El pensamiento positivo no me funciona.
Pregunta; El pensamiento positivo no me
funciona. Hace años que estudio las enseñanzas del “Yo Soy”, y aplico el
pensamiento positivo. (La pregunta la hace un joven de 30 años)
Aplico la
doctrina de dejar de pensar en el problema y en su lugar pensar en Dios; medito
diariamente, durante mucho tiempo, en la Flama Violeta Transmutadora y en la
Presencia Yo Soy; me baño con agua bendita; agradezco a Dios, la comida y la
bebida, que consumo diariamente; practico diariamente las actitudes de
ascensión, de alabanza, gratitud, amor, y auto-atención; rezo a Dios todos los
días, pidiendo iluminación, con hermosas oraciones, como el Padre Nuestro;
ayudo en lo que puedo a mi prójimo; todos los días, saludo mentalmente, al Cristo-Interno
en mí y en los otros; dirijo oraciones especiales a Dios, al amanecer, al
mediodía, y al atardecer, y rezo a Dios antes de ir a dormir; estudio libros
espirituales todos los días, y pienso profundamente en su contenido, para
profundizar en mi conocimiento de Dios y del mundo; medito profundamente en mi
chispa divina, encontrando la paz interior; estudio a los grandes maestros de
filosofía y de sabiduría; prendo velas y sahumerios, al Aspecto Personal de
Dios, y a los grandes, ángeles, santos y santas de la corte celestial; uso
diariamente a la Presencia Yo Soy y a la Flama Violeta, para purificar y
elevar, a todo el Planeta Tierra, con todos sus habitantes, encarnados y
desencarnados; rezo por el bienestar de la gente encarnada y desencarnada; doy
donaciones a causas justas, y eventualmente, hasta fui voluntario activo de
causas humanitarias; trato bien a todo el mundo, y nunca devuelvo mal por mal,
aunque no me dejo pisotear, claro está; canalizo mensajes de los Seres de Luz
con Conciencia Crística; soy un estricto vegetariano, que no consume ni huevos,
ni leche, ni nada que provenga de los animalitos de Dios; uso mudras, mantras,
asanas, ejercicios respiratorios, posiciones del cuerpo y de las manos, y
canalizo energía benigna a través de la imposición de manos; incluso he llegado
a cambiar las posiciones de los muebles de mi casa, para que la energía fluya
libremente y no haya bloqueos energéticos.
Sin
embargo estoy mal, y me encuentro cada vez peor. Yo y mi familia, tenemos serios
problemas de salud, problemas de dinero, problemas afectivos, y fuertes
discusiones familiares que desequilibrarían al más concentrado de los místicos.
Si viera una mejora, al menos me sentiría mejor, pero estoy cada vez peor, y ya no sé qué hacer, ¡porque lo estoy
haciendo TODO!
¿Dónde está
mi error?, ¿qué tengo que hacer?
Respuesta; ¡Dios mío!, ¡Usted es uno de los más
grandes devotos que he conocido en toda mi vida! De hecho es un devoto mucho
más grande que yo, y podría darme algunas clases a mí. ¡No lo digo en broma, lo
digo en serio!
Realmente no
veo grandes errores en su práctica espiritual, salvo que sobre-dimensiona los
alcances de la Ley de Mentalismo y que es un poco superficial.
Vamos por partes;
1-Sobre-dimensiona
los alcances de la Ley de Mentalismo
Jelkerá-Dios
es la Mente Original, y el Universo es un pensamiento ilusorio dentro de la
Mente Original. Dios determina la realidad del Universo con su mente, y el
individuo, con su mente, influencia la realidad de su mundo individual.
En
definitiva, usted no determina su realidad con su mente. Usted sólo influencia
la realidad de su mundo con su mente. Que usted practique el pensamiento
positivo durante años, y que eleve su conciencia, por medio de profundos
estados de meditación, que lo unan intensamente con Dios, no determinará que su
realidad mejore. A lo sumo, lo purificará y lo elevará espiritualmente.
En la vida,
los devotos del Señor, resolvemos los problemas de nuestra existencia, hasta
donde podemos, por medio de tres pasos inmejorables, que son Orar
a Dios, con la fe de que Dios escucha la oración y de que acompañará al
devoto, Pensar en el problema y en las posibles Soluciones y
estrategias para resolverlo, y Actuar en consecuencia, llevando
hacia adelante el plan de acción, espiritual y material. Orar, Pensar, y
Actuar.
Dejar de
pensar en el problema y pensar en Dios es para no enredarse en la
desesperación, pero no siempre resuelve problemas. Es más, a veces crea
problemas. Algunas personas exageran los alcances de la ley de mentalismo, y
nunca hablan de sus limitaciones. Cualquier idiota escribe un libro, y habla
muy pintorescamente sobre cosas que no entiende, le da un título atrayente, y
después discute muy inteligentemente, ganando discusiones, pero si su doctrina
no funciona, no funciona. Sería más honesto decir la verdad, y es que toda
doctrina, espiritual o material, tiene sus alcances y sus limitaciones.
Los
jelkerianos, proponemos una actitud realista, que acepta la realidad tal cual
es, con una actitud positiva ante la vida, que ve el medio vaso lleno en vez de
ver el medio vaso vacío.
Ni el hombre
más poderoso del Universo, puede hacer algo que está más allá de sus fuerzas.
El esfuerzo tenaz vence todo. Tarde o temprano la vida terminará dándote lo que
esperabas de ella. El agua desgasta a la roca.
Pensar
positivamente, llegando a negar la realidad, es una acción negativa que crea
más problemas de los que resuelve. Puede pensar positivamente, viendo el medio
vaso lleno, pero con un buen insulto, de vez en cuando, es una descarga muy
relajante, siendo una actitud mucho más útil y práctica.
Los pasos
para resolver un problema, son Orar, Pensar, y Actuar. Pensar
positivamente, no cuenta mucho como un pensamiento de análisis, sino que es una
forma de oración. Cuando hablo de pensar, en éste caso, me refiero a analizar
la situación en sus causas y efectos, para romper la cadena de causas y efectos
que es mala, y crear una nueva cadena de causas y efectos, que sea buena o
beneficiosa para mi propia vida, en lo posible, sin dañar a nadie, o dañando
solamente a quien se lo merezca, de acuerdo a las reglas de la ley del estado,
claro está.
La regla de
orar pensar y actuar, requiere de paciencia, y se va revisando y cambiando
sobre la marcha, y también tiene sus alcances y limitaciones, ya que no siempre
resuelve los problemas, pero es lo mejor que yo conozco, y con ella, de a poco,
es usual ver algunas mejoras, si uno tiene tiempo.
2-Es un
poco superficial.
No se enoje con lo que le estoy diciendo, pero
también veo el error de que es un poco superficial, a pesar de que participa en
causas humanitarias, y de que es vegetariano, cosas que quizás, para usted son
básicas, pero que ni siquiera yo practico, entre otras cosas más, que usted
hace, que son válidas, pero que yo tampoco hago.
El error de
ser superficial, lo noto en que usted considera que el avance espiritual,
siempre va acompañado de progreso material, y de prosperidad, en salud, dinero,
amor, y experiencias gratificantes. Es verdad que la bendición de Dios, puede
manifestarse en alguna de estas cosas, y en casos extraordinarios y muy poco
usuales, en todo esto junto, pero la verdadera bendición de Dios es algo mucho
más profundo que todo eso junto. De hecho, gente no creyente, puede disfrutar
de esas cosas materiales, y de otras más, sin tener avance espiritual de ningún
tipo.
La bendición
de Dios consiste, a un nivel muy profundo, en la salvación de la rueda de
reencarnaciones por la simple fe en el Cristo-Interno, sin necesidad de obras
de bien, aunque las obras de bien, liberan del purgatorio a las almas
liberadas. Además, la verdadera felicidad, no es tener salud dinero y amor,
porque algunas personas tienen todo esto y son infelices. La verdadera
felicidad, consiste en la completitud interna a través del dar amor al
Cristo-Interno y en aceptar el amor del Cristo-Interno. La realidad del devoto
más avanzado, es la misma que la de los demás, pero su valoración de las cosas,
lo hace encontrar consuelo en la desdicha, disfrute en la alegría, y una vida
completa, de la más elevada forma de felicidad. Pero le sucede lo mismo que a
los demás; Su valoración espiritual de las cosas, es lo que lo convierte en un
iluminado.
Conclusión;
Eliminados
estos dos obstáculos, y practicando el orar,
pensar, y actuar, creo que muy posiblemente, logrará mejorar sus circunstancias.
Pero eso no es lo más importante. Lo importante es progresar espiritualmente.
El cambio es
la única constante de la vida. Si se crea un buen presente, luego tendrá un
futuro cada vez mejor. Pero un viaje de mil millas comienza con un primer paso.
Así que debe empezar.
Normalmente,
cuando trabajamos bien, renunciando a nuestros deseos, o al apego excesivo a
nuestros deseos, casi olvidándolos, nuestros deseos se terminan cumpliendo,
pero ya no nos importa, porque estamos completos en el Ungido-Interno, que nos
fortalece. Creo que eso pasa porque el ponerse a empujar a las cosas
mentalmente para que sucedan, crea una forma de desesperación, que aleja del
cumplimiento del objetivo o deseo. Hay que tratar de apegarse al
Cristo-Interno, y de desapegarse un poco de tanta lujuria materialista. Creo
que el camino más correcto va aproximadamente por ahí. Al menos a mí me dio
resultado.
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