luz, que le corresponde a Cristo. Belcebú, es el aspecto de Satanás
como el Hijo, y el Príncipe de los Demonios. Y Astarot, es el aspecto de
Satanás, como el Espíritu Maligno, y Gran Duque del Infierno. Al hacer esto,
Satanás, pervierte el culto a Baal Tsebal, el Señor de la Gran Morada, con
Belcebú, el Señor de las Moscas, y pervierte el culto a Ashtart, Astoret, o
Astarté, La Gran Estrella, con el Culto a Astarot, las Estrellas, pero en
maldad.
Y el
Maestro Jesús de Nazaret, es una chispa de luz, del Divino Fanes, que desciende
a la Tierra, para reflejar al Padre, y traer la luz del Padre, a quien lo
invoque. El Maestro Cristo-Jesús, cumple la misma función que el Divino Verbo
Fanes, y representa al Verbo Fanes, pero en una vibración energética menor,
para que sea más fácil trabajar con él.
Así
como quien habla con el Señor Fanes o con la Señora Sofía, habla con
Yahvéh-Dios, pues los tres son uno, de la misma forma, quien habla con
Cristo-Jesús, habla con el Padre, con el Hijo, y con el Espíritu Santo, pues el
Maestro Jesús, es uno con su Cristo-Interno, y es uno con la Santa Tríada de,
El Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo, de forma especial, pues ha sido elegido
por Yahvéh-Dios, para cumplir esa misión, para la Tierra.
Cristo-Jesús
es el Verdadero Lucifer, que trae la luz del conocimiento unitivo, y que
oponiéndose a Samael Yaldabaoth, que es el amo de éste mundo, fue crucificado,
pero que aun así, venció, y resucitó de entre los muertos, pasando de la muerte
o estado espiritual dormido, a la vida o estado espiritual despierto. En
Cristo-Jesús, todas las cosas son hechas nuevas, de la misma forma en que en el
Cristo-Interno del Devoto, iniciado en el Conocimiento Unitivo, todas las cosas
son hechas nuevas.
Además,
el Maestro Jesús, el Verbo hecho carne, aprovechó su sacrificio en la cruz,
como ofrenda a Yahvéh-Dios, para bajar más luz, a los bajos planos de
oscuridad, y de ésta forma, triunfó con aún mayor fuerza. Realmente, para el
Cristianismo Interno, que yo practico, muchos ángeles pueden cumplir la misma
función que el Maestro Jesús, reflejando al Padre, pero el Maestro Jesús,
recibe ayuda extra de la Santa Tríada, para cumplir esa función, de reflejar al
Padre, de mejor forma que otros ángeles, aunque el Maestro Jesús, no refleja al
Padre, mejor que Fanes, Sofía, o el propio Cristo-Interno Individual, claro
está. Cuando le hables a Cristo-Jesús, habla con él, en parte, como a un santo
o alma liberada, muy especial, pero en parte, como al propio Señor Fanes, pues
Jesús es ambas cosas, al cumplir ambas funciones. Así como Fanes es el Ángel
del Señor, que refleja y representa a Yahvéh-Dios, de la misma forma, Jesús es
un ángel, que refleja y representa, de forma especial, al Señor Fanes, y por lo
tanto, también refleja y representa a Yahvéh-Dios.
El
Señor Fanes, es el Logos o la Palabra Creadora de Dios, para nuestro Universo,
y él es Dios, para nuestro universo, pues él lo creó, por orden de Yahvéh-Dios.
De hecho el Señor Fanes, es el Yahvéh Menor, así como Jelkerá-Dios,
Yahvéh-Primero-Original, o El Elión, es el Yahvéh Mayor.
Por
eso, el cristiano interno, puede usar el mantra Alabado Yahvéh y Fanes,
(diciendo, “Alabado Yahvéh, Alabado Yahvéh, Yahvéh Yahvéh, Alabado Alabado.
Alabado Fanes, Alabado Fanes, Fanes Fanes, Alabado Alabado.) Y también puede
decir, el Mantra Alabado Yahvéh y Jesús, (diciendo, “Alabado Yahvéh, Alabado
Yahvéh, Yahvéh Yahvéh, Alabado Alabado. Alabado Jesús, Alabado Jesús, Jesús
Jesús, Alabado Alabado.) Y casi puede decir ambos mantras, de forma indistinta,
pues ambos mantras, invocan al Padre-Madre-Mente, y al Cristo-Interno
Individual. De ésta forma, se avanza espiritualmente, y se crece, en la
benevolencia gratuita, de Yahvéh-Dios.
Jelkerá-Dios,
es, Amor Inmanente, y Realidad Trascendente. Jelkerá-Dios, creó todas las
cosas, con su mente y con su palabra. Jelkerá-Dios, primero emanó al
Pensamiento, que es la Señora Sofía, el Espíritu Santo, y luego emanó a la
Palabra, que es El Señor Fanes. Y luego, Jelkerá-Dios, creó el Cielo y la
Tierra, a través de la Palabra. Om, Alabanza, a Jelkerá-Dios, a la Señora
Sofía, y al Señor Fanes.
Yaldabaoth,
el que se hace pasar por Dios, sin ser Dios, y los demonios malignos a su
mando, quieren sacrificios de sangre, guerras innecesarias, y multiplicación de
seres vivos, para gozar, del sufrimiento de los seres vivos. Pero el verdadero
Yahvéh-Dios, el Padre Celestial, misericordia quiere, y no sacrificios. Sin
embargo, el Maestro Jesús de Nazaret, usó el sacrificio, para demostrar el amor
de Dios, quien entregó a su propio hijo en sacrificio, para ayudar a la
redención de las almas en evolución.
Al
final de la manifestación de éste universo denso, Yaldabaoth y los
Archidemonios, serán puestos en el lago de fuego y azufre, y serán castigados
por sus maldades. A su vez, sus almas, luego de ser castigadas, pasarán por el
proceso evolutivo, desde muy abajo, y como toda alma espiritual, continuarán su
proceso evolutivo, en los 365 cielos de realidad.
¿Qué trato
debemos tener con el Demiurgo Oscuro? Debemos tratarlo como a lo que es, un
siervo de Dios, dotado con poder, que hace la voluntad de Dios, lo quiera o no
lo quiera. Cuando adoramos al Dios Verdadero, como en el fondo, todo es uno y
todo es Dios, parte de nuestra energía, va hacia Dios, y parte va hacia
Yaldabaoth, y Dios, nos devuelve la energía, pero multiplicada, y en ese viaje,
el Demiurgo Oscuro, recibe su parte, pues eso es lo que le corresponde. Podemos
y debemos, darle su parte al Dios Verdadero, y al hacerlo, Demiurgo Oscuro
también recibirá su parte, y así viviremos en armonía, ya que esa es la
voluntad del Dios Verdadero. Perdonando, es como se derrota al enemigo. El
Demiurgo Oscuro, solo reaccionará de forma violenta, si somos violentos con él.
Pero si respetamos su territorio, y nos desarrollamos espiritualmente, en
obediencia al Dios Verdadero, entonces, seremos bastante protegidos, podremos
evolucionar espiritualmente, y podremos mejorar materialmente. Un error de los
gnósticos cristianos dualistas antiguos, fue odiar al Demiurgo Oscuro, como
forma indirecta de odiar al Dios Verdadero, que nos puso en éste mundo oscuro,
lo cual, de por sí, ya atrae maldición de la Ley Espiritual. Y otro error de
los gnósticos cristianos dualistas antiguos, fue odiar al Demiurgo Oscuro, que
está ungido por Dios, para cumplir la misión que cumple, lo cual, también es
castigado por la Ley Espiritual. El odio indirecto al Dios Verdadero, y el odio
directo al Demiurgo Oscuro, se les devolvió. Sus espíritus se liberaron, pues
se conocieron a sí mismos, y a su chispa divina interior, pero sus cuerpos
pasaron por un tormento innecesario, en éste mundo, y en el otro. Yo pienso que
el Demiurgo Oscuro, cree puede hacer lo que quiera, pues cree que al final, el
Dios Verdadero lo perdonará, y así será, pero primero lo pasará por fuego, y lo
hará involucionar, para luego hacerlo evolucionar, normalmente. En el mundo
espiritual, somos respetados, y beneficiados, por nuestro contacto con el Dios
Verdadero, pero no debemos abusar de nuestro poder, pues su lo hacemos, seremos
castigados. En el mundo espiritual, hay reglas, y somos beneficiados si las
cumplimos, pero si las quebrantamos, somos castigados.