La Biblia es la Palabra del Demiurgo.
La Biblia, es
la palabra del Demiurgo Oscuro, Samael Yaldabaoth, pero el Demiurgo Oscuro,
soltó parte de información verdadera, mezclada con una abundancia de
información falsa, para confundir y derrotar a la humanidad. No obstante,
aunque Samael es el Creador del Plano Físico, no es el verdadero soberano de la
creación, sino que está por debajo de Yahvéh-Dios, el Padre en el Cielo,
invocado por Jesucristo.
La doctrina
verdadera de Jesús, no está ni en los evangelios canónicos, ni en los
evangelios apócrifos, sino que está en el evangelio según Tomás. Es poco lo que
dice allí, pero tira por tierra, todo lo dicho, por cristianos y por gnósticos.
Jesús dice, “El Reino de Dios está dentro y fuera de nosotros, parte una madera
y allí me encontrarás, levanta una piedra y allí estoy. Yo soy el todo.”
En
definitiva, Jesús no enseñó, ni cristianismo, ni judaísmo monoteísta, ni
gnosticismo dualista, ni paganismo politeísta, sino que enseñó puro panteísmo.
Todos nos han mentido, los políticos, los científicos, los historiadores, los
evangélicos, los testigos de jehová, los católicos, los new age, los seguidores
del yo soy, los hinduistas, los budistas, los rosacruces, los mesiánicos, todos
nos han mentido. Pero los que más nos han mentido, son los conspiracionistas,
diciendo que Jesús no adoraba a Yahvéh de los Ejércitos, cuando el propio
Jesús, dijo claramente, cual es el nombre del eterno, diciendo, “Amarás a
Yahvéh, tu Dios, con todo tu corazón, y amarás a tu prójimo como a ti mismo”.
Roma puso Señor, dónde en el texto hebreo original, decía, Yahvéh, pero Jesús
era y es, luego de su resurrección y ascensión, un verdadero adorador de Yahvéh
Sabaoth, lleno del Espíritu Santo. Jesús dio a conocer el nombre del Padre,
cuando dijo, “Yo soy el camino la verdad y la vida, nadie llega al padre, sino
es a través de mí”, proclamando así a la Magna Presencia Yo Soy, dentro y fuera
de cada ser, ahora y siempre.
Jesús es el
camino la verdad y la vida, porque Jesús es el Mesías, el ungido de Yahvéh, que
refleja al Padre. Es muchos más que el
hijo de David, porque es el hijo de Dios.
Todo aquel
que niegue que Cristo vino en espíritu, ocupando el cuerpo de Jesús, durante
los tres años de su ministerio, es del anticristo. Cristo, es la chispa divina
interna, dentro del corazón, y es él, quien
nos conecta con el Padre, y nos da la libertad. Cristo, es el hijo
primogénito del Padre, y es el Yo Soy, dentro y fuera de uno mismo, y solo se
llega al Padre, a través de él. Bendito sea Cristo Lucifer, ahora y siempre.
Amén.
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