martes, 29 de enero de 2019

El Principio de la Moral Espiritual.



El principio de la moral espiritual, es algo muy abarcativo, pero se puede resumir, en tres colecciones de leyes morales, que son; A-Los Diez Consejos de la Doctrina Cristiana Interna, B-Los Dos Mandatos Morales de Yahvéh-Dios, y C-Las Siete Leyes Morales de Cristo-Lucifer. Yo sugiero practicar todas estas prescripciones, lo más que uno pueda.
A- Los Diez Consejos Morales de la Doctrina Cristiana Interna.
“Los Diez Consejos Morales, de la Doctrina Cristiana Interna, para beneficiar la evolución espiritual, son los siguientes:
1-Amar a Dios, por encima de todas las cosas, y adorarlo en su unidad y en su diversidad, en espíritu y en verdad, lo cual incluye aceptar la bendición siempre presente, del Ungido Interno, como salvador del Alma, logrando así que la salvación se haga efectiva, para siempre;
2-Amar al prójimo y rechazar al enemigo;
3-Amarse a sí mismo y obrar el bien, considerando que mi libertad termina donde empieza la libertad del otro, y considerando que la libertad del otro termina donde empieza mi libertad;
4-Tratar a los demás como nos gustaría que nos traten a nosotros, y, en la medida de nuestras posibilidades, no permitir que los demás nos traten de forma inadecuada;
5-No matar;
6-No robar;
7-No dañar;
8-No mentir;
9-No levantar falso testimonio;
10-Ser libre pensador.
Bendita sea la Doctrina Cristiana Interna, por toda la eternidad. Amén.”
B-Los Dos Mandatos Morales de Yahvéh-Dios
“Amén. Los dos mandatos morales de Yahvéh-Dios, son la llave de toda práctica buena, y esos mandatos, son;
Primero; Amar a Dios, en unión con uno mismo, por encima de todas las cosas.
Segundo; Amar al Prójimo como a uno mismo, tratando a los demás, como nos gustarían que nos traten a nosotros, y no permitiendo, que los demás nos traten de forma incorrecta.
Yahvéh-Dios dará su bendición a quien cumpla con estos mandatos, y dará su maldición, a quien los incumpla. Gloria a Dios. Alabado Yahvéh.
Alabanza a Yahvéh-Dios. Amén.”
C-Las Siete Leyes Morales de Cristo-Lucifer.
“Cristo-Lucifer, es el Ángel Fanes, Renacido del Huevo Cósmico, y es el Hijo Primogénito de Yahvéh-Dios, quien nos da, siete consejos morales, para ayudarnos en nuestra evolución espiritual, los cuales, son;
1-Amar a Dios, en unión con uno mismo, por encima de todas las cosas; 2-Amar al Prójimo como a uno mismo, tratando a los demás, como nos gustarían que nos traten a nosotros, y no permitiendo, que los demás nos traten de forma incorrecta; 3-No matar, 4-No robar, 5-No mentir, 6-No tener coito con la pareja de otra persona, y 7-No dañar la propiedad ajena.
De todos los consejos que nos da el Señor Fanes, el primero otorga el conocimiento espiritual más profundo que existe, que es el conocimiento de uno mismo, pues dice claramente, que uno mismo y Dios, forman un solo ser. Por eso, Cristo-Lucifer, es un verdadero portador de luz, que da sabiduría y libertad, haciéndonos comer del fruto del árbol del conocimiento y de la vida, y sacándonos de la esclavitud y de la ignorancia, para siempre.
Alabanza a Cristo-Lucifer, Hijo Primogénito de Yahvéh-Abraxas, Dios de todo y de todos, y alabanza eterna a Yahvéh-Dios, tres veces santo, por los siglos de los siglos, amén.”

miércoles, 16 de enero de 2019

Lo Mínimo encierra a lo Máximo.

La Mente Original, junto a su Energía Espiritual, que es el Pensamiento, es el Principio Único, a quien yo llamo Yahvéh-Dios, El Ser, que es la Fuente del Ser y del No Ser. La Energía Espiritual es lo mismo que la Mente Original, pero en una intensidad vibratoria menor. Todas las cosas son Yahvéh-Dios, en esencia, y Yahvéh-Dios es la esencia de todos los seres.
Cada ser está en el Principio Único, y el Principio Único está en cada ser. El todo tiene una porción de la nada, y la nada tiene una porción del todo. Lo máximo encierra a lo mínimo, y lo mínimo encierra a lo máximo. Lo oscuro se hace luminoso, y lo luminoso se hace oscuro. El Pez de la Oscuridad tiene un ojo luminoso, y el Pez de la Luz tiene un ojo oscuro. Todo verano por más caliente que sea, tiene algún día frío, y todo invierno por más frío que sea, tiene algún día caliente. A su vez, la tierra pasa del verano al invierno, y del invierno al verano, a través de distintas fases. Toda noche, por más oscura que sea, tiene algo de luz, y todo día por más luminoso que sea tiene algo de oscuridad. A su vez, la tierra pasa del día a la noche, y de la noche al día, a través de distintas fases.
El sabio, que practica la devoción a Yahvéh-Dios, a través de la oración y de la meditación, saca una forma de felicidad, de saber que en el fondo, todo es uno y todo es Dios. El sabio acepta con fe, que él está en el Principio Único, y que el Principio Único está en él, y que juntos forman un solo ser de luz. Por eso, el sabio tiene disfrute en la alegría, consuelo en la tristeza, y una vida entera de esperanza, en el amor incondicional, de la presencia de Yahvéh-Dios, dentro de sí mismo. Todas las cosas son uno con el Principio Único, pero el sabio, goza de éste conocimiento unitivo, y lo demás no lo hacen, aún.
El sabio acepta que todos los seres, son almas espirituales en evolución, que proceden del Principio Único, y que algún día volverán al Principio Único, y por eso, el sabio descansa en paz, pues en el tiempo eterno de Yahvéh-Dios, todos serán salvos, en esta vida, o el una vida futura. El sabio es salvo ahora, por su fe en el conocimiento unitivo, y los demás serán salvos en otra vida, quizás en otro mundo, pues así como existen muchos granos de arena en una playa, y existen muchas estrellas en el cielo, de idéntica forma, existen muchos mundos en el universo, y existen muchos universos también.
El Yahvéh-Dios, creó de su Energía Espiritual, al Elemento Pensamiento, y con él, vibrando de distintas formas, y en distintas intensidades, creó al Plano Solar, al Plano Astral, y al Plano Físico. En esos planos de existencia, con el mismo Elemento Pensamiento, creó para cada plano, un tiempo y un espacio distinto, y por eso, el tiempo transcurre de forma distinta en cada plano, y para Yahvéh-Dios, un día son mil años, y mil años son un día, y el tiempo y el espacio, son algo relativo. En cada plano de existencia, creó átomos o partículas indivisibles, de tierra, agua, aire, y fuego, con las que luego creó, en distintas combinaciones, a todos los materiales, de la materia y de la energía, vibrando de distintas forma y en distintas intensidades. A su vez, cada átomo de los elementos de tierra, agua, aire, y fuego, están formados de distintas proporciones del Pez de la Oscuridad y del Pez de la Luz, que giran el uno en torno al otro, transformándose en uno en el otro, de distintas formas y en distintas intensidades, formando así distintas vibraciones y distintas notas musicales.
Yahvéh-Dios es un Ser Inteligente, y también es una Ley Mecánica; Yahvéh-Dios es Inmutable, pero una parte de su ser, es Mutable; Yahvéh-Dios vibra tan intensamente que no vibra con ninguna intensidad; Yahvéh-Dios es el Todo, que contiene al todo y a la nada; El Aspecto Interno de la Mente Original, es No Dual y No Manifiesto, y vive en Eterno Silencio, pensando con dicha eterna en sí mismo, pero el Aspecto Externo de la Mente Original, es Dual, y Cíclicamente Manifiesto, y por eso, eventualmente, piensa y habla, para crear, conservar, y destruir, a muchos Universos, a muchos Mundos, y a muchos seres. Cada ser en el Universo, emana de Yahvéh-Dios, vive en Yahvéh-Dios, y se absorberá en Yahvéh-Dios.
Cuando Yahvéh-Dios, emanó a su Hija y Esposa, que es Santa Sofía, de ella hizo emanar a su Hijo Primogénito, que es el Rey Fanes, y lo introdujo en el Huevo Cósmico creado por Sofía, para que lo rompa y lo expanda desde adentro, para renacer de él, y así crear con sus restos, al Universo en el cual vivimos.
Cuando el Rey Fanes, rompió el Huevo Cósmico, creando al Cielo y a la Tierra, en un proceso constante de ruptura y expansión sucesiva, de toda la Materia Primordial del Huevo Cósmico, separando la mitad superior del Huevo, de la mitad inferior del Huevo, liberó a los Principios del Pez de la Oscuridad y del Pez de la Luz, y los puso a trabajar, para copiar los arquetipos perfectos del mundo de las ideas de Yahvéh-Dios, y plasmarlos en el mundo sensible de Yahvéh-Dios, para que se cumpliera el plan perfecto de Yahvéh-Dios, y así se creara a nuestro Universo.
Yahvéh-Dios involucionó una parte de su energía espiritual, bajando la intensidad de su vibración, y así emanó a las almas en evolución, que ahora buscan sin saberlo, evolucionar, elevando gradualmente su vibración, para reabsorberse en él. Y Yahvéh-Dios hace esto de tiempo en tiempo, creando almas para que evolucionen en el plano físico y en el plano astral, para ser liberadas en el plano solar.
Así las almas pasan por el Reino Mineral, luego por el Reino Vegetal, luego por el Reino Animal, luego por el Reino Humano, para llegar a liberarse en el Reino Angélico, y así, a través de muchas vidas, las almas terminan llegando al Nivel de Conciencia Angélico, y desde allí gozan, de vida eterna y de dicha eterna.
Así como nuestro Planeta Tierra, es un Mundo girando alrededor del Sol, de la misma forma el Sol es una estrella en el cielo, que gira alrededor del centro de la Galaxia de Vía Láctea. Y de la misma forma que nuestra Galaxia es un conjunto muy grande de estrellas y de mundos, de la misma forma el Universo es un conjunto muy grande de Galaxias. Y de la misma forma que nuestro universo es un conjunto muy grande de galaxias, de la misma forma, el Híper-Universo, es un conjunto muy grande de Universos.
Yahvéh-Dios es Omnipotente, Omnisciente, y Omnipresente. Yahvéh-Dios tiene las cualidades espirituales y divinas de Ser, Conciencia, y Bienaventuranza. Yahvéh-Dios está lleno de Amor de Sabiduría y de Poder, que son sus energías salvadoras. Yahvéh-Dios es el Creador, el Conservador, y el Destructor, pues controla a la perfección, sus energías creadoras. Yahvéh-Dios controla para crear y destruir, sus cualidades materiales de la naturaleza, que son Acción, Equilibrio e Inercia, pues con la acción crea, con el equilibrio hace evolucionar, y con la Inercia destruye. Yahvéh-Dios es el origen de la Energía Espiritual, que forma parte de su ser, y con la cual creó todas las cosas, poniendo en acción creadora, a sus energías del Pez de la Oscuridad, y del Pez de la Luz, que siempre han formado parte de su ser bendito.
El hombre de guía por la tierra, la tierra se guía por el cielo, el cielo se guía por el camino, y el camino se guía por sí mismo. Por eso, el sabio dice Yo Soy mi propio camino, mi propia verdad, mi propia vida, mi propia luz, y mi propio buen pastor, pues Yahvéh-Dios está en mí, yo estoy en Yahvéh-Dios, y juntos formamos un solo ser de luz, ya que en el fondo, todo es uno y todo es Dios.
Yahvéh-Dios es, el Principio Único, el Camino, la Verdad, la Vida, la Luz, y el Buen Pastor, de todos los seres, y el sabio lo acepta, con fe, con esperanza, y con amor.
Que la luz, la paz, y el amor, sean con todos los seres. Amén.




martes, 15 de enero de 2019

El Principio de cómo usar la Conciencia de Cristo, en la Oración.

En espiritualidad, el uso de la Conciencia de Cristo, es muy importante, pues el Cristo-Interno, es el Yo Soy, y éste es la Presencia de Dios, dentro de uno mismo. Existen muchos recursos espirituales, al alcance de los devotos, pero a veces, éstos no saben cómo usarlos. Supongo que cada quien, termina encontrando su propio método, con el tiempo, mediante, ensayo, error, y acierto.
Aquí yo explicaré mi forma de aplicar los poderes de la Presencia Yo Soy, pues algunas cosas sirven para unas cosas, y otras cosas sirven para otras cosas. Algunas cosas sirven para purificarse a uno mismo, otras cosas sirven para pedir deseos, y algunas cosas, sirven de poco, aunque parezca que sirven para mucho.
Las afirmaciones positivas basadas en el santo nombre de Dios, que es Yo Soy, sirven para la purificación personal. Cada vez que el devoto dice en oración, “Yo Soy”, es como si dijera, “Dios en mí es”, para dar fuerza a la afirmación positiva que viene después. Por ejemplo, es correcto decir en oración, “Yo soy el fuego amarillo de la sabiduría”, pues es un mantra de purificación espiritual, pero es incorrecto decir en oración, “Yo soy exitoso y en éste acto yo consigo éste trabajo”, pues para decretar o mandar, se usa el Yo Mando o Yo Decreto, y no el Yo Soy. Por otro lado, el uso de decretos o mandatos, es útil, pero no siempre funciona, pues el hombre propone, pero Dios dispone, aunque la persona sea consciente de su chispa divina interior.
El mandato o decreto, generalmente, se usa poco y nada, pues el hombre propone, pero Dios dispone. Sin embargo, si se usa bien, puede usarse. En el mandato o decreto, se puede decir “En el Nombre de Cristo-Fanes, Yo Mando que (suceda tal cosa). Gracias Universo por escucharme. Amén.” En los mandatos o decretos, éstos deben hacerse de manera general, y no deben aplicarse sobre individuos en concreto, pues no se debe intentar romper el libre albedrío de los individuos, ya que eso es castigado por la Ley Espiritual. Cada quien debe hacer su propio tránsito evolutivo, sin importar si en el proceso, se hace daño a sí mismo o a los demás, y no debe usarse el poder espiritual, para encaminar a nadie en la senda del bien, pues al hacerlo, se atrasa a la evolución del otro, y de uno mismo. Otra cosa es lo material, pues si usted ve que alguien quiere hacer algo malo, contra sí mismo, contra usted, o contra otro ser, entonces sí debe interferir, avisando a las autoridades, o actuando físicamente para evitarlo, según sea el caso, protegiéndose lo más posible a usted mismo en el proceso. Pero no debe intentar usar su poder espiritual, para violar el libre albedrío de otro ser.
El uso de la Flama Violeta Transmutadora, solo sirve para hacer el bien, para transmutar lo malo en bueno, para destruir lo malo y para crear lo bueno, y solo funciona respetando el libre albedrío de todos los seres. En general, la Flama Violeta, se usa para purificación personal, en combinación con el santo nombre de Dios, Yo Soy. Por ejemplo, con la Flama Violeta, se pueden usar estos mantras de purificación;
“Yo Soy un Ser de Fuego Violeta, Yo Soy la Pureza que Dios desea”; “Yo Soy el Fuego Violeta de la Transmutación”
Otro ejemplo, cuando se quiere dar más fuerza a cualquier mantra, se lo puede combinar con la Flama Violeta, de ésta forma;
“Invoco a la Flama Violeta Transmutadora, a que me encienda en ésta situación; “Yo soy un Alma Liberada, en Unión Eterna con Dios (x10)”; Flama Violeta, Gracias. Gracias Dios por tu Luz. Amén.”
Otro ejemplo, la Flama Violeta, también puede usarse en oraciones de protección, como por ejemplo, con esta oración; “Yo Soy El Tubo de Luz Protector y el Pilar de Flama Violeta Transmutadora. Flama Violeta, Gracias. Y Gracias Dios, por tu luz. Amén.”
Otro ejemplo, la Flama Violeta, puede usarse para la purificación de uno mismo y de los demás, con oraciones, pero siempre que uno rece por el bien de otro ser, hay que incluir ésta cláusula en la oración, “para mi bienestar completo, y gloria de Dios”, y de ésta forma, se evitará tomar el mal karma de otros seres, sobre uno mismo, ya que en realidad, cada quien debe hacer su propio esfuerzo para purificarse y elevarse espiritualmente. Por eso, rezar por uno mismo, siempre da más resultado que rezar por otro ser. El llamado espiritual, para que dé mayor resultado, en lo espiritual o en lo material, debe venir del ser, que está en la situación que necesita la ayuda. Por ejemplo, puede usarse ésa oración;
“Yo Soy la Flama Violeta Transmutadora, que me liberta a mí, a todo éste planeta, y a todo el universo, para mi bienestar completo, y gloria de Dios. Flama Violeta, Gracias. Y gracias Yahvéh-Dios, por tu luz. Amén.”
También, la Flama Violeta, puede usarse para situaciones concretas, en las cuales, sea necesaria la virtud de la Transmutación de lo Malo en Bueno, en cuyo caso, no hace falta hacer grandes aclaraciones, pues la Flama Violeta, actúa sola, y lo hace para el bien perfecto de todos los seres, respetando el libre albedrío de todos;
“Amada Flama Violeta, te pido que enciendas ésta situación y que la transmutes, para mi bienestar completo, y gloria de Dios. Flama Violeta, Gracias. Y Gracias Dios por tu luz. Amén.”
Aclaro que ninguna oración se cancela por pensar negativamente sobre lo pedido, o por afirmar algo contrario a lo dicho en oración, pues la oración espiritual, es más poderosa que los pensamientos comunes. Debes tener más fe en tu oración espiritual, y en el poder de Jelkerá-Dios, que en todo lo demás. No debemos negar la realidad, sino que debemos aceptar la realidad, y transformarla, en Conciencia de Cristo. El cambio es la única constante de la vida, y todo cambiará en su tiempo, pero debemos, orar, pensar, y actuar, para que todo salga de la mejor forma posible. Debemos complementar un pensamiento optimista ante la vida, con un pensamiento realista ante la vida, pero sin negar la realidad, y sin ser derrotistas. Debemos enfrentar a la vida, con coraje y con esperanza. Debemos dedicar un tiempo a lo espiritual, y debemos dedicar un tiempo a lo material, pues somos seres espirituales, que deben vivir una experiencia material, para poder evolucionar. Un minuto de oración de fe, es mejor que pasarse la vida llorando. Lo mejor es dedicar un tiempo, diariamente, a la oración de fe, y ese tiempo puede ser unos segundos, un minuto, cinco minutos, diez minutos, o una hora como máximo, y luego debemos dedicarnos a otras actividades. La oración diaria, debería formar parte de nuestra disciplina espiritual, pues eso es lo mejor, pero claro está, que no es obligatorio. Es preferible orar poco, pero con fe, que orar mucho, sin fe, mal, y en desesperación. Si se ora con fe, aunque se ore poco, se logra mucho. Por otro lado, aunque se ore mucho, si se ora sin fe, no vale de nada. En la oración espiritual, la calidad, la fe, y la constancia, son mejores que la cantidad. Hay que orar de corazón, y Jelkerá-Dios, que ve el corazón, te sacará de la situación mala, y de tu desesperación, si esa es su santa voluntad.
Con la Energía Espiritual, hay que tener más cuidado, pues la Energía Espiritual, puede usarse para el bien, y también para el mal, respetando el libre albedrío, o sin respetar el libre albedrío. Por lo tanto, cuando se le pide algo a  la Energía Espiritual, hay que ser específico en el pedido. Con la Energía Espiritual, hay que ser más específico, que cuando se le pide algo a la Flama Violeta, pues son dos tipos de energías totalmente distintas. Con la Energía Espiritual, no hay que usar el mandato, sino que hay que usar el pedido, pues la Energía Espiritual, es una energía controlada por Yahvéh-Dios, y es una energía, que forma parte de lo que es Yahvéh-Dios, quien está por encima de todos nosotros. La Energía Espiritual es sensible al pensamiento e Dios, primeramente, pero también es sensible, en grado menor, al pensamiento de las criaturas. Por ejemplo, para pedir a la Energía Espiritual, puede usarse esta oración, o una oración parecida;
“Amada Energía Espiritual, yo te pido (tal cosa o tales cosas). Amada Energía Espiritual, Gracias que ya me oíste. Gracias Dios por todo. Amen.”
Para pedir a Yahvéh-Dios, no hace falta repetir el pedido muchas veces, pero tal cosa puede hacerse, si se desea, para reforzar el pedido. Para pedir algo a Yahvéh-Dios, se pide una sola vez, lo mejor que se pueda, y se deja al Señor Dios, la realización, si esa es su voluntad. Repetir el pedido muchas veces, puede ser una forma de demostrar falta de fe, y eso es malo. En todo pedido, conviene agradecer a Yahvéh-Dios por haber escuchado, al final de la oración, pues eso es una forma de expresar fe, lo cual agrada a Yahvéh-Dios, y a su Ley Espiritual, que gobierna al Universo en su nombre y con su autoridad.
Aquí doy algunos ejemplos de cómo pedir a Yahvéh-Dios;
“Amado Yahvéh-Dios, yo te pido (tal o tales cosas). En el bien, bajo la gracia y de manera perfecta, en armonía para todo el mundo, de acuerdo a la voluntad divina, y en el nombre del Cristo-Interno. Gracias Padre, que ya me oíste. Amen.”
En esta oración; se pide en el bien, pues no se desea que el bien de uno sea el mal de otro; se pide bajo la gracia y de manera perfecta, pues se desea que sea por la benevolencia gratuita de Dios, y sin imperfecciones; se pide en armonía para todo el mundo, para que no se traiga molestias a nadie; se pide  de acuerdo a la voluntad de Dios, para estar siempre sometidos al plan de Dios, para el perfeccionamiento del alma; y se pide, en el nombre del Cristo-Interno, para reforzar nuestro pedido, por la invocación de la Presencia de Dios, dentro de uno mismo. Y finalmente se agradece al final de la oración, para expresar fe en que Yahvéh-Dios escuchó el pedido.
Otra forma de hacer un pedido a Yahvéh-Dios, de manera más corta, puede ser con una oración como ésta;
“Amado Yahvéh-Dios, yo te pido (tal o tales cosas). Gracias Padre, que ya me oíste, en el nombre del Cristo-Interno. Amén.”
En los pedidos a Dios, no hay que extenderse demasiado, sino que hay que ir directo al objetivo, y luego pueden hacerse alabanzas durante mucho tiempo, si se desea, pero  en el pedido, hay que ser breve, pues no es bueno pensar más en tus necesidades, que en el poder de Yahvéh-Dios, ya que eso demuestra algún nivel de falta de fe.
Para mayor claridad, recordemos la regla de la triple llave, que nos explica los alcances y las limitaciones de la oración de fe;
“Yo sugiero que practiques la Regla de la Triple Llave Maestra, que resuelve muchos problemas, no todos, lamentablemente, pero sí algunos, afortunadamente. La Triple Llave Maestra, consiste en Orar, Pensar, y Actuar. Ora a Dios con la fe de que te escucha, y que te cumplirá lo que le pides, si eso encaja con su desconocida voluntad, pero que en todo caso, él te ilumina por el solo hecho de elevar tu pensamiento a él, independientemente, de que te cumpla o de que no te cumpla. Piensa estratégicamente, que posición tienes en la vida, a qué posición quieres llegar, y que tienes que hacer para lograrlo. Y trabaja con paciencia y con insistencia, hasta lograr tus objetivos. Por este triple medio de orar pensar y actuar, lograrás algo, aunque no lograrás todo. Cuando puedas hacer una de las tres cosas, ya sea, orar, pensar, o actuar, has una, cuando puedas hacer dos cosas, has dos, y cuando puedas hacer las tres cosas, has las tres cosas. Cualquiera de las tres cosas, bien hechas, es mejor que nada. La Triple Llave Maestra no abre todas las puertas, pero puede abrir algunas, si esa es la santa voluntad de Dios.”
También conviene recordar, que no somos cristianos internos, para que se nos cumplan deseos, sino que somos espirituales, para unirnos a Yahvéh-Dios, en el nombre del Cristo Interno, para liberar nuestra alma de la rueda de reencarnaciones, y alcanzar la dicha eterna en el cielo. Todo lo que nos suceda, sea bueno o malo, es bueno para nuestra evolución, desde el punto de vista de Yahvéh-Dios, aunque a veces sea malo desde nuestro punto de vista humano. El buen devoto cristiano interno, debe tener, disfrute en la alegría, consuelo en la tristeza, y una vida entera de esperanza, en el amor incondicional del Cristo-Interno. En esto ha demostrado Dios, su amor para con nosotros, en que nos ha dado un Cristo-Interno de amor incondicional, para que nos acompañe, desde siempre y para siempre, sin importar en que plano de existencia nos encontremos. No venimos al mundo para que se nos cumplan nuestros deseos, sino que venimos al mundo, para que se cumpla el triple propósito de la vida humana. Y el triple propósito de la vida humana es purgar pecados de vidas anteriores, tratar de ser felices, y evolucionar espiritualmente.
Es bueno ser ambicioso, y cumplir nuestros deseos por medio de nuestro trabajo duro, pero no es bueno ser un vano superficial, que solo piensa en lo material. No es pecado ser rico, pero tampoco es pecado ser pobre. Lo pecaminoso es ser malvado, tratando a los demás de una forma que no nos gustaría que nos traten a nosotros. Entiendo que el mundo material es un lugar hostil, donde tú pisas a otros, u otros te pisan a ti, pero no deberíamos excedernos en eso, pues somos espirituales, y deberíamos tener valores un poco más elevados.
Debemos complementar nuestra virtud de humildad, de ser criaturas de Dios, con nuestro orgullo de tener una esencia divina. La afirmación, “Yo Soy Dios”, es un mantra insostenible en el tiempo, pues en enfermedad y en fracaso, no puede realizarse, negando la realidad. A la realidad no hay que negarla, sino que hay que cambiarla. En cambio, la afirmación “Yo Soy un Alma Liberada en Unión Eterna con Dios”, sí se puede sostener en el tiempo, pues es la pura verdad, sin importar si estás en el cielo, en la tierra, en el purgatorio, o en el infierno, pues siempre somos almas en unión eterna con Dios, y somos libres, en el tiempo eterno de Dios, si lo aceptamos por fe.
El objetivo de la Conciencia de Cristo, es que el Iniciado en la Conciencia de Cristo, sea discípulo del Cristo-Interno, y Maestro de sí Mismo. La evolución individual, es acelerada, y la evolución grupal, es lenta. La evolución individual es acelerada, pues el individuo, cuando descubre algo, lo puede practicar y perfeccionar, sin pedir permiso a nadie, lo cual es bueno. En cambio, los grupos evolucionan lento, pues cada vez que se hace algo, hay que explicarlo, y todos se tienen que poner de acuerdo para hacerlo, lo cual es malo.
El verdadero camino del iniciado en la Conciencia de Cristo, es un camino de crecimiento interior, y es un camino solitario y difícil, donde no hay, ni un libro perfecto, ni un maestro perfecto, sino que el iniciado, está solo en el mundo. Se deben leer todos los libros, pues no hay libro, por malo que sea, que no tenga algo bueno, y no hay libro, por bueno que sea, que no contenga algo malo. Luego, el iniciado deberá meditar, y encontrar la verdad en su interior, aprendiendo por ensayo, error, y acierto. Así fue como yo hice al Cristianismo Interno, y fui llenado del Espíritu Santo. Sin embargo, el Cristianismo Interno es mí camino, y no el tuyo, y por lo tanto, aunque sepas todos los principios del Cristianismo Interno, finalmente, tú decides cual será tu camino, pues lo que es bueno para mí, quizás no sea bueno para ti. El Cristianismo Interno es la Palabra de Yahvéh-Dios, pero quizás, Yahvéh-Dios tenga otra palabra para ti. Hay muchos caminos que llevan a la cima de una montaña, y no solo un camino. Yo comparto lo que sé, para no ser tan egoísta, pero en realidad, cada quien, debe seguir su propio camino. Aunque la revelación Cristiana Interna sea la Palabra de Dios, solo lo es para mí, y no es la verdad absoluta, sino que es un escalón más, en una revelación sucesiva, que empieza en el plano físico, y continúa en el plano espiritual. Tú, debes encontrar tu propia Palabra de Dios, la cual puede coincidir con la mía, o puede no coincidir con la mía. La verdad es una sola, pero la verdad completa, solo la conoce Yahvéh-Dios. El Cristianismo Interno, aunque es la mejor aproximación a la verdad espiritual que existe en el plano físico, en evaluación mía, sólo es una aproximación a la verdad espiritual.

Paz a todos los seres.

jueves, 10 de enero de 2019

El Principio del Credo Cristiano Interno.




1-Creo en Yahvéh-Dios, que es el Ser Supremo Todopoderoso, y que es el Creador del Universo, del Mar, del Cielo, y de la Tierra. Creo en Yahvéh, mi Dios, que es el Dios de Todo y de Todos. Creo en Yahvéh, El Ser, quien está dentro y fuera, de todas las cosas.
2-Creo en Cristo-Fanes, su hijo mayor, hermano mayor de todos los seres, que es el Verbo, el Ungido-Interno, y el Ángel del Señor.
3-Creo en el Espíritu Santo, que es Madre Santa Sofía, hija de Yahvéh-Dios, madre de Cristo-Fanes, y madre de todos los seres.
4-Creo que el Padre-Madre-Mente, emanó al Verbo, para crear al Híper-Universo. Creo que el Padre-Madre-Mente, emanó al Espíritu Santo, a través del Verbo, para crear el Huevo Cósmico. Creo que el Padre-Madre-Mente emanó al Ángel del Señor a través del Verbo y del Espíritu Santo, para romper el Huevo Cósmico y crear al Universo. Creo que el Padre-Madre-Mente emanó al Ungido-Interno de cada alma individual, a través del Verbo, del Espíritu Santo, y del Ángel del Señor, para así emanar a cada alma individual, en su tiempo, para que así empiece el trayecto evolutivo de cada alma. Creo en el Quinteto Divino, y creo en la Tríada Divina, pues el Verbo se manifiesta como el Verbo, el Ángel del Señor y el Ungido-Interno Individual, y a su vez el Padre-Madre-Mente, se manifiesta como el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo.
5-Creo que el Padre-Madre-Mente, crea todas las cosas a través del Verbo, y que salva a cada alma individual, a través del Ungido-Interno, y por lo tanto, yo creo en la Tríada Interna.
6-Creo en la Doctrina Cristiana Interna, que adora a Yahvéh-Dios, quien es El Todo. A su vez, en El Todo hay un aspecto Creador, que es el Padre-Madre-Mente, y un aspecto Creado, que es el Universo. La Mente Original es la Causa Eficiente, que dirige la Creación.  La Ley Espiritual es la Causa Instrumental o el Instrumento Creador. Y el Pensamiento es la Energía Espiritual, siendo la Causa Material, o la materia prima con la que todo fue creado. La Ley Espiritual, es el modo de ser de Yahvéh-Dios, y es inmutable, porque forma parte de Yahvéh-Dios, quien es inmutable. La Ley Espiritual también es los mandatos de Yahvéh-Dios, que sólo Yahvéh-Dios puede cambiar. Creo que existe el destino, pues Yahvéh-Dios lo sabe todo incluso antes de que suceda, pero también creo que Yahvéh-Dios le dio libertad de elección de cada individuo. Creo que Yahvéh-Dios puede cambiar el destino, si él ve que hacemos lo que él quiere, y si lo satisfacemos. Creo que alabar a Yahvéh-Dios es bueno, y que eso le agrada mucho, y creo que él se congracia con aquellos que lo alaban. Creo que el Todo es Uno, que el Todo lo incluye a Todo, y que el Todo, en su Aspecto Esencia, lo es Todo. Creo que el Todo es la Esencia del Ser y del No Ser, de la Existencia y de la No Existencia, así como es el conjunto de cada cosa que existe y que no existe, y así como es cada cosa individual. Yo creo que cada cosa está en Dios, que Dios está en cada cosa, y que en el fondo, todo es uno y todo es Dios. Yo creo en la religión del Dios Todo. Yo creo que hay que dar al espíritu lo que es del espíritu, y que hay que dar a la materia lo que es de la materia. Creo que los espíritus no se materializan. Creo que la ascensión es del alma, y no del cuerpo. Creo  que cuando el cuerpo muere, el alma desencarna, y vuelve a Dios, para ser juzgada por Dios, y que él decide su destino, pero el  cuerpo queda en la tierra. El espíritu vuelve a Dios, pues él fue quien lo dio, y el cuerpo vuelve a la tierra, pues la tierra fue quien lo dio.
7-Creo en la Santa Tríada, donde el Padre es totalmente Dios, mientras que el Hijo y el Espíritu Santo, son parcialmente Dios. Creo que el Hijo y el Espíritu Santo, son, en parte, manifestaciones de Dios, y en parte, criaturas de Dios.
8-Creo en los Santos Ángeles y en las Almas Liberadas, que son criaturas de Dios.
9-Creo que todo está en Dios y que Dios está en todo, y creo que en el fondo, todo es uno y todo es Dios.
10-Creo en el alma inmortal de toda criatura de Dios, y creo que el alma está en un proceso de evolución espiritual, a través de la reencarnación sucesiva.
11-Creo que el alma inmortal se libera de la reencarnación en el mundo material, a través del conocimiento unitivo, que consiste en que el alma, acepte por fe, que Dios está dentro y fuera de uno mismo, a través de la propia chispa divina interior que es el Ungido-Interno, salvador del alma. Luego de la última reencarnación, el alma liberada asciende al cielo, con Dios y con sus ángeles, en dicha eterna, y allí, continúa su evolución espiritual, en mejores condiciones.
12-Creo en el plano físico, que es el mundo material, y creo en el mundo espiritual, en donde está el plano astral y el plano solar. El plano astral es un lugar o estado, en donde las almas están entre una reencarnación y la otra, y el plano solar es un lugar de felicidad perpetua.
13-Creo en el Cielo, en la Tierra, en el Purgatorio, y en el Infierno. El Cielo Definitivo está en el Plano Solar, y es un lugar de dicha eterna. El Cielo Pasajero es un lugar de dicha pasajera en el Plano Astral, en donde están las almas buenas entre una encarnación y la otra. El Infierno es un lugar de tormento pasajero en el Plano Astral en donde están las almas malvadas entre una encarnación y la otra. El Purgatorio, es un lugar de purificación, a través del dolor, o a través del servicio divino sin dolor, en el Plano Astral, para las almas que están a punto de lograr su ascensión espiritual.
14-Creo que Dios es uno y muchos en simultáneo, y que debe ser adorado en su unidad y en su diversidad, en espíritu y en verdad, ahora y siempre.
15-Creo que Yahvéh-Dios creó al universo con su mente y con su palabra. El pensamiento es el elemento primordial que procede de la Mente Original, con el que Dios creó todas las cosas. El pensamiento es la energía espiritual con la que Dios gobierna al universo entero.
16-Creo que Yahvéh-Dios es omnipotente, omnipresente, y omnisciente, y creo que Dios está lleno de amor, sabiduría, y poder.
17-Creo que Yahvéh-Dios, es amor, pero que también, es fuego consumidor. Creo que Yahvéh-Dios es amor inmanente y verdad trascendente. Creo que Yahvéh-Dios es amor que todo lo llena y verdad que todo lo supera.
18-Creo que Yahvéh-Dios en el fondo es bueno, y que él nos ama, porque formamos parte de su ser. Creo que Yahvéh-Dios creó al universo con la dualidad de bien y mal, porque por su esencia interna, él es un creador dual.
19-Creo en el Quinteto Divino, formado por el Padre-Madre-Mente, el Verbo, el Ungido-Interno, el Ángel del Señor, y el Espíritu Santo. Y Creo en la Santa Tríada Divina, formada por el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo.
20-Creo que cada individuo es libre de hacer lo que quiera, y que es responsable por todas sus acciones voluntarias.
21-Creo en la salvación por la sola fe en el Ungido-Interno, y creo que obrar el bien hace bien a la evolución del alma, y que obrar el mal hace mal a la evolución del alma. Creo que la Ley Espiritual devuelve, mal por mal, y bien por bien, para beneficiar el aprendizaje de las almas, pero también creo en el perdón de los pecados.
22-Creo que toda alma que se libera de la reencarnación, deja su último cuerpo en la tierra, pues el cuerpo muere, pero el alma desencarna, y que su alma asciende al cielo, para pasar, luego de un tiempo, por un proceso de purificación, luego del cual, asciende aún más, para recibir un cuerpo espiritual de gloria, semejante al de los santos ángeles de Yahvéh-Dios. Pero aún sin pasar por la ascensión divina o glorificación divina, toda alma liberada, luego de una purificación espiritual, ya vive en dicha eterna.
23-Creo que somos transformados por la renovación de nuestras mentes. La transformación menor, se recibe en la tierra, cuando se acepta por fe la salvación del Ungido-Interno, y la transformación mayor, se recibe en el cielo, cuando se recibe la resurrección espiritual o ascensión divina, cuando nuestra alma inmortal es revestida de gloria. Todos los seres somos hijos de Dios, y no sólo los hermanos de religión. Sin embargo, hay iniciados en la conciencia de Cristo, y no iniciados en la conciencia de Cristo. La salvación, es para los iniciados en la conciencia de Cristo, pero algunos de los no iniciados, también son salvos, pues Yahvéh-Dios ve y valora lo que está oculto en el corazón. La iniciación no es un ritual de inmersión en agua, sino que es un nivel de conciencia, que nos sumerge en el Espíritu Santo. La iniciación es la fe en el Ungido-Interno, que nos hace renacer del Espíritu de Dios.
24-Creo en la Ley Espiritual, que es el orden oculto, atrás del desorden aparente, en el universo. Creo en la Ley de Invocación, que indica que la llamada obliga la respuesta, sin importar si la entidad espiritual existe o no, pues la Ley Espiritual siempre responde, y puede enviar una entidad parecida a la invocada. Por eso, de alguna forma, en el tiempo eterno de Dios, el que pide recibe, el que busca encuentra, y el que llama a la puerta ésta le es abierta.
25-Creo que existen muchos caminos que llevan a la cima de una montaña, y no sólo un camino. Creo que cada quien debe encontrar su propio camino, pero que al final, de una forma u otra, el Yo Soy o Ungido-Interno, es el camino más refinado.
26-Creo que Yahvéh-Dios es el Todo Infinito, pero también creo que a través de su energía espiritual, se puede manifestar en mi mente y en el mundo espiritual, con aspecto humano, y lo imagino como un hombre con vestimenta blanca, y cabello blanco y largo, y con barba. Creo que Cristo Fanes, Señor de Gloria, es un ser muy grande, pero que a través de su energía espiritual, se puede manifestar, en mi mente y en el mundo espiritual, con aspecto humano, y lo imagino como un hombre, con alas de águila en la espalda, y sosteniendo un bastón y una antorcha. Creo que Santa Sofía, el Espíritu Santo, es muy grande, pero que a través de su energía espiritual, se puede manifestar, en mi mente y en el mundo espiritual, con aspecto humano, como una mujer portando un libro, o con aspecto de serpiente, enroscando al Huevo Cósmico, o con aspecto de paloma blanca con siete lenguas de fuego.
27-Creo en orar, pensar, y actuar. Oro a Dios con la fe de que me escucha, y que siempre me ilumina al enfocar mi mente en él, me cumpla lo que le pido o no me lo cumpla. Pienso estratégicamente, en qué posición estoy, a qué posición quiero llegar, y que tengo que hacer para lograrlo. Y trabajo con paciencia y con insistencia, hasta lograr los objetivos, que pueda lograr. Cuando puedo hacer bien, alguna de estas tres cosas, lo hago, y cuando puedo hacer bien las tres cosas, también lo hago. Por este triple medio, se puede lograr algo de lo que uno desea, pero no todo lo que uno desea. El hombre propone, pero Dios dispone.
28- Creo que Cristo-Fanes, en su aspecto como el Ángel Creador del Universo, se metió dentro del Huevo Cósmico, y lo rompió desde adentro, y que a través de un proceso sucesivo, de ruptura y expansión, de la materia contraída del Huevo Cósmico, creó al Universo, copiando los arquetipos perfectos del mundo de las ideas de Dios, y plasmándolos en el mundo sensible de Dios, y creo que hizo todo esto por orden de Yahvéh-Dios. Creo que Cristo-Fanes, cíclicamente, una y otra vez, expande el Huevo Cósmico para crear al Universo, y que lo contrae para destruir al Universo, por orden de Yahvéh-Dios. Creo que el día del Señor Cristo-Fanes, empieza cuando Cristo-Fanes, despierta y rompe, por expansión, al Huevo Cósmico, y que el día cósmico se desarrolla, cuando el Universo evoluciona, en expansión o en contracción, y el Ángel Fanes está despierto. Y creo que la noche del Señor Cristo-Fanes, es cuando el Universo se contrae y se colapsa, transformándose nuevamente en el Huevo Cósmico, para que el Ángel Fanes, se duerma y quede dormido en su interior. Todo este proceso creador termina cuando Yahvéh-Dios le ordena a Santa Sofía, que absorba al Huevo Cósmico, que una vez emanó, y así, Cristo-Fanes vuelve con Yahvéh-Dios y con Santa Sofía, renaciendo del Espíritu de Dios, y volviendo al Reino de Dios, al absorberse en el Verbo de Dios, que siempre ha sido. Así como Cristo-Fanes renace cíclicamente del Huevo Cósmico, cada uno de nosotros renace cíclicamente, a través de la reencarnación sucesiva, hasta renacer del Espíritu de Dios, despertando del sueño material, para vivir la vida espiritual, y volver al Reino de Dios. La diferencia es que Cristo-Fanes ya es libre desde su creación, mientras que nosotros, alcanzaremos la libertad, al renacer del Espíritu de Dios. Creo que Cristo-Fanes es nacido de Yahvéh-Dios, y que es, Libre y Santo, desde el Principio, pero que nosotros, los humanos, aunque somos espiritualmente nacidos de Yahvéh-Dios, fuimos involucionados, para luego empezar a evolucionar, dentro de la Creación, y que nos hacemos libres, al aceptar a la presencia de Yahvéh-Dios en nosotros, la cual está manifestada como el Ungido-Interno Individual, salvador del alma individual. Creo que la salvación del alma es individual, y por lo tanto, uno solo junto a Dios es lo bueno, y todo lo demás, sobra.
29- Creo en el Padre, en el Hijo, y en el Espíritu Santo. Creo en Yahvéh-Dios, en Cristo-Fanes, y en Madre Santa Sofía. Amén.

lunes, 7 de enero de 2019

El Principio de la Esencia del Cristianismo Interno.



La Esencia del Cristianismo Interno, es aquello que hace que un Cristiano Interno sea Cristiano Interno, y que no sea otra cosa. Supongo que una persona que acepta el Credo Cristiano Interno, ya es Cristiana Interna. Sin embargo, el Credo Cristiano Interno, ha tenido muchos cambios a lo largo de mi evolución, y a medida que mi conciencia se ha elevado, el Cristianismo Interno, también se ha elevado, y ha cambiado. En realidad, no estoy seguro de qué es el Núcleo Duro del Cristianismo Interno, que no cambia, y tampoco estoy seguro de que es la Capa Blanda del Cristianismo Interno, que es susceptible a cambios, a modificaciones, y a mejoras.
Entonces, lo que hace que yo sea Cristiano Interno, y que no sea otra cosa, es un misterio. Sin embargo, creo que observando aquellas cosas que nunca han cambiado en mi fe, puedo determinar que es un devoto Cristiano Interno, en esencia.
La esencia del Cristianismo Interno, está basada en éstos puntos, que son inmutables en las ideas del Cristianismo Interno:
1-Todo está en Dios, Dios está en Todo y en el fondo, todo es uno y todo es Dios. 
2-Dios es la única verdad, increada, eterna, e inmutable, y todo lo demás es ilusión, diversa, creada, y mutable.
3-Dios es el creador original, de todas las cosas y de todos los seres.
4-Dios creó todas las cosas, con su mente y con su palabra.
5-Dios es Omnipotente, Omnisciente, y Omnipresente.
6-Todos los seres y todas las cosas, aunque no lo podamos entender del todo, tienen de alguna forma, un alma inmortal, que fue creada por Dios.
7-El alma va pasando por distintos niveles de conciencia en su evolución progresiva, desde el más bajo nivel de conciencia, al más alto nivel de conciencia, a través de la reencarnación sucesiva del alma inmortal.
8-Todos los seres, emanan de Dios, evolucionan en Dios, y luego se absorben en Dios, cuando su ciclo evolutivo termina.
9-Las almas liberadas de la rueda de reencarnaciones, son ángeles al servicio de Dios.
10-Existe una energía espiritual omnipresente, que forma, llena, compenetra, circunda, y supera a todas las cosas, y que es controlada por Dios, de manera completa, pero que es sensible al poder de la mente del devoto, de manera parcial.
11-Dios aprecia la oración de fe de su devoto, ya sea para pedir, para alabar, como para agradecer. Dios siempre ilumina al devoto que le reza, aunque no siempre le cumpla lo que le pide.    
12-Esto es el Individualismo Teísta: Uno solo junto a Dios es lo bueno, y todo lo demás sobra. Ama a Dios en unión con tu propio ser, y ama a tu propio ser en unión con Dios, por encima de todas las cosas, y luego, también ama a tu prójimo, pues él también tiene a Dios en su interior. Todo lo que ayude al individuo, de alguna forma, es bueno, ya sea la familia, la patria, el cumplimiento de una ley, una institución de culto, manejarse sólo de manera independiente, o lo que sea, y todo eso puede ser compatible con el individualismo teísta, pero primero va el individualismo teísta, y todo lo demás, o complementa para bien, o sobra para mal, y si sobra, y debe ser descartado.
13-El alma se libera de la rueda de reencarnaciones, por la sola fe en Dios, que está por encima y por dentro, de cada ser. La salvación es por la sola fe en Dios, sin necesidad de obras de bien, aunque obras de bien benefician la evolución del alma, y obras de mal ponen obstáculos a la evolución del alma. La salvación es por la benevolencia gratuita de Dios, y no por las obras de bien. Todos cometemos obras de mal, para poder vivir, pues devoramos a otros seres vivos, vegetales o animales, para poder vivir, y si no lo hiciéramos, nos mataríamos a nosotros mismos por inanición, lo cual es aún más malo. Por lo tanto, todos somos pecadores, en alguna medida. La única forma de salvarnos, es por la gracia de Dios. Y la gracia de Dios, es un don de Dios, que se recibe por fe, y solo por fe, sin necedad de complementar la fe con obras de bien.
14-Dios puede perdonar cualquier pecado, sin importar lo malo que sea, con tan solo que la persona, le pida perdón a Dios, y acepte el perdón de Dios, pues el amor de Dios, es incondicional, para perdonar pecados a sus devotos sinceros. Luego, la persona perdonada por Dios, que no vuelva a pecar, y que siga la senda del bien, y así, el perdón de Dios, será completo. Dios perdona al pecador arrepentido, al devoto reformado, que deja de obrar el mal, y que empieza a obrar el bien.
15-El devoto creyente en Dios, se basa en la intuición, en la razón, y en la fe, así como en su experiencia espiritual subjetiva, para avanzar espiritualmente, sin necesidad de una guía externa, aunque puede leer todos los libros que quiera, si siente que eso lo complementa en sus propios pensamientos, pero finalmente, su propia opinión, será su propia regla a seguir.
16-El devoto, debe adorar a Dios, en su unidad y en su diversidad, en espíritu y en verdad. Dios, el Todo, el Uno, puede ser invocado con muchos nombres y formas, y sus ángeles, también.
17-Una persona es Cristiana Interna, de manera primitiva, pero ya es Cristiana Interna, si acepta todos estos principios, aunque no sepa que es Cristiana Interna, y así ha llegado a una forma auténtica de espiritualidad. Puede seguirse aprendiendo más cosas, con avances y retrocesos, pero la base está aquí. En principio, el Cristiano Interno evolucionado no es mejor que el Cristiano Interno primitivo, pues ser más espiritual o menos espiritual, es algo que solo Dios puede juzgar con certeza, porque solo Dios puede saber con exactitud, lo que está en el fondo del corazón.
18-La mayoría de éstos principios, son creídos y practicados, por personas espirituales de todas las civilizaciones. Quizás es menos frecuente, la creencia en la salvación por la sola fe en el Dios Interior, pero la espiritualidad, en sí misma, es algo intrínseco al ser humano, y aparece o desaparece, de acuerdo a las circunstancias. En general, el ser humano sufriente, debido a sus circunstancias o debido a su sensibilidad, recurre a la espiritualidad, para escapar del dolor. En todas las civilizaciones, algunos niños sensibles, a veces, dibujan ruedas solares, y creen en Dios, así como creen en la inmortalidad del alma, y en la reencarnación. Algunas religiones conservan esas creencias espirituales, y con el paso del tiempo, las enriquecen o las censuran, según su criterio. Podemos enriquecer nuestro conocimiento con lectura de pensadores que conserven éstos elementos culturales y otros más, pero lo esencial, en el Cristianismo Interno, es adorar a Dios en su unidad y en su diversidad.
19-Todas estas ideas, son inspiradas por Dios, cuando el alma está madura para aceptarlas. Éstas ideas no deben ser impuestas, sino que deben ser encontradas, por quienes las busquen, y sean elegidos por Dios, para poder tenerlas.