La esencia del teísmo interno, es mi forma personal de
espiritualidad, que surge de mi interior, y se resume en todo esto: Dios, el
Padre Madre Mente, es el Ser Supremo, inmanente y trascendente. Solo Dios, el
Ser de Luz, es Real e Inmutable, y todo
lo demás, es Ilusorio y Mutable. Dios es el Yo Superior de todos los seres y de
todas las cosas. Todo viene de Dios, mora en Dios, y vuelve a Dios. El alma
inmortal, emana de Dios, reencarna en su evolución, y luego, cuando acepta a
Dios, vuelve a Dios, si el alma lo desea, pues el alma, ya es libre
espiritualmente. El Individuo, debe vivir, ocupado en lo que puede hacer, y no
debe preocuparse, por lo que no puede hacer. Uno solo junto a Dios, es lo
bueno, y todo lo demás, sobra. A lo máximo a lo que una persona espiritual
puede aspirar, es a tener disfrute en la alegría, consuelo en la tristeza, y
una vida entera de esperanza, en la Luz de Dios. Deberíamos vivir con fe en
Dios, y tener una vida moral, que busca encontrar, lo bueno y lo constructivo,
evitando, lo más posible, lo malo y lo destructivo. Es bueno, amar a Dios, por
encima de todas las cosas, y amar al prójimo como a uno mismo. Es bueno,
perdonarse a uno mismo, y perdonar a los demás, para dejar de obrar el mal, y
empezar a obrar el bien, pero siempre hay consecuencias. Podemos orar a Dios,
pidiendo, alabando, y agradeciendo, a Dios, y él puede bendecirnos, en acuerdo
a lo que él considera lo mejor para nuestra evolución, primero en lo
espiritual, y luego en lo material. Sin embargo, El Hombre propone, pero Dios
dispone. Deja que el río fluya, y fluye en la dirección del río, y todo en la
vida, te será más fácil. Lo importante, es centrarse en uno mismo, y todo lo
demás, es perder el tiempo. Om, Alabanza a Dios, Señor de todo y de todos.
Amén.
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