El Credo del Dios Caballo Rojo y la Ley de Invocación.
En éste
video, intentaré responder a la pregunta, ¿Mi religión es válida?, aplicando
ésta pregunta a toda religión, y forma de espiritualidad.
Empezamos por
repasar la ley de invocación;
En mi libro (o
entrada a mi blog), llamado “La Gnosis del Ser”, que es un resumen de mi
sistema de creencias, en 25 principios, está el principio de invocación, que
dice así;
16-El Principio de Invocación.
Forma Corta.
La llamada obliga la respuesta. El
llamado obliga la venida. La despedida produce la retirada. La expulsión obliga
la salida. La llamada obliga la respuesta, espíritus reales o imaginarios,
todos son reales.
Forma Larga.
Si Todo es Uno, entonces, en el
fondo, cada uno de los seres, es el Dios Uno, y por lo tanto, cada uno de los
seres, tiene una gran autoridad espiritual. Así como el Dios Uno es la máxima
autoridad espiritual en su ser y en el universo, de la misma forma, cada
individuo es la máxima autoridad espiritual, en su propio ser y mundo, aunque en
grado menor al Dios Uno.
A nivel espiritual, lo bueno es
verdadero, y por eso, lo que tú llamas, viene a ti, y lo que tú expulsas, se
aleja de ti, y lo que tú pides, te es concedido, de alguna forma, en el tiempo
eterno de Dios.
Además, lo que el individuo piensa,
se le manifiesta, pues la mente influencia a la realidad. Por lo tanto; si
llamas a algo, entonces lo atraes; si despides a algo, entonces, eso se retira;
y si expulsas a algo, entonces a eso lo repeles.
La llamada obliga la respuesta, sin
importar si la entidad espiritual que ha sido invocada, es real o imaginaria,
pues al final, todas las entidades pueden ser reales, ya que la Ley Espiritual,
puede enviar a la entidad requerida, o puede enviar a una entidad parecida a la
requerida, que cumpla una función semejante.
A nivel espiritual, la voluntad de la
mente del individuo, tiene poder, en su propio ser y mundo, y por eso, la
llamada obliga la respuesta. El que pide, recibe, el que busca encuentra, y el
que llama es respondido.
En todo llamado, el invocador debe
seguir el protocolo de invocación, que consiste en tres partes, que son primero
el llamado respetuoso, segundo el pedido respetuoso, y tercero la despedida
respetuosa y agradecida. Los espíritus, sean buenos o malos, siguen reglas, y
si uno quiere ser protegido por la Ley Espiritual, debe seguir esas reglas.
El individuo que hace el llamado,
recibe una respuesta, en acuerdo al nivel de conciencia que tenga, sin importar
si la respuesta es verdadera o falsa, buena o mala. La Ley Espiritual solo
permite respuestas en acuerdo al nivel de conciencia del que hace el llamado, y
eso, para Dios, es bueno.
Y para que un llamado o una
expulsión, dé el mayor resultado, debe ser hecha por la persona involucrada,
pues por la voluntad de Dios, todo individuo tiene derecho a elegir, que hacer.
La oración de fe, da más resultado si la hace el propio individuo que tiene la
necesidad.
La llamada obliga la respuesta,
espíritus reales o imaginarios, todos son reales, y los podemos atraer, en
acuerdo a nuestro nivel de conciencia. Cada individuo, tiene el poder latente,
de abrir portales y de cerrar portales, entre los distintos planos de
existencia. El llamado obliga la venida. La despedida produce la retirada. La
expulsión obliga la salida.
Volviendo a
la pregunta inicial, ¿mi religión es válida? Creo que toda forma de
espiritualidad o de religión, es válida.
Hay gente que
cree que un carpintero que vivió hace 2000 años, es Dios, y que creó al
universo con su palabra.
Una tribu de
Oceanía cree que un cocodrilo, es Dios, y que al abrir su boca, creó el cielo y
la tierra.
Y yo,
siguiendo los siete principios herméticos, creo que El Padre Madre Mente, es
Dios, y que creó al universo con su mente, a través de un ángel o dios, llamado
Fanes, que nació del huevo cósmico.
Todos los
sistemas religiosos, son arbitrarios, y ninguno es verdad, pues hay un velo,
entre éste mundo y el otro. Sin embargo, creo que por misericordia, los seres
espirituales, que están del otro lado del velo, nos ayudan, cuando rezamos,
aunque no conozcamos quien nos ayuda desde el otro lado.
Si alguien me
dice, que adora al Dios Caballo Rojo, o al algún otro dios imaginario, para mí,
es tan válido como un mito creído por miles de personas desde hace miles de
años.
“Creo en el
Dios Caballo Rojo, ser supremo del universo, que con su aliento, creó al
universo, que creó a los caballos a su imagen y semejanza, y que luego castigó
a los caballos por su soberbia, y que dotó a los humanos con inteligencia, por
ser más humildes que los caballos. Amén.”
No se rían
mucho, que ustedes y yo, no somos muy diferentes en nuestra fe, a los que creen
en tan grandioso Dios Creador.
Por
misericordia, el Dios Infinito, nos ayuda en nuestra evolución, aunque estemos
equivocados en las formas y los nombres. O por lo menos, así lo veo yo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario