jueves, 10 de enero de 2019

El Principio del Credo Cristiano Interno.




1-Creo en Yahvéh-Dios, que es el Ser Supremo Todopoderoso, y que es el Creador del Universo, del Mar, del Cielo, y de la Tierra. Creo en Yahvéh, mi Dios, que es el Dios de Todo y de Todos. Creo en Yahvéh, El Ser, quien está dentro y fuera, de todas las cosas.
2-Creo en Cristo-Fanes, su hijo mayor, hermano mayor de todos los seres, que es el Verbo, el Ungido-Interno, y el Ángel del Señor.
3-Creo en el Espíritu Santo, que es Madre Santa Sofía, hija de Yahvéh-Dios, madre de Cristo-Fanes, y madre de todos los seres.
4-Creo que el Padre-Madre-Mente, emanó al Verbo, para crear al Híper-Universo. Creo que el Padre-Madre-Mente, emanó al Espíritu Santo, a través del Verbo, para crear el Huevo Cósmico. Creo que el Padre-Madre-Mente emanó al Ángel del Señor a través del Verbo y del Espíritu Santo, para romper el Huevo Cósmico y crear al Universo. Creo que el Padre-Madre-Mente emanó al Ungido-Interno de cada alma individual, a través del Verbo, del Espíritu Santo, y del Ángel del Señor, para así emanar a cada alma individual, en su tiempo, para que así empiece el trayecto evolutivo de cada alma. Creo en el Quinteto Divino, y creo en la Tríada Divina, pues el Verbo se manifiesta como el Verbo, el Ángel del Señor y el Ungido-Interno Individual, y a su vez el Padre-Madre-Mente, se manifiesta como el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo.
5-Creo que el Padre-Madre-Mente, crea todas las cosas a través del Verbo, y que salva a cada alma individual, a través del Ungido-Interno, y por lo tanto, yo creo en la Tríada Interna.
6-Creo en la Doctrina Cristiana Interna, que adora a Yahvéh-Dios, quien es El Todo. A su vez, en El Todo hay un aspecto Creador, que es el Padre-Madre-Mente, y un aspecto Creado, que es el Universo. La Mente Original es la Causa Eficiente, que dirige la Creación.  La Ley Espiritual es la Causa Instrumental o el Instrumento Creador. Y el Pensamiento es la Energía Espiritual, siendo la Causa Material, o la materia prima con la que todo fue creado. La Ley Espiritual, es el modo de ser de Yahvéh-Dios, y es inmutable, porque forma parte de Yahvéh-Dios, quien es inmutable. La Ley Espiritual también es los mandatos de Yahvéh-Dios, que sólo Yahvéh-Dios puede cambiar. Creo que existe el destino, pues Yahvéh-Dios lo sabe todo incluso antes de que suceda, pero también creo que Yahvéh-Dios le dio libertad de elección de cada individuo. Creo que Yahvéh-Dios puede cambiar el destino, si él ve que hacemos lo que él quiere, y si lo satisfacemos. Creo que alabar a Yahvéh-Dios es bueno, y que eso le agrada mucho, y creo que él se congracia con aquellos que lo alaban. Creo que el Todo es Uno, que el Todo lo incluye a Todo, y que el Todo, en su Aspecto Esencia, lo es Todo. Creo que el Todo es la Esencia del Ser y del No Ser, de la Existencia y de la No Existencia, así como es el conjunto de cada cosa que existe y que no existe, y así como es cada cosa individual. Yo creo que cada cosa está en Dios, que Dios está en cada cosa, y que en el fondo, todo es uno y todo es Dios. Yo creo en la religión del Dios Todo. Yo creo que hay que dar al espíritu lo que es del espíritu, y que hay que dar a la materia lo que es de la materia. Creo que los espíritus no se materializan. Creo que la ascensión es del alma, y no del cuerpo. Creo  que cuando el cuerpo muere, el alma desencarna, y vuelve a Dios, para ser juzgada por Dios, y que él decide su destino, pero el  cuerpo queda en la tierra. El espíritu vuelve a Dios, pues él fue quien lo dio, y el cuerpo vuelve a la tierra, pues la tierra fue quien lo dio.
7-Creo en la Santa Tríada, donde el Padre es totalmente Dios, mientras que el Hijo y el Espíritu Santo, son parcialmente Dios. Creo que el Hijo y el Espíritu Santo, son, en parte, manifestaciones de Dios, y en parte, criaturas de Dios.
8-Creo en los Santos Ángeles y en las Almas Liberadas, que son criaturas de Dios.
9-Creo que todo está en Dios y que Dios está en todo, y creo que en el fondo, todo es uno y todo es Dios.
10-Creo en el alma inmortal de toda criatura de Dios, y creo que el alma está en un proceso de evolución espiritual, a través de la reencarnación sucesiva.
11-Creo que el alma inmortal se libera de la reencarnación en el mundo material, a través del conocimiento unitivo, que consiste en que el alma, acepte por fe, que Dios está dentro y fuera de uno mismo, a través de la propia chispa divina interior que es el Ungido-Interno, salvador del alma. Luego de la última reencarnación, el alma liberada asciende al cielo, con Dios y con sus ángeles, en dicha eterna, y allí, continúa su evolución espiritual, en mejores condiciones.
12-Creo en el plano físico, que es el mundo material, y creo en el mundo espiritual, en donde está el plano astral y el plano solar. El plano astral es un lugar o estado, en donde las almas están entre una reencarnación y la otra, y el plano solar es un lugar de felicidad perpetua.
13-Creo en el Cielo, en la Tierra, en el Purgatorio, y en el Infierno. El Cielo Definitivo está en el Plano Solar, y es un lugar de dicha eterna. El Cielo Pasajero es un lugar de dicha pasajera en el Plano Astral, en donde están las almas buenas entre una encarnación y la otra. El Infierno es un lugar de tormento pasajero en el Plano Astral en donde están las almas malvadas entre una encarnación y la otra. El Purgatorio, es un lugar de purificación, a través del dolor, o a través del servicio divino sin dolor, en el Plano Astral, para las almas que están a punto de lograr su ascensión espiritual.
14-Creo que Dios es uno y muchos en simultáneo, y que debe ser adorado en su unidad y en su diversidad, en espíritu y en verdad, ahora y siempre.
15-Creo que Yahvéh-Dios creó al universo con su mente y con su palabra. El pensamiento es el elemento primordial que procede de la Mente Original, con el que Dios creó todas las cosas. El pensamiento es la energía espiritual con la que Dios gobierna al universo entero.
16-Creo que Yahvéh-Dios es omnipotente, omnipresente, y omnisciente, y creo que Dios está lleno de amor, sabiduría, y poder.
17-Creo que Yahvéh-Dios, es amor, pero que también, es fuego consumidor. Creo que Yahvéh-Dios es amor inmanente y verdad trascendente. Creo que Yahvéh-Dios es amor que todo lo llena y verdad que todo lo supera.
18-Creo que Yahvéh-Dios en el fondo es bueno, y que él nos ama, porque formamos parte de su ser. Creo que Yahvéh-Dios creó al universo con la dualidad de bien y mal, porque por su esencia interna, él es un creador dual.
19-Creo en el Quinteto Divino, formado por el Padre-Madre-Mente, el Verbo, el Ungido-Interno, el Ángel del Señor, y el Espíritu Santo. Y Creo en la Santa Tríada Divina, formada por el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo.
20-Creo que cada individuo es libre de hacer lo que quiera, y que es responsable por todas sus acciones voluntarias.
21-Creo en la salvación por la sola fe en el Ungido-Interno, y creo que obrar el bien hace bien a la evolución del alma, y que obrar el mal hace mal a la evolución del alma. Creo que la Ley Espiritual devuelve, mal por mal, y bien por bien, para beneficiar el aprendizaje de las almas, pero también creo en el perdón de los pecados.
22-Creo que toda alma que se libera de la reencarnación, deja su último cuerpo en la tierra, pues el cuerpo muere, pero el alma desencarna, y que su alma asciende al cielo, para pasar, luego de un tiempo, por un proceso de purificación, luego del cual, asciende aún más, para recibir un cuerpo espiritual de gloria, semejante al de los santos ángeles de Yahvéh-Dios. Pero aún sin pasar por la ascensión divina o glorificación divina, toda alma liberada, luego de una purificación espiritual, ya vive en dicha eterna.
23-Creo que somos transformados por la renovación de nuestras mentes. La transformación menor, se recibe en la tierra, cuando se acepta por fe la salvación del Ungido-Interno, y la transformación mayor, se recibe en el cielo, cuando se recibe la resurrección espiritual o ascensión divina, cuando nuestra alma inmortal es revestida de gloria. Todos los seres somos hijos de Dios, y no sólo los hermanos de religión. Sin embargo, hay iniciados en la conciencia de Cristo, y no iniciados en la conciencia de Cristo. La salvación, es para los iniciados en la conciencia de Cristo, pero algunos de los no iniciados, también son salvos, pues Yahvéh-Dios ve y valora lo que está oculto en el corazón. La iniciación no es un ritual de inmersión en agua, sino que es un nivel de conciencia, que nos sumerge en el Espíritu Santo. La iniciación es la fe en el Ungido-Interno, que nos hace renacer del Espíritu de Dios.
24-Creo en la Ley Espiritual, que es el orden oculto, atrás del desorden aparente, en el universo. Creo en la Ley de Invocación, que indica que la llamada obliga la respuesta, sin importar si la entidad espiritual existe o no, pues la Ley Espiritual siempre responde, y puede enviar una entidad parecida a la invocada. Por eso, de alguna forma, en el tiempo eterno de Dios, el que pide recibe, el que busca encuentra, y el que llama a la puerta ésta le es abierta.
25-Creo que existen muchos caminos que llevan a la cima de una montaña, y no sólo un camino. Creo que cada quien debe encontrar su propio camino, pero que al final, de una forma u otra, el Yo Soy o Ungido-Interno, es el camino más refinado.
26-Creo que Yahvéh-Dios es el Todo Infinito, pero también creo que a través de su energía espiritual, se puede manifestar en mi mente y en el mundo espiritual, con aspecto humano, y lo imagino como un hombre con vestimenta blanca, y cabello blanco y largo, y con barba. Creo que Cristo Fanes, Señor de Gloria, es un ser muy grande, pero que a través de su energía espiritual, se puede manifestar, en mi mente y en el mundo espiritual, con aspecto humano, y lo imagino como un hombre, con alas de águila en la espalda, y sosteniendo un bastón y una antorcha. Creo que Santa Sofía, el Espíritu Santo, es muy grande, pero que a través de su energía espiritual, se puede manifestar, en mi mente y en el mundo espiritual, con aspecto humano, como una mujer portando un libro, o con aspecto de serpiente, enroscando al Huevo Cósmico, o con aspecto de paloma blanca con siete lenguas de fuego.
27-Creo en orar, pensar, y actuar. Oro a Dios con la fe de que me escucha, y que siempre me ilumina al enfocar mi mente en él, me cumpla lo que le pido o no me lo cumpla. Pienso estratégicamente, en qué posición estoy, a qué posición quiero llegar, y que tengo que hacer para lograrlo. Y trabajo con paciencia y con insistencia, hasta lograr los objetivos, que pueda lograr. Cuando puedo hacer bien, alguna de estas tres cosas, lo hago, y cuando puedo hacer bien las tres cosas, también lo hago. Por este triple medio, se puede lograr algo de lo que uno desea, pero no todo lo que uno desea. El hombre propone, pero Dios dispone.
28- Creo que Cristo-Fanes, en su aspecto como el Ángel Creador del Universo, se metió dentro del Huevo Cósmico, y lo rompió desde adentro, y que a través de un proceso sucesivo, de ruptura y expansión, de la materia contraída del Huevo Cósmico, creó al Universo, copiando los arquetipos perfectos del mundo de las ideas de Dios, y plasmándolos en el mundo sensible de Dios, y creo que hizo todo esto por orden de Yahvéh-Dios. Creo que Cristo-Fanes, cíclicamente, una y otra vez, expande el Huevo Cósmico para crear al Universo, y que lo contrae para destruir al Universo, por orden de Yahvéh-Dios. Creo que el día del Señor Cristo-Fanes, empieza cuando Cristo-Fanes, despierta y rompe, por expansión, al Huevo Cósmico, y que el día cósmico se desarrolla, cuando el Universo evoluciona, en expansión o en contracción, y el Ángel Fanes está despierto. Y creo que la noche del Señor Cristo-Fanes, es cuando el Universo se contrae y se colapsa, transformándose nuevamente en el Huevo Cósmico, para que el Ángel Fanes, se duerma y quede dormido en su interior. Todo este proceso creador termina cuando Yahvéh-Dios le ordena a Santa Sofía, que absorba al Huevo Cósmico, que una vez emanó, y así, Cristo-Fanes vuelve con Yahvéh-Dios y con Santa Sofía, renaciendo del Espíritu de Dios, y volviendo al Reino de Dios, al absorberse en el Verbo de Dios, que siempre ha sido. Así como Cristo-Fanes renace cíclicamente del Huevo Cósmico, cada uno de nosotros renace cíclicamente, a través de la reencarnación sucesiva, hasta renacer del Espíritu de Dios, despertando del sueño material, para vivir la vida espiritual, y volver al Reino de Dios. La diferencia es que Cristo-Fanes ya es libre desde su creación, mientras que nosotros, alcanzaremos la libertad, al renacer del Espíritu de Dios. Creo que Cristo-Fanes es nacido de Yahvéh-Dios, y que es, Libre y Santo, desde el Principio, pero que nosotros, los humanos, aunque somos espiritualmente nacidos de Yahvéh-Dios, fuimos involucionados, para luego empezar a evolucionar, dentro de la Creación, y que nos hacemos libres, al aceptar a la presencia de Yahvéh-Dios en nosotros, la cual está manifestada como el Ungido-Interno Individual, salvador del alma individual. Creo que la salvación del alma es individual, y por lo tanto, uno solo junto a Dios es lo bueno, y todo lo demás, sobra.
29- Creo en el Padre, en el Hijo, y en el Espíritu Santo. Creo en Yahvéh-Dios, en Cristo-Fanes, y en Madre Santa Sofía. Amén.

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