Cada ser está
en el Principio Único, y el Principio Único está en cada ser. El todo tiene una
porción de la nada, y la nada tiene una porción del todo. Lo máximo encierra a
lo mínimo, y lo mínimo encierra a lo máximo. Lo oscuro se hace luminoso, y lo
luminoso se hace oscuro. El Pez de la Oscuridad tiene un ojo luminoso, y el Pez
de la Luz tiene un ojo oscuro. Todo verano por más caliente que sea, tiene
algún día frío, y todo invierno por más frío que sea, tiene algún día caliente.
A su vez, la tierra pasa del verano al invierno, y del invierno al verano, a
través de distintas fases. Toda noche, por más oscura que sea, tiene algo de
luz, y todo día por más luminoso que sea tiene algo de oscuridad. A su vez, la
tierra pasa del día a la noche, y de la noche al día, a través de distintas
fases.
El sabio, que
practica la devoción a Yahvéh-Dios, a través de la oración y de la meditación,
saca una forma de felicidad, de saber que en el fondo, todo es uno y todo es
Dios. El sabio acepta con fe, que él está en el Principio Único, y que el
Principio Único está en él, y que juntos forman un solo ser de luz. Por eso, el
sabio tiene disfrute en la alegría, consuelo en la tristeza, y una vida entera
de esperanza, en el amor incondicional, de la presencia de Yahvéh-Dios, dentro
de sí mismo. Todas las cosas son uno con el Principio Único, pero el sabio,
goza de éste conocimiento unitivo, y lo demás no lo hacen, aún.
El sabio
acepta que todos los seres, son almas espirituales en evolución, que proceden
del Principio Único, y que algún día volverán al Principio Único, y por eso, el
sabio descansa en paz, pues en el tiempo eterno de Yahvéh-Dios, todos serán
salvos, en esta vida, o el una vida futura. El sabio es salvo ahora, por su fe
en el conocimiento unitivo, y los demás serán salvos en otra vida, quizás en
otro mundo, pues así como existen muchos granos de arena en una playa, y
existen muchas estrellas en el cielo, de idéntica forma, existen muchos mundos
en el universo, y existen muchos universos también.
El Yahvéh-Dios,
creó de su Energía Espiritual, al Elemento Pensamiento, y con él, vibrando de
distintas formas, y en distintas intensidades, creó al Plano Solar, al Plano
Astral, y al Plano Físico. En esos planos de existencia, con el mismo Elemento
Pensamiento, creó para cada plano, un tiempo y un espacio distinto, y por eso,
el tiempo transcurre de forma distinta en cada plano, y para Yahvéh-Dios, un
día son mil años, y mil años son un día, y el tiempo y el espacio, son algo
relativo. En cada plano de existencia, creó átomos o partículas indivisibles,
de tierra, agua, aire, y fuego, con las que luego creó, en distintas combinaciones,
a todos los materiales, de la materia y de la energía, vibrando de distintas
forma y en distintas intensidades. A su vez, cada átomo de los elementos de
tierra, agua, aire, y fuego, están formados de distintas proporciones del Pez
de la Oscuridad y del Pez de la Luz, que giran el uno en torno al otro,
transformándose en uno en el otro, de distintas formas y en distintas
intensidades, formando así distintas vibraciones y distintas notas musicales.
Yahvéh-Dios
es un Ser Inteligente, y también es una Ley Mecánica; Yahvéh-Dios es Inmutable,
pero una parte de su ser, es Mutable; Yahvéh-Dios vibra tan intensamente que no
vibra con ninguna intensidad; Yahvéh-Dios es el Todo, que contiene al todo y a
la nada; El Aspecto Interno de la Mente Original, es No Dual y No Manifiesto, y
vive en Eterno Silencio, pensando con dicha eterna en sí mismo, pero el Aspecto
Externo de la Mente Original, es Dual, y Cíclicamente Manifiesto, y por eso,
eventualmente, piensa y habla, para crear, conservar, y destruir, a muchos
Universos, a muchos Mundos, y a muchos seres. Cada ser en el Universo, emana de
Yahvéh-Dios, vive en Yahvéh-Dios, y se absorberá en Yahvéh-Dios.
Cuando Yahvéh-Dios,
emanó a su Hija y Esposa, que es Santa Sofía, de ella hizo emanar a su Hijo
Primogénito, que es el Rey Fanes, y lo introdujo en el Huevo Cósmico creado por
Sofía, para que lo rompa y lo expanda desde adentro, para renacer de él, y así crear
con sus restos, al Universo en el cual vivimos.
Cuando el Rey
Fanes, rompió el Huevo Cósmico, creando al Cielo y a la Tierra, en un proceso
constante de ruptura y expansión sucesiva, de toda la Materia Primordial del
Huevo Cósmico, separando la mitad superior del Huevo, de la mitad inferior del
Huevo, liberó a los Principios del Pez de la Oscuridad y del Pez de la Luz, y
los puso a trabajar, para copiar los arquetipos perfectos del mundo de las
ideas de Yahvéh-Dios, y plasmarlos en el mundo sensible de Yahvéh-Dios, para
que se cumpliera el plan perfecto de Yahvéh-Dios, y así se creara a nuestro
Universo.
Yahvéh-Dios
involucionó una parte de su energía espiritual, bajando la intensidad de su
vibración, y así emanó a las almas en evolución, que ahora buscan sin saberlo,
evolucionar, elevando gradualmente su vibración, para reabsorberse en él. Y Yahvéh-Dios
hace esto de tiempo en tiempo, creando almas para que evolucionen en el plano
físico y en el plano astral, para ser liberadas en el plano solar.
Así las almas
pasan por el Reino Mineral, luego por el Reino Vegetal, luego por el Reino
Animal, luego por el Reino Humano, para llegar a liberarse en el Reino
Angélico, y así, a través de muchas vidas, las almas terminan llegando al Nivel
de Conciencia Angélico, y desde allí gozan, de vida eterna y de dicha eterna.
Así como
nuestro Planeta Tierra, es un Mundo girando alrededor del Sol, de la misma
forma el Sol es una estrella en el cielo, que gira alrededor del centro de la
Galaxia de Vía Láctea. Y de la misma forma que nuestra Galaxia es un conjunto
muy grande de estrellas y de mundos, de la misma forma el Universo es un
conjunto muy grande de Galaxias. Y de la misma forma que nuestro universo es un
conjunto muy grande de galaxias, de la misma forma, el Híper-Universo, es un
conjunto muy grande de Universos.
Yahvéh-Dios
es Omnipotente, Omnisciente, y Omnipresente. Yahvéh-Dios tiene las cualidades
espirituales y divinas de Ser, Conciencia, y Bienaventuranza. Yahvéh-Dios está
lleno de Amor de Sabiduría y de Poder, que son sus energías salvadoras. Yahvéh-Dios
es el Creador, el Conservador, y el Destructor, pues controla a la perfección,
sus energías creadoras. Yahvéh-Dios controla para crear y destruir, sus
cualidades materiales de la naturaleza, que son Acción, Equilibrio e Inercia,
pues con la acción crea, con el equilibrio hace evolucionar, y con la Inercia
destruye. Yahvéh-Dios es el origen de la Energía Espiritual, que forma parte de
su ser, y con la cual creó todas las cosas, poniendo en acción creadora, a sus
energías del Pez de la Oscuridad, y del Pez de la Luz, que siempre han formado
parte de su ser bendito.
El hombre de
guía por la tierra, la tierra se guía por el cielo, el cielo se guía por el
camino, y el camino se guía por sí mismo. Por eso, el sabio dice Yo Soy mi
propio camino, mi propia verdad, mi propia vida, mi propia luz, y mi propio
buen pastor, pues Yahvéh-Dios está en mí, yo estoy en Yahvéh-Dios, y juntos
formamos un solo ser de luz, ya que en el fondo, todo es uno y todo es Dios.
Yahvéh-Dios
es, el Principio Único, el Camino, la Verdad, la Vida, la Luz, y el Buen Pastor,
de todos los seres, y el sabio lo acepta, con fe, con esperanza, y con amor.
Que la luz,
la paz, y el amor, sean con todos los seres. Amén.
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