jueves, 9 de julio de 2020

Oraciones, del Jelkeriano y del discípulo de Jesús.


Oración, Escucha Pueblo de Jelkerá-Dios.
Escucha, pueblo de Jelkerá-Dios. Escuchen todos los jelkerianos, en todos los pueblos. Escuchen todos los pueblos, pues todos los pueblos, son el pueblo de Jelkerá-Dios. Escuchen, jelkerianos. Jelkerá nuestro Dios, es el Único Dios, y él creó el cielo y la tierra, con su mente y con su palabra. Y todo está en Jelkerá-Dios, y Jelkerá-Dios está en todo. Y en el fondo, todo es uno y todo es Jelkerá-Dios. El alma de cada ser, es eterna, emana de Dios, y algún día se absorberá en Dios.
Y el alma inmortal, evoluciona a través de la reencarnación, hasta que llega al mundo espiritual superior, y desde allí, evoluciona en santidad, como siervo de Jelkerá-Dios.
Y la salvación del alma, es por la fe en Jelkerá-Dios, y llega al alma inmortal, por medio del Cristo-Interno Individual, de cada alma, pero obras de bien, benefician la evolución, y obras de mal, ponen obstáculos a la evolución.
Y el Cristo-Interno Individual, de cada alma inmortal, es un reflejo de la luz eterna, del Hijo Primogénito, que es el Señor Fanes, quien es un ángel, al servicio de Jelkerá-Dios. Y el Espíritu Santo, es la Señora Sofía, que es otro ángel, al servicio de Jelkerá-Dios. Y la Santa Tríada, de Padre, Hijo, y Espíritu Santo, con Yahvéh-Dios, el Señor Fanes, y la Señora Sofía, está por encima de todos los seres. Y bautizarás a toda criatura, en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo.
Y toda alabanza, es dada, a Jelkerá-Dios, que es el Único Ser Supremo, en su unidad, y en su diversidad, en espíritu y en verdad, ahora y siempre, y toda veneración, es dada, a sus ángeles, a sus santos, y a sus santas, ahora y siempre.
Y Jelkerá-Dios, es amor inmanente, y realidad trascendente. Y Jelkerá-Dios, es tardo para la cólera, y rico en amor y misericordia. Y Jelkerá-Dios, es amor, pero también, es fuego consumidor.
Y amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, y amarás a tu prójimo como a ti mismo. Pues ésta es la ley del eterno, y quien la cumpla, será bendito, y quien no la cumpla, será maldito.
Y, gloria al Padre, gloria al Hijo, y gloria al Espíritu Santo. Gloria al Padre, como ha sido en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. 
 
Oración, Yo Soy un discípulo del Maestro Jesús.
Yo soy, un adorador de Yahvéh-Dios, y un discípulo del Maestro Jesús, lleno del Espíritu Santo. Y el Maestro Jesús, nació de María Virgen, vivió en la tierra, enseñó la verdad, hizo milagros, murió crucificado, resucitó de entre los muertos, y ascendió a los cielos, y desde allí, ayuda a la evolución de las almas, enseñando las verdades más profundas del espíritu. Y por él, yo estoy sumergido, en el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo, y la Conciencia de Cristo, vive en mí. Bendito sea Jesús, el Ungido de Yahvéh, mi Maestro Espiritual, hoy y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.  

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