Chamanismo
Universal.
Chaman significa,
“aquel que sabe”. Un chamán, o una chamána, es una persona, que puede invocar a
los espíritus, viajar astralmente, hacer curaciones o sanciones
espirituales, adivinar el futuro, y
otras cosas, relacionadas a la magia, o a la maestría en dominio fantástico de
la naturaleza. Un chamán, puede viajar a otro mundo, para devolver el animal de
poder a una persona que lo perdió, o para devolver un fragmento de alma, o
mejor dicho, para devolver un fragmento del cuerpo astral, a aquel que lo
perdió, para devolverle la vitalidad o lo que sea que haya perdido. El chamán,
puede viajar al mundo espiritual, por medio de un mantra, de una canción, de
una meditación, de un rezo, o por medio de tocar un instrumento como una maraca
o un tambor.
Todos tenemos
ancestros indígenas, o de algún pueblo original, de algún lugar, cercano o
lejano, si retrocedemos lo suficiente en el tiempo, incluso hasta la
pre-historia, y todos tenemos derecho a practicar el chamanismo.
El chamán,
puede trabajar con la energía espiritual que llena compenetra y circunda todas
las cosas, y que proviene del Gran Espíritu o Dios Padre Madre Universal. El
chamán, también puede trabajar con sus espíritus guías, que pueden ser,
principalmente, animales de poder, o espíritus guías, santos, arcángeles,
maestros ascendidos, extraterrestres avanzados espiritualmente, dioses, diosas,
o cualquier otro tipo de espíritus guías. El chamán, puede trabajar también con
su tercer ojo, y con su flama triple del corazón, y también puede trabajar con
los siete chakras del cuerpo etérico. El chamán, puede enviar energía a
distancia, para ayudar a cualquier persona, en cualquier tipo de asunto.
El chamán,
puede viajar a su espacio sagrado, en el plano astral, que puede ser un lugar
verde, junto a un árbol y junto a un río, y desde allí, reunirse con sus
espíritus guías, y con su animal de poder, para realizar sanaciones o trabajos
espirituales de todo tipo, sobre sí mismo, o sobre los demás. El chamán, puede
hacer cirugías energéticas, en persona o a distancia, sacando energías malas
del cuerpo, y llevándolas a través de una puerta astral, a un plano donde no
causen daño a nadie, y sean transmutadas o destruidas. El chamán, puede imponer las manos, bendecir,
y hacer barridos energéticos, a personas, en forma presencial o a distancia, y
puede limpiar y bendecir, a terrenos casas o habitaciones.
El chamán, le
pregunta a la energía espiritual, lo que quiere saber, y luego, en su
pensamiento, le llega la respuesta, como una visión, como una frase, o a lo
largo de su vida, por medio de personas, libros, o acontecimientos. Si el
chamán, quiere ver algo, se imagina un símbolo energético, como una cruz, sobre
su propia frente, o se imagina un tercer ojo abierto sobre su frente, y le dice
a la energía espiritual lo que quiere ver, y luego, logra verlo en su mente. La
energía espiritual, puede ser imaginada, como una niebla luminosa de color
verde.
El animal de
poder, puede ser también un espíritu guía. Por ejemplo, tu animal de poder,
puede ser un espíritu guía, llamado, Señor Lobo Gris, Señor Oso Pardo, Señor Águila
Blanca, Señora Serpiente Roja, u otros nombres, y puede asumir forma animal o
humana. El animal de poder, puede ser un ser mágico, como un pegaso, un
unicornio, un centauro, o puede ser cualquier otro ser. El animal de poder, o
espíritu guía, sabe más que uno, y puede ser el espíritu, de una persona, de
cualquier época o cultura, que tiene poder mágico, para ayudarnos cuando lo
invocamos. El espíritu guía, toma su energía de un tótem, que puede ser un
animal, una planta, o cualquier cosa de la naturaleza, como un río, una
montaña, el sol, la luna, una constelación, o un fenómeno natural. Un tótem, es
objeto de la naturaleza (animal, planta, etc.)
que actúa como símbolo o emblema colectivo y al que una tribu o un individuo,
venera y otorga un valor protector, o considera como antepasado. Generalmente,
un tótem es un animal, o una planta. Pregúntale
a la energía espiritual, que te muestre a tu espíritu guía o animal de poder, y
pregúntale su nombre, para que lo puedas invocar. Es más, puedes tener varios
animales de poder, y no sólo uno. El espíritu guía, que es un animal de poder,
viene acompañado de espíritus auxiliares, de menor tamaño, que pueden tener la
forma de abejas, o de mariposas, que ayudan al chamán, y al animal de poder, en
las operaciones mágicas. Los bichos que el chamán puede sacer del cuerpo de sus
pacientes, con la ayuda del espíritu guía, y de los espíritus auxiliares, son
larvas astrales, o parásitos energéticos, que pueden asumir la forma de
gusanos, o de otros bichos ponzoñosos. Éstos parásitos energéticos o larvas
astrales, luego serán llevados por el espíritu guía, a través de una puerta
astral, lleva a otro plano de existencia, para que no molesten a nadie, y para
que su energía sea reciclada.
La
fragmentación del alma, puede suceder, pero no es que el alma se fracciona,
sino que lo que puede suceder, es que una parte del cuerpo astral, se separa
del cuerpo astral, y luego el chamán, puede recuperarla, para reponer la
energía del cuerpo astral, y resolver la falta de energía y de alegría de vivir
de la persona. Lo mismo pasa con el animal de poder, o espíritu guía animal de
poder, pues una persona puede perderlo, por portarse mal, o por no elevar su
conciencia, y luego el chamán, puede buscar a ése espíritu guía, animal de poder,
o espíritu tutelar, y reconectarlo a su persona tutelada, para que ésta mejore.
El viaje
astral, se hace junto al espíritu guía o animal de poder, para un fin
específico, y no por pasear y ver con qué uno se encentra, para que el plano
astral nos dé sorpresas, o para hacer un paseo de entretenimiento, pues en el
plano astral, se puede encontrar de todo, de lo más bueno a lo más malo. Tu
viaje astral lo diriges tú, junto a tu espíritu guía o animal de poder, y tú
decides con qué te encuentras, o con que te encuentras. Además, se supone que
tienes acceso a la fuente de información más completa del universo, que es la
energía espiritual, la cual te pude responder a casi todas las preguntas, y no
es propio de un chamán, preguntarle a nadie, que significa lo que vio, sintió,
o experimentó, sino que la respuesta a sus preguntas, deben venir de la energía
espiritual. En caso contrario, que el chamán, le pague una consulta a alguien
que sepa más que él, pero el instructor chamánico, no está obligado a
responderle nada, pues como maestro espiritual, el maestro decide que responde
y que no responde, y a quien acepta como discípulo y a quien rechaza como
discípulo. Además, el chamán, no es un sabelotodo, sino que va elevando su
conciencia gradualmente, y hace lo que puede, y no lo puede todo, y justo por
eso, existen médicos, abogados, maestros, sacerdotes, políticos, militares,
policías, camioneros, sirvientas, amas de casa, y demás, profesiones y oficios.
Los deberes
del chamán, no los decide su consultante, ni los decide el pueblo, sino que los
decide el chamán, pues el superior espiritual, es el chamán. El que manda, es
el maestro espiritual o el chamán, y lo que le queda al consultante, es
obedecer o irse, pues el deber del chamán es mandar, y el deber del consultante,
es obedecer o irse, y no hay otras opciones. Lo que piense el consultante, no
importa, pues lo único que importa, es lo que piense el chamán. Y si el
consultante, demuestra falta de fe en el chamán, el deber del chamán, no es ni
responder ni hacer caso del consultante, sino que debe echar al consultante.
Así de simple. Y el precio de la consulta, lo decide el chamán, y no se
negocia. No todos son dignos de la ayuda del chamán, sino que solo el digno de
la ayuda del chamán, el que demuestra, fe en el chamán, respeto por los
espíritus guías, y obediencia a las prescripciones del chamán, lo cual puede
incluir, traer materiales, si el chamán así lo dispone, o pagar el precio de la
consulta. En la relación maestro y discípulo, o brujo y consultante, el único
que manda, es el maestro o el brujo, y las únicas dos opciones, del discípulo o
consultante, son obedecer o irse. Por algo el maestro o brujo, es maestro o
brujo, pues sabe más, y puede mandar, mientras que el discípulo o consultante,
sabe menos, y por eso se supone que consulta. Pues si el consultante hace
preguntas para, hacer pensar al maestro o brujo, o para ponerlo a prueba, o
para burlarse de sus creencias o experiencias, entonces el consultante o
discípulo, no es digno del maestro o brujo, sino que sólo es digno de
maldición. La bendición, debe ganarse, con obediencia, y respeto, en palabras y
en obras. El maestro o brujo, no debe abusar del discípulo o consultante, pero
el maestro está y debe estar arriba, y el discípulo o consultante, debe estar abajo.
Así de simple.
El chamán, no
necesita objetos físicos para trabajar, pues viajando astralmente, a su lugar
sagrado, en el interior de su mente, puede encontrarse allí, con su espíritu
guía, y consigo mismo, o sin un consultante, para reparar lo que deba ser
reparado, reemplazando órganos, espiritualmente, o quitando intrusiones, o
quitando parásitos energéticos o larvas astrales, o haciendo barrido energético
sobre la persona, o haciéndole imposición de manos, marcándole cruces o
símbolos sagrados, o devolviendo un fractal o fragmento de alma o cuerpo
astral, o reconectando al individuo con su animal de poder, o lo que sea
necesario. Si el espíritu guía lo pide, pues la persona está muy mal, entonces,
el espíritu guía, en el lugar sagrado, en el plano astral, crea una crema machacando
plantas o sustancias de distintos tipos, mientras el chamán, le quita toda la
piel al consultante, haciéndole un tajo, y luego quitando la piel, y luego el
chamán, le pasa la crema por todo el cuerpo al consultante, y así le crea una
nueva piel, para que pueda vivir mejor. Se repara a la persona en el plano
astral, y luego, esa reparación, tiene efectos positivos, en el plano físico, a
los dos o tres días, pudiendo hacerle un enorme beneficio, de por vida.
El chamán,
puede echar las cartas, para adivinar el futuro, y puede limpiar
energéticamente, un lugar, marcando cruces solares, en el aire, para proyectarlas
sobre las paredes, techo, piso, y centro, de una habitación, invocando al
padre, al hijo, y al espíritu santo. Un chamán, puede usar sahumerios, o puede
hacer todo, por medio de la oración y de la meditación, o puede usar agua
consagrada, o polvos consagrados, así como ceniza consagrada.
En el
chamanismo universal, los espíritus guías, pueden ser animales de poder, pero
también pueden ser, santos, santas, budas, almas liberadas, espíritus puros,
maestros ascendidos, maestras ascendidas, dioses, diosas, espíritus elementales
de la naturaleza, muertos, espíritus desencarnados, ángeles, arcángeles,
demonios, archidemonios, o cualquier otro tipo de entidad espiritual, de
bondad, de pasión, o de maldad, pues el en fondo, todo es uno y todo es Dios, y
distintos espíritus, pueden enseñarnos distintas cosas, y todos los espíritus,
pueden ser necesarios. El Gran Espíritu, o Dios Padre Madre Universal, podrá
ayudarnos para algunas cosas, pero a veces, él dispondrá que recurramos a otras
entidades espirituales, con otras energías, para que aprendamos más. No todo se
arreglará, con Dios Padre Madre Universal, y con el Cristo Interno Individual o
Yo Superior, sino que todo conocimiento, puede ser útil, según que se necesite
en el momento o en las circunstancias.
Proyectar tu
imagen, o la de otra persona, sobre una pantalla mental, o sobre el suelo, o
sobre una pared, real o imaginaria, y hacer la curación espiritual, sobre esa
imagen proyectada, poniéndole cruces, y haciendo mantras u oraciones, puede
servir perfectamente, para trabajar a distancia, así como proyectar una imagen
en tres dimensiones, en cualquier tamaño, frente a uno, o en la mano de uno,
para sanarla, o para trabajar sobre ella, también puede servir.
También puede
servir, revolver un caldero imaginario, lleno de energía espiritual, color
verde, como una niebla luminosa, o como un líquido luminoso, color verde, con
la mano, sobre la otra mano, en el aire, para luego formar una bola de energía
con las manos, y soplarla para que llegue a la persona, a través de una puerta
astral, en la pared o en la ventana, o en el piso, también puede servir, para
trabajar a distancia, o bien, para trabajar en persona.
Uno invoca a
sus espíritus guías, opera sobre la persona, lugar, o situación, y luego sella
el trabajo, formando y proyectando, un círculo, sobre la persona, lugar, o
situación, lo cual puede hacer, al empezar y al terminar la sesión chamánica.
Podemos empezar y terminar, la sesión chamánica, haciéndonos la señal de la
cruz, y luego, juntando nuestras manos a la altura del pecho, para centrar la
energía, pensando en una luz en nuestra frente, como el tercer ojo abierto, y
pensando en la luz de la flama triple del corazón, en donde habita nuestro
cristo interno individual.
¿Cómo uno se
convierte en chamán? Uno se convierte en
chamán, elevando la conciencia, y practicando chamanismo, con todo el
conocimiento aquí vertido, y con todo el conocimiento espiritual que uno tenga.
La práctica hace al maestro. Sin embargo, la iniciación, puede simbolizarse con
un ritual de iniciación, pero eso, en un devoto avanzado en Conciencia de
Cristo, es innecesario, si ya se hizo el sacramento de conversión a la Doctrina
Jelkeriana. Yo creé mi propio método chamánico, sin alucinógenos, y sin
necesidad de grandes rituales, ni de elementos químicos, ni de disciplinas
físicas, ni de sudoración, ni de humos, u otras cosas. Cualquier persona, puede
seguir el chamanismo universal, que es de carácter mental y espiritual, y no
por medio de químicos.