Para pactar con Yahvéh-Dios, y convertirse al Gnosticismo Cristiano del Yo Soy, alcanza con decir con fe, una sola vez
en la vida, ésta oración:
“En el Nombre
del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo, Amén.
Confesando a Yahvéh-Dios que soy un mortal con defectos, y creyendo que en el Nombre del
Señor, que es mi Cristo-Interno, mi Alma es Inmortal, desde el inicio y para
siempre, yo recibo y confieso, ahora, a mi Cristo-Interno, como a mi Personal
Salvador, como al Ser que me da la Salvación Completa y la Bendición Completa.
Yo estoy en
estado de Salvación, y yo estoy completo en mi interior.
La Rueda de
Reencarnaciones ya terminó, y el destino de mi Alma es reunirse con Yahvéh-Dios en el Cielo, para siempre.
Gracias Dios, por tu Luz. Amén.
En el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo, Amén."
Aceptar el
significado de ésta oración, convierte a la persona en un iniciado
gnóstico cristiano del Yo Soy, haciendo que desde ése momento y para siempre, el Devoto
esté bajo la Gracia de Dios y en estado de Salvación.