Dios Padre Absoluto y la Ascensión Espiritual.
Dios Padre Absoluto, en realidad, no tiene ni nombre ni
forma, pues todo lo que tiene nombre y forma, muere con el cuerpo, pero el
Padre-Madre-Mente, el Ser Supremo, es una energía infinita y universal,
increada y eterna, que existe, y que genera la existencia.
Dios Padre Absoluto, por misericordia, puede asumir cualquier
forma y nombre, para acercarse a sus devotos, en el mundo espiritual, y en la
mente de sus devotos, y por eso, el Ser Supremo, tiene infinitos aspectos con
forma y nombre, que son objeto de culto, pero el Ser Supremo, en realidad, está
más allá de todo ello.
Dios Padre Absoluto, nos ha dado, cuatro actitudes de
ascensión, que elevan nuestra frecuencia vibratoria, directamente hacia el gran
sol central, aquí y ahora, atrayendo a la bendición de Dios, y esas cuatro
actitudes de ascensión, son; la alabanza a la vida, la gratitud a la vida, el
amor a la vida, y la auto-atención de la vida. Por medio de la alabanza, apreciamos
lo bueno, por medio de la gratitud reconocemos lo bueno, por medio del amor,
nos unimos a lo bueno y le damos el bien, y por medio de la auto-atención,
reconocemos lo bueno en nosotros mismos.
El santo mantra con actitudes de ascensión, que puede
hacerse para ascender, es éste; “Om, alabanza, gratitud, y amor, a Yahvéh-Dios.
Yo soy un alma liberada, en unión eterna a mi Cristo-Interno Individual.”
Todo mantra con actitudes de ascensión, nos permite experimentar
la unión con Dios, en forma directa. Los argumentos a favor o en contra de la
divinidad, son una inútil pérdida de tiempo, pues lo único que vale, en
realidad, es experimentar la divinidad, por uno mismo, en oración y en
meditación.
Nosotros somos ondas en el océano de la Presencia de
Dios, pero experimentamos a la divinidad, cuando sumamos la comprensión
intelectual, con la vivencia emocional. La luz del intelecto, fortalecida con
el calor de la emoción, son lo que eleva nuestra frecuencia vibratoria, al más
alto grado.
De nada sirve entender intelectualmente, que todos somos
uno con la Fuente, si no lo experimentamos. A su vez, si vivenciamos nuestra
unión eterna con Dios, en oración y en meditación, podemos ascender
espiritualmente, en ésta misma vida, logrando así la verdadera iluminación
espiritual, y la fuente de la sabiduría eterna, no al nivel de un maestro
ascendido, claro está, pues aun no llegamos a ése nivel, pero éste es el
camino.
El primer paso poderoso, para lograr la ascensión, es
comprender que todos somos uno con la Fuente. Y el segundo paso poderoso para
lograr la ascensión, es usar nuestro conocimiento de la Fuente, para unirnos a ella,
en oración y meditación. Las actitudes de ascensión, de alabanza, gratitud,
amor, y auto-atención, nos llevan a momentos de felicidad espiritual, o de paz
interior, que realmente son una enorme ayuda en nuestra evolución espiritual y
material.
Algunos creen que con la auto-atención, es suficiente,
pero cuando se experimenta la ascensión, se siente la unidad con el todo, pero también
se siente, la alabanza al todo, la gratitud al todo, y el amor al todo y del
todo a uno mismo. Practicar las cuatro actitudes de ascensión, y no solamente la
auto-atención, es el camino más rápido, y más efectivo, hacia la ascensión
espiritual, en donde experimentamos la paz y la felicidad de la Presencia de
Dios, desde ahora mismo, y no en un futuro lejano, que quizás nunca llega. Las cuatro
actitudes de ascensión, son el poder del ahora, manifestado en una elevación de
la conciencia, en el eterno presente de Dios mismo.
Practiquemos la ascensión ahora. Practiquemos el santo
mantra de la liberación; Om, Alabanza, Gratitud, y Amor, a Yahvéh-Dios. Yo soy
un alma liberada, en unión eterna a mi Cristo-Interno Individual. Amén.
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