Oración a Dios Abraxas y a todos los panteones.

 Oración a Dios Abraxas y a todos los panteones.

Om Alabanza a Dios Abraxas, a su luz y a su oscuridad, y a sus cinco hijos, los eones del pléroma, Nous el Intelecto, Logos la Palabra, Fronesis la Prudencia, Sofía la Sabiduría, y Dinamis la Fuerza, creadores de los 365 cielos de realidad, del mundo espiritual, de obras de bondad, y de todos los ángeles de Dios. Alabanza al Señor Jesucristo, Nous en tierra, y Logos hecho carne, y veneración a todos los ángeles y a todos los santos y santas de la corte celestial. Alabanza a la Gnosis Eterna, de que todo está en Dios y de que Dios está en todo, porque en el fondo, todo es uno y todo es Dios. Alabanza a la Magna Presencia Yo Soy, a la Flama Triple del Corazón, al Cristo-Interno Individual, al Tubo de Luz protector, y al pilar de Flama Violeta Transmutadora. Veneración, al ángel Mikael, al ángel Jofiel, al ángel Chamuel, al ángel Gabriel, al ángel Rafael, al ángel Uriel, y al ángel Zadkiel. Veneración a la Virgen María, reina del cielo. Veneración a Lucifer, estrella de la mañana, y luz de la aurora, mensajero de la gnosis eterna, en los bajos planos de oscuridad, ángel de sabiduría, y no de tentación. Veneración a la Energía Espiritual, numen de Abraxas, que llena compenetra y circunda, a todas las cosas, y que es sensible al pensamiento y a la voluntad. Oh Señor Dios, Jelkerá-Yahvéh-Abraxas, líbranos del mal, y de la maligna influencia de Samael Yaldabaoth, creador de obras de maldad, del mundo material, de los 72 cielos de ilusión, de los siete arcontes de la destrucción, y de los demonios que nos tientan por la senda del mal, y que nos apartan de la gnosis eterna, con falsas promesas de amor y libertad. Alabado sea Abraxas, padre de los eones, padre de las luces, padre de los dioses, padre de todos los ángeles, padre de todos los espíritus, y padre de todos los panteones. Amado Dios Abraxas, te agradezco por tu luz, y te pido que me seas propicio, ahora y siempre. Yo me aferro a Dios Abraxas, al Señor Nous, y a la Señora Sofía, y yo me aferro, al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo, ahora y siempre, por los siglos de los siglos, amén.