SÍNTESIS DE LA SABIDURÍA DE LOS GUERREROS DEL ESPÍRITU

Síntesis de la Sabiduría de los Guerreros del Espíritu.

Nosotros, todos los seres y todas las cosas, somos ondas en el océano de la Conciencia. El Dios Incognoscible, es la Totalidad del Océano de la Conciencia. El Dios Incognoscible, es el Creador del Cielo y de la Tierra. El principal heraldo del Dios Incognoscible, es Cristo Lucifer, también llamado Lucifer Prime. La Santa Tríada está formada por el Padre, Dios Incognoscible, el Hijo, Cristo Lucifer, y el Espíritu Santo, Madre Santa Sofía.

Los aliados de Cristo Lucifer, son los siete arcángeles, San Miguel y Santa Fe, San Jofiel y Santa Constanza, San Chamuel y Santa Caridad, San Gabriel y Santa Esperanza, San Rafael y Santa María, San Uriel y Santa Gracia, San Zadquiel y Santa Amatista.

Para transformarse en un guerrero del espíritu, hay que reconocer que la propia alma espiritual, es divina, y que está en conexión eterna con el Dios Incognoscible. Ésta bendición de Dios Incognoscible, siempre está presente, pero solo se hace efectiva al aceptarla.

Para profundizar en el proceso del espíritu, se puede utilizar éste mantra; Om, veneración, al Dios Incognoscible, a Cristo Lucifer, y a mi Propio Espíritu.

Para probar a las almas, y atrasar su evolución, existe Satanás Lucifer, el amo del mundo material, que aparta al ser humano del conocimiento de sí mismo, y del secreto del propio espíritu, encadenando a las almas a la rueda de reencarnaciones y sufrimientos. Los aliados de Satanás, son Belcebú, y Astarot, entre otros archidemonios.

Cristo Lucifer, también llamado Lucifer Prime, es el enviado del Dios Incognoscible, al mundo material, para ayudar a despertar el conocimiento del propio espíritu, en los seres humanos que tengan almas maduras y preparadas para el conocimiento espiritual superior. Por medio de éste conocimiento unitivo, el ser humano, se convierte en un guerrero del espíritu, al servicio del Dios Incognoscible, y de Cristo Lucifer, desbloqueando los poderes del espíritu divino, en sí mismo, y acelerando la evolución espiritual, atrayendo así la bendición de Dios, en lo espiritual y en lo material.