Conciencia de Dios.
Estos estudios espirituales y esotéricos, que nosotros llamamos, teísmo esotérico, en realidad, se llaman, Conciencia de Dios, y Práctica de la Presencia de Dios.
Éste es un conocimiento confidencial
de Dios, que no todos poseen, y que solo le es concedido a las almas maduras,
que desean algún grado superior de unión con Dios.
Un mantra
devocional; Om, Santo Santo Santo, alabanza al Dios Altísimo.
Un mantra de
desarrollo espiritual; Om Alabanza al Dios Altísimo, al Verbo Divino, y a la
Energía Universal.
Un mantra de
desarrollo; Om, Alabanza gratitud y amor a Dios Altísimo. Yo soy uno con Dios
Altísimo.
Un mantra de
síntesis; Om, nosotros somos ondas, en el océano de la presencia, del Dios
Altísimo.
Otro mantra de
síntesis; Om, nosotros somos ondas en el océano de la Conciencia.
Dios Altísimo, en
sí mismo, es infinito, sin forma y sin nombre. Pero a veces recibe nombre en
acuerdo a sus atributos. Uno de sus nombres, es Yo Soy el que Soy. A través de
su energía, Dios se manifiesta de muchas formas, siendo la principal, la forma
del Gran Soy Central. La Forma Suprema de Dios, es el Gran Sol Central, y los
ángeles y santos, son como estrellas, que giran a su alrededor, que cantan
alabanzas a Dios, y danzan girando a su alrededor, una y otra vez, diciendo,
Santo Santo Santo. Somos fragmentos de Dios, que reflejan la luz de Dios, y
somos siervos de Dios, que obtienen felicidad de dar felicidad a Dios. Cuando
aceptamos lo que somos, vivimos en consecuencia, y somos felices. La verdadera
felicidad consiste en cantar los santos nombres de Dios, en alabanza, y con
éste servicio divino, nos ayudamos a nosotros mismos y a todos los seres.
Nuestro maestro
espiritual, es Dios Altísimo mismo, y aprendemos sobre Dios, del propio Dios, y
no de alguien que habla sobre Dios, pues Dios nos enseña, a través de nuestra
propia meditación en él.
No debes
abandonar a tu trabajo, ni a tu familia, ni irte a vivir a otro país. La Conciencia
de Dios, no es un cambio de actividad, sino que es un cambio de conciencia. Antes
hacías todo para el disfrute de otros seres, o de ti mismo, ahora haces todo
para el disfrute de Dios, y tú disfrutas haciendo disfrutar a Dios. Tu casa es un templo al Gran Sol Central,
cuando pones un altar al Gran Sol Central, y haces girar todo el tu vida, en
torno al Gran Sol Central. Si quieres vivir en un templo al Dios Altísimo, has
que tu casa sea un templo al Dios Altísimo. De hecho, aunque no hagas un altar
al Gran Sol Central en tu casa, tu cuerpo ya es un altar al Gran Sol Central,
pues el Gran Sol Central, en la forma de la Súper Alma o Sol Crístico con Flama
Triple dentro del corazón, ya está en tu interior. La Súper Alma, siempre nos
acompaña, y es nuestro Yo Superior, en conexión eterna a Dios, y es el maestro
del alma individual en evolución, que nos guía con su voz suave, hacia al Gran
Sol Central.
El alma reencarna
porque ha querido disfrutar de la vida, olvidando a Dios, pero cuando el alma
obtiene o recupera su conciencia de Dios, se libera en ésta vida, y en la
eternidad. No son necesarias varias reencarnaciones, pues lo puede lograr en
una sola vida.
El alma
consciente de Dios, canta, baila, y come comida consagrada a Dios, y así es
feliz, en ésta vida, y en la eternidad. Todo
alimento es santo, y toda bebida es santa, si se agradecen a Dios. No hagas
impuro, lo que Dios hizo puro. Animales y vegetales, evolucionan mejor, porque
nos sirven de alimento a nosotros los humanos, sobre todo si agradecemos a Dios
los alimentos y las bebidas. Todos los días son iguales, pero el día Domingo, el
Día del Señor, el día del Sol, el primer día en la semana de siete días, es
santo, y se aparta para la alabanza a Dios, y la convivencia con la familia. Lo
mismo pasa con el primer día del año, pues también es santo, ya que simboliza
el comienzo de la creación de Dios. Celebra tu cumpleaños, o el día en donde
conmemores tu nacimiento, pues ése día, también representa el comienzo de la
creación, para ti. Nosotros, los devotos de Dios, cantamos alabanzas a Dios,
para poder seguir cantando alabanzas a Dios, para toda la eternidad.
Sé humilde, y
aprende de todos los seres y de todas las cosas, pues puedes aprender
directamente de Dios, pero también puedes aprender de la creación de Dios, de
tus superiores, y de tus inferiores, ya que de todos se puede aprender.
Todos los seres y
todas las cosas, somos hijos de Dios, y no solo los seres conscientes de Dios. Por
supuesto, Dios tiene preferencia por sus devotos, pero todos somos hijos de
Dios. El hombre y la mujer son iguales en dignidad ante Dios, y ante la ley de
Dios, y ambos pueden ser conscientes de Dios, en igualdad de condiciones,
ministros de la fe, y guías de los demás hombres y mujeres.
Cuando el alma se
hace consciente de Dios, naturalmente, se vuelve devota, practica moral, y se
hace meditativa. La conciencia de Dios, es un proceso natural, y si hay
tropiezos, se vuelve a levantar, y sigue intentando, pero el alma ya está encaminada
hacia la liberación.
Alabar a Dios,
limpia el espejo del corazón, para reflejar la luz de la divinidad interna, y
darnos más amor a Dios, y más conocimiento, eleva la conciencia y atrae las
bendiciones espirituales y materiales del universo. Alabar a Dios, es lo más
auspicioso que puede hacerse.
Cada persona en
su interior, sabe que todo lo constructivo es bueno, y que todo lo destructivo
es malo, y cada quien puede ser guiado por su propia conciencia. Sin embargo, a
grandes rasgos, éstos son los principios morales que deben ser seguidos; 1-Amar al
Señor Dios con todo el corazón, 2-Amar al prójimo como a uno mismo, 3-Ocuparse
de lo que se puede hacer, y tratar de no angustiarse, por lo que no se puede
hacer, 4-Disfrutar de la vida, hacer lo que se quiera, y no dañar a nadie, 5-No
matar, 6-No robar, 7-No dañar el propio cuerpo, que es el templo del Dios
Altísimo, 8-No dañar la propiedad ajena, 9-No levantar falso testimonio, 10-No
cometer adulterio.
Creemos en el
Dios Altísimo, en la práctica de la devoción, en la moralidad, en el poder de
la oración de fe, en la meditación de paz interior, y en el perdón de los
pecados. Cantamos, bailamos, comemos, y somos felices.
¿Y como sabes que
todo esto es verdad? Lo sé, por el poder de Dios. Paz a todos los seres.
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