Dios Altísimo, creó los cielos y la tierra, con su pensamiento, cargado de voluntad. Dios dijo, hágase la luz, y la luz se hizo, y empezó su tarea creadora. Dios Altísimo es amor inmanente, y realidad trascendente. Nosotros, todos los seres y todas las cosas, somos ondas en el océano de la conciencia, y el Dios Altísimo, la Magna Presencia Yo Soy, es la totalidad del océano de la conciencia.
El ser humano,
tiene poder creador, en su pensamiento, y en sus acciones. Si una persona, usa
su pensamiento, y le imprime voluntad, y fe en el poder creador, entonces sus
oraciones, meditaciones, y decretos, mueven una energía, que puede producir
cambios en la vida real, dependiendo de sus condiciones. En la vida, lo mejor
que una persona puede hacer, es ocuparse de lo que está bajo su control, y
tratar de no angustiarse, por lo que está fuera de su control. En la Vida, el
cambio es lo único que se mantiene constante. Si la persona, aprende a fluir
con los cambios de la Vida, entonces, la Vida le dará beneficios. La Vida
ayuda, a quienes ayudan a la Vida.
La Señora Atenea,
Diosa de la Sabiduría y de la Guerra, es un ser de luz, emanado del Dios Altísimo,
y al servicio del Dios Altísimo, que potencia nuestra conexión con Dios, y con
la Energía Universal. Un mantra de síntesis; Om, Veneración, al Dios Altísimo,
a la Energía Universal, y a Lady Atenea.
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