domingo, 30 de diciembre de 2018

La Misión del Cristo-Planetario.



Jesús en el Cielo, era un ángel de Dios, que fue ungido por Yahvéh-Dios, para representar a Cristo-Fanes, de manera especial, en los bajos planos de oscuridad, pero para cumplir esa misión a plenitud, tenía que encarnar en la Tierra, y tenía que ser atacado por los demonios que gobiernan la tierra, de forma que Jesús fuese torturado y muerto por crucifixión, y que luego, resucitara de entre los muertos, para redimir a la humanidad de gran parte de su deuda kármica, y traer luz al mundo, por medio de su sacrificio. De ésta forma, Jesús, se ofrecía a sí mismo, como sacrificio de sangre a Yahvéh-Dios, para redimir a la humanidad de sus pecados, y Yahvéh-Dios, aceptaba ese sacrificio y liberaba a la humanidad de sus pecados, siempre y cuando, aceptasen a la Presencia de Dios, dentro y por encima de sí mismos. Por eso, Jesús murió por nuestros pecados sobre la cruz, y resucitó de entre los muertos para nuestra justificación. Los que aceptamos el sacrificio redentor del Maestro Jesús, tenemos un apoyo importante en nuestro camino evolutivo. El Cristo-Interno Individual, es el único y suficiente salvador, del alma individual, pero el Maestro Jesús, ayuda con su luz, a quemar sin dolor, gran parte de nuestros pecados, para acelerar nuestro avance espiritual, y nuestra conexión con Cristo-Fanes, Señor de Gloria.
El Maestro Jesús, es un ángel lleno de compasión, que aceptó ésta misión divina voluntariamente, para ayudar a redimir al género humano, y para traer más luz a todo el universo, en los bajos planos de oscuridad. Jelkerá-Dios amó tanto a la humanidad, que permitió que el Maestro Cristo Jesús asumiera gran parte de la carga kármica de la humanidad.

La misión de Jesús no era abolir el reinado de Satán en el mundo, sino que su misión, era ayudar a los iniciados en su trayecto evolutivo, y cumplió su misión a la perfección.
Para recibir a Jesús como maestro espiritual, complementario al Cristo-Interno Individual, hay que hacer ésta oración, o una oración parecida, una sola vez;
Pacto con el Maestro Jesús.
“En el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo, Amén.
Yo creo que Jelkerá-Dios, es el creador del Cielo y de la Tierra, quien crea y salva a todos los seres, cada cual en su tiempo, por medio de Cristo-Fanes, que es la Palabra de Dios, y de Madre Santa Sofía, que es el Espíritu Santo de Dios.
Yo creo que el alma se libera de la rueda de reencarnaciones, a través de la sola fe en el Cristo-Interno Individual, que es la presencia de Cristo-Fanes, dentro y fuera de uno mismo. Creo que yo soy un alma liberada en unión eterna con Dios, no por las obras de bien, sino que por la benevolencia gratuita de Jelkerá-Dios, que viene al alma, por la sola fe en el Cristo-Interno, salvador  del alma.
Yo creo que el Maestro Jesús, es un ángel que vino a la Tierra con una misión divina, y que es el representante de Cristo-Fanes, en los bajos planos de oscuridad. Creo que el Maestro Jesús murió por nuestros pecados sobre la cruz, y que fue resucitado de entre los muertos, para nuestra justificación. Creo que Jesús murió y resucitó para el bien de todos, pero que sólo se benefician de esa obra divina, los que aceptan esa bendición, y yo la acepto, y la tengo, desde ahora y para siempre.
Yo creo que el Maestro Jesús, se sienta a la diestra de Cristo-Fanes, en el Cielo Cósmico, así como Cristo Fanes, se sienta a la diestra de Jelkerá-Dios, en el Cielo Híper-Cósmico.
Yo creo que el Maestro Jesús, vino a la Tierra para predicar, externamente, la Buena Noticia, de que el Reino de Dios, se había acercado. Y creo que el Maestro Jesús, vino a la Tierra para predicar, internamente, la Buena Noticia del Reino de Dios, que se resumía en esto: “El Reino de Dios está dentro y fuera de vosotros, parte una madera, y allí me encontrarás, levanta una piedra  y allí estoy, Yo Soy el Todo.”
Yo creo que el Maestro Jesús, como ser resucitado y ascendido, lleno de gloria, es un ángel que nos inspira desde los altos planos de luz en donde habita, la más pura Doctrina Jelkeriana, y que nos ayuda en nuestro camino espiritual, señalando su propio Corazón, y señalando al Cielo, para indicarnos que Jelkerá-Dios, está dentro y fuera de nosotros, proclamando así, el conocimiento de uno mismo, donde todo está en Dios, Dios está en todo, y en el fondo, todo es Uno, y todo es Dios.
Paz a todos los seres.
Gracias Maestro Jesús, por tu luz, y gracias, Jelkerá-Dios, por tu luz.
En el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo, Amén.”

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