miércoles, 16 de enero de 2019

Lo Mínimo encierra a lo Máximo.

La Mente Original, junto a su Energía Espiritual, que es el Pensamiento, es el Principio Único, a quien yo llamo Yahvéh-Dios, El Ser, que es la Fuente del Ser y del No Ser. La Energía Espiritual es lo mismo que la Mente Original, pero en una intensidad vibratoria menor. Todas las cosas son Yahvéh-Dios, en esencia, y Yahvéh-Dios es la esencia de todos los seres.
Cada ser está en el Principio Único, y el Principio Único está en cada ser. El todo tiene una porción de la nada, y la nada tiene una porción del todo. Lo máximo encierra a lo mínimo, y lo mínimo encierra a lo máximo. Lo oscuro se hace luminoso, y lo luminoso se hace oscuro. El Pez de la Oscuridad tiene un ojo luminoso, y el Pez de la Luz tiene un ojo oscuro. Todo verano por más caliente que sea, tiene algún día frío, y todo invierno por más frío que sea, tiene algún día caliente. A su vez, la tierra pasa del verano al invierno, y del invierno al verano, a través de distintas fases. Toda noche, por más oscura que sea, tiene algo de luz, y todo día por más luminoso que sea tiene algo de oscuridad. A su vez, la tierra pasa del día a la noche, y de la noche al día, a través de distintas fases.
El sabio, que practica la devoción a Yahvéh-Dios, a través de la oración y de la meditación, saca una forma de felicidad, de saber que en el fondo, todo es uno y todo es Dios. El sabio acepta con fe, que él está en el Principio Único, y que el Principio Único está en él, y que juntos forman un solo ser de luz. Por eso, el sabio tiene disfrute en la alegría, consuelo en la tristeza, y una vida entera de esperanza, en el amor incondicional, de la presencia de Yahvéh-Dios, dentro de sí mismo. Todas las cosas son uno con el Principio Único, pero el sabio, goza de éste conocimiento unitivo, y lo demás no lo hacen, aún.
El sabio acepta que todos los seres, son almas espirituales en evolución, que proceden del Principio Único, y que algún día volverán al Principio Único, y por eso, el sabio descansa en paz, pues en el tiempo eterno de Yahvéh-Dios, todos serán salvos, en esta vida, o el una vida futura. El sabio es salvo ahora, por su fe en el conocimiento unitivo, y los demás serán salvos en otra vida, quizás en otro mundo, pues así como existen muchos granos de arena en una playa, y existen muchas estrellas en el cielo, de idéntica forma, existen muchos mundos en el universo, y existen muchos universos también.
El Yahvéh-Dios, creó de su Energía Espiritual, al Elemento Pensamiento, y con él, vibrando de distintas formas, y en distintas intensidades, creó al Plano Solar, al Plano Astral, y al Plano Físico. En esos planos de existencia, con el mismo Elemento Pensamiento, creó para cada plano, un tiempo y un espacio distinto, y por eso, el tiempo transcurre de forma distinta en cada plano, y para Yahvéh-Dios, un día son mil años, y mil años son un día, y el tiempo y el espacio, son algo relativo. En cada plano de existencia, creó átomos o partículas indivisibles, de tierra, agua, aire, y fuego, con las que luego creó, en distintas combinaciones, a todos los materiales, de la materia y de la energía, vibrando de distintas forma y en distintas intensidades. A su vez, cada átomo de los elementos de tierra, agua, aire, y fuego, están formados de distintas proporciones del Pez de la Oscuridad y del Pez de la Luz, que giran el uno en torno al otro, transformándose en uno en el otro, de distintas formas y en distintas intensidades, formando así distintas vibraciones y distintas notas musicales.
Yahvéh-Dios es un Ser Inteligente, y también es una Ley Mecánica; Yahvéh-Dios es Inmutable, pero una parte de su ser, es Mutable; Yahvéh-Dios vibra tan intensamente que no vibra con ninguna intensidad; Yahvéh-Dios es el Todo, que contiene al todo y a la nada; El Aspecto Interno de la Mente Original, es No Dual y No Manifiesto, y vive en Eterno Silencio, pensando con dicha eterna en sí mismo, pero el Aspecto Externo de la Mente Original, es Dual, y Cíclicamente Manifiesto, y por eso, eventualmente, piensa y habla, para crear, conservar, y destruir, a muchos Universos, a muchos Mundos, y a muchos seres. Cada ser en el Universo, emana de Yahvéh-Dios, vive en Yahvéh-Dios, y se absorberá en Yahvéh-Dios.
Cuando Yahvéh-Dios, emanó a su Hija y Esposa, que es Santa Sofía, de ella hizo emanar a su Hijo Primogénito, que es el Rey Fanes, y lo introdujo en el Huevo Cósmico creado por Sofía, para que lo rompa y lo expanda desde adentro, para renacer de él, y así crear con sus restos, al Universo en el cual vivimos.
Cuando el Rey Fanes, rompió el Huevo Cósmico, creando al Cielo y a la Tierra, en un proceso constante de ruptura y expansión sucesiva, de toda la Materia Primordial del Huevo Cósmico, separando la mitad superior del Huevo, de la mitad inferior del Huevo, liberó a los Principios del Pez de la Oscuridad y del Pez de la Luz, y los puso a trabajar, para copiar los arquetipos perfectos del mundo de las ideas de Yahvéh-Dios, y plasmarlos en el mundo sensible de Yahvéh-Dios, para que se cumpliera el plan perfecto de Yahvéh-Dios, y así se creara a nuestro Universo.
Yahvéh-Dios involucionó una parte de su energía espiritual, bajando la intensidad de su vibración, y así emanó a las almas en evolución, que ahora buscan sin saberlo, evolucionar, elevando gradualmente su vibración, para reabsorberse en él. Y Yahvéh-Dios hace esto de tiempo en tiempo, creando almas para que evolucionen en el plano físico y en el plano astral, para ser liberadas en el plano solar.
Así las almas pasan por el Reino Mineral, luego por el Reino Vegetal, luego por el Reino Animal, luego por el Reino Humano, para llegar a liberarse en el Reino Angélico, y así, a través de muchas vidas, las almas terminan llegando al Nivel de Conciencia Angélico, y desde allí gozan, de vida eterna y de dicha eterna.
Así como nuestro Planeta Tierra, es un Mundo girando alrededor del Sol, de la misma forma el Sol es una estrella en el cielo, que gira alrededor del centro de la Galaxia de Vía Láctea. Y de la misma forma que nuestra Galaxia es un conjunto muy grande de estrellas y de mundos, de la misma forma el Universo es un conjunto muy grande de Galaxias. Y de la misma forma que nuestro universo es un conjunto muy grande de galaxias, de la misma forma, el Híper-Universo, es un conjunto muy grande de Universos.
Yahvéh-Dios es Omnipotente, Omnisciente, y Omnipresente. Yahvéh-Dios tiene las cualidades espirituales y divinas de Ser, Conciencia, y Bienaventuranza. Yahvéh-Dios está lleno de Amor de Sabiduría y de Poder, que son sus energías salvadoras. Yahvéh-Dios es el Creador, el Conservador, y el Destructor, pues controla a la perfección, sus energías creadoras. Yahvéh-Dios controla para crear y destruir, sus cualidades materiales de la naturaleza, que son Acción, Equilibrio e Inercia, pues con la acción crea, con el equilibrio hace evolucionar, y con la Inercia destruye. Yahvéh-Dios es el origen de la Energía Espiritual, que forma parte de su ser, y con la cual creó todas las cosas, poniendo en acción creadora, a sus energías del Pez de la Oscuridad, y del Pez de la Luz, que siempre han formado parte de su ser bendito.
El hombre de guía por la tierra, la tierra se guía por el cielo, el cielo se guía por el camino, y el camino se guía por sí mismo. Por eso, el sabio dice Yo Soy mi propio camino, mi propia verdad, mi propia vida, mi propia luz, y mi propio buen pastor, pues Yahvéh-Dios está en mí, yo estoy en Yahvéh-Dios, y juntos formamos un solo ser de luz, ya que en el fondo, todo es uno y todo es Dios.
Yahvéh-Dios es, el Principio Único, el Camino, la Verdad, la Vida, la Luz, y el Buen Pastor, de todos los seres, y el sabio lo acepta, con fe, con esperanza, y con amor.
Que la luz, la paz, y el amor, sean con todos los seres. Amén.




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