Yo soy un simpatizante del estoicismo. Para mí, un estoico, es alguien que atraviesa la existencia con paz y con coraje, ante la vida y ante la muerte. Tanto en la victoria como en la derrota, él decide seguir adelante, pues él considera que su existencia, grande o pequeña, es su contribución a la Ley Natural, para el Orden Cósmico. Él Cree en la Ley Natural de causa y efecto, que rige todos los procesos de la existencia, en todo el universo. Él se ocupa de lo que puede hacer, y trata de no angustiarse por lo que no puede hacer, pues acepta que hay cosas que están bajo su control, y que hay cosas que están fuera de su control, y que es inútil angustiarse por lo que está fuera de su control. Él cree en la práctica de la moral, donde lo constructivo es bueno, y lo destructivo es malo, pero como todo ser humano, él también tiene derecho a defenderse, y a trabajar por sus deseos. Él se orienta hacia la práctica de la virtud, en todos los aspectos de su vida. Él siempre se pregunta, ¿Qué hice bien?, ¿Qué hice mal?, ¿y qué puedo hacer para mejorar?, y encuentra respuestas, cada vez mejores, que él aplica a mi vida. Él piensa estratégicamente, en qué posición está, a qué posición quiere llegar, y qué debe hacer para lograrlo, pero él siempre está conforme, esté adonde esté, en la paz y en la guerra. El maestro Epicteto, el senador Séneca, y el emperador Marco Aurelio, le guían, y la Ley Natural, rige todos los ámbitos de su existencia. Él medita pensando "Yo soy uno con la Razón, que rige todos los cambios de la existencia.”
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