Manual para la Vida, del Cristiano Interno.
1-Introducción al manual para la vida, del cristiano interno: A continuación, doy algunos principios útiles, para la vida, de todo ser humano, y en especial, para el cristiano interno. Seguramente, se pueden escribir muchos principios más, pero éstos son una breve síntesis útil, que no es completa, ni pretende serlo, pero que puede ser práctica, para casi todo tipo de ser humano, sin importar, si es, rico o pobre, sano o enfermo, afortunado o desafortunado, poderoso o débil.
2-El Dios Verdadero: Dios es la Mente Original, y el Universo, es un pensamiento dentro de la Mente Original. Dios es lo único real y eterno, y todo lo demás, es ilusión pasajera. Dios es el creador del cielo y de la tierra. Dios creó el cielo y la tierra, con su pensamiento y con su palabra. Dios, que es infinito, emanó a las almas o chispas divinas, para experimentar la limitación. Todo emanó de Dios, mora en Dios, y se absorberá en Dios. Dios compensa su maldad finita, con su bondad infinita. Yahvéh-Dios creó a todas las cosas, a través del Verbo Universal, y cada alma individual, tiene a Dios en su interior, en la forma del Verbo Individual o Cristo-Interno, que es el salvador del alma individual. Un buen mantra para meditar y tranquilizarse, en éste mundo, es el siguiente; “Om, Alabanza, Gratitud, y Amor, a Yahvéh-Dios. Yo Soy un Alma Liberada, en Unión Eterna, a mi Cristo-Interno Individual.” Amén. Dilo tres o diez veces, una vez al día, en oración y en meditación, y serás un poco más feliz, si crees en ello. En la oración, se puede, pedir, agradecer, y alabar, a Yahvéh-Dios, en el Nombre del Cristo-Interno, y el Señor Dios, prestará más atención al devoto que lo haga, pues Dios ama a todos los seres por igual, pero tiene especial preferencia, por aquellos que se conocen a sí mismos. Cree en el Dios Verdadero, que creó la dualidad de bien y mal, para impulsar la evolución del alma, y serás más realista, y más optimista, y en definitiva, serás más paciente y más feliz. Todos somos hijos del mismo Dios, y todo somos ciudadanos del mismo mundo, y sería bueno, que todos vivamos, en libertad, igualdad, y fraternidad. Yahvéh-Dios, es Amor que todo lo llena, y verdad que todo lo supera. Yahvéh-Dios, es amor inmanente, y realidad trascendente.
3-Dios y la Dualidad: Dios es el Ser Supremo, que está por dentro de todo, y por encima de todo, y es el Yo Superior, de todos los seres y de todas las cosas. Dios nos ama, porque formamos parte de su ser, y nosotros debemos amarlo, pues él forma parte de nuestro ser. Dios, mantiene la dualidad de bien y mal, para impulsar la evolución del alma, y todo lo que Dios hace, es bueno, para el beneficio del alma. Dios hace lo bueno al que hace el bien, y hace lo malo al que hace el mal, sin importar cuántas vidas pasen, en la rueda de reencarnaciones. El alma se libera de la reencarnación, y asciende al cielo definitivo, cuando acepta por fe, a Dios, dentro y fuera, de sí mismo. Lo constructivo es bueno y lo destructivo es malo. Es bueno, amar a Dios con todo el corazón, y amar al prójimo como a uno mismo. Es bueno, perdonarse a uno mismo, y perdonar a los demás, para dejar de obrar el mal, y empezar a obrar el bien, pero siempre hay consecuencias a nuestras acciones, para bien y para mal.
4-La Triple Llave: Orar con fe de que Dios te escucha, independientemente, de que te cumpla o de que no te cumpla, pensar la mejor estrategia que uno pueda, y trabajar con paciencia e insistencia, hasta lograr lo que se busca, es lo mejor que uno puede hacer, para lograr sus objetivos, pero a pesar de ello, no siempre se lograrán los objetivos. Pues, el hombre propone, pero Dios dispone. Orar pensar y actuar, es la triple llave maestra, que abre muchas puertas, pero no todas.
5-El Ritmo de la vida: Una persona espiritual, a lo mejor que puede aspirar, es a tener, disfrute en la alegría, consuelo en la tristeza, y una vida entera de esperanza, en la luz del Cristo Interno. En el camino evolutivo, siempre hay subidas y bajadas, pero siempre hay ascensión espiritual, para el devoto fiel, al Dios Altísimo. En lo inevitable, hay que resignarse ante la voluntad de Dios, pues todo, sea bueno o malo, es para la evolución del alma, y eso, es bueno.
6-El Individualismo Teísta: Uno solo junto a Dios, es lo bueno, y todo lo demás, sobra. Quien se conforma, es rico. Ocúpate, de lo que puedes hacer, y no te preocupes, por lo que no puedes hacer. Deja que el río fluya, y fluye en la dirección del río, y así, todo te será más fácil.
7-El Pensamiento Individual: Piensa por ti mismo, y así serás tu propio maestro, aprendiendo lo mejor, de lo que está, dentro y fuera, de ti mismo, para luego meditar, y encontrar la verdad en tu interior. Todos los caminos llevan a Dios, tarde o temprano. Existen muchos caminos que llevan a la cima de una montaña, y no solo un camino. Cada quien, debe encontrar su propio camino, sin importar si los demás, aprueban o desaprueban, el camino de uno mismo. Da importancia a lo importante, y quita importancia a lo que no importa.
8-No te quejes de más, y sé más agradecido: En la vida, no hay que quejarse demasiado, sino que hay que ser agradecido, y de ésta forma, se será más feliz. Agradece lo bueno en todo, en la vida y en la muerte. Ten una actitud realista ante la vida, pero esperanzada, y serás más feliz. No te quejes de más, y sé más agradecido. Agradece el medio vaso lleno, y no te quejes del medio vaso vacío.
9-Las siete virtudes cristianas internas.
Las siete virtudes, cristianas internas, consisten en las cuatro virtudes cardinales, y en las tres virtudes teologales. En definitiva, las siete virtudes cristianas internas, son, prudencia, justicia, fortaleza, templanza, fe, esperanza, y caridad. Hay que tratar, de cumplir, de desarrollar, y de practicar, las siete virtudes cristianas internas, de, prudencia, justicia, fortaleza, templanza, fe, esperanza, y caridad.
Cultiva, las cuatro virtudes cardinales, de prudencia, justicia, fortaleza, y templanza.
Prudencia es actuar de acuerdo a lo que es mejor, en cada situación, con la finalidad de conseguir, un resultado deseado, de acuerdo a las circunstancias, que rodean a ese hecho concreto, al cual se enfrenta.
Justicia, es dar a cada quien lo que se merece, aunque en un sentido más profundo, justicia es dar a cada quien lo que necesita.
Fortaleza, es controlar el miedo, en vez de que en miedo te controle, y tener el temor correcto, a lo que debe ser temible.
Templanza, es moderar los apetitos, y el uso excesivo de los sentidos, sujetándolos a la razón.
Cultiva, también, las tres virtudes teologales de, fe, esperanza, y amor.
La fe, es la certeza de lo que se espera, y la convicción de lo que no se ve. Por fe, creemos en un bien oculto, tras todo lo que sucede, sea ello, bueno o malo. Por la fe, creemos que somos parte de Dios, que Dios es parte de nosotros, y que Dios, nos desea el bien espiritual, a pesar de la dualidad de bien y mal, la cual, en el fondo es buena, pues impulsa la evolución de los seres, y el apego a Dios.
La esperanza, es la virtud por la cual esperamos lo bueno, tras todo lo que sucede, sea bueno o malo. Por el amor a Dios, tenemos fe en Dios, y por tener fe en Dios, tenemos esperanza de una vida mejor, en éste mundo, y/o en el otro mundo. Por fe, creemos que todo lo que sucede es bueno, para la evolución del alma, incluyendo la dualidad de bien y mal, que controla al mundo.
El amor o la caridad, es desear la unión con lo bueno, para estar bien, con Dios, que es el Bien Supremo, y con nuestros hermanos, por Dios. Por la caridad y en la caridad, Dios nos hace partícipes, de su propio ser, que es Amor. El amor, consiste en desear unirse a Dios, en bien, para alcanzar al Bien Supremo, que es Dios. Tenemos fe en que Dios existe y nos ama, y esperanza de unirnos a Dios, porque tenemos amor a Dios, nos gúia hacia el bien. Confiamos firmemente en Dios, y tenemos la esperanza de unirnos a él, para alcanzar la felicidad eterna, por medio del conocimiento espiritual. Dios es amor, y quien mora en el amor, mora en Dios, y Dios en él. No temas al mundo, sino que vive en amor a Dios, y así tendrás, fe en Dios, y esperanza, a lo largo de toda tu vida.
10-Tratar de evitar los siete pecados capitales:
Hay que tratar de evitar, los siete pecados capitales, que son; lujuria, gula, avaricia, pereza, ira, envidia, y soberbia. Éstos pecados o errores, son la cabeza o causa principal, de otros pecados y errores, y evitándolos, pueden evitarse, muchos errores o pecados, que provienen de ellos.
La lujuria, es el excesivo deseo por los placeres carnales, lo cual debería ser evitado. El ser humano, es un animal racional, y será más feliz, si controla a sus impulsos con su razón, en vez de dejarse dominar por sus impulsos bestiales.
La gula, es dejarse llevar por un deseo excesivo, por consumir alimentos y bebidas, lo cual, es perjudicial para la salud. Debemos cuidar nuestro cuerpo, pues nuestro cuerpo, es el templo del alma y es el templo de Dios, y seremos más felices, si hacemos lo posible, para estar sanos.
La avaricia, es querer excesivamente, ahorrar el dinero o los bienes, pero eso es malo, pues lleva a no disfrutar de los bienes, y éstos, en algún momento, deben ser disfrutados.
La pereza, es descansar excesivamente, lo cual es tan malo, como no descansar. Descansar excesivamente lleva a no hacer, lo que debe ser hecho, y no descansar, lleva al colapso y a la ruina, por querer hacer demasiado.
La ira, es el odio excesivo, hacia lo que debe ser odiado, o hacia cualquier cosa, con razón o sin ella, lo cual puede llevar a destruir, lo que no debe ser destruido. Debemos, amar lo que debe ser amado, y debemos odiar a lo que debe ser odiado, pero debemos centrarnos más, en lo bueno que en lo malo, pues así, seremos más felices.
La envidia, es desear lo que tiene el otro, y odiar al otro, por ser feliz con lo que tiene. Deberíamos evitar la envidia, deseando lo bueno, primero, para uno mismo, y luego para los demás, y deberíamos vivir y dejar vivir, siendo feliz, cada quien, por lo suyo.
La soberbia, es creerse más de lo que uno es, lo cual puede llevar a la ruina, pues la realidad, puede hacer que el soberbio, se choque contra sus limitaciones. Lo correcto, es tener orgullo por lo que uno tiene de bueno, y tener humildad, por la aceptación de las propias limitaciones.
11-Aumenta tu sabiduría:
Haz un uso correcto del perdón y de la justicia, con sabiduría. Perdonar es evitar devolver mal por mal, pero no por perdonar, te dejarás aplastar por tu enemigo, ni te harás su amigo, ni olvidarás lo que te hizo. Perdonar no es ser tonto, sino que se perdona, para conveniencia de uno y no del otro. El perdón, a veces es bueno y a veces es malo. El perdón es bueno, cuando es conveniente para vivir en paz, pero es malo, si con él, permites que te sigan haciendo el mal. A veces, hay que perdonar, y a veces, hay que luchar por conseguir lo que uno desea. A veces hay que perdonar, y a veces, hay que castigar. A veces, hay que vivir en paz, y a veces, hay que vivir en guerra. Siempre hay consecuencias, y esas consecuencias, a veces, deben ser pagadas, y a veces deben ser cobradas. Nada es irrestricto en la vida, sino que casi todo, en su medida, con buena voluntad, debe ser utilizado. No ataques en demasía, pero defiéndete cuando debas defenderte, pues defenderse es bueno. Vivimos en un mundo, donde debemos matar a otros seres vivos, para poder vivir, pero no deberíamos excedernos en ello.
Todo, hecho con buena voluntad, es más bueno. La buena voluntad, es desear el bien, y poner en acción, todas las cosas que uno puede hacer, para lograr el bien. Todas las virtudes, con buena voluntad, son buenas, y con mala voluntad, son vicios o defectos. Por ejemplo, el valor, con buena voluntad, es bueno para salvar una vida. Pero el valor, con mala voluntad, es malo, pues se puede usar para matar a alguien. El amor es bueno, con buena voluntad, si se usa para unirse a alguien, para hacer el bien, pero es malo, con mala voluntad, si se usa para unirse tanto a alguien, que se lo asfixia, y se le termina haciendo el mal. Y así con todas las virtudes o cualidades de la vida.
A veces, el fin justifica los medios. A veces, tenemos que destruir para crear. A veces, tenemos que pasar restricción, para luego tener abundancia. A veces, tenemos que estudiar, para luego saber. A veces, hay que cortar una pierna, para evitar una infección, y salvar una vida. A veces, hay que matar, en defensa propia, o de los seres queridos, o de la patria.
El estudio de lo que sucede, y la reflexión, sobre lo hecho y sus consecuencias, nos ayudan a tener más sabiduría, y la sabiduría debe ser cultivada. Es bueno, aprender de los errores y de los aciertos, para ser una mejor persona. Descarrilarse del camino de la rectitud, lleva a la perdición, pero encarrilarse en el camino de la rectitud, lleva a la salvación.
No tienes que ir a un cementerio, para valorar la vida. No tienes que bañarte con agua fría, para valorar el agua caliente. No tienes que ayunar, para valorar la comida y la bebida. Pero a veces, hacer éstas cosas, ayuda.
Ver lo bueno que hay, dentro de lo malo que sucede, nos ayudará a valorar mejor lo que somos y tenemos, y nos llevará a ser más felices. El vehículo que te traslada a tu lugar de trabajo, se atrasó un poco, pero sería bueno que agradezcas, que tienes un vehículo, y que no debes ir caminando a tu lugar de trabajo. Este es sólo un ejemplo, de cómo ver lo bueno dentro de lo malo, pero este principio, puede aplicarse a muchas situaciones más.
Entender, lo bueno y lo malo, para ser más bueno. Negar lo malo, o simplificarlo demasiado, puede llevar a cometer los mismos errores, que las personas malas. No es justificar lo malo, es entender las circunstancias que llevaron a hacer lo malo, para no hacer lo malo. La ignorancia es mala, y la sabiduría es buena, porque la ignorancia sistemática, lleva a la necedad, y con necedad, no se puede aprender a ser mejor. La ignorancia se cura con sabiduría, pero la necedad, no se cura nunca, a no ser que se reciban porrazos, vida tras vida.
Tarde o temprano, la vida te terminará dando, lo que esperabas de ella. Quien se conforma, es rico. Un viaje de mil millas, comienza con un primer paso. De un laberinto, solo se sale por arriba, pues los laberintos, están hechos para que te pierdas en ellos. El esfuerzo tenaz, vence todo.
Cada quien, puede hacer mucho, para cambiar su vida, pero no lo puede hacer todo. Si uno se ocupa de lo que puede hacer, y ya no se preocupa, por lo que no puede hacer, aprenderá a ser más feliz. Lo que se piensa mucho, se aumenta, y se atrae. Todas las verdades son semi-verdades, y por eso, no existe un manual para la vida, sino que hay que ir pensando, a medida que las cosas pasan, y lo que es bueno para una cosa, puede ser malo para otra cosa. Todas las verdades son semi-verdades, incluso la verdad, de que todas las verdades, son semi-verdades. Los extremos se tocan, y forman parte de lo mismo, pues el esfuerzo extremo, produce lo opuesto a lo deseado. La moderación, bien aplicada, es buena para hacer todas las cosas. A veces, hay que ser moderado, y a veces, hay que ser excesivo. Problemas extremos, requieren de soluciones extremas.
Todo es relativo, pero algunas cosas, son absolutas. Algunas cosas, dependen de las circunstancias, pero otras cosas, sin independientes de las circunstancias. Un martillo, puede servir para construir una silla, pero también se puede usar para golpear a la gente, y algunas utilidades del martillo son buenas, pero otras son malas. Sin embargo, un martillo no sirve para calmar la sed, sino que para eso, solo se puede usar agua. Hay que ver cada cosa, y a cada persona, sacando lo bueno de cada persona y cosa, y no pidiendo a personas y cosas, que nos den, lo que no nos pueden dar.
Ocúpate, de lo que puedes hacer, y no te preocupes, por lo que no puedes hacer. Deja que el río fluya, y fluye en la dirección del río, y así, todo te será más fácil. Toda causa tiene su efecto, y todo efecto tiene su causa. Todo tiene su ciclo en la vida, y todo sube y cae, y luego vuelve a subir y a caer, y éste ciclo se repite eternamente en la naturaleza. Todo tiene su momento, se nacer, crecer, y morir, y al día sigue la noche, y a la noche sigue el día, y todo es un eterno ciclo que se repite eternamente. Todo lo que tiene un comienzo, tiene un final. Solo Yahvéh-Dios, es eterno, sin comienzo ni final. El cambio es la única constante de la vida. Yo escribo todo esto, no para aprenderlo, sino que para recordarlo, cuando más lo necesite.
No hay un criterio, válido y universal, que nos diga, cuando hay que seguir intentando conseguir un deseo, y cuando hay que renunciar a nuestro deseo. La muerte no se puede arreglar, y hay vidas rotas, que no se pueden arreglar del todo, pero que sí se pueden arreglar en parte. Es el propio individuo, el que debe decidir qué hacer, y es también el propio individuo, el que debe aprender de sus propios errores y aciertos. Cada quien es libre de hacer lo que quiera, y es responsable por sus acciones voluntarias. A veces, hay que ver las cosas desde arriba, pues así se pueden ver a los problemas, con más claridad, que sumergidos dentro de ellos, y así se pueden resolver muchos problemas. La tribulación y la fatalidad, forman parte de la vida, y si eso se acepta, se será más feliz. La paciencia, a veces, da buenos frutos, y nos puede llevar a ser más felices, pues todo pasa y se transforma, y hay que aprender a trabajar con ello, para tener mayor paz, en lo interno, y a veces, también en lo externo. La verdadera sabiduría, es más que conocimiento, en lo teórico, pues la verdadera sabiduría, consiste en saber cómo llevar, el conocimiento a la práctica, lo cual se logra, pensando por uno mismo, y aprendiendo de las propias experiencias.
El objetivo, de ser cristiano interno, no es tener una buena vida material, con, dinero, poder, éxito, salud, y amor, aunque se puede tener algo, de todo ello, si se le dan las circunstancias, claro está. El objetivo de ser cristiano interno, es tratar de ser lo más feliz que se pueda, siendo uno mismo, y no tratando de ser, algo distinto de lo que uno es. Porque me amo a mí mismo, soy feliz, y si puedo mejorar lo externo, lo mejoro, y si no lo puedo mejorar, no lo mejoro, pero aún sí, soy feliz, pues me amo a mí mismo. Casi todo tipo de ser humano, puede seguir el cristianismo interno, sin importar, si es, rico o pobre, sano o enfermo, afortunado o desafortunado, poderoso o débil. ¿Y por qué el cristianismo interno, o cualquier cosa parecida a él, son populares en el mundo, en distintas épocas, bajo distintas formas y nombres? Porque las personas en el mundo, se vuelven especialmente espirituales, y tienen fe, en lo que sea, cuando sufren especialmente, y siempre habrá, de tiempo en tiempo, causas para sufrir, y apegarse a Dios, al Logos, a la Razón, o a la Ley Natural, en busca de la perfección, en todo aquello que se pueda mejorar, en algún grado, aunque sólo se pueda, mejorar un poco. La desesperación por sufrir la maldad del mundo, y la desesperación por la muerte cercana, son cosas, que tienen el efecto, de provocar fe, en Dios, y en la vida eterna, y en el bien subyacente de todo lo que sucede, para encontrar consuelo en la desdicha, a pesar del mal, de la muerte, y del sufrimiento, que hay en el mundo. Por eso, siempre ha habido y habrá, una doctrina parecida al cristianismo interno, en toda época y lugar.
12-Nosotros, los cristianos internos.
Cristo-Jesús, nuestro señor y maestro, dijo: “El Reino de Dios, está dentro y fuera de vosotros. Parte una madera, y allí me encontrarás, levanta una piedra, y allí estoy. Yo soy el todo.”
Un buen mantra, para elevarse espiritualmente, es decir, tres veces o diez veces, una vez al día, si se desea, éstos mantras, o mantras parecidos, en oración y en meditación:
Mantra Alabado Yahvéh y Jesús.
Alabado Yahvéh, Alabado Yahvéh, Yahvéh Yahvéh, Alabado Alabado. Alabado Jesús, Alabado Jesús, Jesús Jesús, Alabado Alabado.
Mantra Santo Padre y Cristo.
Santo Padre, Santo Padre, Padre Padre, Santo Santo. Santo Cristo, Santo Cristo, Cristo Cristo, Santo Santo.
El hombre propone, pero Dios dispone. Cada quien, debe regar su propio jardín, en el santo templo, de su propio Cristo-Interno individual. Cada quien, debería ocuparse en lo que puede hacer, y no debería preocuparse, por lo que no puede hacer. Primero, ámate a ti mismo, y luego, porque te amas a ti mismo, si puedes mejorar lo externo, lo mejorarás, pero si no puedes mejorar lo externo, entonces no lo mejorarás, pero aun así, serás feliz, pues te amas a ti mismo.
Existen tantas religiones, y formas de espiritualidad, como seres humanos, y hay tantas formas de cristianismo, como cristianos. Todo cristiano, diviniza a Jesús, en algún grado, de alguna forma, que él ascendió al cielo, para estar cerca de Dios. Nosotros, los cristianos internos, hemos sido sumergidos, en el Nombre, del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Nosotros, somos adoradores de Yahvéh-Dios, y discípulos de Cristo-Jesús, quien nos enseña todas las cosas, a través de nuestro propio pensamiento, y a través del Espíritu Santo. Y nosotros, los cristianos internos, hemos recibido Espíritu Santo, de parte de Dios, en el Nombre de Jesús, y hemos aprendido todas éstas verdades, por revelación interior. Yo creo en Jesús, más allá de que él, haya dado su vida en la cruz, para traer luz, a éstos bajos planos de oscuridad, por amor a nosotros. Yo creo en Jesús, independientemente de que eso haya sucedido o no, porque yo creo en Jesús, como una chispa de Luz del Verbo, que da sabiduría, al que cree en él. Jesús, nació, vivió, hizo milagros, murió en la cruz, resucitó de entre los muertos, y ascendió a los cielos, pero por encima de todo, Jesús es una chispa especial del Verbo de Dios. Y nosotros, también somos chispas de luz, emanadas por Dios, a través del Verbo de Dios. Nosotros, también evolucionamos, hasta lograr el renacimiento espiritual, y desde allí, continuamos nuestra evolución. Cada uno de nosotros, en Cristo-Jesús, somos hechos nuevos, por medio del conocimiento de nosotros mismos. El conocimiento espiritual, es una forma de religión o espiritualidad, basada en una fe, en la chispa divina interior, que nos une con Dios. Somos transformados, por la renovación de nuestras mentes. En Dios nos movemos, vivimos, y tenemos nuestro ser. Gloria a Dios en el Cielo, y paz en la tierra, a los hombres de buena voluntad. Paz a todos los seres. Amén.
1-Introducción al manual para la vida, del cristiano interno: A continuación, doy algunos principios útiles, para la vida, de todo ser humano, y en especial, para el cristiano interno. Seguramente, se pueden escribir muchos principios más, pero éstos son una breve síntesis útil, que no es completa, ni pretende serlo, pero que puede ser práctica, para casi todo tipo de ser humano, sin importar, si es, rico o pobre, sano o enfermo, afortunado o desafortunado, poderoso o débil.
2-El Dios Verdadero: Dios es la Mente Original, y el Universo, es un pensamiento dentro de la Mente Original. Dios es lo único real y eterno, y todo lo demás, es ilusión pasajera. Dios es el creador del cielo y de la tierra. Dios creó el cielo y la tierra, con su pensamiento y con su palabra. Dios, que es infinito, emanó a las almas o chispas divinas, para experimentar la limitación. Todo emanó de Dios, mora en Dios, y se absorberá en Dios. Dios compensa su maldad finita, con su bondad infinita. Yahvéh-Dios creó a todas las cosas, a través del Verbo Universal, y cada alma individual, tiene a Dios en su interior, en la forma del Verbo Individual o Cristo-Interno, que es el salvador del alma individual. Un buen mantra para meditar y tranquilizarse, en éste mundo, es el siguiente; “Om, Alabanza, Gratitud, y Amor, a Yahvéh-Dios. Yo Soy un Alma Liberada, en Unión Eterna, a mi Cristo-Interno Individual.” Amén. Dilo tres o diez veces, una vez al día, en oración y en meditación, y serás un poco más feliz, si crees en ello. En la oración, se puede, pedir, agradecer, y alabar, a Yahvéh-Dios, en el Nombre del Cristo-Interno, y el Señor Dios, prestará más atención al devoto que lo haga, pues Dios ama a todos los seres por igual, pero tiene especial preferencia, por aquellos que se conocen a sí mismos. Cree en el Dios Verdadero, que creó la dualidad de bien y mal, para impulsar la evolución del alma, y serás más realista, y más optimista, y en definitiva, serás más paciente y más feliz. Todos somos hijos del mismo Dios, y todo somos ciudadanos del mismo mundo, y sería bueno, que todos vivamos, en libertad, igualdad, y fraternidad. Yahvéh-Dios, es Amor que todo lo llena, y verdad que todo lo supera. Yahvéh-Dios, es amor inmanente, y realidad trascendente.
3-Dios y la Dualidad: Dios es el Ser Supremo, que está por dentro de todo, y por encima de todo, y es el Yo Superior, de todos los seres y de todas las cosas. Dios nos ama, porque formamos parte de su ser, y nosotros debemos amarlo, pues él forma parte de nuestro ser. Dios, mantiene la dualidad de bien y mal, para impulsar la evolución del alma, y todo lo que Dios hace, es bueno, para el beneficio del alma. Dios hace lo bueno al que hace el bien, y hace lo malo al que hace el mal, sin importar cuántas vidas pasen, en la rueda de reencarnaciones. El alma se libera de la reencarnación, y asciende al cielo definitivo, cuando acepta por fe, a Dios, dentro y fuera, de sí mismo. Lo constructivo es bueno y lo destructivo es malo. Es bueno, amar a Dios con todo el corazón, y amar al prójimo como a uno mismo. Es bueno, perdonarse a uno mismo, y perdonar a los demás, para dejar de obrar el mal, y empezar a obrar el bien, pero siempre hay consecuencias a nuestras acciones, para bien y para mal.
4-La Triple Llave: Orar con fe de que Dios te escucha, independientemente, de que te cumpla o de que no te cumpla, pensar la mejor estrategia que uno pueda, y trabajar con paciencia e insistencia, hasta lograr lo que se busca, es lo mejor que uno puede hacer, para lograr sus objetivos, pero a pesar de ello, no siempre se lograrán los objetivos. Pues, el hombre propone, pero Dios dispone. Orar pensar y actuar, es la triple llave maestra, que abre muchas puertas, pero no todas.
5-El Ritmo de la vida: Una persona espiritual, a lo mejor que puede aspirar, es a tener, disfrute en la alegría, consuelo en la tristeza, y una vida entera de esperanza, en la luz del Cristo Interno. En el camino evolutivo, siempre hay subidas y bajadas, pero siempre hay ascensión espiritual, para el devoto fiel, al Dios Altísimo. En lo inevitable, hay que resignarse ante la voluntad de Dios, pues todo, sea bueno o malo, es para la evolución del alma, y eso, es bueno.
6-El Individualismo Teísta: Uno solo junto a Dios, es lo bueno, y todo lo demás, sobra. Quien se conforma, es rico. Ocúpate, de lo que puedes hacer, y no te preocupes, por lo que no puedes hacer. Deja que el río fluya, y fluye en la dirección del río, y así, todo te será más fácil.
7-El Pensamiento Individual: Piensa por ti mismo, y así serás tu propio maestro, aprendiendo lo mejor, de lo que está, dentro y fuera, de ti mismo, para luego meditar, y encontrar la verdad en tu interior. Todos los caminos llevan a Dios, tarde o temprano. Existen muchos caminos que llevan a la cima de una montaña, y no solo un camino. Cada quien, debe encontrar su propio camino, sin importar si los demás, aprueban o desaprueban, el camino de uno mismo. Da importancia a lo importante, y quita importancia a lo que no importa.
8-No te quejes de más, y sé más agradecido: En la vida, no hay que quejarse demasiado, sino que hay que ser agradecido, y de ésta forma, se será más feliz. Agradece lo bueno en todo, en la vida y en la muerte. Ten una actitud realista ante la vida, pero esperanzada, y serás más feliz. No te quejes de más, y sé más agradecido. Agradece el medio vaso lleno, y no te quejes del medio vaso vacío.
9-Las siete virtudes cristianas internas.
Las siete virtudes, cristianas internas, consisten en las cuatro virtudes cardinales, y en las tres virtudes teologales. En definitiva, las siete virtudes cristianas internas, son, prudencia, justicia, fortaleza, templanza, fe, esperanza, y caridad. Hay que tratar, de cumplir, de desarrollar, y de practicar, las siete virtudes cristianas internas, de, prudencia, justicia, fortaleza, templanza, fe, esperanza, y caridad.
Cultiva, las cuatro virtudes cardinales, de prudencia, justicia, fortaleza, y templanza.
Prudencia es actuar de acuerdo a lo que es mejor, en cada situación, con la finalidad de conseguir, un resultado deseado, de acuerdo a las circunstancias, que rodean a ese hecho concreto, al cual se enfrenta.
Justicia, es dar a cada quien lo que se merece, aunque en un sentido más profundo, justicia es dar a cada quien lo que necesita.
Fortaleza, es controlar el miedo, en vez de que en miedo te controle, y tener el temor correcto, a lo que debe ser temible.
Templanza, es moderar los apetitos, y el uso excesivo de los sentidos, sujetándolos a la razón.
Cultiva, también, las tres virtudes teologales de, fe, esperanza, y amor.
La fe, es la certeza de lo que se espera, y la convicción de lo que no se ve. Por fe, creemos en un bien oculto, tras todo lo que sucede, sea ello, bueno o malo. Por la fe, creemos que somos parte de Dios, que Dios es parte de nosotros, y que Dios, nos desea el bien espiritual, a pesar de la dualidad de bien y mal, la cual, en el fondo es buena, pues impulsa la evolución de los seres, y el apego a Dios.
La esperanza, es la virtud por la cual esperamos lo bueno, tras todo lo que sucede, sea bueno o malo. Por el amor a Dios, tenemos fe en Dios, y por tener fe en Dios, tenemos esperanza de una vida mejor, en éste mundo, y/o en el otro mundo. Por fe, creemos que todo lo que sucede es bueno, para la evolución del alma, incluyendo la dualidad de bien y mal, que controla al mundo.
El amor o la caridad, es desear la unión con lo bueno, para estar bien, con Dios, que es el Bien Supremo, y con nuestros hermanos, por Dios. Por la caridad y en la caridad, Dios nos hace partícipes, de su propio ser, que es Amor. El amor, consiste en desear unirse a Dios, en bien, para alcanzar al Bien Supremo, que es Dios. Tenemos fe en que Dios existe y nos ama, y esperanza de unirnos a Dios, porque tenemos amor a Dios, nos gúia hacia el bien. Confiamos firmemente en Dios, y tenemos la esperanza de unirnos a él, para alcanzar la felicidad eterna, por medio del conocimiento espiritual. Dios es amor, y quien mora en el amor, mora en Dios, y Dios en él. No temas al mundo, sino que vive en amor a Dios, y así tendrás, fe en Dios, y esperanza, a lo largo de toda tu vida.
10-Tratar de evitar los siete pecados capitales:
Hay que tratar de evitar, los siete pecados capitales, que son; lujuria, gula, avaricia, pereza, ira, envidia, y soberbia. Éstos pecados o errores, son la cabeza o causa principal, de otros pecados y errores, y evitándolos, pueden evitarse, muchos errores o pecados, que provienen de ellos.
La lujuria, es el excesivo deseo por los placeres carnales, lo cual debería ser evitado. El ser humano, es un animal racional, y será más feliz, si controla a sus impulsos con su razón, en vez de dejarse dominar por sus impulsos bestiales.
La gula, es dejarse llevar por un deseo excesivo, por consumir alimentos y bebidas, lo cual, es perjudicial para la salud. Debemos cuidar nuestro cuerpo, pues nuestro cuerpo, es el templo del alma y es el templo de Dios, y seremos más felices, si hacemos lo posible, para estar sanos.
La avaricia, es querer excesivamente, ahorrar el dinero o los bienes, pero eso es malo, pues lleva a no disfrutar de los bienes, y éstos, en algún momento, deben ser disfrutados.
La pereza, es descansar excesivamente, lo cual es tan malo, como no descansar. Descansar excesivamente lleva a no hacer, lo que debe ser hecho, y no descansar, lleva al colapso y a la ruina, por querer hacer demasiado.
La ira, es el odio excesivo, hacia lo que debe ser odiado, o hacia cualquier cosa, con razón o sin ella, lo cual puede llevar a destruir, lo que no debe ser destruido. Debemos, amar lo que debe ser amado, y debemos odiar a lo que debe ser odiado, pero debemos centrarnos más, en lo bueno que en lo malo, pues así, seremos más felices.
La envidia, es desear lo que tiene el otro, y odiar al otro, por ser feliz con lo que tiene. Deberíamos evitar la envidia, deseando lo bueno, primero, para uno mismo, y luego para los demás, y deberíamos vivir y dejar vivir, siendo feliz, cada quien, por lo suyo.
La soberbia, es creerse más de lo que uno es, lo cual puede llevar a la ruina, pues la realidad, puede hacer que el soberbio, se choque contra sus limitaciones. Lo correcto, es tener orgullo por lo que uno tiene de bueno, y tener humildad, por la aceptación de las propias limitaciones.
11-Aumenta tu sabiduría:
Haz un uso correcto del perdón y de la justicia, con sabiduría. Perdonar es evitar devolver mal por mal, pero no por perdonar, te dejarás aplastar por tu enemigo, ni te harás su amigo, ni olvidarás lo que te hizo. Perdonar no es ser tonto, sino que se perdona, para conveniencia de uno y no del otro. El perdón, a veces es bueno y a veces es malo. El perdón es bueno, cuando es conveniente para vivir en paz, pero es malo, si con él, permites que te sigan haciendo el mal. A veces, hay que perdonar, y a veces, hay que luchar por conseguir lo que uno desea. A veces hay que perdonar, y a veces, hay que castigar. A veces, hay que vivir en paz, y a veces, hay que vivir en guerra. Siempre hay consecuencias, y esas consecuencias, a veces, deben ser pagadas, y a veces deben ser cobradas. Nada es irrestricto en la vida, sino que casi todo, en su medida, con buena voluntad, debe ser utilizado. No ataques en demasía, pero defiéndete cuando debas defenderte, pues defenderse es bueno. Vivimos en un mundo, donde debemos matar a otros seres vivos, para poder vivir, pero no deberíamos excedernos en ello.
Todo, hecho con buena voluntad, es más bueno. La buena voluntad, es desear el bien, y poner en acción, todas las cosas que uno puede hacer, para lograr el bien. Todas las virtudes, con buena voluntad, son buenas, y con mala voluntad, son vicios o defectos. Por ejemplo, el valor, con buena voluntad, es bueno para salvar una vida. Pero el valor, con mala voluntad, es malo, pues se puede usar para matar a alguien. El amor es bueno, con buena voluntad, si se usa para unirse a alguien, para hacer el bien, pero es malo, con mala voluntad, si se usa para unirse tanto a alguien, que se lo asfixia, y se le termina haciendo el mal. Y así con todas las virtudes o cualidades de la vida.
A veces, el fin justifica los medios. A veces, tenemos que destruir para crear. A veces, tenemos que pasar restricción, para luego tener abundancia. A veces, tenemos que estudiar, para luego saber. A veces, hay que cortar una pierna, para evitar una infección, y salvar una vida. A veces, hay que matar, en defensa propia, o de los seres queridos, o de la patria.
El estudio de lo que sucede, y la reflexión, sobre lo hecho y sus consecuencias, nos ayudan a tener más sabiduría, y la sabiduría debe ser cultivada. Es bueno, aprender de los errores y de los aciertos, para ser una mejor persona. Descarrilarse del camino de la rectitud, lleva a la perdición, pero encarrilarse en el camino de la rectitud, lleva a la salvación.
No tienes que ir a un cementerio, para valorar la vida. No tienes que bañarte con agua fría, para valorar el agua caliente. No tienes que ayunar, para valorar la comida y la bebida. Pero a veces, hacer éstas cosas, ayuda.
Ver lo bueno que hay, dentro de lo malo que sucede, nos ayudará a valorar mejor lo que somos y tenemos, y nos llevará a ser más felices. El vehículo que te traslada a tu lugar de trabajo, se atrasó un poco, pero sería bueno que agradezcas, que tienes un vehículo, y que no debes ir caminando a tu lugar de trabajo. Este es sólo un ejemplo, de cómo ver lo bueno dentro de lo malo, pero este principio, puede aplicarse a muchas situaciones más.
Entender, lo bueno y lo malo, para ser más bueno. Negar lo malo, o simplificarlo demasiado, puede llevar a cometer los mismos errores, que las personas malas. No es justificar lo malo, es entender las circunstancias que llevaron a hacer lo malo, para no hacer lo malo. La ignorancia es mala, y la sabiduría es buena, porque la ignorancia sistemática, lleva a la necedad, y con necedad, no se puede aprender a ser mejor. La ignorancia se cura con sabiduría, pero la necedad, no se cura nunca, a no ser que se reciban porrazos, vida tras vida.
Tarde o temprano, la vida te terminará dando, lo que esperabas de ella. Quien se conforma, es rico. Un viaje de mil millas, comienza con un primer paso. De un laberinto, solo se sale por arriba, pues los laberintos, están hechos para que te pierdas en ellos. El esfuerzo tenaz, vence todo.
Cada quien, puede hacer mucho, para cambiar su vida, pero no lo puede hacer todo. Si uno se ocupa de lo que puede hacer, y ya no se preocupa, por lo que no puede hacer, aprenderá a ser más feliz. Lo que se piensa mucho, se aumenta, y se atrae. Todas las verdades son semi-verdades, y por eso, no existe un manual para la vida, sino que hay que ir pensando, a medida que las cosas pasan, y lo que es bueno para una cosa, puede ser malo para otra cosa. Todas las verdades son semi-verdades, incluso la verdad, de que todas las verdades, son semi-verdades. Los extremos se tocan, y forman parte de lo mismo, pues el esfuerzo extremo, produce lo opuesto a lo deseado. La moderación, bien aplicada, es buena para hacer todas las cosas. A veces, hay que ser moderado, y a veces, hay que ser excesivo. Problemas extremos, requieren de soluciones extremas.
Todo es relativo, pero algunas cosas, son absolutas. Algunas cosas, dependen de las circunstancias, pero otras cosas, sin independientes de las circunstancias. Un martillo, puede servir para construir una silla, pero también se puede usar para golpear a la gente, y algunas utilidades del martillo son buenas, pero otras son malas. Sin embargo, un martillo no sirve para calmar la sed, sino que para eso, solo se puede usar agua. Hay que ver cada cosa, y a cada persona, sacando lo bueno de cada persona y cosa, y no pidiendo a personas y cosas, que nos den, lo que no nos pueden dar.
Ocúpate, de lo que puedes hacer, y no te preocupes, por lo que no puedes hacer. Deja que el río fluya, y fluye en la dirección del río, y así, todo te será más fácil. Toda causa tiene su efecto, y todo efecto tiene su causa. Todo tiene su ciclo en la vida, y todo sube y cae, y luego vuelve a subir y a caer, y éste ciclo se repite eternamente en la naturaleza. Todo tiene su momento, se nacer, crecer, y morir, y al día sigue la noche, y a la noche sigue el día, y todo es un eterno ciclo que se repite eternamente. Todo lo que tiene un comienzo, tiene un final. Solo Yahvéh-Dios, es eterno, sin comienzo ni final. El cambio es la única constante de la vida. Yo escribo todo esto, no para aprenderlo, sino que para recordarlo, cuando más lo necesite.
No hay un criterio, válido y universal, que nos diga, cuando hay que seguir intentando conseguir un deseo, y cuando hay que renunciar a nuestro deseo. La muerte no se puede arreglar, y hay vidas rotas, que no se pueden arreglar del todo, pero que sí se pueden arreglar en parte. Es el propio individuo, el que debe decidir qué hacer, y es también el propio individuo, el que debe aprender de sus propios errores y aciertos. Cada quien es libre de hacer lo que quiera, y es responsable por sus acciones voluntarias. A veces, hay que ver las cosas desde arriba, pues así se pueden ver a los problemas, con más claridad, que sumergidos dentro de ellos, y así se pueden resolver muchos problemas. La tribulación y la fatalidad, forman parte de la vida, y si eso se acepta, se será más feliz. La paciencia, a veces, da buenos frutos, y nos puede llevar a ser más felices, pues todo pasa y se transforma, y hay que aprender a trabajar con ello, para tener mayor paz, en lo interno, y a veces, también en lo externo. La verdadera sabiduría, es más que conocimiento, en lo teórico, pues la verdadera sabiduría, consiste en saber cómo llevar, el conocimiento a la práctica, lo cual se logra, pensando por uno mismo, y aprendiendo de las propias experiencias.
El objetivo, de ser cristiano interno, no es tener una buena vida material, con, dinero, poder, éxito, salud, y amor, aunque se puede tener algo, de todo ello, si se le dan las circunstancias, claro está. El objetivo de ser cristiano interno, es tratar de ser lo más feliz que se pueda, siendo uno mismo, y no tratando de ser, algo distinto de lo que uno es. Porque me amo a mí mismo, soy feliz, y si puedo mejorar lo externo, lo mejoro, y si no lo puedo mejorar, no lo mejoro, pero aún sí, soy feliz, pues me amo a mí mismo. Casi todo tipo de ser humano, puede seguir el cristianismo interno, sin importar, si es, rico o pobre, sano o enfermo, afortunado o desafortunado, poderoso o débil. ¿Y por qué el cristianismo interno, o cualquier cosa parecida a él, son populares en el mundo, en distintas épocas, bajo distintas formas y nombres? Porque las personas en el mundo, se vuelven especialmente espirituales, y tienen fe, en lo que sea, cuando sufren especialmente, y siempre habrá, de tiempo en tiempo, causas para sufrir, y apegarse a Dios, al Logos, a la Razón, o a la Ley Natural, en busca de la perfección, en todo aquello que se pueda mejorar, en algún grado, aunque sólo se pueda, mejorar un poco. La desesperación por sufrir la maldad del mundo, y la desesperación por la muerte cercana, son cosas, que tienen el efecto, de provocar fe, en Dios, y en la vida eterna, y en el bien subyacente de todo lo que sucede, para encontrar consuelo en la desdicha, a pesar del mal, de la muerte, y del sufrimiento, que hay en el mundo. Por eso, siempre ha habido y habrá, una doctrina parecida al cristianismo interno, en toda época y lugar.
12-Nosotros, los cristianos internos.
Cristo-Jesús, nuestro señor y maestro, dijo: “El Reino de Dios, está dentro y fuera de vosotros. Parte una madera, y allí me encontrarás, levanta una piedra, y allí estoy. Yo soy el todo.”
Un buen mantra, para elevarse espiritualmente, es decir, tres veces o diez veces, una vez al día, si se desea, éstos mantras, o mantras parecidos, en oración y en meditación:
Mantra Alabado Yahvéh y Jesús.
Alabado Yahvéh, Alabado Yahvéh, Yahvéh Yahvéh, Alabado Alabado. Alabado Jesús, Alabado Jesús, Jesús Jesús, Alabado Alabado.
Mantra Santo Padre y Cristo.
Santo Padre, Santo Padre, Padre Padre, Santo Santo. Santo Cristo, Santo Cristo, Cristo Cristo, Santo Santo.
El hombre propone, pero Dios dispone. Cada quien, debe regar su propio jardín, en el santo templo, de su propio Cristo-Interno individual. Cada quien, debería ocuparse en lo que puede hacer, y no debería preocuparse, por lo que no puede hacer. Primero, ámate a ti mismo, y luego, porque te amas a ti mismo, si puedes mejorar lo externo, lo mejorarás, pero si no puedes mejorar lo externo, entonces no lo mejorarás, pero aun así, serás feliz, pues te amas a ti mismo.
Existen tantas religiones, y formas de espiritualidad, como seres humanos, y hay tantas formas de cristianismo, como cristianos. Todo cristiano, diviniza a Jesús, en algún grado, de alguna forma, que él ascendió al cielo, para estar cerca de Dios. Nosotros, los cristianos internos, hemos sido sumergidos, en el Nombre, del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Nosotros, somos adoradores de Yahvéh-Dios, y discípulos de Cristo-Jesús, quien nos enseña todas las cosas, a través de nuestro propio pensamiento, y a través del Espíritu Santo. Y nosotros, los cristianos internos, hemos recibido Espíritu Santo, de parte de Dios, en el Nombre de Jesús, y hemos aprendido todas éstas verdades, por revelación interior. Yo creo en Jesús, más allá de que él, haya dado su vida en la cruz, para traer luz, a éstos bajos planos de oscuridad, por amor a nosotros. Yo creo en Jesús, independientemente de que eso haya sucedido o no, porque yo creo en Jesús, como una chispa de Luz del Verbo, que da sabiduría, al que cree en él. Jesús, nació, vivió, hizo milagros, murió en la cruz, resucitó de entre los muertos, y ascendió a los cielos, pero por encima de todo, Jesús es una chispa especial del Verbo de Dios. Y nosotros, también somos chispas de luz, emanadas por Dios, a través del Verbo de Dios. Nosotros, también evolucionamos, hasta lograr el renacimiento espiritual, y desde allí, continuamos nuestra evolución. Cada uno de nosotros, en Cristo-Jesús, somos hechos nuevos, por medio del conocimiento de nosotros mismos. El conocimiento espiritual, es una forma de religión o espiritualidad, basada en una fe, en la chispa divina interior, que nos une con Dios. Somos transformados, por la renovación de nuestras mentes. En Dios nos movemos, vivimos, y tenemos nuestro ser. Gloria a Dios en el Cielo, y paz en la tierra, a los hombres de buena voluntad. Paz a todos los seres. Amén.