Alabanzas sean dadas al Dios Altísimo, al Verbo Divino, y
a la Energía Universal, Padre, Hijo, y Espíritu Santo. Y toda veneración sea
dada a la Santa Muerte, emisaria del Dios Altísimo. Amada Santa Muerte, que
moras en la encrucijada de la existencia, reina de la muerte y de la brujería,
que abres y cierras portales de conexión entre los distintos planos de
existencia, guardiana eterna del plano astral, que abres y cierras los caminos,
y que elijes con sabiduría a tus devotos y devotas, nosotros somos ondas en el
océano de la Presencia del Dios Altísimo. Por ésta firme verdad, de la
conciencia de unidad, yo te pido que me des dinero en abundancia, y bienestar
en todos los aspectos de mi vida. El Dinero llama al Dinero. Todo el dinero que
me llega se multiplica por mil en mi poder. Todo el dinero que
poseo se multiplica por mil en mi poder. Todo el dinero que se me
va, multiplicado por mil volverá. La gente sufre de dolor por falta de dinero,
pero a mí me sobra el dinero, porque la Santa Muerte, está conmigo. Yo soy
feliz, bajo el manto negro de la Santa Muerte, mi guía, mi pastora, y mi
refugio total. La Santa Muerte siempre me acompaña, adonde quiera que yo voy, y
me da su bendición. Mi Niña Blanca, hermosa bruja ancestral, llena de magia y de
amor por sus devotos, espíritu protector, ángel de Dios, caído del Cielo, que
da luz a los hombres, gracias, que ya me oíste. En el Nombre del Cristo
Interno, salvador del alma, y libertador del espíritu, amén.
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