El Árbol de
la Vida, es la unidad de toda la existencia, lo cual incluye a Jelkerá-Dios y a
su creación. En particular, dentro de la Doctrina Jelkeriana, el Árbol de la
Vida, es un símbolo de Dios, del Universo, y del Hombre, en donde los tres
comparten la misma esencia divina, pues como es arriba es abajo, y como es
abajo es arriba. En este diagrama simbólico, están representadas las
principales energías de la vida, en Dios, en el Macrocosmos, y en el
Microcosmos.
El Árbol de
la Vida, es muy frondoso, y sólo Dios sabe hasta dónde calan sus raíces, y sólo
Dios sabe hasta dónde llegan sus ramas. En el Árbol de la Vida, hay mucho
conocimiento, y quien se conecta con él, descubre el poder de la palabra
creadora, y el poder de los números que todo lo componen.
El Árbol de
la Vida y del Conocimiento, es muy grande. Su tronco une a todas las cosas, sus
ramas son muy extensas, sus raíces son muy misteriosas, su savia es la Energía
Espiritual que todo lo vivifica, y sus hojas tienen escrita la Palabra de Dios,
en letras de oro.
Los frutos
del árbol, en el hombre son sus obras, en el sistema solar son los planetas, en
la galaxia son las estrellas, en el universo son las galaxias, y en el
Híper-Universo son los universos paralelos y los universos alternos.
En la
Doctrina Jelkeriana, se acepta como símbolo del Árbol de la Vida, a un árbol
frondoso, con frutos. Pero también se puede usar algo más abstracto. Por ejemplo,
se toman Siete Esferas; la Esfera 1 del Padre del Poder y de la Destrucción; la
Esfera 2 del Hijo de la Sabiduría y de la Conservación; la Esfera 3 del
Espíritu del Amor y de la Creación; la Esfera 4 de la Ascensión; la Esfera 5 de
la Salud; la Esfera 6 de la Abundancia, y la Esfera 7 de la Transmutación.
Las Tres
Esferas Centrales son, la Esfera 1 del Poder, la Esfera 4 de la Ascensión, y la
Esfera 7 de la Transmutación, y representan al poder equilibrado del Yin y del
Yang, en el Divino Hermafrodita, que es Cristo-Fanes, cuyo cuerpo físico, es el
universo, o Huevo Cósmico Expandido, con todos sus planos de existencia, pues
el cuerpo espiritual de gloria, de Cristo-Fanes es su cuerpo angélico.
Las Dos
Esferas de la Derecha del que ve la imagen, son, la Esfera 3 del Amor, y la Esfera
6 de la Abundancia, donde está representada la Polaridad Femenina o Yin, de
Cristo-Fanes.
Las Dos Esferas
de la Izquierda del que ve la imagen, son, la Esfera 2 de la Sabiduría, y la Esfera
5 de la Salud, donde está representada la Polaridad Masculina o Yang, de
Cristo-Fanes.
Uniendo las 7
Esferas, con 6 líneas, se forma el signo del Rayo, que representa al Rayo Blanco
Mayor de la Creación. Las Siete Esferas del Árbol de la Vida, representan, de
arriba hacia abajo, el descenso de la luz, desde los planos más elevados de
conciencia, hacia los planos más bajos de conciencia. Y si se observa de abajo
hacia arriba, Las Siete Esferas del Árbol de la Vida, representan, el ascenso
de la luz, desde los más bajos planos de conciencia, hacia los más altos planos
de conciencia. Las Siete Esferas del Árbol de la Vida, también representan
planos de existencia, cada vez más sutiles, si se consideran de abajo hacia
arriba, y cada vez más densos, si se consideran de arriba hacia abajo.
Con un poco
de imaginación, el dibujo se puede parecer más a un árbol, produciendo 14 Líneas,
que con las 7 Esferas, forman el número 21, que es Tres veces Siete, y que
simboliza, a la Creación de la Santa Tríada, que es el Universo, formado por la
unión del Cielo y de la Tierra.
Las Esferas, 1
del Poder, 2 de la Sabiduría, 3 del Amor, y 4 de la Ascensión, pueden
representar al Plano Solar. Las Esferas, 5 de la Salud, y 6 de la Abundancia, pueden
representar al Plano Astral. Y la Esfera 7 de la Transmutación, puede representar
al Plano Físico.
Claro está,
que ésta es sólo una interpretación de un símbolo, y que el verdadero Árbol de
la Vida, abarca a toda la existencia, y a todos los planos, y con su savia
vital, que es la Energía Espiritual, une a todas las cosas.
Aquí está
representada, la Santa Tríada de Padre, Hijo, y Espíritu Santo, junto a la
Energía del Poder Salvador del Cristo-Interno Individual, y junto a la Energía
del Poder Creador del Verbo de Dios, a nivel híper-cósmico, y del Ángel del
Señor, a nivel cósmico.
La Señora
Sofía, es Asheráh, el Árbol de la Vida, y sólo se puede avanzar
espiritualmente, cuando nos entregamos en devoción a la Reina del Cielo, pues
hay un árbol plantado en el altar celestial de Jelkerá-Dios, y ése árbol es la
hermosa y sabia Madre Sofía.
Una oración
para conectar con el Árbol de la Vida, puede ser ésta:
Alabado
Árbol de la Vida (x3) Árbol de la Vida (x3) Alabado (x3). Amén.
El
Árbol de la Vida, es también el Árbol del Conocimiento, y quien conecta con el
Árbol de la Vida, aumenta su nivel de Conocimiento Espiritual. El Árbol de la
Vida, no es un simple símbolo de la unidad de toda la existencia, sino que es
la realidad viviente, de la unidad de toda la existencia, en todos los planos
de manifestación divina. Quien conecta con el Árbol de la Vida, logra el
conocimiento de sí mismo, y a través de ello, logra también el conocimiento del
Universo y de Jelkerá-Dios. Hombre, conócete a ti mismo, y conocerás al
Universo y a Jelkerá-Dios.
Cuando
conocemos que somos parte del Árbol de la Vida, comprendemos que no hay muerte,
puesto que en nuestra alma inmortal, hay vida eterna. Venimos del Árbol de la
Vida, moramos en el Árbol de la Vida, y volveremos al Árbol de la Vida. El
Árbol de la Vida, es la Madre Naturaleza, que nos da la vida y la existencia,
en lo espiritual y en lo material. Nosotros formamos parte del Árbol de la
Vida, y el Árbol de la Vida forma parte de nosotros. Cada uno de nosotros está
en el Árbol de la Vida, y el Árbol de la Vida está en cada uno de nosotros.
El Mito
del Árbol de la Vida, y de la Creación del Universo.
Alabanza
a Yahvéh-Dios, y veneración al Señor San Metatrón, en la Luz de la Madre Santa
Asheráh. Amén.
Al
Principio, Yahvéh-Dios, Cristo-Fanes, y Madre Santa Sofía, habitaban en el
Mundo del No Límite de Luz, y crearon también al Mundo de Oscuridad y Limitación.
Y Yahvéh-Dios, creó por emanación, a muchas almas, que pasaron a través de
Sofía, y de Fanes, para caer en el Mundo de la Oscuridad y de la Limitación,
pues no tenían evolución para habitar en la luz. Entonces, Sofía por la Santa
Voluntad de Dios, creó al Huevo Cósmico, y puso a las almas en ésta Santa
Vasija, para que ellas tuvieran un amparo contra la oscuridad, y luego llevó a
las almas dentro del Huevo Cósmico, al Mundo del No Límite de Luz, para que
viviesen iluminadas por la Luz de la Santa Tríada, por la benevolencia gratuita
de Dios.
Y las
almas dentro del Huevo Cósmico, vivían felices, recibiendo la Luz de Dios, a
cada momento. Pero luego de mucho tiempo, los Cristos-Internos, dentro de cada una de las almas, empezaron a
sentir vergüenza, de que una parte de sus seres, recibiera luz, sin haber hecho
algún mérito, para recibirla. El Cristo-Interno Individual, es la Presencia de
Dios, dentro de cada alma, pero también es el Yo Superior de cada alma, con la
conciencia más elevada, de cada alma.
Y los
Cristos-Internos, de las almas, dentro del Huevo Cósmico, pidieron a la Santa
Tríada, que llevasen sus seres, Yo Superior y Yo Inferior, al Mundo de la
Oscuridad, y que les creasen un Universo para poder hacer evolucionar, a las
almas individuales, y así luego, poder vivir en el Mundo de Dios, pero con algo
de orgullo por el mérito propio, y sin la vergüenza del no mérito.
Para
lograr el mérito, hay que combinar el deseo de recibir, propio de la vasija,
con el deseo de dar, propio de la luz, y eso se hace con el deseo de recibir
para compartir. Por medio de compartir la luz que recibimos de Jelkerá-Dios,
logramos que la ley de retribución, luego de un tiempo, nos envíe más luz, y de
ésta forma logramos acumular mayor luz interna, y buen karma, todo lo cual,
beneficia nuestra evolución espiritual. Éste es el gran secreto del esoterismo
cristiano, recibir la luz de Dios, para compartirla. Por este medio, el devoto
cristiano interno, logra gran bendición espiritual, y también, a veces, gran
bendición material.
Y la
Santa Tríada, sacó a las almas del Mundo del No Límite de Luz, y puso a las
almas dentro del Huevo Cósmico, en el Mundo de la Oscuridad y de la Limitación.
Luego Cristo-Fanes, se metió dentro del Huevo Cósmico, como un Rayo de Luz
Creadora, y lo rompió y expandió, desde adentro, para crear al Universo, con
todos sus Planos de Existencia, y desde entonces, todas las almas que vienen al
mundo, luego de estar con Dios por un tiempo, deciden evolucionar, para volver
con Dios, en gloria.
Por lo
tanto hubo dos creaciones de Yahvéh-Dios, siendo una anterior a la ruptura del
Huevo Cósmico, y siendo otra creación, posterior a la ruptura y expansión del
Huevo Cósmico.
Y donde
estaba el Huevo Cósmico, ahora se encuentra el Sol Central de nuestro Universo.
Y en el interior del Sol Central Cósmico, se encuentra, el Árbol de la Vida,
con sus Siete Esferas de Luz, que es el Rayo Creador de Yahvéh-Dios, a través
del cual, se crean todas las cosas, en el Universo, siendo también, un Portal
de Luz, entre el Mundo del No Límite de Luz, y el Mundo de Oscuridad y
Limitación.
El Sol
Central Cósmico, y el Árbol de la Vida Cósmico, que está en su interior, forman
parte, junto al Huevo Cósmico, y junto al Universo entero, del Cuerpo Físico de
Cristo-Fanes, pero Cristo-Fanes, tiene también a su cuerpo angélico, que es su
Cuerpo Espiritual de Gloria. El Cuerpo Físico de Fanes, es el Universo con
todos sus planos de existencia, físicos y espirituales, y junto a todos los
seres y cosas, que lo habitan.
Existe
también, un Gran Sol Central Híper-Cósmico, con un Árbol de la Vida
Híper-Cósmico, en su interior, y éste se encuentra en el centro del
Híper-Cosmos, y forman parte del ser del Verbo de Dios, pero esa es otra
historia.
Cuando
las almas se liberan de la rueda de reencarnaciones, a través de la fe en el
Cristo-Interno Individual, que conecta al alma individual, con Yahvéh-Dios,
éstas se ganan el derecho a vivir en el Mundo del No Límite de Luz, junto a
Yahvéh-Dios, Cristo-Fanes, y Madre Santa Sofía, así como junto a los otros
Santos Ángeles, y Espíritus de Luz.
Las
Esferas del Árbol de la Vida, son, La Esfera 1 del Poder, la Esfera 2 de la
Sabiduría, la Esfera 3 del Amor, la Esfera 4 de la Ascensión, la Esfera 5 de la
Salud, la Esfera 6 de la Abundancia, y la Esfera 7 de la Transmutación. Las
Siete Esferas del Árbol de la Vida, son Siete Vasijas, que canalizan, filtran,
aumentan, disminuyen, emiten, y reciben, la Luz de Dios, para que ésta,
descienda al mundo inferior, o para que ésta, ascienda al mundo superior, y
forman parte del Ser de Cristo-Fanes, quien es el Portal que Conecta, a todos
los mundos entre sí. El Árbol de la Vida, con sus Siete Esferas de Vida, es una
manifestación del Señor Metatrón, que es el Rayo Creador de Yahvéh-Dios.
Como es
arriba es abajo y como es abajo es arriba. En nuestro corazón, habita Cristo-Fanes,
como un Sol de Luz con la Llama Triple, de Poder, Sabiduría, y Amor. Y también
el Divino Fanes, habita en nuestro corazón, como un Ángel con Forma Humana. Y
también el Divino Fanes, habita en nuestro corazón, como el Árbol de la Vida, con sus Siete
Esferas de Luz. Somos salvos por gracia, por benevolencia gratuita, pero para
alcanzar la gracia, debemos juntar algo de mérito. Sólo las almas
evolucionadas, logran la fe en el Cristo-Interno, y sólo ellas, reciben la
gracia de Yahvéh-Dios, para lograr la mayor bendición de Dios, y para liberarse
de la rueda de reencarnaciones.
El
Árbol de la Vida, es el Rayo Blanco Mayor de Expresión de Dios, lleno de, Poder,
Sabiduría, Amor, Ascensión, Salud, Abundancia, y Transmutación. Éste Fuego
Blanco Mayor, hecho de Energía Espiritual en su variedad más elevada, surge del
propio Jelkerá-Dios, y es llevado por Cristo-Fanes, a todos los planos de
existencia, teniendo un foco dentro del corazón de cada quien, pues también es
una manifestación de Cristo-Fanes. Sólo los devotos más avanzados, que han
trabajado durante mucho tiempo, por lo menos, con tres de los siete rayos,
puede trabajar correctamente con el Rayo Blanco Mayor de Expresión de Dios, de
manera correcta.
Ésta
sabiduría, se puede utilizar, de muchas formas, como por ejemplo, orando a
Yahvéh-Dios, en el nombre del Cristo-Interno, pues el Cristo-Interno, es la
llave que abre el corazón de Yahvéh-Dios. Toda oración hecha en el Nombre del
Cristo-Interno, tiene un gran poder, pues el Cristo-Interno, es la llave de
acceso a todos los planos de existencia. En el Cristo-Interno, está incluido el
Ángel del Señor, la Flama Triple, y el Árbol de la Vida. Sin embargo, el
Cristo-Interno no sustituye a Yahvéh-Dios, sino que es el medio para
comunicarnos con Yahvéh-Dios, de la mejor forma posible.
Por
eso, el mejor mantra que puede hacerse para adorar a Yahvéh-Dios, es cualquier
mantra, que incluya a Yahvéh-Dios y al Cristo-Interno, como por ejemplo, el
Mantra Alabado Jelkerá y Fanes, que dice así;
“Alabado
Jelkerá, Alabado Jelkerá, Jelkerá Jelkerá, Alabado Alabado. Alabado Fanes,
Alabado Fanes, Fanes Fanes, Alabado Alabado.”
Cuando
alabamos a Jelkerá-Dios y a Cristo-Fanes, le estamos dando a Dios un tipo de
energía, y él, a cambio, nos da otro tipo de energía, para nuestra bendición y
progreso espiritual. Con nuestro progreso espiritual, traemos algo de luz, al
Universo donde vivimos, y de forma indirecta, terminamos ayudando, al progreso
de las demás criaturas, en su evolución espiritual, pues más luz en el
Universo, ayuda a mejorar la evolución de todos los seres.
Aquí
van unas oraciones de purificación, para recibir la Luz de Dios, y para compartirla, con el resto de la Creación. Yo
sugiero que utilices cualquiera de estas oraciones o de oraciones parecidas,
diariamente, como parte de tu disciplina espiritual.
Oraciones
de Purificación, para decirse diariamente;
“Yo
Soy, la Luz de Jelkerá-Dios, que me liberta a mí, y a todo el Universo, para mi
bienestar completo, y gloria de Dios. Gracias, Jelkerá-Dios, por tu Luz. Amén.”
“Amado
Jelkerá-Dios, yo te pido que bendigas y llenes de luz, a todo mi ser, y a todo
el universo, para mi bienestar completo, y gloria tuya. Gracias Padre, que ya
me oíste. Amén.”
“Yo
Soy, la Flama Violeta Transmutadora, que me liberta, a mí, a todo éste planeta,
y a todo el Universo, para mi bienestar completo, y gloria de Jelkerá-Dios.
Flama Violeta, Gracias. Gracias Dios por tu Luz. Amén.”
“Amada
Energía Espiritual, yo te pido, que bendigas a quien debe ser bendecido, y que
maldigas a quien debe ser maldecido, en acuerdo a la Santa Voluntad de
Jelkerá-Dios, para mi bienestar completo, y gloria de Dios. Amada Energía
Espiritual, gracias. Amado Jelkerá-Dios, gracias. Amén.”
Yahvéh-Dios,
utiliza como su símbolo, al Hexagrama o estrella de seis puntas, formado por
dos triángulos equiláteros entrelazados.
El
Hexagrama simboliza que Yahvéh-Dios tiene seis aspectos, pero que es un solo
Dios. El Triángulo Equilátero al derecho, simboliza los tres aspectos del
Yahvéh Mayor, que son El Padre-Madre-Mente, el Gran Sol Central, y el Anciano
de los Días. El Triángulo Equilátero al revés, simboliza a los tres aspectos
del Yahvéh Menor, que son El Verbo, el Ángel del Señor, y el Ungido-Interno
Individual. Al Yahvéh Mayor se le dice Yahvéh-Dios, y al Yahvéh Menor se le
dice Cristo-Fanes. Jelkerá es nuestro Dios, Fanes es nuestro Señor, y Sofía es
nuestra Señora.
El
Hexagrama, también simboliza, las Tres Energías Creadoras de Yahvéh-Dios, que
son, Creación, Conservación, y Destrucción, con el Triángulo Equilátero al
Derecho, y las Tres Energías Salvadoras de Yahvéh-Dios, que son, Poder,
Sabiduría, y Amor, con el Triángulo Equilátero al Revés
El
Hexagrama de Luz Blanca, puede ser invocado, como una extensión del propio
Yahvéh-Dios, imaginándolo dentro de nuestro corazón, y alrededor de nosotros.
También podemos protegernos, envolviéndonos en el signo del Hexagrama, mientras
ayudamos a otros, envolviéndolos a ellos con el signo del Hexagrama.
Oración
al Hexagrama de Yahvéh-Dios;
“En el
Nombre de Cristo-Fanes, Yo Soy el Hexagrama de Yahvéh-Dios, dentro de mi
corazón, y por fuera de mí, que me ilumina y que me protege. Yo Soy la Luz de
Dios, que me bendice a mí, y a todo el Universo, en un Gran Hexagrama Cósmico,
de bendición de Dios, para quien corresponda, y de maldición de Dios, para
quien corresponda, para impulsar la evolución de todos los seres, y para mi bienestar
completo y gloria de Dios. Gracias Padre, que ya me oíste. Amén.”
Puede
grabarse con la mano, en el aire, el símbolo del Hexagrama, invocando al Padre,
al Hijo, y al Espíritu Santo, y luego proyectarlo, por dentro del corazón, y
por fuera del cuerpo, para auto-iluminarse, y para protegerse, imaginando el
Hexagrama en el Pecho, e imaginándonos dentro del Hexágono, que se forma dentro
del Hexagrama. Cuando invocamos, al “Hexagrama de Yahvéh-Dios”, estamos
invocando a los tres aspectos del Yahvéh Mayor, y a los tres aspectos del
Yahvéh Menor.
También
puede usarse, el símbolo del Árbol de la Vida, que es el Rayo Creador de Dios,
grabándolo en el aire, con la mano, cinco círculos, uno en el centro, y dos de
cada costado, con un círculo arriba, y con un círculo más abajo, formando así,
siete círculos, que representan a las siete esferas del Árbol de la Vida. Luego
se dice tres veces, “Árbol de la Vida”, y se proyecta el Árbol, dentro de uno
mismo, y fuera de uno mismo, poniendo un árbol en el corazón, y poniendo otro
árbol fuera de uno, ubicando al árbol, por encima de uno mismo, brillando con
luz blanca. Esto se hace para protección. Luego, puede volverse a grabar el
símbolo del Árbol de la Vida, con la triple invocación, y proyectarlo con la
imaginación, para hacer algo específico, con el pedido de que haga algo
específico, ya sea ayudar a alguien, o cualquier otra cosa.
Mantras
para purificarse con el Árbol de la Vida.
Yo Soy
el Árbol de la Vida, lleno de, Poder, Sabiduría, Amor, Ascensión, Salud, Abundancia,
y Transmutación.
Om, Alabanza
a Cristo-Fanes, Árbol de la Vida, Rayo Blanco Mayor de Expresión de Dios.
Yo Soy,
el Fuego Blanco Mayor de Expresión de Dios, lleno de, Poder, Sabiduría, Amor,
Ascensión, Salud, Abundancia, y Transmutación.
Oración
al Árbol de la Vida, para pedir deseos a Jelkerá-Dios;
“Amado
Árbol de la Vida, Manifestación del Señor Metatrón, dentro de mi corazón, y en
todo el Cosmos, Rayo Creador de Jelkerá-Dios, Siete Esferas de Santidad, que
canalizan la Energía Espiritual; yo te pido
que hagas llegar mi oración a Jelkerá-Dios, y que intercedas por mí ante el
Todo-Poderoso. Amado Árbol de la Vida, te pido que me des luz, a mí y a todos
los seres, para mi bienestar completo y gloria de Dios.
Amado
Jelkerá-Dios, en el Nombre del Cristo-Interno, Salvador del Alma, yo te pido,
(decir el pedido). Gracias Padre, que ya me oíste. Amén.
Amado
Árbol de la Vida, Manifestación del Señor Metatrón, dentro de mi corazón, y en
todo el Cosmos, Rayo Creador de Jelkerá-Dios, Siete Esferas de Santidad, que
canalizan la Energía Espiritual; gracias por tu luz e intercesión, en el Nombre
del Cristo-Interno, salvador del alma. Amén.”
Oración
para pedir cosas al Fuego Blanco Mayor de Expresión;
Amado
Cristo-Fanes, Señor de Gloria, Árbol de la Vida, Rayo Blanco Mayor de Expresión
de Jelkerá-Dios, yo te pido que, (decir el pedido). Amado Cristo-Fanes, Árbol
de la Vida, Rayo Blanco Mayor de Expresión de Jelkerá-Dios, gracias que ya me
oíste. Amén.
Antes y
después, de toda oración o meditación, yo sugiero hacerse la Señal de la Cruz,
invocando al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo, para protegerse de toda
energía dañina, y para potenciar el poder de todo el acto espiritual.
El
universo, alarga el tiempo, entre el dar el bien a otros, y el recibir como
retribución, la devolución del bien, por el bien hecho, para que la evolución
espiritual, no sea tan fácil. Y por eso, a veces, a la gente mala le va bien, y
a la gente buena le va mal. A la gente mala, le puede estar sucediendo la
retribución por bienes pasados, y a la gente buena le puede estar sucediendo,
la retribución por males pasados. O también puede ocurrir que tanto el bien
inmerecido, como el mal inmerecido, sean una prueba de la Ley Espiritual, para
que la evolución espiritual, sea difícil. Sin embargo, el buen devoto, no debe
dejarse influenciar por las apariencias, que niegan la Ley de Retribución, y
debe sacrificar el placer efímero, para así lograr una felicidad duradera. Esto
es parte de la verdadera practica espiritual, y a la larga, sin importar cuántas
vidas pasen, es el camino seguro de la salvación.
Satán
es el ángel de oscuridad, que rige en el Mundo de la Oscuridad, por orden de
Yahvéh-Dios. Y en el Mundo de la Oscuridad, si algo puede salir mal, sale mal.
En cambio, en el Mundo de la Luz, si algo puede salir bien, sale bien. Cristo-Fanes,
cuyo símbolo es la Santa Cruz, tiene el poder de comunicar un plano de
existencia, con otro, y por eso es el Intercesor Supremo, entre el alma y
Jelkerá-Dios. Sin embargo, también existen otras entidades espirituales, que
nos pueden ayudar a comunicarnos con otros planos de existencia, como por
ejemplo, el Señor Exú, y la Señora Hécate, así como el Maestro Jesús de
Nazareth. Ellos tienen la cualidad de formar, cruces de caminos, o
encrucijadas, que son los portales, que comunican a los distintos planos de
existencia, entre sí.
Oración
a Metatrón.
En el
Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo, Amén. Gloria al Padre, Gloria
al Hijo, y Gloria al Espíritu Santo. Gloria al Padre, Increado y Eterno, como
ha sido en un principio, ahora, y siempre, por los siglos de los siglos. Gloria
al Hijo, Fanes Eros Protogonos, el Cristo, el Hijo Mayor de Dios, Aquel que
Brilla, que se Manifiesta, y que trae la Luz, el Señor del Amor, el Primer
Nacido. Gloria a Cristo, Ungido de Dios, quien es Metatrón, el Más Cercano al
Trono, y quien es Lucifer, el Portador de Luz. Gloria a ti, Cristo-Fanes, Señor
de Gloria, Primogénito de la Creación, Hijo Mayor de Yahvéh-Dios, tú eres el
Yahvéh Menor, el Hijo del Yahvéh Mayor. Bendito seas, Cristo-Fanes, tú eres el
Verbo, la Primera Emanación de Dios, tú eres El Ángel del Señor, el Hijo de
Yahvéh y de Sofía, y tú eres el Cristo Interno Individual de cada quien, la
Chispa Divina dentro del corazón de todos los seres. Metatrón, Hijo Mayor de
Dios, tú eres mi Señor, sentado a la diestra del Señor, tú eres el Cristo
sentado a la diestra de Dios, y tu madre Santa Sofía se sienta a la izquierda
de Dios, siendo el Espíritu Santo. Metatrón, tú eres el Árbol de la Vida y del
Conocimiento, y tú eres la estrella de mi frente y el sol de mi corazón. Tú
eres el Lucero Matutino y tú eres el Lucero Vespertino, porque tú eres el Alfa
y el Omega, el Principio y el Fin, que anuncia la llegada y la partida, del
Sol, cada día. Tú eres el primer ser, en ser emanado de Yahvéh-Dios, en el
comienzo del Universo, y serás el último ser, en ser absorbido por Yahvéh-Dios,
en el final del Universo. Ángel Metatrón, sé propicio conmigo, protégeme y
concede mis deseos, en acuerdo a la santa voluntad de Dios. Alabado sea el Quinteto
Divino de, el Padre-Madre-Mente, el Verbo, el Espíritu Santo, el Ángel del Señor,
y el Ungido Interno, Salvador del Alma. Alabada sea la Santa Tríada de, El
Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo. Alabado seas, Fanes Metatrón Lucifer, y
bendito sea tu santo nombre, para toda la eternidad, Mensajero del Dios
Altísimo, Ángel de Yahvéh. Alabado Yahvéh, Alabado Yahvéh, Yahvéh Yahvéh,
Alabado Alabado. Alabado Fanes, Alabado Fanes, Fanes Fanes, Alabado Alabado. En
el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo, Amén.
Aclaraciones
sobre la Sabiduría del Árbol de la Vida.
La
Sabiduría del Árbol de la Vida, nos lleva a la comprensión de Yahvéh-Dios, y
del Ángel Metatrón. Conocer las letras del alfabeto, o conocer un buen sistema
de numeración, son cosas útiles, pero la verdadera sabiduría, consiste en amar
a Dios por encima de todas las cosas, y en amar a nuestro prójimo, como a
nosotros mismos.
Las Tres
Energías Creadoras de Yahvéh-Dios, son, Creación, Conservación, y Destrucción,
y las Tres Energías Salvadoras de Yahvéh-Dios, son, Poder, Sabiduría, y
Amor.
En la Flama
Triple del Corazón, Yahvéh-Dios es la Flama Azul de Poder y Destrucción,
Cristo-Fanes es la Flama Amarilla de Sabiduría y Conservación, y Santa Sofía es
la Flama Roja de Amor y Creación. Algunos creen que Fanes o Eros, es el Dios
del Amor, pero en realidad, Fanes es el Dios de la Sabiduría, combinada con
Amor. A su vez, algunos creen que Sofía es la Diosa de la Sabiduría, pero en
realidad, Sofía es la Diosa del Amor Maternal y Fraternal, combinado con
Sabiduría.
Puede llamar
la atención, que Yahvéh-Dios, que es el Creador Original, sea en nuestro
Universo, un Dios del Poder y de la Destrucción, pero su serena presencia,
atraviesa todos los planos de existencia, y por medio de la destrucción, él nos
transforma y nos hace evolucionar. Yahvéh-Dios no necesita que usemos como intermediario,
a Cristo-Fanes, para poder llegar a él, pues él está más cerca de nosotros, que
nosotros mismos, pero Yahvéh-Dios, se congracia, con aquellos que usan a
Cristo-Fanes como Intermediario Supremo, entre el alma y Dios.
No Límite de
Luz, es uno de los nombres de Dios, y por extensión, es uno de los nombres del
Mundo de Luz, o Plano Solar, donde vive Yahvéh-Dios. La Luz, en realidad, en
éste contexto, no es Luz, sino que es Energía. El Mundo de Luz, tiene Energía
de Alta Frecuencia Vibratoria, y el Mundo de Oscuridad, tiene Energía de Baja
Frecuencia Vibratoria. El Mundo de Oscuridad, no carece de Luz, sino que tiene
Luz o Energía de menor frecuencia vibratoria, que el Mundo de Luz. Aquí no
hablamos realmente de Luz o de Oscuridad, sino que hablamos de Energía, y por
lo tanto, quizás, lo más exacto, sería decir que el Mundo de Luz, es el Mundo
de Energía Sutil, y que el Mundo de Oscuridad, es el Mundo de Energía Densa. El
Mundo de Oscuridad o de Energía Densa, sería el Formado por el Plano Astral y el
Plano Físico, mientras que el Mundo de Luz o Mundo de Energía Sutil, sería el
Plano Solar. Yahvéh-Dios existe en todos los planos de existencia, pues su
serena presencia, atraviesa a todos los planos de existencia, sin embargo, su
presencia es más evidente en el Plano Solar, o Mundo de Luz, y es menos
evidente en el Plano Astral, y aún menos evidente en el Plano Físico, aunque
eso no depende tanto del plano en donde uno se encuentre, sino que depende más
del nivel de conciencia del individuo.
El Aspecto Personal
de Yahvéh-Dios, que es el Anciano de los Días, es el Rostro Mayor, y el Aspecto
Personal de Metatrón, que es el Ángel del Señor o un derivado de éste, es el
Rostro Menor. Sin embargo, tanto el Aspecto Personal de Yahvéh-Dios, como el
Aspecto Personal de Metatrón, como así también el Aspecto Personal del Espíritu
Santo, que es Sofía, los tres, en realidad son Manifestaciones del Ángel del
Señor, que emanaron en Simultáneo, del Gran Sol Central, en el Plano Solar.
Yahvéh-Dios,
increado y Eterno, en realidad, es El Padre-Madre-Mente, Todo-Poderoso y Sin
Forma, cuyos Siete Aspectos Principales, son, Vida, Verdad, Amor, Mente,
Unidad, Espíritu, y Principio. A su vez, el Aspecto Principio, se subdivide en
los siete principios de la Creación, que son, Mentalismo, Correspondencia,
Vibración, Polaridad, Ritmo, Causa y Efecto, y Generación.
El Rayo
Creador de Yahvéh-Dios, en parte, es el Divino Metatrón, y una de sus
manifestaciones, es el Árbol de la Vida, del cual proceden, los Siete Rayos
Creadores, que son, el Rayo Azul de Poder, el Rayo Amarillo de Sabiduría, el
Rayo Rojo de Amor, el Rayo Blanco de Ascensión, el Rayo Verde de la Salud, el
Rayo Naranja de la Abundancia, y el Rayo Violeta de la Transmutación. Los Siete
Rayos, son usados, en parte, por los Siete Arcángeles Creadores, por los Siete
Deva-Rajas Conservadores, y por los Siete Supra-Demonios o Archidemonios Destructores.
Todos éstos Ángeles de Luz, Fuego, y Oscuridad, están presentes y activos, de
alguna manera, en todos los Planos de Existencia, pero los Arcángeles, están
más activos en el Plano Solar, los Deva-Rajas están más activos en el Plano
Astral, y los Supra-Demonios o Archidemonios, están más activos en el Plano
Físico. Los nombres de los Siete Arcángeles de los Siete Rayos, son respectivamente,
San Mikael, San Jofiel, San Chamuel, San Gabriel, San Rafael, y San Zadkiel.
Los nombres de los Siete Deva-Rajas, de los Siete Rayos, son respectivamente,
Indra, Surya, Kama, Vayu, Varuna, Kuvera, y Agni. Los nombres de los Siete
Supra-Demonios, de los Siete Rayos, son respectivamente, Satán, Belial,
Lucífugo, Abadón, Leviatán, Mammón, y Tifón.
El Mundo de
Oscuridad, se produjo por una contracción de Luz, en el Mundo de Luz, o mejor
dicho, por una disminución de la frecuencia vibratoria de la energía, en un
pequeño espacio del Mundo de Luz, pero el Mundo de Oscuridad, también es Luz o
Energía, solo que en menor grado de sutileza. El Mundo de Oscuridad, ya existía
antes de la creación del primer grupo de almas. Las almas son creadas en
distintas oleadas de vida, para evolucionar en el Universo, y son chispas de
luz, salidas del Gran Sol Central. El Plano más bajo del Plano Astral, es el
plano más bajo del Universo y es el plano más bajo del Mundo de Oscuridad. Para
salvar a las almas recién creadas de ése plano de terrible oscuridad, Dios
lleva a las almas, primero al Mundo de Luz, y luego las almas concientizan que
no pueden estar allí, y piden evolucionar, para lo cual son llevadas al proceso
evolutivo del Universo, a través de la reencarnación, hasta que logran la
madurez espiritual, y ascienden definitivamente, al Mundo de Luz o Plano Solar.
La Energía
Espiritual de Yahvéh-Dios, emanó de él, como la Luz del Sol, emana del Sol, y
mientras la Luz o la Energía, se alejaba de Yahvéh-Dios, se fue haciendo cada
vez más oscura y menos luminosa, o lo que es lo mismo, cada vez menos sutil y
más densa. Así fueron creadas las almas y todos los infinitos planos de
existencia, que para simplificar las cosas, se dice que son tres planos de
existencia, y así también se fueron creando todos los seres, incluyendo al
Verbo como Primer Ser Creado, y al Espíritu Santo como Segundo Ser Creado, así
como a las almas, que luego tendrían que evolucionar para volver a Yahvéh-Dios.
Las almas que viven en la luz, caen en algún momento a los planos de oscuridad,
y luego son rescatadas y llevadas a la luz. Posteriormente, las almas
recapacitan y se dan cuenta que aún no deben vivir en la luz, y piden
evolucionar, para lo cual se las pone en el mundo de evolución, creado por Dios,
como un acto de misericordia hacia las almas, para que puedan mejorar
gradualmente, hasta volver a la luz, pero en gloria, para no volver a vivir en
oscuridad, nunca más, y para vivir en la luz, para siempre. Por eso todos
tenemos el anhelo, de volver al Mundo de Dios, donde todo era perfecto, pues
tenemos el recuerdo intuitivo, de que alguna vez estuvimos allí, además de que
nuestra esencia divina, nos exige volver a la Fuente, elevando nuestro nivel de
conciencia, para quedarnos allí, para siempre. Y todo esto ya había sido
previsto por Yahvéh-Dios, antes de que sucediera. Bendito sea Dios.
La verdad es una sola, se
llega a ella por intuición, y todo lo demás son detalles. La verdad es: 1-Que
todo está en Dios; 2- Que Dios está en todo; 3- Que en el fondo todo es uno y
todo es Dios; 4- Que todo emana de Dios, y que todo se volverá a absorber en
Dios; 5- Que Dios creó al Universo con su Energía Mental y Espiritual, la cual
llena compenetra y circunda a todas las cosas;
6- Que el alma evoluciona de niveles inferiores de conciencia a niveles
superiores de conciencia a través de la reencarnación; 7- Y que el alma se
libera de la rueda de reencarnaciones a través de la fe en su propia esencia
divina interior que la une con Dios.
La aplicación
práctica de la sabiduría del Árbol de la Vida y del Conocimiento, es la
Práctica de la Doctrina Jelkeriana, pues la verdad es una sola, y está
perfectamente explicada en la Doctrina Jelkeriana. La aplicación práctica de la
Doctrina Jelkeriana, es la Oración de Fe a Dios, y la Meditación de Paz
Interior en la Presencia Interna de Dios. La forma de orar y de meditar se
puede deducir a partir de la teoría, y los ejemplos ya fueron dados en varias
partes de la Doctrina Jelkeriana.
Es bastante
inexacto decir que la Primera Creación de Dios fue el Mundo de la Luz, y que la
Segunda Creación de Dios fue el Mundo de la Oscuridad, pues ambos Mundos fueron
creados por Dios, en el Principio. En realidad, la Segunda Creación de Dios,
por decirlo de alguna manera metafórica, como todo lo que se está diciendo
aquí, fue el Mundo de la Evolución, que fue creado por la misericordia de Dios,
para que las almas pudieran evolucionar, y volver así a la Fuente, de la que
todo procede. El Mundo de la Evolución,
se inter-penetra, con el Mundo de la Luz, y el Mundo de la Oscuridad, y en
realidad, todo forma parte del Mundo de la Luz, que fue creado por Yahvéh-Dios,
en el Principio. Todos los planos de existencia, se inter-penetran y se
superponen entre sí, y la única diferencia entre un plano de existencia y otro,
es la intensidad y el tipo, de vibración que los componen, lo cual genera una
separación entre unos planos y otros.