La Virgen María en el Cristianismo Interno.

Madre Santa María, es una entidad espiritual, que cuando estaba encarnada en la Tierra, era la madre de Jesús de Nazaret. Ella lo ayudó y lo apoyó en su ministerio, pues José, el padre de Jesús, falleció antes de que Jesús empezara su prédica.

Madre Santa María, es llamada, la Virgen María, pues ella canaliza la luz de la Madre Virgen Cósmica, Lady Sofía, para el Planeta Tierra, de manera especial. Hay otras entidades espirituales que también cumplen esa función, pero así como Jesús es el representante especial del Cristo Cósmico, Lord Fanes, para el Planeta Tierra, de la misma forma, María es la representante especial de la Madre Virgen Cósmica, para el Planeta Tierra.

La tríada de Jesús, María, y José, es muy querida por todos los cristianos internos, y es llamada usualmente, la Sagrada Familia. También es muy querida, la Tríada Mariana, la cual está formada por Yahvéh-Dios, el Maestro Jesús, y la Virgen María.

La Virgen María, es la Madre de Jesús, pero también es la madre de todos los cristianos internos, que viven y evolucionan, en conciencia de Cristo. Así como podemos invocar la ayuda de Jesús en nuestro camino espiritual, también podemos invocar a la Virgen María.

Una oración que puede hacerse a la Virgen María, es la siguiente;

Amada de Yahvéh, Virgen María, Madre de Jesucristo, y Madre de Todos los Seres, Bendita seas. Yo te pido que me cubras con tu manto de protección, y que destruyas a todos mis enemigos. Guíame por la senda del amor y del perdón, para que así glorifique con mis actos, a Yahvéh-Dios, a Cristo-Fanes, y a Madre Santa Sofía, en la Luz del Cristo-Interno, y con el apoyo de tu divino hijo, Jesús de Nazaret, Maestro de Maestros.

Om, Veneración a la Virgen María. Om, Veneración a la Virgen María. Om, Veneración a la Virgen María.

Amada Madre, Virgen María, ora por mí, al Maestro Jesús, y a Yahvéh-Dios, para que yo reciba, disfrute en la alegría, consuelo en la tristeza, y una vida entera de esperanza, en la Luz del Cristo-Interno, salvador del alma, ahora y siempre, para finalmente, resplandecer en la gloria de la Magna Presencia Yo Soy. Gracias, Virgen María, por tu Luz. Amén.

Otra oración a la Virgen María, es el Ave María.

Ave María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tu eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén.