domingo, 14 de marzo de 2021

Yahvéh-Dios, exige distintas cosas, a distintos tipos de devotos.

Yahvéh-Dios, exige distintas cosas, a distintos tipos de devotos.

Yahvéh-Dios, es el Único Ser Supremo, y es la Única Realidad Substancial. Para el estudiante avanzado de la luz, para el trabajador avanzado de la luz, y para el maestro avanzado de la luz, que tienen plena conciencia de unidad, o plena Conciencia de Cristo, no hay separación, entre Yahvéh-Dios, y todos los seres, de luz, de fuego, y de oscuridad, y trabajar espiritualmente, con todo tipo de entidad espiritual, en el nombre del Cristo-Interno, siempre es un avance, pudiendo usar o prescindir, de objetos físicos, para canalizar energía espiritual.

Pero para el resto de los mortales, que viven en conciencia de separación, y que no tienen plena conciencia de unidad, sí hay diferencia, y ellos no pueden trabajar, ni con imágenes, ni con objetos físicos, ni con ángeles, ni con demonios, ni con santos, ni con dioses, ni con genios, ni con duendes, pues pierden su unión con Yahvéh-Dios, y caen de la gracia o de la bendición de Dios, pues ellos mismos, con sus mentes, han creado una separación.

Un devoto avanzado en la Conciencia de Cristo, un verdadero cristiano interno, adorador de Yahvéh-Dios, y discípulo de Cristo-Jesús, lleno del Espíritu Santo, un ser realmente consciente de Yahvéh-Dios, de Cristo-Fanes, de Madre Santa Sofía, y del Cristo-Interno Individual, puede trabajar con todo tipo de entidad espiritual, y si un demonio se pone rebelde, y no quiere obedecer, puede invocar a Satán, en el nombre del Cristo-Interno, para que someta al demonio, y Satán, lo hará, aunque él mismo le haya dado la orden de agredir, pues Satán es consciente, que debe atenuar su ataque, o que debe acabar con él, cuando se le pide en el nombre del Cristo-Interno, pues Yahvéh-Dios mismo, lo ordena, desde el interior del devoto, desde el interior de Satán, y desde el interior todos los seres.

Pero un devoto atrasado espiritualmente, necesita evolucionar, a través de varias reencarnaciones, para llegar a ése nivel, llegando a ser realmente avanzado. Lo que sucede, es que cuando un devoto atrasado, sin avance real, invoca a un dios o a una diosa, o a un genio, se separa de Yahvéh-Dios, y del Cristo-Interno, y abandona su alabanza y su obediencia a Yahvéh-Dios, dejando de amar a Yahvéh-Dios con todo su corazón, y dejando de amar al prójimo como a sí mismo, y en general, también abandona su práctica de la Presencia de Dios, Yo Soy, y su uso de la Flama Violeta Transmutadora. También suele suceder, que el devoto atrasado espiritualmente, cuando trabaja con demonios, cae bajo la tentación de los demonios, y se desvía de la senda del bien, cayendo en la práctica del mal, acumulando así mal karma, y desconectándose de la Presencia de Dios, Yo Soy. Y también suele suceder, que cuando un devoto atrasado, se apega a un santo, una santa, o un ángel, desobedece al santo, a la santa, o al ángel, y termina adorando a ésta entidad como padre o madre, cuando en realidad, lo que debe hacer, es tan solo venerarlo, como hermano o hermana, mientras mantiene fija su adoración y su obediencia, a Yahvéh-Dios.

Para el devoto avanzado, Yahvéh-Dios, comparte una chispa de su gloria, con toda la creación, incluyendo a sus hijos, que son todos los seres de la creación, como dioses, diosas, ángeles, demonios, genios, duendes, santos, santas, almas liberadas, e incluso almas condicionadas, cada una en su grado de divinidad relativo.

Pero para el devoto monoteísta atrasado, no hay gran diferencia, entre Yahvéh-Dios, y los otros dioses, y Yahvéh-Dios, como todos los demás dioses y diosas, es un dios celoso, que no comparte su gloria con otros dioses, y que quiere que sus devotos, sean solo para él, sin compartir nada con nadie. A éste tipo de devoto, debemos insistirle, en que no use imágenes, en que no ore a otros dioses, y en que no indague en las verdades profundas del espíritu, pues de lo contrario, se confundirá, y caerá de la gracia de Dios. En cambio, al devoto monista teísta o panenteísta avanzado, se le puede enseñar todos los principios de la conciencia de Cristo, y no se confundirá, sino que se esclarecerá, y podrá trabajar, con imágenes o sin ellas, con energía espiritual, o con entidades, y siempre crecerá en la bendición de Yahvéh-Dios. Hablamos sabiduría oculta, entre los devotos avanzados, y solo hablamos rudimentos que deben ser abandonados al avanzar, a los atrasados.

A el devoto politeísta atrasado, no hay gran diferencia, entre los distintos dioses y genios, y hay que hacerles altares físicos, con imágenes, siendo algunos dioses, más celosos que otros, siendo que algunos comparten altar con otros dioses, y siendo que algunos se pelean con otros dioses y genios, y tienen distintos criterios sobre lo que debe o no debe hacerse. En cambio, el devoto monista teísta o panenteísta avanzado, sabe que en el fondo, todo es uno y todo es Yahvéh-Dios, que está dentro y por encima, de todos los seres, y respetando a cada entidad en su nivel, siempre está unido a Yahvéh-Dios, pudiendo diferenciar, entre los genios, que son criaturas de Yahvéh-Dios, y que se pelean entre sí, y entre los dioses, que son manifestaciones de Yahvéh-Dios, y que trabajan juntos por el gobierno y la gloria de Yahvéh-Dios.

Los dioses quieren alabanza, los genios quieren alabanza o veneración, los ángeles y los santos quieren veneración, y los demonios quieren alabanza o veneración, pero la obediencia y la alabanza, juntas sólo corresponden a Yahvéh-Dios, que exige distintas cosas, a distintos tipos de devotos, así como un rey, exige distintas cosas, a distintos tipos de súbditos, pues una cosa, es la que el rey exige a un soldado, otra cosa es la que exige a un sacerdote, y otra cosa es la que exige a un barrendero, y todos son súbditos del rey, que están bajo su protección, y todos contribuyen al orden del reino. Yahvéh-Dios, que es el rey supremo, exige distintas cosas, a distintos tipos de criaturas, y eso es bueno.

Yahvéh-Dios, acepta devotos avanzados, y devotos atrasados, y a todos los ayuda a evolucionar, de distintas formas, pues no se le puede exigir lo mismo, a un niño en Cristo, que a un hombre en Cristo, ya que hay distintos grados de capacidad, en distintos tipos de devotos.

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