martes, 13 de abril de 2021

Lo bueno y lo malo, tienen muchas facetas.

Lo bueno y lo malo, tienen muchas facetas.

Cada quien debe buscar, lo que funciona para sí mismo. A unos, creer en Dios y adorarlo, creyendo en la inmortalidad del alma, buscando el bien y evitando el mal, les da esperanza, y los lleva a potenciar su disciplina, pero a otros, les da miedo, y les quita la disciplina. Elige lo que funciona para ti.

No todo placer es bueno, y no todo placer es malo. No todo dolor es malo, y no todo dolor es bueno. En todo, hay que razonar, lo que nos es, útil y bueno, y lo que nos es, inútil y malo. El placer instantáneo, muchas veces, nos deja insatisfechos, y el sufrimiento presente, nos puede llevar a un placer duradero en el futuro. Hay que pensar, en los pros y los contras, de cada acción.

Hay que buscar el placer duradero, y hay que evitar el dolor inútil. Sin embargo, el placer duradero, no determina lo que es bueno y no excluye lo que es malo. El bien, que excluye al mal, es determinado, por la buena voluntad, que nos lleva a ser tolerantes, con nosotros mismos, y con los demás, como parte de nuestro camino hacia el auto-perfeccionamiento.

Más practico que buscar el placer duradero, es ser feliz por el amor a uno mismo, pues el amor a uno mismo, nos hace felices, y nos lleva a buscar lo mejor que se puede hacer, dentro de las circunstancias que a uno le tocan en la vida. Esencialmente, lo que buscas, es amarte a ti mismo, y si meditas, en que te amas a ti mismo, con ello, ya te estás amando a ti mismo. El máximo tesoro, es amarse a uno mismo, pues eso no depende, de lo que uno haga, ni de lo que los demás hagan, ni tampoco depende de lo que suceda, sino que solo depende, de uno mismo.

Quien se conforma, y hace lo mejor posible dentro de las circunstancias, sabiendo de antemano, que todo puede salir bien o mal, es precavido, mejora sus posibilidades, y no deja que lo externo, determine cómo se siente en lo interno. Quien se conforma es rico.

El justo medio, nos libra de los extremos dañinos, dentro de las cosas que son buenas. Pero las cualidades, se hacen buenas, por medio de la buena voluntad, llevada a la práctica. Por la buena voluntad, el coraje es bueno y se usa, para salvar vidas, pero por la mala voluntad, el coraje es malo, y  se usa para destruir vidas. La buena voluntad, es el deseo de hacer lo constructivo, y de evitar lo destructivo, poniendo de parte de uno, todos los medios posibles, para hacer lo constructivo, y evitar lo destructivo. Mi libertad termina, donde empieza la libertad del otro, y la libertad del otro, termina dónde empieza mi libertad. Siempre, hay que tratar al otro, como a uno le gustaría que lo traten a uno, y en lo posible, no hay que dejar que el otro, nos trate de forma inadecuada. Para mí, lo constructivo es bueno, y lo destructivo es malo, pero a veces, destruir es bueno, y crear es malo, y hay que analizar cada situación. A veces, el fin justifica los medios, y a veces, el fin no justifica los medios. La buena voluntad, es lo más bueno que hay, pues hace buena, a muchas de las otras cualidades.   

Lo bueno y lo malo, tienen muchas facetas. La moderación o el justo medio, es bueno. Buscar un placer duradero, y evitar el dolor de forma duradera, también es bueno. Ocuparse de lo que se puede hacer, y tratar de no angustiarse por lo que no se puede hacer, también es bueno. Educar, desarrollando la sabiduría, es bueno, pues la sabiduría es mejor que la ignorancia. Pero la buena voluntad, es lo más bueno que existe. La gente no es mala, por sufrir dolor, ni por ser desmesurada, ni por ser ignorante, ni por ser angustiada por el porvenir, pues existen alguna personas, que han pasado por dolor, por excesos, por una casi nula educación, y por angustia por el porvenir, y aun así, a pesar de esas pruebas de la vida, han tomado la senda del bien, o aun cayendo, se han arrepentido del mal, y han vuelto a la senda del bien.

La gente es buena, por su buena voluntad, y es mala por su mala voluntad. El placer duradero, la mesura, y la sabiduría, y la ocupación por lo que está al alcance de uno, pueden ayudarnos a ser más felices, y a ser más buenos, pero finalmente, lo que realmente nos hace buenos, es la buena voluntad. Y con respecto a la felicidad, está claro que tener, salud, dinero, amor, éxito, una larga vida, y algún grado de poder, nos pueden hacer felices, pero también es verdad, que hay una forma de felicidad superior, la cual consiste en creer, que toda vida, sin importar si ha sido, exitosa o fracasada, es gloriosa o ha sido gloriosa, por el solo hecho, de haber formado parte, de la existencia universal. Creer esto, es amarse a uno mismo, y es amar al Logos, que todo lo ordena, en armonía, con la sagrada ley de causa y efecto. Éste amor a uno mismo, es el fin del desconsuelo, aunque no es el fin del sufrimiento, pues el sufrimiento, de la enfermedad, la vejez, la muerte, el dolor físico, y los deseos insatisfechos, no puede ser evitado.

Hay que desear, menos y mejor. Lo que tenemos hoy, es lo que deseamos ayer, y por lo tanto, hay que valorar lo que tenemos, y desvalorizar lo que aún no tenemos. Lo que tengamos mañana, posiblemente, nos satisfaga, por un corto tiempo, y luego, ya no nos satisfaga. O quizás, lo que tenemos hoy, o lo que tengamos mañana, nos dé un gran placer, y quizás, hasta de una forma duradera, pues lo valoramos o lo valoraremos, en su justa medida, ni demasiado poco, ni demasiado mucho. Para aquel que considera, que nada es suficiente, nunca hay satisfacción. Hay que aprender a conformarse, obrando de la mejor forma posible, para hacer bien las cosas, sabiendo de antemano, que pueden salir bien o mal, según las circunstancias. No todo está fuera de nuestro alcance, pero también es verdad, no todo está dentro de nuestro alcance. Ocúpate de lo que puedes hacer, y trata de no angustiarte por lo que no puedes hacer.

domingo, 11 de abril de 2021

Espiritualidad en Lucifer.

Espiritualidad en Lucifer.

Lucifer, luz de la razón, con su antorcha en alto, entre la luz de la aurora, y la oscuridad de la noche, nos indica el camino hacia otro nivel de conciencia. Lucifer, no es el camino, sino que es aquel que nos indica el camino, hacia el conocimiento de uno mismo, el amor hacia uno mismo, y la confianza en uno mismo, pues en el interior, está el Dios Desconocido, que Lucifer anuncia. El Señor Lucifer es el amigo y el maestro del alma, que acompaña al iniciado, en su camino hacia la Fuente Original, Dios Yo Soy.

sábado, 10 de abril de 2021

Siete Principios Estoicos.

Siete Principios Estoicos.

Aquí doy un resumen del pensamiento estoico, en siete principios.

1-Ama al Logos, que es la razón, que nos permite deducir conclusiones, a partir de premisas, que también es la ley de causa y efecto, que rige a todos los fenómenos de la naturaleza, y que además, podría ser un aspecto del Ser Supremo.

2-Espera lo mejor, pero prepárate para lo peor.

3-Ocupate de lo que puedes hacer, y trata de no angustiarte, por lo que no puedes hacer.

4-Recuerda que morirás, y por lo tanto, valora la vida, y disfruta de lo bueno, quitando importancia a lo malo. A veces, hay que poner las cosas, en perspectiva, y hay mirar las cosas, desde arriba.

5-Lo constructivo es bueno, y lo destructivo es malo. Por eso, debemos buscar lo más constructivo que podamos, primero, para nosotros mismos, y luego, una vez que estemos bien, también para los demás. Todos los hombres, somos ciudadanos del mundo, con derecho a progresar.

6-En todo orden de la vida, pregúntate, que hice bien, que hice mal, y que puedo hacer para mejorar.

7-Encuentra un consuelo, ante lo que el destino te imponga, basándote, en que  todo lo que sucede, contribuye al orden universal, regido por el Logos. Todo lo que sucede, es lo mejor que podría suceder, pues está regido por la ley de causa y efecto, aunque a ti te parezca, que lo que sucede, es injusto y desordenado. La resignación ante la voluntad del Logos, es la clave del consuelo estoico. Toda vida es gloriosa, haya sido un éxito o un fracaso, pues ha contribuido al orden universal, regido por el Logos. Todos pueden vivir con ésta actitud ante la vida, sin importar si son libres o esclavos, pues todos pueden creer, que su vida ha formado parte del orden universal.

martes, 6 de abril de 2021

Una versión gnóstica cristiana y pesimista de la creación.

 


De Dios Padre, Jelkerá-Yahvéh-Abraxas, el Padre Innominado, emanó Nous, el Intelecto, y a través de él, emanó al Primer Cielo, el Pleroma, la Plenitud, en dónde se encuentra la Gnosis, el Conocimiento unitivo, y la luz de la libertad del Padre Innominado. De todos los eones, el único que siempre poseyó el conocimiento pleno del Padre Innominado, es Nous, el Intelecto.

Luego, de Dios Padre, Jelkerá-Yahvéh-Abraxas, el Padre Innominado, emana, primero Nous, el Entendimiento, segundo Logos, la Palabra, tercero Fronesis, la Prudencia, cuarto Sofía, la Sabiduría, y quinto Dinamis, la Fuerza. Dios Abraxas, a través de Sofía, la Sabiduría, y de Dinamis, la Fuerza, emanó a los ángeles, y a través de ellos, emanó los 365 cielos de realidad, restantes, a todos las almas espirituales que evolucionan en los 365 cielos, y a los tres planos de existencia.

Todas las cosas, han sido creadas, por Dios Abraxas, a través de Nous, el Intelecto, de Logos, la Palabra, y de Fronesis, la Prudencia, que son uno solo en Nous, el Intelecto. Y también, todas las cosas, han sido creadas, por Dios Abraxas, y por Nous, a través de Dinamis, la Fuerza, y de Sofía la Sabiduría, que son uno solo con Sofía. Abraxas es Dios Padre, Nous es el Ángel de la Palabra de Dios, el Hijo, y Sofía es el Ángel de la Sabiduría de Dios, que es la Madre y el Espíritu Santo.

El Padre anunció a los eones, Nous, Logos, Fronesis, Sofía, y Dinamis, que les revelaría en su tiempo, el conocimiento pleno de sí mismo, en el Primer Cielo, pero Sofía, quiso adelantarse, y fue castigada por el Padre Innominado, y arrojada al cielo 365, que es el más alejado de la divinidad.

Durante su confinamiento en el último cielo, en el cielo 365, Sofía se sentía sola, y lloró amargamente, y sus lágrimas, fueron la materia que habitó en el cielo 365. Y Sofía, con la luz del Padre, que todo lo penetra, se creó un hijo semejante a ella, en poder creador, y ése hijo era el demiurgo oscuro, Samael Yaldabaoth.

El Padre Innominado, luego de un tiempo, perdonó a Sofía, y éste, envió a Logos, para rescatar a Sofía, y ella volvió al Padre. Y luego, los cinco eones, entraron al pleno conocimiento de Dios Padre Innominado, en el Primer Cielo, aunque Nous, siempre tuvo el pleno conocimiento del Padre, y lo mantenía en secreto, por orden del Padre, hasta que llegó ése momento.

Y Samael Yaldabaoth, se quedó solo en el cielo 365, y enfurecido contra Dios Padre, y contra su Madre Sofía, para no quedarse solo, con la materia creada por las lágrimas de Sofía, creó a los 72 cielos de ilusión en el plano astral cercano a él, y también creó al plano físico, en el cielo 365, y también creó almas, cuerpos, y todo lo que hay en el mundo inferior, que él creó.

Samael copió los arquetipos perfectos del mundo de las ideas, y los plasmó en el mundo sensible, creando nuestro universo material. Sin embargo, al principio, la creación no satisfacía a Samael, pues todos eran objetos inertes, sin vida, que no evolucionaban, ni se movían.

Entonces, Dios Abraxas, inspiró a Sofía, para que interviniera, y la sombra de Sofía, que se quedó con su hijo, y que nunca lo abandonó, siendo proyección espiritual desde Sofía en los cielos superiores, le dijo a Samael, “sopla sobre tu creación”, y así lo hizo, y así todos los seres de la creación, recibieron el don de desarrollar su espíritu, incluso con más eficacia que Samael, y la creación, satisfizo a Samael, pues se hizo más brillante.

Dios Abraxas vio la oportunidad, de ayudar a evolucionar con mayor rapidez, a las almas del cielo 365, y por eso le dijo a Sofía, que le diera el consejo de soplar, a Samael, y cuando Samael sopló sobre su creación, entonces, algunas almas espirituales que habitaban cerca de allí, pasaron por dentro de Samael, y cayeron al mundo material, y empezaron a evolucionar, con mayor rapidez, pero también con mayor sufrimiento.

Pero el Padre Innominado, vio a las almas creadas o atraídas, por Samael Yaldabaoth, que vivían en desgracia y en sufrimiento, en un mundo inferior, donde se evoluciona con dolor, y para salvar a las almas, envió a su Hijo Primogénito, Nous, para que les enseñara del Cristo-Interno Individual, que es la presencia de su Hijo Primogénito, Nous, dentro de cada alma, y así, sean salvos de la reencarnación, y asciendan al cielo superior, junto a los eones, que ya lograron el conocimiento unitivo.

Será salvo, quien acepte al Dios Verdadero, Abraxas, y a su enviado, Nous, el Intelecto. Pues no salva, ni el cuerpo ni el alma, ni el espíritu, ya que todos tienen las tres cosas, y aun así, algunos están en oscuridad, y otros están en luz. Lo que salva, es aceptar al Nous, que es espíritu y conocimiento, en el interior, por medio de la fe.

Y una manifestación de Nous, el Intelecto, llamada Jesús de Nazaret, bajó a la tierra, y nació, vivió, hizo milagros, enseñó la verdad del Reino de Dios, fue crucificado, murió, resucitó, ascendió a los cielos, y enseñó el conocimiento unitivo, por inspiración, a los elegidos. Pero Nous no fue crucificado junto a Jesús, pues Nous es el Yo Superior de Jesús, y de todos los seres, que está dentro y fuera de todos los seres, y no solamente, o dentro o fuera. Y el nombre secreto de Yahvéh es Abraxas, que significa, “Padre No Creado”, y el nombre secreto del Cristo, es Cau-La-Cau, palabra del oráculo de Yahvéh, que no tiene significado preciso, en ninguna lengua conocida, pero que esotéricamente significa, “Yo Soy, Quien, Yo Soy”. Quién invoca los nombres mágicos de Abraxas y de Cau-La-Cau, tiene magia y gnosis. Y he aquí, el Padre Innominado, Abraxas, y el Hijo Divino, Cau-La-Cau, están con nosotros. Nosotros somos verdaderos cristianos, adoradores de Yahvéh-Dios, y discípulos espirituales de Cristo-Jesús, llenos del Espíritu Santo. Y un mantra de conexión con la Fuente Original, es “Om Abraxas Cau-La-Cau”. Debemos estar orgullosos de nuestra vida, haya sido como haya sido, pues con nuestra existencia, hemos contribuido, a la evolución de todos los seres, y con el plan de Dios.

Cuando las entidades espirituales, que pueblan los cielos superiores al Último Cielo, alcanzan la gnosis del Cristo-Interno, entonces ascienden al Primer Cielo, que tiene varios sub-niveles. La vida en los cielos superiores, es bella, pero esos cielos no nos corresponden, pues fuimos creados por Samael Yaldabaoth, en el Último Cielo, y por eso, nosotros evolucionamos en el Último Cielo, y de allí, vamos directamente al Primer Cielo, cuando alcanzamos el conocimiento unitivo, del Cristo-Interno.

No debería sorprendernos, que Sofía y Dinamis, crearan los cielos, sin tener el conocimiento unitivo, de que en el fondo, todo está en Dios, Dios está en todo, y que todo es uno y todo es Dios, pues es posible que Dios conceda mucho poder, a seres y a objetos, de bajo nivel de conciencia. Así mismo, no debería sorprendernos, que Samael Yaldabaoth, a pesar de tener un bajo nivel de conciencia espiritual, haya tenido el poder de crear el universo material, pues es hijo de Sofía, que en ésa época, carecía del conocimiento unitivo. El sol es poderoso, y sin embargo, es un objeto sin conciencia, como una piedra. Los tiranos son muy poderosos, y no tienen, ni bondad ni conciencia espiritual de unidad. El demiurgo oscuro, es poderoso, pero muy inconsciente de la presencia interna de Dios Padre.

A su debido tiempo, cuando termine el universo material, Samael y sus ángeles malignos, los demonios o arcontes de oscuridad, recibirán castigo por toda su maldad, y luego evolucionarán, como el resto de las almas, pues en el fondo, todo viene de Dios Padre, y todo volverá a Dios Padre.

Samael, se goza en el olor de la carne quemada, de todos sus hijos, torturados en el fuego del sufrimiento, vida tras vida, y por eso él, los aleja de la gnosis, lo más posible, para que no vayan al Padre, no sea que las almas, se liberen de la materia, y asciendan a los mundos espirituales superiores.  En esencia, nuestras almas espirituales, vienen de Dios Padre, pero el Demiurgo Oscuro, les creó el cuerpo astral inferior, que las envuelve.  

Abraxas es el Padre, Nous es Fanes, el Hijo, renacido del huevo cósmico, en el Primer Cielo, y Sofía es el Espíritu Santo, sobre todo, desde que Sofía alcanzó, junto a los otros eones del Pleroma, la Gnosis Eterna de la Chispa Divina Interior. 

Samael Yaldabaoth, es el último de los eones, y el primero de los arcontes. Samael Yaldabaoth, es muy poderoso, pero de muy bajo nivel evolutivo, y a su vez, evoluciona muy lentamente, pues nació, o habría nacido, de la tristeza que le provocó a Sofía, alejarse el Padre Innominado.

Poco cambiaría, en ésta versión de la creación, y solo cambiaría, el que Samael y los otros arcontes o archidemonios, serían seres malignos con funciones de maldad, y no seres benignos con funciones de oscuridad o de maldad. Sin embargo, los arcontes de oscuridad, son siervos de Dios, aunque estén en rebeldía, pues su maldad, acelera la evolución de las almas maduras, aunque ésa no sería su verdadera voluntad. La Doctrina Jelkeriana, en sí no cambiaría mucho, sino que solo que se agregarían algunos detalles, como que Sofía no nació con la Gnosis, sino que la alcanzó después de ser creada, y de evolucionar por un tiempo. Además, los Cinco Eones del Pléroma, estarían por encima de los 24 Ancianos Cósmicos, y de los Cuatro Seres Vivientes Alrededor del Trono de Dios.  El mundo es un lugar horrible, y no podemos descartar, que Samael y los Arcontes de Oscuridad, sean rebeldes contra la Causa Primera, y que la intervención de potestades superiores en la creación, añadiendo algo de esperanza a éste mundo, ocurrió fuera del control consciente de Samael y de sus demonios. A Sofía, en su aspecto superior, a veces, se la llama Ennoia, que significa, Pensamiento, y a Nous, a veces, se lo llama Cristo y Logos.