sábado, 25 de enero de 2020

La Gnosis de Jesús.


Cómo trabajar con el Maestro Jesús.
En el mantra, Alabado Yahvéh y Jesús, Yahvéh representa, a Yahvéh-Dios, propiamente dicho, al Ángel de Yahvéh que es Cristo-Fanes (Verbo, Ángel del Señor, y Cristo-Interno), y al Espíritu de Yahvéh que es Santa Sofía. Y el Maestro Jesús, representa a una extensión del Señor Cristo-Fanes, en su aspecto como Cristo Planetario, sobre todo, desde la resurrección y ascensión del Maestro Jesús.
Como Cristianos Internos, Jesús es nuestro principal maestro espiritual, luego del Cristo-Interno Individual, que es el Divino Fanes, en el Corazón. Trabajar intensamente con el Mantra Alabado Yahvéh y Jesús, es propio de la Doctrina Cristiana Interna, y produce una gran elevación de conciencia, sobre todo, si el que lo utiliza, tiene compresión espiritual y Conciencia de Cristo.
Jesús significa, Yahvéh Salva, y por eso, se dice que Jesús es el nombre sobre todo nombre, pues en el nombre del Señor Jesús, está Yahvéh, como el Padre que es Yahvéh-Dios, el Hijo que es el Ángel de Yahvéh, y como el Espíritu Santo que es el Espíritu de Yahvéh.
Por la Voluntad de Yahvéh-Dios, Jesús es el Mesías para el Planeta Tierra, es decir, Jesús es el Ungido de Yahvéh, para el Planeta Tierra, sobre todo, desde su resurrección  ascensión, y por eso, Jesús es el Representante Especial, del Ángel del Señor, para nuestro mundo. Hay muchos seres de Luz, pero Jesús es el único que cumple con la función del Cristo Planetario, la cual consiste en reflejar al Padre, así como Cristo-Fanes, también refleja al Padre. En realidad, Jesús refleja a Fanes, y como Fanes refleja al Padre, El Elión, el Dios Altísimo, entonces, Jesús también refleja al Padre, por transitividad. Por eso se dice que quien ve a Jesús, ve al Padre. No es que Jesús sea el Padre, sino que Jesús refleja al Padre. Hay otras entidades, muy elevadas espiritualmente, que también reflejan al Padre, pero Jesús lo hace de forma especial, pues Yahvéh-Dios lo seleccionó para que cumpla esa función.
Mantra Alabado Yahvéh y Jesús; “Alabado Yahvéh, Alabado Yahvéh, Yahvéh Yahvéh, Alabado Alabado. Alabado Jesús, Alabado Jesús, Jesús Jesús, Alabado Alabado.”
Como protección al empezar a al finalizar las oraciones y meditaciones, hacerse la señal de la cruz;
La Señal de la Cruz.
Señal de la Cruz, con Persignación;
Mano Derecha a la Frente; EN EL NOMBRE DEL PADRE,
Mano Derecha al Ombligo; DEL HIJO,
Mano Derecha al Hombro Izquierdo y al Derecho, respectivamente; Y DEL ESPÍRITU SANTO, AMÉN.
Oración de la Señal de la Cruz;
“EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO, Y DEL ESPÍRITU SANTO, AMÉN”.
Oración para pedir; “Amado Yahvéh-Dios, en el Nombre del Cristo-Interno, yo te pido, (decir el pedido). Gracias, Yahvéh-Dios, que ya me oíste. Amén.”
Oración para decretar en el Nombre del Cristo-Interno; “En el Nombre del Cristo-Interno, Yo Decreto, (decir el deseo o los deseos). Gracias, Yahvéh-Dios, por tu Energía Espiritual. Amén.”
Puede meditarse en la forma Fanes, dentro del loto del corazón, con el mantra, “Om, Alabanza al Señor Fanes”, y de ésta forma, se crecerá en Conciencia de Cristo. En éste caso, como Jesús representa una extensión del ser de Fanes, también puede usarse, con el mismo fin, el Mantra, “Om, Alabanza al Señor Jesús”.
Mantra de alabanza a la Santa Tríada y a Jesús: “Om, Alabanza, al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo. Om, Alabanza a Cristo-Jesús.”
Para trabajar con el Maestro Jesús, se trabaja también, con todas las entidades espirituales de la Doctrina Cristiana Interna, pero se hace especial hincapié, en la Santa Tríada de, Padre, Hijo, y Espíritu Santo, en el propio Maestro Jesús, y en los Siete Ángeles delante del Trono de Dios.
Se pueden hacer pedidos en el Nombre del Señor Jesús, a todas las entidades espirituales, de la misma forma que se haría, en el Nombre del Cristo-Interno o en el Nombre de Cristo-Fanes. Se pueden hacer mandatos, y prohibiciones, así como decretos, y éstos tomarán más fuerza, si se hacen en el Nombre del Cristo-Interno, o en el Nombre de Cristo-Fanes, o en el Nombre de Cristo-Jesús, pues esto es una forma de recurrir a la unión eterna entre el alma y Yahvéh-Dios. Pero no se puede mandar sobre, Entidades Espirituales Elevadas, ya sean, Santos, Santas, Almas Liberadas y Ascendidas, Ángeles Elevados, o Selucocris o Seres de Luz con Conciencia de Cristo. No se puede mandar ni a los Arcángeles, ni a los Devarajas, ni a los Archidemonios.
La enseñanza esotérica de Jesús de Nazaret.
Jesús, tenía profundos conocimientos esotéricos, algunos de los cuales, son más elevados que los planteados por la Doctrina Cristiana Interna actual. Pero Jesús no era Cristiano Interno, sino que era Judío Interno, por darle un nombre a su forma de panenteísmo. Jesús dijo, “El Reino de Dios, está dentro y fuera de vosotros. Parte una madera y allí me encontrarás. Levanta una piedra, y allí estoy. Yo Soy el Todo.” Partiendo de ésta base, y de una interpretación esotérica de la Biblia, puede deducirse, de forma aproximada, cuál era la doctrina interna de Jesús de Nazaret.
1-El Principio del Dios Creador del Cielo y de la Tierra: El Elión, el Dios Altísimo, es el Dios verdadero, que creó al Cielo y a la Tierra, con su mente y con su palabra. Por eso, cada quien puede crear, en su propio ser y mundo, con su mente y con su palabra. El Elión, el Dios Altísimo, es el Yahvéh Mayor, pero su primera creación, fue el Hijo de Dios, el Yahvéh Menor, el Primogénito de la Creación, el Verbo de Dios, que es el Ángel del Señor, y su segunda creación fue Sabiduría, el Espíritu del Señor o Espíritu Santo. Yahvéh-Dios, creó a todas las cosas, por medio de su Palabra y de su Espíritu o Energía.
2-El Principio del Mesías: Por la voluntad de Yahvéh-Dios, yo, Jesús de Nazaret, soy el Mesías o Ungido de Yahvéh, para toda la tierra, pues yo reflejo al Ángel del Señor, como el Ángel del Señor refleja al Padre, y por lo tanto, yo también reflejo al Padre, y quien me ha visto a mí, ha visto al Padre. Los que me niegan, no sirven a Yahvéh-Dios, sino que sirven a Satanás, el amo de éste mundo, y a su ministro, Belcebú, el príncipe de los demonios y espíritus malignos.
3-El Principio de Salvación: La salvación, proviene de aceptar la unión eterna entre el alma y el Dios Altísimo, lo cual debe expresarse en dejar de obrar el mal, y en empezar a obrar el bien. Sólo se salvará, quien acepte a Yahvéh como Dios, y a mí como mesías, haciendo el bien, el cual consiste en amar al Señor Dios con todo el corazón, y en amar al prójimo como a uno mismo. La salvación libra al alma de la reencarnación, llevándola a cielo, luego de su última vida en la tierra, pero también puede dar bendiciones materiales.
4-El Principio de la adoración a Dios: Dios Padre, debe ser adorado en espíritu y en verdad, más allá de las escrituras. El Dios Altísimo, debe ser obedecido, por encima de todos los ángeles y dioses, pero los otros dioses, también existen.
Además, Jesús pensaba en ser ungido como rey de Israel, y en expulsar a los romanos de su tierra, que para él, englobaba a Judá, Samaria, y Galilea. Sin embargo, Jesús no fue reconocido por todo el pueblo, ni por las autoridades de Israel, lo cual activó su otro plan, de ser, no un rey mundano de Israel, sino que de ser un rey espiritual para toda la humanidad. Su muerte en la cruz, entonces, fue pensada por Jesús, como una forma de sacrificio a Yahvéh-Dios, para traer luz a todo el mundo, y convertirse en un rey espiritual, con un reino que no era de éste mundo, sino que era del cielo, donde habitaba su Dios, el Padre en el Cielo. Allí, cambió su prédica sobre el reino de Dios, el cual ya no era algo espiritual y material, sino que pasaba a ser algo estrictamente espiritual. Sin embargo, luego de la muerte, Jesús resucitaría, y allí empezaría su verdadero reinado, que no sería material, sino que sería espiritual y universal. De hecho, el segundo plan de Jesús, era la verdadera voluntad de Dios, y así fue. Desde su resurrección y ascensión, Jesús apunta su enseñanza sobre el reino de Dios, no a una nación en específico, sino que a todas las naciones del mundo. Por eso, para ser cristiano, no hay que circuncidarse, ni dejar de comer carne de cerdo, sino que solo hay que seguir la enseñanza universal de Jesús, sin pasar por la tradición judía, que solo son enseñanzas equivocadas de hombres, y de espíritus malignos.
Primero, Jesús quiere que su enseñanza se centre en los judíos y no en los gentiles, pero cuando su plan a fracasa, y no es reconocido como rey de Israel, entonces empieza a ejecutar su plan b, creando un culto mistérico, centrado en todas las naciones. Jesús primero dijo, “por camino de gentiles no iréis”, y luego dijo, “id y haced discípulos en todas las naciones, bautizándoles en el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo, Amén”. Jesús primero imponía la ley judía, cambiando unos detalles por diferencias de interpretación, como el descanso del día sábado, pero luego reduce sus mandamientos a sólo dos mandamientos universales, 1-amar a Dios con todo el corazón y con todas las fuerzas, y 2-amar al prójimo como a uno mismo, que pueden practicar todos los gentiles sin hacerse judíos. Hacia el final de su vida, Jesús abandona definitivamente su idea de mesías político triunfante, y adopta el plan del mesías espiritual sufriente, que luego resucitaría, para tener un reino espiritual, sobre Todas las Naciones, y no solamente sobre Israel. Dos Mil años después, podemos ver, que el plan b de Jesús, fue todo un éxito, ya que se ha convertido en el rey espiritual de todo el occidente cristiano, mayoritariamente, en América y Europa, y en otras partes del mundo, en forma minoritaria, también.
Jesús, seguramente creía en la Santa Tríada, llamando Yahvéh a Dios, llamando Ángel de Yahvéh, al Hijo, y llamando Espíritu de Yahvéh o Sabiduría, al Espíritu Santo. También creía en los siete ángeles delante del trono de Dios, como ángeles principales, y entre ésos ángeles, seguramente estaban, Miguel, Gabriel, y Rafael. Los dioses, muchas veces, eran ángeles buenos o demonios malos, que a veces, presidían naciones o estrellas. También había, espíritus de muertos o fantasmas, y espíritus elementales de la naturaleza, a los que seguramente llamaba espíritus del aire, o vientos del aire. No sabemos si para Jesús, los demonios eran ángeles caídos, o espíritus caídos de bajo nivel evolutivo, que no es lo mismo.
Para el Jesús encarnado, seguramente, el Primogénito de la Creación, era el Yo Superior de todos los seres, y cada alma era divina. Además, quizás, Jesús también sabía del Yo Superior Individual, o Cristo-Interno, pero lo llamaba, Yo Soy, o bien, lo llamaba Espíritu, pues tenemos un cuerpo, un alma, y un espíritu, siendo el espíritu, la Presencia de Dios, dentro y por encima, del alma.
En la época de Jesús, poco antes de él, y después de él, había muchos cultos mistéricos, como los misterios órficos y sus derivados. Los misterios, eran mitos algo extraños con enseñanzas ocultas, que al ser reveladas, producían una transformación espiritual en el adepto. Se basaban en el conocimiento de uno mismo, y en entender que el mundo material, era una ilusión, pero que el mundo espiritual, era el mundo real. Jesús era un judío mistérico, pues era panenteísta, creía que todo está en Dios, y que Dios está en todo, creía en un reino de Dios, de tipo espiritual, más allá de Israel, creía en la reencarnación y en la liberación de ella, y creía en el conocimiento de uno mismo. Jesús enseñó el nombre de Dios, Yahvéh, a sus discípulos, y enseñó los misterios de reino de Dios, en forma algo codificada, a todos, y en forma clara, a unos pocos discípulos, como Tomás y María Magdalena. Entre los primeros cristianos, antes incluso de Pablo de Tarso, había mesiánicos judíos, y mesiánicos gentiles, y Pablo de Tarso aprendió de ambos, poniendo algo de lo que el Jesús resucitado y espiritual, le enseñó, a él y a sus antecesores. Hoy el día, el Maestro Jesús, resucitado y ascendido, que no volverá, porque siempre está con nosotros, desde el cielo, nos sigue dando enseñanzas superiores, de tiempo en tiempo, por medio del Espíritu Santo, que nos enseña todas las cosas. Hay que poner el vino nuevo en odres nuevos, para beneficio de todos.
Dos cosas ofendieron a los judíos de la enseñanza de Jesús. Una que Jesús era panteísta, “Yo y el Padre, Uno Somos”. “Yo Soy el Camino, La Verdad y la Vida”. “Yo Soy la Puerta Abierta que nadie puede cerrar”. “Yo Soy La Resurrección y la Vida”. “El Reino de Dios, está dentro y fuera de vosotros. Parte una madera y allí me encontrarás. Levanta una piedra, y allí estoy. Yo Soy el Todo.” “Ustedes son dioses”. “El Dios Altísimo se sienta en la asamblea de los dioses, y en medio de ellos juzga”, (ésta última frase, es de un salmo, no de Jesús) .” Y la otra cosa, que les ofendió, es que Jesús enseñaba y usaba el Nombre de Dios, Yahvéh, públicamente, en vez de respetar el tabú judío de la época, de llamar a Dios con sustitutivos, como Adonay o Señor. Por eso, los judíos, usualmente, no en su totalidad, rechazaban y rechazan, a Jesús. Un dios mistérico, que es hijo de Dios, que  es panteísta, que muere y resucita, y que enseña una Tríada Divina, es algo que desagrada a todo monoteísta sincero, pues es el puro panteísmo original, de los adoradores de El Elión, y termina siendo una doctrina, no muy diferente de la de los paganos. Incluso los cristianos externos de toda época, usualmente, no en su totalidad, rechazan éstas ideas, panteístas, y solo toman algunas ideas de Jesús, rechazando las que son de fondo, y quedándose con la superficie.
En todas estas cosas, consistía, posiblemente, el Judaísmo Interno y Panenteísta, de Jesús de Nazaret. La Doctrina Cristiana Interna, que plantea este libro, conserva mucho de ello, y agrega nuevas revelaciones del Espíritu Santo, a tal punto, que nos parecemos más a los hindúes y a los paganos, que a los judíos y a los cristianos. Nosotros, los cristianos internos, los adoradores de Yahvéh-Dios, discípulos del Maestro Cristo-Jesús, seguimos la inspiración espiritual, de Yahvéh-Dios, del Verbo Fanes, de Santa Sofía, del Maestro Jesús de Nazaret, y del Cristo-Interno Individual.
Práctica Espiritual Diaria Sugerida (No Obligatoria).

Oración al Dios Uno; “YO SOY UNO CON EL TODO. TODOS, SOMOS UNO CON EL SER. NADIE ES ESPECIAL, PERO ESTE CONOCIMIENTO, ES ESPECIAL. EL UNIVERSO ES UN PENSAMIENTO PASAJERO, EN LA MENTE DEL ETERNO DIOS UNO. LA ILUSIÓN NO ESTÁ EN VIVIR DENTRO DEL MUNDO. LA ILUSIÓN ESTÁ EN CREER QUE ESTÁS SEPARADO DEL DIOS UNO. LA UNIÓN ES LA VERDAD ESENCIAL, MÁS ALLÁ DE LA SEPARACIÓN ILUSORIA.”    
Mantra Alabado Yahvéh y Jesús, Tres Veces; “Alabado Yahvéh, Alabado Yahvéh, Yahvéh Yahvéh, Alabado Alabado. Alabado Jesús, Alabado Jesús, Jesús Jesús, Alabado Alabado.”
Otra opción, Mantra Alabado Yahvéh y Cristo-Interno, Tres Veces; “Alabado Yahvéh, Alabado Yahvéh, Yahvéh Yahvéh, Alabado Alabado. Alabado Cristo-Interno, Alabado Cristo-Interno, Cristo-Interno Cristo-Interno, Alabado Alabado.”
Mantra de Fuego Violeta de Saint Germain, Tres Veces; “Yo Soy un Ser de Fuego Violeta, Yo Soy la Pureza que Dios desea.”
Otra opción, Mantra de Fuego Violeta, Tres Veces; “Yo Soy el Fuego Violeta, de la Transmutación.”
Invocación Universal de Flama Violeta, una vez; “Yo Soy la Flama Violeta Transmutadora, que liberta, a mi ser, a todo éste planeta, y a todo el universo, para mi bienestar completo, y gloria de Dios, sin que yo absorba el mal karma de nadie. Flama Violeta, Gracias. Gracias Dios, por tu Luz. Amén.”

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