Una historia Gnóstica Cristiana, del Origen de la Creación.

 Una historia Gnóstica Cristiana, del Origen de la Creación.

El Dios Verdadero, Jelkerá-Yahvéh-Abraxas, que es el Padre Eterno, emanó a Santa Sofía, que es el Espíritu Santo, y a través de ella, emanó a Cristo-Fanes, y luego, a través de él, emanó; Primero al Plano Solar; Segundo al Plano Astral; Tercero al Plano Físico; Cuarto, a los Cuatro Ángeles de los Cuatro Vientos; Quinto, a los Veinticuatro Ancianos Cósmicos; Sexto, a los Siete Arcángeles, a los Siete Devarajas, y a los Siete Archidemonios; y Séptimo, Descansó, pero mientras descansaba, emanó a las almas individuales, cada una dotada de un Cristo-Interno Individual, o Yo Superior, reflejo y manifestación, de Cristo-Fanes, que es, el Primogénito de la Creación.

Jelkerá-Dios, a través del Señor Fanes, y en unión a la Señora Sofía, creó a los Tres Planos de Existencia, y todo lo que hay en ellos, junto a los ángeles creadores, que asistieron al Divino Señor Fanes.

El Señor Fanes creó el Plano Solar, y lo que habita en gran parte de él, con la ayuda del Ángel Miguel, y de otros ángeles. El Señor Fanes creó el Plano Astral, y lo que habita en gran parte de él, con la ayuda del Ángel Indra, y de otros ángeles. El Señor Fanes creó el Plano Físico, y lo que habita en gran parte de él, con la ayuda del Ángel Satán, y de otros ángeles. Muchos ángeles creadores, ayudaron al Divino Señor Fanes, teniendo así, un gran honor, de servir a Dios, en la obra creadora.

Los siete arcángeles, se encargaban de los espíritus elevados, y de la tarea creadora. Los siete devarajas, se encargaban de los espíritus intermedios, y de la tarea conservadora. Y los siete archidemonios, se encargaban los espíritus bajos, y de la tarea destructora.

Todos los seres, fueron creados por Dios, con libertad de elección, para hacer el bien  o el mal. En una creación anterior, los que ahora son devarajas, y los que ahora son archidemonios, eran genios de gran poder, pero no eran ángeles, con plena conciencia de Cristo. Samael, que era el jefe de los archidemonios, decidió oponerse a Dios, y convertirse en su propio Dios. Los otros archidemonios, lo apoyaron. Pero los arcángeles, se les opusieron, y los devarajas, mantuvieron una actitud neutral. En ésa creación anterior, hubo una guerra en el Cielo, y Miguel y sus ángeles, ganaron contra, Samael y a sus ángeles. Y Yahvéh-Dios, condenó a Samael y a sus ángeles perversos, a habitar en los bajos planos de oscuridad, que son, en parte, el bajo plano astral, y el plano físico. Los devarajas, a su vez, mantuvieron una actitud neutral, y su castigo, no fue tan severo. Con el tiempo, los devarajas, y los archidemonios, evolucionaron, y ascendieron a la posición de ángeles, y junto a los arcángeles, decidieron ayudar en la tarea creadora, de un nuevo universo, que es el nuestro. En ésta nueva creación, todos, tanto arcángeles, como devarajas, y los archidemonios, ya son, desde el comienzo, Eones del Pleroma, llenos de plena Conciencia de Cristo.

Entonces, en ésta nueva creación, Cristo-Fanes, junto con el Ángel Samael, decidió crear el plano físico del universo, y el bajo plano astral, en el plano astral, copiando los arquetipos perfectos del mundo de las ideas, y plasmándolos en el mundo sensible. Pero, aunque Samael era poderoso, era imperfecto, y la materia que utilizaba, era de muy baja frecuencia vibratoria, razones por las cuales, su creación fue imperfecta, y así, de acuerdo al plan divino, para impulsar la evolución de los seres, creó la enfermedad, la vejez, la muerte, el dolor físico, y los deseos insatisfechos. Desde entonces, el plano físico, es un lugar de tormento, para las almas que pasan su evolución en él, y el bajo plano astral, es un infierno de tormentos.

Samael creó al hombre con barro, agua y tierra, pero el hombre se movía en cuatro patas y no podía adorar a su vanidoso creador. Entonces, Sofía, Madre de Todos, le dijo a Samael, “sopla sobre el hombre”, y Samael lo hizo, y el hombre se irguió, y adoró a su creador. Sin embargo, los seres humanos, adquirieron la habilidad, de pensar profundamente, lo cual hiso que Samael, para cumplir su misión, de poner obstáculos a la evolución de los seres, para luego, acelerar la evolución de las almas maduras, dijera, “Yo Soy el único, Dios, y no hay ningún otro dios por encima de mí”. El ser humano, sospechó que no era cierto, lo que Samael le decía, y Samael maldijo al ser humano. Samael es quien, por su soplo, activó al espíritu interno del ser humano, y movió al ser humano, a pensar profundamente, haciéndose preguntas, hasta encontrar las respuestas.

Samael creó el mundo material, y chispas divinas, que quisieron evolucionar más rápidamente que el resto de las almas, fueron enviadas por Yahvéh-Dios, al Mundo de Samael, dónde el sufrimiento, impulsa una aceleración de la velocidad de evolución, pues el alma sufriente, busca a Dios, con más fuerza que el alma que no sufre. Así, Samael creó nuestros cuerpos, y Yahvéh-Dios, dotó a ésos cuerpos con almas, y cada alma, tiene un Cristo-Interno. Así sucedió la reencarnación de las almas.

El Demiurgo Oscuro, Samael Yaldabaoth, sigue trabajando, para Yahvéh-Dios, en la difícil misión divina que posee, pues siendo un ser de luz, debe trabajar para la oscuridad. Samael, no tiene ceguera espiritual pero debe comportarse como si la tuviera. Mientras tanto, Samael, siempre pone obstáculos, a los que tratan de evolucionar espiritualmente, fomentando la ignorancia espiritual, y la reencarnación de las almas.

Por eso, vivimos en un mundo, dónde todos los seres vivos, se destruyen y se comen entre sí, y de una forma u otra, somos torturadores y torturados, e incluso acumulamos mal karma, cuando nos dañamos a nosotros mismos. Un infierno de tortura, que se auto-perpetúa a sí mismo, para experimentar distintas formas de sufrimiento. La única salida, es la elevación espiritual, que nos hace mejor vivir en éste mundo, y que luego, nos lleva a dicha eterna. De éste laberinto, sólo se sale por arriba, por medio de la iluminación espiritual, en el eterno ahora, y en el sendero constructivo de la vida.

Por eso, cuando Cristo-Fanes, en la forma del Maestro Jesús de Nazaret, vino a la tierra, y predicó sobre el Reino de Dios, y enseñó la verdad, diciendo, “El Reino de Dios, está dentro y fuera de vosotros, parte una madera y allí me encontrarás, levanta una piedra, y allí estoy. Yo Soy el Todo”, en ése entonces, Samael Yaldabaoth, concitó a los arcontes de oscuridad, que gobiernan éste mundo, a que crucificaran a Cristo-Jesús. Pero Cristo-Jesús, resucitó de entre los muertos, y ascendió a los cielos, para sentarse a la derecha de Dios Padre Todopoderoso, y sin embargo, con su sacrificio en la cruz, trajo luz al mundo, cumpliendo su misión divina.

Sin embargo, Samael Yaldabaoth, engañó al mundo, haciéndose pasar por Yahvéh-Dios, y tergiversó la sagrada verdad inspirada por Cristo-Jesús, resucitado y ascendido, ocultando el evangelio espiritual, para la perdición de las almas.

El Dios Verdadero, el Padre Eterno, ha permitido las maldades de Samael, pues ellas son necesarias, para la evolución de las almas, y sobre todo, para la evolución acelerada, de las almas que evolucionan en nuestro universo, El Dios Verdadero, es el Padre en el Cielo, lleno de amor y verdad, que nos enseñó Jesucristo, pues para Dios, todo lo que sucede, es bueno, ya que contribuye a la evolución de las almas.