domingo, 10 de octubre de 2021

Chamanismo Universal.

Chamanismo Universal.

Chaman significa, “aquel que sabe”. Un chamán, o una chamána, es una persona, que puede invocar a los espíritus, viajar astralmente, hacer curaciones o sanciones espirituales,  adivinar el futuro, y otras cosas, relacionadas a la magia, o a la maestría en dominio fantástico de la naturaleza. Un chamán, puede viajar a otro mundo, para devolver el animal de poder a una persona que lo perdió, o para devolver un fragmento de alma, o mejor dicho, para devolver un fragmento del cuerpo astral, a aquel que lo perdió, para devolverle la vitalidad o lo que sea que haya perdido. El chamán, puede viajar al mundo espiritual, por medio de un mantra, de una canción, de una meditación, de un rezo, o por medio de tocar un instrumento como una maraca o un tambor.

Todos tenemos ancestros indígenas, o de algún pueblo original, de algún lugar, cercano o lejano, si retrocedemos lo suficiente en el tiempo, incluso hasta la pre-historia, y todos tenemos derecho a practicar el chamanismo.

El chamán, puede trabajar con la energía espiritual que llena compenetra y circunda todas las cosas, y que proviene del Gran Espíritu o Dios Padre Madre Universal. El chamán, también puede trabajar con sus espíritus guías, que pueden ser, principalmente, animales de poder, o espíritus guías, santos, arcángeles, maestros ascendidos, extraterrestres avanzados espiritualmente, dioses, diosas, o cualquier otro tipo de espíritus guías. El chamán, puede trabajar también con su tercer ojo, y con su flama triple del corazón, y también puede trabajar con los siete chakras del cuerpo etérico. El chamán, puede enviar energía a distancia, para ayudar a cualquier persona, en cualquier tipo de asunto.

El chamán, puede viajar a su espacio sagrado, en el plano astral, que puede ser un lugar verde, junto a un árbol y junto a un río, y desde allí, reunirse con sus espíritus guías, y con su animal de poder, para realizar sanaciones o trabajos espirituales de todo tipo, sobre sí mismo, o sobre los demás. El chamán, puede hacer cirugías energéticas, en persona o a distancia, sacando energías malas del cuerpo, y llevándolas a través de una puerta astral, a un plano donde no causen daño a nadie, y sean transmutadas o destruidas.  El chamán, puede imponer las manos, bendecir, y hacer barridos energéticos, a personas, en forma presencial o a distancia, y puede limpiar y bendecir, a terrenos casas o habitaciones.

El chamán, le pregunta a la energía espiritual, lo que quiere saber, y luego, en su pensamiento, le llega la respuesta, como una visión, como una frase, o a lo largo de su vida, por medio de personas, libros, o acontecimientos. Si el chamán, quiere ver algo, se imagina un símbolo energético, como una cruz, sobre su propia frente, o se imagina un tercer ojo abierto sobre su frente, y le dice a la energía espiritual lo que quiere ver, y luego, logra verlo en su mente. La energía espiritual, puede ser imaginada, como una niebla luminosa de color verde.

El animal de poder, puede ser también un espíritu guía. Por ejemplo, tu animal de poder, puede ser un espíritu guía, llamado, Señor Lobo Gris, Señor Oso Pardo, Señor Águila Blanca, Señora Serpiente Roja, u otros nombres, y puede asumir forma animal o humana. El animal de poder, puede ser un ser mágico, como un pegaso, un unicornio, un centauro, o puede ser cualquier otro ser. El animal de poder, o espíritu guía, sabe más que uno, y puede ser el espíritu, de una persona, de cualquier época o cultura, que tiene poder mágico, para ayudarnos cuando lo invocamos. El espíritu guía, toma su energía de un tótem, que puede ser un animal, una planta, o cualquier cosa de la naturaleza, como un río, una montaña, el sol, la luna, una constelación, o un fenómeno natural. Un tótem, es objeto de la naturaleza (animal, planta, etc.) que actúa como símbolo o emblema colectivo y al que una tribu o un individuo, venera y otorga un valor protector, o considera como antepasado. Generalmente, un tótem es un animal, o una planta. Pregúntale a la energía espiritual, que te muestre a tu espíritu guía o animal de poder, y pregúntale su nombre, para que lo puedas invocar. Es más, puedes tener varios animales de poder, y no sólo uno. El espíritu guía, que es un animal de poder, viene acompañado de espíritus auxiliares, de menor tamaño, que pueden tener la forma de abejas, o de mariposas, que ayudan al chamán, y al animal de poder, en las operaciones mágicas. Los bichos que el chamán puede sacer del cuerpo de sus pacientes, con la ayuda del espíritu guía, y de los espíritus auxiliares, son larvas astrales, o parásitos energéticos, que pueden asumir la forma de gusanos, o de otros bichos ponzoñosos. Éstos parásitos energéticos o larvas astrales, luego serán llevados por el espíritu guía, a través de una puerta astral, lleva a otro plano de existencia, para que no molesten a nadie, y para que su energía sea reciclada.

La fragmentación del alma, puede suceder, pero no es que el alma se fracciona, sino que lo que puede suceder, es que una parte del cuerpo astral, se separa del cuerpo astral, y luego el chamán, puede recuperarla, para reponer la energía del cuerpo astral, y resolver la falta de energía y de alegría de vivir de la persona. Lo mismo pasa con el animal de poder, o espíritu guía animal de poder, pues una persona puede perderlo, por portarse mal, o por no elevar su conciencia, y luego el chamán, puede buscar a ése espíritu guía, animal de poder, o espíritu tutelar, y reconectarlo a su persona tutelada, para que ésta mejore.

El viaje astral, se hace junto al espíritu guía o animal de poder, para un fin específico, y no por pasear y ver con qué uno se encentra, para que el plano astral nos dé sorpresas, o para hacer un paseo de entretenimiento, pues en el plano astral, se puede encontrar de todo, de lo más bueno a lo más malo. Tu viaje astral lo diriges tú, junto a tu espíritu guía o animal de poder, y tú decides con qué te encuentras, o con que te encuentras. Además, se supone que tienes acceso a la fuente de información más completa del universo, que es la energía espiritual, la cual te pude responder a casi todas las preguntas, y no es propio de un chamán, preguntarle a nadie, que significa lo que vio, sintió, o experimentó, sino que la respuesta a sus preguntas, deben venir de la energía espiritual. En caso contrario, que el chamán, le pague una consulta a alguien que sepa más que él, pero el instructor chamánico, no está obligado a responderle nada, pues como maestro espiritual, el maestro decide que responde y que no responde, y a quien acepta como discípulo y a quien rechaza como discípulo. Además, el chamán, no es un sabelotodo, sino que va elevando su conciencia gradualmente, y hace lo que puede, y no lo puede todo, y justo por eso, existen médicos, abogados, maestros, sacerdotes, políticos, militares, policías, camioneros, sirvientas, amas de casa, y demás, profesiones y oficios.

Los deberes del chamán, no los decide su consultante, ni los decide el pueblo, sino que los decide el chamán, pues el superior espiritual, es el chamán. El que manda, es el maestro espiritual o el chamán, y lo que le queda al consultante, es obedecer o irse, pues el deber del chamán es mandar, y el deber del consultante, es obedecer o irse, y no hay otras opciones. Lo que piense el consultante, no importa, pues lo único que importa, es lo que piense el chamán. Y si el consultante, demuestra falta de fe en el chamán, el deber del chamán, no es ni responder ni hacer caso del consultante, sino que debe echar al consultante. Así de simple. Y el precio de la consulta, lo decide el chamán, y no se negocia. No todos son dignos de la ayuda del chamán, sino que solo el digno de la ayuda del chamán, el que demuestra, fe en el chamán, respeto por los espíritus guías, y obediencia a las prescripciones del chamán, lo cual puede incluir, traer materiales, si el chamán así lo dispone, o pagar el precio de la consulta. En la relación maestro y discípulo, o brujo y consultante, el único que manda, es el maestro o el brujo, y las únicas dos opciones, del discípulo o consultante, son obedecer o irse. Por algo el maestro o brujo, es maestro o brujo, pues sabe más, y puede mandar, mientras que el discípulo o consultante, sabe menos, y por eso se supone que consulta. Pues si el consultante hace preguntas para, hacer pensar al maestro o brujo, o para ponerlo a prueba, o para burlarse de sus creencias o experiencias, entonces el consultante o discípulo, no es digno del maestro o brujo, sino que sólo es digno de maldición. La bendición, debe ganarse, con obediencia, y respeto, en palabras y en obras. El maestro o brujo, no debe abusar del discípulo o consultante, pero el maestro está y debe estar arriba, y el discípulo o consultante, debe estar abajo. Así de simple.

El chamán, no necesita objetos físicos para trabajar, pues viajando astralmente, a su lugar sagrado, en el interior de su mente, puede encontrarse allí, con su espíritu guía, y consigo mismo, o sin un consultante, para reparar lo que deba ser reparado, reemplazando órganos, espiritualmente, o quitando intrusiones, o quitando parásitos energéticos o larvas astrales, o haciendo barrido energético sobre la persona, o haciéndole imposición de manos, marcándole cruces o símbolos sagrados, o devolviendo un fractal o fragmento de alma o cuerpo astral, o reconectando al individuo con su animal de poder, o lo que sea necesario. Si el espíritu guía lo pide, pues la persona está muy mal, entonces, el espíritu guía, en el lugar sagrado, en el plano astral, crea una crema machacando plantas o sustancias de distintos tipos, mientras el chamán, le quita toda la piel al consultante, haciéndole un tajo, y luego quitando la piel, y luego el chamán, le pasa la crema por todo el cuerpo al consultante, y así le crea una nueva piel, para que pueda vivir mejor. Se repara a la persona en el plano astral, y luego, esa reparación, tiene efectos positivos, en el plano físico, a los dos o tres días, pudiendo hacerle un enorme beneficio, de por vida.

El chamán, puede echar las cartas, para adivinar el futuro, y puede limpiar energéticamente, un lugar, marcando cruces solares, en el aire, para proyectarlas sobre las paredes, techo, piso, y centro, de una habitación, invocando al padre, al hijo, y al espíritu santo. Un chamán, puede usar sahumerios, o puede hacer todo, por medio de la oración y de la meditación, o puede usar agua consagrada, o polvos consagrados, así como ceniza consagrada.

En el chamanismo universal, los espíritus guías, pueden ser animales de poder, pero también pueden ser, santos, santas, budas, almas liberadas, espíritus puros, maestros ascendidos, maestras ascendidas, dioses, diosas, espíritus elementales de la naturaleza, muertos, espíritus desencarnados, ángeles, arcángeles, demonios, archidemonios, o cualquier otro tipo de entidad espiritual, de bondad, de pasión, o de maldad, pues el en fondo, todo es uno y todo es Dios, y distintos espíritus, pueden enseñarnos distintas cosas, y todos los espíritus, pueden ser necesarios. El Gran Espíritu, o Dios Padre Madre Universal, podrá ayudarnos para algunas cosas, pero a veces, él dispondrá que recurramos a otras entidades espirituales, con otras energías, para que aprendamos más. No todo se arreglará, con Dios Padre Madre Universal, y con el Cristo Interno Individual o Yo Superior, sino que todo conocimiento, puede ser útil, según que se necesite en el momento o en las circunstancias.

Proyectar tu imagen, o la de otra persona, sobre una pantalla mental, o sobre el suelo, o sobre una pared, real o imaginaria, y hacer la curación espiritual, sobre esa imagen proyectada, poniéndole cruces, y haciendo mantras u oraciones, puede servir perfectamente, para trabajar a distancia, así como proyectar una imagen en tres dimensiones, en cualquier tamaño, frente a uno, o en la mano de uno, para sanarla, o para trabajar sobre ella, también puede servir.

También puede servir, revolver un caldero imaginario, lleno de energía espiritual, color verde, como una niebla luminosa, o como un líquido luminoso, color verde, con la mano, sobre la otra mano, en el aire, para luego formar una bola de energía con las manos, y soplarla para que llegue a la persona, a través de una puerta astral, en la pared o en la ventana, o en el piso, también puede servir, para trabajar a distancia, o bien, para trabajar en persona.

Uno invoca a sus espíritus guías, opera sobre la persona, lugar, o situación, y luego sella el trabajo, formando y proyectando, un círculo, sobre la persona, lugar, o situación, lo cual puede hacer, al empezar y al terminar la sesión chamánica. Podemos empezar y terminar, la sesión chamánica, haciéndonos la señal de la cruz, y luego, juntando nuestras manos a la altura del pecho, para centrar la energía, pensando en una luz en nuestra frente, como el tercer ojo abierto, y pensando en la luz de la flama triple del corazón, en donde habita nuestro cristo interno individual. 

¿Cómo uno se convierte  en chamán? Uno se convierte en chamán, elevando la conciencia, y practicando chamanismo, con todo el conocimiento aquí vertido, y con todo el conocimiento espiritual que uno tenga. La práctica hace al maestro. Sin embargo, la iniciación, puede simbolizarse con un ritual de iniciación, pero eso, en un devoto avanzado en Conciencia de Cristo, es innecesario, si ya se hizo el sacramento de conversión a la Doctrina Jelkeriana. Yo creé mi propio método chamánico, sin alucinógenos, y sin necesidad de grandes rituales, ni de elementos químicos, ni de disciplinas físicas, ni de sudoración, ni de humos, u otras cosas. Cualquier persona, puede seguir el chamanismo universal, que es de carácter mental y espiritual, y no por medio de químicos.

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