Hebreo ילדאבהות (Literalmente "Hijos del Vacío", de ילדה = yalda = niño; בהו = bohu = vacío; אבהות
= abbott = paternidad, paternidad, paternidad). Este término tiene una
interpretación positiva y negativa, porque hay hijos del Vacío arriba (Ain
Soph, Sunyata o Vacío) e hijos del Vacío abajo (el Abismo).
Yaldabaoth,
significa, “Hijo del Vacío Paternal”, aunque algunos lo interpretan como Hijo
del Caos. El Dios Demonio Yaldabaoth, es uno de los seres, que tiene la función
de crear y sostener, en el mundo material, y en los bajos planos de oscuridad.
Su trabajo es; ocultar la verdad; imitar la creación de Dios, de manera
imperfecta, en los bajos planos de oscuridad; promover la reencarnación
sucesiva; y atrasar la evolución, para finalmente adelantar la evolución, por
rebote, y ley de compensación. Yaldabaoth, es el rey de facto, en el mundo
material, y en los bajos planos de oscuridad. Su función es limitar y poner
obstáculos, pero por limitar, impulsa la evolución y la liberación de la
limitación.
Algunos
confunden a Yaldabaoth con Fanes o con Yahvéh, pero en mi opinión, Yaldabaoth
es Satán. Yahvéh-Dios, es el Dios de la Liberación y del Conocimiento, mientras
que Yaldabaoth, es más bien, el Dios de la Opresión y de la Ignorancia.
Yaldabaoth, es una consecuencia de la creación del Absoluto, y es una creación
del Absoluto, necesaria para la evolución de las entidades espirituales, que
para su desarrollo, pasan por el plano físico, y por los bajos planos de
oscuridad, para luego ascender hacia la luz del Absoluto, en los altos planos
de luz.
Satanás o
Yaldabaoth, roba, miente, y destruye, pero también crea y sostiene, el sistema
de limitación, de los bajos planos de oscuridad, lo cual termina impulsando la
evolución de los espíritus, provocando en los espíritus, el rechazo de la
oscuridad, y la búsqueda de la luz.
Yaldabaoth,
pide y ayuda a provocar; sacrificios de sangre, rituales sexuales, odio entre
los seres humanos, leyes represivas, guerras innecesarias, injusticia,
injurias, injusticia disfrazada de justicia, hambre, sequia, catástrofes, seres
vivos que se comen los unos a los otros para poder vivir, vampirismo
energético, falsas religiones que alejan de Dios Omnipresente y del
Cristo-Interior, y todo tipo de maldad. Sin embargo, el ser humano, tiene el
poder del libre albedrío, para liberarse de la esclavitud promovida por el Gran
Arconte o Gobernante de Oscuridad, abrazando a Dios Omnipresente y al
Cristo-Interno Individual. El conocimiento de uno mismo, como un espíritu
divino, hijo de Dios Omnipresente, es la clave de la ascensión, que libera de
gran parte de la influencia del Demonio Yaldabaoth.
Sin embargo,
el devoto consciente de Cristo, debe respetar al Demiurgo Maligno o Creador
Maligno, llamado usualmente, Yaldabaoth, pues éste, es un siervo del Absoluto,
que cumple una función necesaria, en éste sector del Universo, donde los
espíritus, pasan por el plano físico, y por los bajos planos de oscuridad, para
cumplir su proceso evolutivo.
Yaldabaoth,
no será vencido, sino que cuando cumpla su misión divina, será absorbido por la
Fuente Original, como todas las demás almas en evolución, pues él cumplió una
misión divina, que el Absoluto le propuso, y al aceptar y cumplir, esa misión
divina, Yaldabaoth, terminó haciendo un bien. Para entidades tan elevadas, la
ley del karma, no cuenta, pues ellas evolucionan, y acumulan luz interna, por
medio de la obediencia al Absoluto. El reinado de facto, del Señor Yaldabaoth,
durará todo el tiempo que existan los bajos planos de oscuridad y limitación.
Yaldabaoth, a
veces es representado, como una serpiente con cabeza de león, y como ángel, se
cree que su nombre es Ariel, que significa, León de Dios. Su otro nombre como
ángel es Samael, que significa, “Veneno de Dios”, pero también significa, “Dios
de los Ciegos”. Las religiones externas, son, mayormente, creación de
Yaldabaoth, para desviar a la humanidad, del sendero oculto de la ascensión
espiritual. Eventualmente, las religiones externas, tienen alguna infiltración
celestial, pero eso es poco frecuente.
Las religiones
internas, que conectan con el Absoluto, que es Dios Omnipresente, a través del
Cristo-Interno Individual, con sus errores y defectos, marcan el camino
aproximado hacia la ascensión espiritual, pudiendo practicar algo de la verdad,
que se oculta por el velo que separa el mundo espiritual superior, de los
mundos inferiores.
El ser
humano, no es una víctima de Yaldabaoth, sino que es víctima de su propia
estupidez. El ser humano, culpa a los gobiernos, que actúan tentados por Yaldabaoth,
el Gran Gobernante de Oscuridad, pero ganarían más tiempo y energía, si en vez
de considerarse víctimas de las circunstancias, asumieran responsabilidad
sobres sus propias vidas, y se convirtieran en creadores de sus circunstancias.
La actitud de
un devoto esotérico o interno, hacia los Archidemonios, que son ángeles con
funciones de tentación, debe ser de respeto. Podemos pedir a Yahvéh-Dios, en el
Nombre del Cristo-Interno, que nos libre de la influencia de tal o cual Archidemonio,
pero no podemos maldecir ni reprender, a ningún Archidemonio, pues ellos son,
en realidad, ángeles, y no demonios. A los demonios, que son espíritus humanos
caídos en tentación, duda, decepción, engaño, y odio, en cambio, sí podemos
expulsarlos, y enviarlos a su plano de oscuridad, pero sugiero no maldecirlos,
pues eso es innecesario, además de que podrían ser útiles para otras cosas.
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