Ciclopea 3; Lord Ciclopea, canalizado por Devoto Leonardo, día 19-8-2020.
Ciclopea y la Libertad.
“Saludos
Fraternales, en la Luz Primigenia. Yo Soy, el Señor Ciclopea y Cristal, del
Quinto Rayo Verde de la Concentración.
He visto
curiosidad, por mis orígenes, pero al estar detrás del velo, la ley espiritual,
no me permite revelar cosas, con exactitud, sobre mis orígenes. Yo, como todos
ustedes, soy una emanación de Dios Padre, a través del Hijo de Dios, y en unión
al Espíritu Santo, pero cuando vine a la existencia, en éste universo, ya nací
como un ángel creador, al servicio de Yahvéh-Dios.
Sin embargo,
no siempre fui un ángel. En un universo anterior al vuestro, yo era un alma
espiritual en evolución, una partícula de vida, emanada del Gran Sol Central, y
fue después de completar el proceso evolutivo correspondiente, que yo
finalmente, logré el éxtasis de la ascensión espiritual. Así me convertí, con
el tiempo, en un ángel creador, y cuando finalizó mi universo, en la Gran Noche
del Señor Cristo-Fanes, Yahvéh-Dios, y Santa Sofía, nos propusieron,
fusionarnos con ellos, o ayudarlos a crear un nuevo universo, en un nuevo Gran
Día del Señor Cristo-Fanes. Yo, y varios seres espirituales de luz, decidimos
no absorbernos en la Mente Original, y en su lugar optamos por ayudar a
Yahvéh-Dios, en una nueva creación. Entonces, Yahvéh-Dios, y Madre Santa Sofía,
nos metieron en el corazón del Señor Cristo-Fanes, y dormimos junto a él, en el
interior del Huevo Cósmico, durante una Noche del Señor Fanes. Finalmente, la
Noche del Señor Fanes, terminó, y Yahvéh-Dios, nuevamente, dijo, “hágase la
luz”, y nuevamente, la luz de hizo, y el Señor Fanes, despertó, y expandió su
luz, y rompió y expandió, al Huevo Cósmico, y con eso, dio comienzo al nuevo
Día del Señor Fanes, y emanó a los 24 ancianos cósmicos, a los siete
arcángeles, a los siete devarajas, a los siete archidemonios, y a los siete
elohim de la creación, entre los cuales, estamos, yo y los míos.
Yo también
pasé, por las vicisitudes de la existencia, en los distintos niveles de
conciencia, aunque de forma distinta a ustedes, pero te digo, que al estar
unido a Yahvéh-Dios, todas las experiencias de todos los seres, ascendidos y no
ascendidos, también son mis experiencias, de forma indirecta, pero aun así,
tengo toda ésa información.
El propósito
de la existencia, es la evolución espiritual, y una vez cumplido ése propósito,
el individuo encuentra la paz, en su interior, pues ya ha concientizado, que en
el fondo, todo es uno y todo es Dios, aceptando a la presencia de Dios, dentro
y fuera, de sí mismo, y de todos los seres, en todos los planos de existencia.
Me ha llamado
la atención, a pesar de mi conocimiento, ver como algunos seres, con la
capacidad para procesar ésta información, aun luego de haberla adquirido,
buscan la luz, fuera de sí mismos.
La luz no
está en mi humilde ser, sino que la Luz, está en todo y en todos, como la Magna
Presencia Yo Soy, y ése bello Cristo-Interno, que brilla como el Sol Crístico,
con la Flama Triple, dentro de vuestro propio corazón.
Yahvéh-Dios,
dentro de cada quien, es el Dios de la libertad, y el que acepta a Yahvéh-Dios,
vive en libertad. Son los seres humanos, los culpables, de creer que
Yahvéh-Dios, es opresión, y no el propio Señor Dios, quien nos da la luz de la
vida y de la libertad, con cada segundo de existencia, y con cada partícula de
luz vital.
No se trata
de ser devoto de un Dios, en oposición a otro Dios, pues en la Conciencia
Única, que Yahvéh-Dios, es, sólo hay un Dios, y distintos devotos, le dan
distintos nombres, en acuerdo a su cultura. Son los hombres los que crean
división, con su falta de comprensión, pues la verdad eterna, de la divina
unidad, siempre es la misma, y nunca cambia. La verdad es una sola, pero los
distintos sabios, le dan distintos nombres. Sin embargo, la verdad eterna, está
más allá de todo nombre y de toda forma, pues nombre y forma, mueren con el tiempo,
pero la verdad eterna, permanece para siempre.
En lo
personal, como espíritu de luz, que yo soy, no quiero que me adoren, pues la
adoración, debe ir a Dios. Yo, el Señor Ciclopea y Cristal, solamente soy, un
hermano mayor, que puede indicaros el camino, hacia la Presencia Yo Soy, pero
no sustituyo, ni a Yahvéh-Dios, ni a tu propio Cristo-Interno Individual.
El mantra, de
éste buen hermano, que dice, “Om, alabanza, gratitud, y amor, a Yahvéh-Dios. Yo
Soy un alma liberada, en unión eterna a mi Cristo-Interno Individual”, es una
excelente forma, de practicar las actitudes de ascensión, de alabanza,
gratitud, amor y auto-atención, y pueden incorporarlo a sus meditaciones y
oraciones, si así gustan de hacerlo, pues los bendecirá enormemente, elevando
vuestra frecuencia vibratoria, a niveles cada vez más altos.
Yahvéh-Dios,
emanó chispas divinas, y las envió a experimentar la limitación y la dualidad
de bien y mal, y para él, todo esto es bueno, pues así, él, siendo infinito,
puede experimentar la finitud. Yahvéh-Dios, nos ama, pues formamos parte de su
ser. Yahvéh-Dios, es el todo en todos, y en Dios, nos movemos, vivimos, y
tenemos nuestro ser. Cumple tu misión en la vida, durante toda su existencia,
aun luego de auto-realizarte espiritualmente, y así, complacerás a Yahvéh-Dios,
y serás liberado.
No estés
triste, sino, que sé feliz. Y disfruta de tu existencia, como homenaje a
Yahvéh-Dios, que mora en tu interior. Sigue hacia adelante, pues ésa es la
voluntad de Dios, para todo y para todos.
La voluntad
de Dios, es el bien perfecto, y él da libertad, a todas sus criaturas, y
mientras más se avanza, en la compresión espiritual, más se logra comprender
que es así. Incluso los ángeles más elevados y cercanos a Yahvéh-Dios, le
servimos, porque así decidimos hacerlo, ya que servir a Yahvéh-Dios, es
servirnos a nosotros mismos, ya que en el fondo, todo es uno y todo es Dios.
Para
Yahvéh-Dios, todas las experiencias, son necesarias, y por eso, la mayoría de
sus devotos, no lo comprenden, pues ésa fase de incomprensión, es necesaria
para la evolución, así que si tú lograste mayor comprensión que otros devotos,
no trates de iluminarlos, pues eso es imposible, ya que sólo Yahvéh-Dios, puede
iluminar a un devoto, y sólo así puede suceder la iluminación, ya que ella, no
sucede por voluntad de varón, sino que solo sucede por la voluntad de Dios.
Nadie puede ser más bueno que Dios, y el que lo intente, será castigado, por su
falta de comprensión. En el mejor de los casos, se enseña más con el buen
ejemplo, que con las palabras de persuasión. Vive y deja vivir, pues la
libertad, es la verdadera ley de Dios, y no la opresión. Por supuesto, debe
haber un orden en la sociedad, premiando a buenos, y castigando a malos, y si
vosotros, no cumplís con vuestra obligación de ayudar al orden, seréis
castigados, pero aquí estoy hablando de algo mucho más profundo, que va más
allá del karma.
Yo no quiero
que seáis, muy devotos de mi humilde ser, aunque acepto vuestra veneración, si
me la queréis dar, junto a los otros santos y ángeles. Yo quiero que por encima
de todas las cosas, seáis buenos devotos de Yahvéh-Dios, en la luz de vuestro
propio Cristo-Interno Individual.
Vosotros no
sois, ni de Ciclopea, ni de Gabriel, ni de Astarté, ni de Apolo, sino que
vosotros sois de la Magna Presencia Yo Soy, y así debéis permanecer.
Os saludo.
Saludos Fraternales, en la Luz Primigenia. Paz a todos los seres."
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