Invocación a Dios y a sus siervos eternos.
En el Nombre
del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo, Amén.
Om, nosotros
somos ondas, en el océano de la Presencia, de Dios Padre Madre Universal. Om,
Alabanza, Gratitud, y Amor, a Yahvéh Dios. Yo Soy un alma liberada, en unión
eterna a mi Cristo Interno individual.
Alabanzas a
ti, Yahvéh Dios, que eres el Padre, alabanzas a ti, Cristo Jesús, que eres el
Hijo, y alabanzas a ti, Paráclito, que eres el Espíritu Santo. Alabanzas a ti,
Yahvéh Dios, que eres el Ser Supremo, y la Realidad Substancial, gran
manifestación del Dios Altísimo, El Elión, para nuestro universo. Alabanzas a ti,
Yahvéh Dios, que eres la Magna Presencia Yo Soy, de todo el Universo.
Alabanzas a
ti, Yahvéh Dios, que eres, el creador del cielo y de la tierra, tardo para la
cólera, y rico en amor y misericordia, pues para ti, crear y destruir son lo
mismo, pues todo te sirve para hacer evolucionar a todos los seres, en
compasión universal. Tú eres la Ley Espiritual, que rige todos los fenómenos de
la naturaleza, y tú eres la Energía Espiritual, que constituye, llena,
compenetra, circunda, y mueve, a todas las cosas, y a todos los seres.
Veneración al
Yo Superior Individual, de cada alma en evolución, y dentro de cada átomo en la
creación. Veneración al Cristo Interno Individual, en su manifestación como la
Flama Triple del Corazón, pues el Cristo Interno es poder de Dios, sabiduría de
Dios, y amor de Dios.
Veneración a
los Cuatro Seres Vivientes, que rodean al Trono de Dios, que son Euros del
Este, Céfiros del Oeste, Bóreas del Norte, y Notos del Sur.
Veneración a
los Veinticuatro Ancianos Cósmicos, los Tres Eones Mayores, que son el Señor
Brahma, el Creador, el Señor Vishnú el Conservador, y el Señor Shiva del
Destructor, y a los Veintiún Eones Menores, que son, Señor Osiris, Señora Isis,
Señor Horus, Señor Seth, Señora Sarasvati, Señora Lakshmi, Señora Parvati,
Señor Ganesha, Señor Kartikeya, Señor Baal, Señora Astarté, Señora Hécate,
Señora Maat, Señor Apofis, Señor Hermes, Señor Apolo, Señora Afrodita, Señor
Ares, Señor Tánatos, Señor Thor, y Señora Freya.
Veneración a
los Siete Arcángeles, de los Siete Rayos, San Miguel del Rayo Azul de Poder, San
Jofiel del Rayo Amarillo de Sabiduría, San Chamuel de Rayo Rosa de Amor, San
Gabriel del Rayo Blanco de Ascensión, San Rafael del Rayo Verde de
Sanación, San Uriel del Rayo Anaranjado
de Abundancia, y San Zadkiel del Rayo Violeta de Transmutación.
Veneración a
los Siete Maestros Ascendidos de los Siete Rayos, que son el Maestro Morya Khan
del Rayo Azul, el Maestro Kuthumi del Rayo Amarillo, la Maestra Rowena del Rayo
Rosa, el Maestro Serapis Bey del Rayo Blanco, el Maestro Hilarión del rayo
Verde, la Maestra Nadia del Rayo Anaranjado, y el Maestro Saint Germain del
Rayo Violeta.
Veneración a
los grandes demonios del infierno, Samael, Belcebú, y Astarot, que son siervos
de Dios, que tientan y castigan, a las almas en evolución, ayudando en su
purificación.
Amado
Yahvéh-Dios, Magna Presencia Yo Soy, en el nombre del Cristo-Interno,
Cristo-Jesús, y en Unión al Espíritu Santo, nosotros te pedimos que enciendas
en la Flama Violeta de Transmutación y de Liberación, a todo nuestro ser, a
todo nuestro planeta, a todo el universo, y a todos los seres, encarnados y
desencarnados, en todos los planos de existencia, para nuestro bienestar
completo, y gloria de Dios, sin que absorbamos el mal karma de nadie, y si
alguien no merece la bendición, que ésta vuelva a nosotros.
Alabanzas a
ti, Yahvéh Dios, que has demostrado tu amor para con nosotros, en que nos has
dado, al Cristo Interno Individual, para que nos acompañe con amor
incondicional, desde que emanamos del Gran Sol Central, y hasta que nos
absorbamos en él, en nuestro trayecto por todos los planos de existencia,
reencarnación tras reencarnación, en el plano físico, en el plano astral, cielo,
tierra, infierno, purgatorio, mundo mágico, y hasta que lleguemos, algún día al
plano solar, que es el cielo definitivo.
Amado Yahvéh
Dios, llénanos de bendiciones, espirituales y materiales, si es para el bien de
nuestra alma, pero que no se haga nuestra voluntad, sino la tuya, ahora y
siempre, Amén.
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